Una idea central...

Somos La Iglesia católica


Nuestra familia está compuesta por personas de toda raza. Somos jóvenes y ancianos, ricos y pobres, hombres y mujeres, pecadores y santos.

Nuestra familia ha perseverado a través de los siglos y establecido a lo ancho de todo el mundo.

Con la gracia de Dios hemos fundado hospitales para poder cuidar a los enfermos, hemos abierto orfanatorios para cuidar de los niños, ayudamos a los más pobres y menos favorecidos. Somos la más grande organización caritativa de todo el planeta, llevando consuelo y alivio a los más necesitados.Educamos a más niños que cualquier otra institución escolar o religiosa.

Inventamos el método científico y las leyes de evidencia. Hemos fundado el sistema universitario.

Defendemos la dignidad de la vida humana en todas sus formas mientras promovemos el matrimonio y la familia.

Muchas ciudades llevan el nombre de nuestros venerados santos, que nos han precedido en el camino al cielo.

Guiados por el Espíritu Santo hemos compilado La Biblia. Somos transformados continuamente por Las Sagradas Escrituras y por la sagrada Tradición, que nos han guiado consistentemente por más de dos mil (2’000) años.

Somos… La Iglesia católica.

Contamos con más de un billón (1’000’000’000) de personas en nuestra familia compartiendo los Sacramentos y la plenitud de la fe cristiana. Por siglos hemos rezado por ti y tu familia, por el mundo entero, cada hora, cada día, cada vez que celebramos La Santa Misa.

Jesús de Nazaret ha puesto el fundamento de nuestra fe cuando dijo a Simón-Pedro, el primer Papa: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella» (Mt. XVI, 18).

Durante XX siglos hemos tenido una línea ininterrumpida de Pastores guiando nuestro rebaño, La Iglesia universal, con amor y con verdad, en medio de un mundo confuso y herido. Y en este mundo lleno de caos, problemas y dolor, es consolador saber que hay algo consistente, verdadero y sólido: nuestra fe católica y el amor eterno que Dios tiene y ha tenido por toda la creación.

Si has permanecido alejado de La Iglesia católica, te invitamos a verla de un modo nuevo hoy, visita www.catolicosregresen.org.

Somos una familia unida en Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Somos católicos, bienvenido a Casa...

