El asesino del Tarot
10 de Marzo, # 2004
En memoria de los cuarenta mártires de Sebaste, Armenia.
Lic.
Ana Mirtha Vargas
Sicóloga, Astróloga y Cosmo-bióloga
Vía e-mail: anami@verizon.net.do
Ciudad,
Ref.: “El asesino del Tarot”
Estimada Ana Mirtha...
“Virginia beach, Florida. John Allen Mohammed, el asesino en serie que en octubre de 2002 conmocionó el área de Washington, escuchaba ayer el tribunal que lo sentenció a muerte mientras su abogado Shapiro parecía rendido ante la evidencia.” [Diario Libre de hoy]
Al leer la noticia temprano esta mañana, el corazón se me retorcía de dolor de pensar en la cantidad de personas victimas de la maldad que en ocasiones hace nido en el alma de los hombres. Así de mal andan las cosas, y nosotros no podemos hacer otra cosa que repudiarlas y denunciarlas, en público y en privado, tratando por todos los medios de que no se repitan, haciendo mayor conciencia de todo ello para que actuemos en forma tal de nunca promoverlas.
La historia nos lo subraya y las Sagradas Escrituras lo demuestran, nadie es capaz de realizarse a sí mismo por sí mismo, sino es con la ayuda de Dios, si Dios no está a la base del asunto.
La historia de la salvación de todo el género humano es algo así como decir que la manifestación del amor desbordado de Dios no ha dejado abandonado al hombre en el pecado, seducidos por una cantidad de falsas creencias y el engaño de una posible auto-realización, al margen de y en contra del mismo proyecto de Dios.
Dios es una realidad para todos nosotros en Jesús el Nazareno, su Hijo amado, la prenda de todo valor, la perla preciosa, el signo divino, la clave y el modelo de una auténtica realización humana y divina, dándonos a todos por medio de ÉL la posibilidad de realizarnos plenamente al matricularnos en la escuela del gran maestro de la Sabiduría, Jesús el Cristo, que en persona es la Sabiduría misma de Dios.
Sólo en Jesús se halla toda la plenitud. ÉL encierra en sí mismo la plenitud de la divinidad y de la humanidad, todo lo grandioso que hay en el cielo y en la tierra, en las criaturas visibles e invisibles, espirituales y corporales. Este solo hecho bastaría para permitirnos afirmar que Jesús de Nazaret constituye para el hombre un tesoro inagotable de valor infinito. Pues, Jesucristo es plenitud total no sólo para sí mismo sino también para toda la humanidad.
Jesús de Nazaret, el único Mesías para la humanidad, de ayer, de hoy y de siempre, constituye el “secreto a voces” mejor guardado que posee el hombre para su más perfecta realización. Siendo ello así, tenemos que buscarlo con todas las fuerzas de nuestro ser, ÉL es nuestra única sabiduría.
Anexo te remito este testimonio que he encontrado de otro criminal, parecido al del Tarot, que ha optado por Jesús aún después de haber hecho lo que hizo. Jesucristo ama los pecadores aunque detesta el pecado, y es por esta razón que vemos continuamente como el hombre, mientras más cerca está de su propia miseria, más cerca de Dios se encuentra. Acerquémonos nosotros a todos esos que se sienten desvalidos por su pecado y hablémosles de Jesús de Nazaret, el amor de los amores.
Con sentimientos de estima, te saluda.
Atentamente,
Mario R. Saviñón
En memoria de los cuarenta mártires de Sebaste, Armenia.
Lic.
Ana Mirtha Vargas
Sicóloga, Astróloga y Cosmo-bióloga
Vía e-mail: anami@verizon.net.do
Ciudad,
Ref.: “El asesino del Tarot”
Estimada Ana Mirtha...
“Virginia beach, Florida. John Allen Mohammed, el asesino en serie que en octubre de 2002 conmocionó el área de Washington, escuchaba ayer el tribunal que lo sentenció a muerte mientras su abogado Shapiro parecía rendido ante la evidencia.” [Diario Libre de hoy]
Al leer la noticia temprano esta mañana, el corazón se me retorcía de dolor de pensar en la cantidad de personas victimas de la maldad que en ocasiones hace nido en el alma de los hombres. Así de mal andan las cosas, y nosotros no podemos hacer otra cosa que repudiarlas y denunciarlas, en público y en privado, tratando por todos los medios de que no se repitan, haciendo mayor conciencia de todo ello para que actuemos en forma tal de nunca promoverlas.
La historia nos lo subraya y las Sagradas Escrituras lo demuestran, nadie es capaz de realizarse a sí mismo por sí mismo, sino es con la ayuda de Dios, si Dios no está a la base del asunto.
La historia de la salvación de todo el género humano es algo así como decir que la manifestación del amor desbordado de Dios no ha dejado abandonado al hombre en el pecado, seducidos por una cantidad de falsas creencias y el engaño de una posible auto-realización, al margen de y en contra del mismo proyecto de Dios.
Dios es una realidad para todos nosotros en Jesús el Nazareno, su Hijo amado, la prenda de todo valor, la perla preciosa, el signo divino, la clave y el modelo de una auténtica realización humana y divina, dándonos a todos por medio de ÉL la posibilidad de realizarnos plenamente al matricularnos en la escuela del gran maestro de la Sabiduría, Jesús el Cristo, que en persona es la Sabiduría misma de Dios.
Sólo en Jesús se halla toda la plenitud. ÉL encierra en sí mismo la plenitud de la divinidad y de la humanidad, todo lo grandioso que hay en el cielo y en la tierra, en las criaturas visibles e invisibles, espirituales y corporales. Este solo hecho bastaría para permitirnos afirmar que Jesús de Nazaret constituye para el hombre un tesoro inagotable de valor infinito. Pues, Jesucristo es plenitud total no sólo para sí mismo sino también para toda la humanidad.
Jesús de Nazaret, el único Mesías para la humanidad, de ayer, de hoy y de siempre, constituye el “secreto a voces” mejor guardado que posee el hombre para su más perfecta realización. Siendo ello así, tenemos que buscarlo con todas las fuerzas de nuestro ser, ÉL es nuestra única sabiduría.
Anexo te remito este testimonio que he encontrado de otro criminal, parecido al del Tarot, que ha optado por Jesús aún después de haber hecho lo que hizo. Jesucristo ama los pecadores aunque detesta el pecado, y es por esta razón que vemos continuamente como el hombre, mientras más cerca está de su propia miseria, más cerca de Dios se encuentra. Acerquémonos nosotros a todos esos que se sienten desvalidos por su pecado y hablémosles de Jesús de Nazaret, el amor de los amores.
Con sentimientos de estima, te saluda.
Atentamente,
Mario R. Saviñón