Contenido del Blog

Lo que aprendí de los curas

Por Francisco Muñoz

Escribo estas líneas en agradecimiento a todos los sacerdotes que he conocido, anónimos en sus parroquias, en mi rodar por lugares muy distintos del mundo. Quiero dedicarles un elogio en estos momentos en que parece que está de moda atacar a la Iglesia y a sus sacerdotes.
Un poco de historia. La semilla de los cristianos crece de manera increíble dentro de la cultura romana con sus propios dioses como religión oficial y obligatoria. En esos primeros siglos, la joven Iglesia tenía que emplear todo su vigor para definir y defender la doctrina de las herejías surgidas en el seno del cristianismo y, al mismo tiempo defenderse, con poco éxito, frente a las persecuciones a muerte de los distintos emperadores romanos. El apoyo oficial del Emperador Constantino al cristianismo no fue un regalo, sino una conquista alcanzada por los combates cristianos durante cuatro siglos, hasta conseguir implantarse en la cultura romana.
Pues bien, tampoco desde entonces, a lo largo de los dieciséis siglos posteriores, el catolicismo ha tenido un momento de paz. Precisamente una de las pruebas de la divinidad de la Iglesia es la supervivencia en medio de todos esos avatares. Los protagonistas de esta supervivencia de la Iglesia Católica han sido, guiados por el Espíritu Santo, las cabezas de su jerarquía y la gran masa del pueblo llano, el fiel católico de a pie. Pero, hay otros actores silenciosos de esta efervescente historia eclesiástica, que son los sacerdotes.
Siento una gran admiración por los santos e instituciones que han reformado y enriquecido la Iglesia pero, además, tengo un gran agradecimiento por todos esos diferentes sacerdotes anónimos que me ha tocado conocer y que, cada uno a su manera, me ha ayudado en mi ajetreada vida trashumante; de cada uno he aprendido lecciones útiles para la vida.
He aquí unos pocos ejemplos:
Un cura de montaña. En la vertiente española de los Pirineos, hay muchos pequeños pueblos abandonados, pero quedan, diseminados entre las grandes montañas, grupos de habitantes en pequeñas comunidades, que ni siquiera podrían llamarse pueblos. Trabajar allí supone la incomodidad del frío y la nieve durante muchos meses al año, el riesgo de trasladarse por unos caminos de tierra con desprendimientos y, sobre todo, el aislamiento social con comunidades desconectadas entre sí y del resto del mundo.
En mis excursiones por esas montañas tuve la suerte de conocer al joven sacerdote designado para esta labor que, curiosamente era uno de los de confianza del Obispo. Aunque era algo pequeño de estatura, era fuerte, vigoroso, muy optimista, y con buena preparación intelectual. Cada semana o dos regresaba al Obispado de la capital local para colaborar con el Obispo. El resto del tiempo lo pasaba de pueblo en pueblo, subiendo y bajando montañas, por caminos impracticables; menos mal que unos fieles le habían donado un vehículo 4x4 que le permitía hacer todos esos trayectos con mayor seguridad. La Misa dominical de esos pueblos era rotativa; los que podían se trasladaban al pueblo vecino de turno o se esperaban a que les tocase. La alegría con que ese sacerdote realizaba esa labor era admirable.
Frutos del celibato. En Cartagena, de Colombia, la ciudad para mí representativa de la cultura caribeña. El sacerdote, sin embargo, era de la vecina Venezuela, hombre maduro, con experiencia y con una simpatía especial para comunicar. Nos explicaba que es entre las mujeres y hombres célibes por amor a Dios, donde se encuentran las personas más ejemplares en valores, como la generosidad, valentía, alegría, magnanimidad y, con mayor capacidad de ideales. Nos decía, con una gracia que nos hacía reír, que el celibato por amor a Dios no es aburrido, que actualmente hay mayor fidelidad al celibato que al matrimonio, que hay más casos de pederastia, violaciones y homosexualidad fuera del celibato. Que no es verdad que el celibato deforme a las personas, sino que las ennoblece; que el celibato no genera personas desequilibradas afectiva y psicológicamente, sino, todo lo contrario, personas maduras y ecuánimes. Finalmente nos reímos a gusto cuando nos dijo que era consciente de que se estaba dirigiendo a un público, cuya cultura era la del macho berraco y la hembra reproductora y, por tanto, la cultura peor dotada para comprender los valores incalculables del celibato, la castidad y la pureza.
La vida real. Seguimos en Latinoamérica, nos vamos más al sur, mucho más, a Temuco, la capital de la región de la Araucanía al sur de Chile, donde la cadena de volcanes de los Andes llega al extremo. Un sacerdote mayor, experimentado, muy pausado, como si pensara mucho antes de decir una frase, lo que le daba una imagen de profundidad. Con ese sentido lacónico, nos dijo en su homilía que iba a hacer poca exégesis y comparación de los textos leídos de la Sagrada Escritura y que quería llevarnos a las consecuencias directas de esos textos para nuestra vida real, y concretamente para la semana próxima. El mismo nos comentó que, con frecuencia, los curas hacen prédicas muy elevadas e instructivas sobre los textos de la Biblia pero, que el fiel asistente necesita saber qué relación tiene esa acción litúrgica semanal de la misa dominical con la vida real; el cristiano, nos decía, debe asistir a la misa para encontrar soluciones y respuestas respecto a como cristianizar la familia, el matrimonio, la profesión, la vida social, las amistades; tiene que saber como actuar con las drogas, el alcohol, la homosexualidad, el divorcio, el aborto, las discotecas. ¿y qué pasa con los impuestos, los matrimonios separados, los gastos lujosos, la fidelidad al matrimonio…, una lista interminable de asuntos que tejen la vida real de un cristiano. Si la palabra de Dios no da respuesta a esos temas, los cristianos están a la sombra de una fe desconectada de la vida real. Los cristianos necesitan salir de la misa dominical con metas y propuestas muy concretas para aplicar a su vida de esa semana. Si Cristo nos ha dicho que para ser su discípulo hay que tomar la cruz de cada día, quiere decir que tenemos que ser buenos esposos en las pequeñeces del día, buenos padres con las insignificancias de los hijos, buenos trabajadores en el cumplimiento correcto, buenos amigos en la lealtad, serenos ante la presión y el estrés de la jornada. Asistir a Misa los domingos se traduce en cientos de situaciones diarias reales a vivir cristianamente que el sacerdote hace descubrir al fiel.
El gruñón de Cali. Era una temporada de muchos secuestros en distintos lugares de Colombia y mis anfitriones no me dejaban solo ni un momento, a todos los lugares me acompañaban como si fueran mis propia sombra; yo les agradecía tanta diligencia pero, a mi me parecía, en mi ignorancia, un poco exagerado. Uno de los lugares al que tuvieron que acompañarme fue a una parroquia céntrica de la ciudad, lugar con mucha solera, cargado de historia; casi como el lugar, era el sacerdote que celebró la misa en ese día. Un sacerdote fuerte, lleno de una energía, sorprendente para su edad, y un defensor a ultranza de la buena disciplina.
A lo largo de la liturgia fue haciendo una verdadera catequesis a los fieles aprovechando los diversos momentos. Después del saludo de entrada recordó a los fieles que debían guardar la compostura y llevar la vestimenta adecuada; antes del momento central, en la Consagración, recordó que había que arrodillarse, salvo aquellos que tuvieran una disculpa razonable, que era lo menos que podíamos hacer ante un Dios que se encarna y se sacrifica por nosotros; antes de la comunión de los fieles recordó que, por respeto a Jesús Sacramentado, no debían comulgar aquellos fieles que ni hubieran guardado el ayuno de una hora o que no se encontrasen, en conciencia, en gracia de Dios. Aunque hacía todos esos comentarios en un tono un poco gruñón, que los fieles ya conocían, no dejaba de tener mucha razón y sentido pedagógico.
Una ciudad trabajadora. Durante el boom del caucho, Manaus fue una ciudad en plena expansión; está situada muy al norte de ese enorme país de Brasil, junto a la desembocadura del río Negro sobre el caudaloso Amazonas. Tuve la oportunidad de escuchar a un joven sacerdote que predicó, lógicamente, en su idioma que se me hace suave y cantarín. Se ve que era consciente de que su feligresía era industriosa porque nos habló del sentido cristiano del trabajo.
Nos aconsejó que en el momento de las ofrendas pusiéramos allí nuestro trabajo realizado en la semana transcurrida y el de la semana próxima, para convertirlo en trabajo santo, redentor, al estar unido al sacrificio de Cristo; nos dijo que la misa dominical y el trabajo formaban parte de la misma composición musical que llegaba a Dios Padre por los méritos de Jesucristo; que nuestro esfuerzo diario por realizar bien el trabajo, no sólo mantenía a nuestra familia, sino que contribuía a la salvación de la humanidad. Me pareció una forma muy sugerente y atractiva de enfocar y realizar el trabajo.
Los santos. En el norte de España, el río Nervión pasa por Bilbao y desemboca en el bravo mar Cantábrico, dejando a su derecha una zona residencial lujosa y a su margen izquierda una zona industrial metalúrgica y obrera; ahí, un día primero de noviembre, celebración de "todos los santos", un sacerdote de mediana edad que rebosaba inquietud social y tenía buena química con las familias de trabajadores, nos explicaba el motivo de esta celebración. Nos decía que hay en el santoral católico más de 6.500 santos que la Iglesia nos pone como modelo de personas que han seguido de cerca de Cristo y como intercesores que nos ayudan en nuestro afán diario; nos aclaraba que hay otros muchos santos que la Iglesia no ha canonizado y, aún más, nos decía: "vosotros sois santos, en la medida que lucháis cada día por ser buenos cristianos; por eso hoy celebramos también la fiesta de todos los que luchan por la santidad".
La carrera eclesiástica. Recientemente, el Papa Francisco mantuvo un cordial encuentro en la Basílica de San Juan de Letrán, con los sacerdotes de la Ciudad Eterna, a quienes recordó que no deben ser funcionarios sino servidores misericordiosos, discípulos y misioneros. Estas palabras del Papa me trajeron a la memoria la predicación que escuché en la bellísima ciudad de Brujas, en Bélgica, una ciudad llena de encanto, misterio y un tipo de belleza seria que invita al silencio. En una iglesia barroca típica, muy recargada de altares, retablos e imágenes, un sacerdote cargado de años, muy delgado, nos miraba con unos ojos muy vivos y una sencillez que expresaba su elegancia interior y nos decía que los sacerdotes se han ordenado para servir a los fieles, a través de la Iglesia; que en todas las instituciones de los seres humanos, los dirigentes deciden el puesto que debe ocupar cada uno de sus empleados, teniendo en cuenta el perfil de la persona y las necesidades de la organización. Nos decía que en la Iglesia sucede lo mismo, con la diferencia de que el sacerdote no debe buscar sobresalir, ni triunfar, ni pretender escalar, sino obedecer y servir lo mejor posible en el lugar que se le destine. En la Iglesia se necesitan, también, sacerdotes que se dediquen prioritariamente a la organización y gobierno, o a la enseñanza y la investigación pero, todos ellos deben tener una preocupación pastoral.
La moda es un uniforme. Los dominicanos son personas con una gran capacidad creativa y habilidad especial para las distintas manifestaciones del arte. Pues bien, fue a un joven sacerdote dominicano a quien escuché predicar acerca del uniforme de los curas. Desde luego era joven por su aspecto y se le veía con juventud en su sacerdocio y fue verdaderamente original y creativo en su exposición en una misa dominical repleta de fieles en una ciudad muy turística del país. Comenzó, llamando nuestra atención al decirnos que todo el mundo usa uniforme, que los pantalones jeans y las camisetas Aeropostale, por poner ejemplos reales, son la manera que tenemos de uniformarnos cuando queremos vestir informal, que la moda de temporada de invierno y de verano, son los uniformes que empleamos cuando queremos identificarnos con ese gusto, tendencia y cultura; nos recordó que las instituciones militares y comerciales uniforman a su personal para identificarles con la institución y para reflejar una imagen de empresa; que el saco (la chaqueta) y la corbata es el uniforme de trabajo de muchas personas. Que cuando empleamos cada uno de esos uniformes sociales pretendemos reflejar algo de nuestra imagen personal. Pues bien, los sacerdotes llevan como uniforme el clergyman o la sotana, según la ocasión, para que los demás sepan el tipo de servicio que prestan y la dignidad de la institución a la que representan. La Iglesia ha cambiado y cambiará la forma de vestir de los sacerdotes pero, siempre será de manera que se distinga claramente lo que representan; los sacerdotes deben cuidar su aspecto, su presencia, no pueden reflejar descuido o dejadez.
La Iglesia está sana y sigue creciendo. Los sacerdotes y los fieles católicos no debemos dejarnos arrinconar ni acomplejar por la campaña de embustes y difamaciones contra la Iglesia que intentan desprestigiar a la institución y a sus fieles. Dentro de una sociedad civil corrupta en todos los ámbitos (político, económico, judicial, policial) la Iglesia sigue siendo el alma de la sociedad, como ya lo fue desde sus inicios; el pequeño índice de fieles o sacerdotes contaminados por la corrupción es mucho menor que el alto índice de personas corrompidas fuera de la Iglesia
El número de fieles católicos y de sacerdotes sigue creciendo de año en año. Latinoamérica aporta ya casi el 50% de los católicos del mundo. He puesto solo unos pocos ejemplos, una pequeñísima muestra de los 412.000 sacerdotes del año 2012 en todo el mundo, verdaderos héroes que llevan el peso del día a día en las parroquias y que sufren el insulto y la difamación por causa de unos cuantos penosos casos. Los católicos sabemos que debemos intentar ser ejemplares y que somos débiles pero, también sabemos, porque no somos ingenuos, que algunos grupos están organizadamente empeñados en manchar a la Iglesia de ahora y la de antes difundiendo una leyenda negra.
Aunque la Iglesia debe ser modesta y no hacer alardes de su propia valía, si me parece que debe todavía, avanzar en el empleo de los criterios de las relaciones públicas y la comunicación de imagen, en defensa de una presentación amable y admirable de la doctrina cristiana y en defensa, también, de la buena fama que se merecen los cristianos y, concretamente los sacerdotes que les sustentan en la fe. Un criterio de las relaciones públicas institucionales es "hacer las cosas bien y que se sepa"; pues bien, a mi entender, la Iglesia Católica necesita en toda sus diócesis, y no solo en el Vaticano, del servicio de profesionales que asesoren a las autoridades eclesiásticas en sus relaciones con la sociedad civil y los medios de comunicación. Esto abarca desde la forma de predicar y comunicar en las parroquias, hasta las comunicaciones de rueda de prensa, la organización de actos públicos, las publicaciones impresas, la comunicación en la red cibernética, la difusión de todas las actividades de interés social que la Iglesia y sus instituciones y personas realizan en pro de los más necesitados, y hasta la defensa de la buena fama de sus sacerdotes.

Elimine el ‘pero’

Por Luis García Dubus

Hay una parte del “padrenuestro” que no me gusta.


Es esa que dice: “(Pero...) Hágase Señor tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”.

Tengo una protesta contra esta parte. Y no por lo que dice, sino por el sentido que le damos al decirlo.
Como aquel que hace poco me dijo.
-“Quisiera conseguir un buen trabajo, (Pero...) yo digo: hágase Señor tu voluntad.”-
Es decir, que, según él, la voluntad de Dios era que él no consiguiera trabajo, y él se resignaría.
Y así como este amigo, veo que hay muchas personas que cuando dicen “hágase tu voluntad” parece que están tomando una postura de resignación, como si entendieran que la voluntad de Dios sobre ellos fuera a ser siempre algo desagradable.
Y esto es un disparate y una tremenda injusticia contra Dios. ¿Qué clase de padre sería este que desea para sus hijos sufrimientos y fracasos?
Este sería otro dios, pero no el mío. No el Dios verdadero, no el Padre que nos reveló Jesucristo.
En el evangelio de este domingo (Mateo 3,13-17) aparece el Señor cumpliendo la voluntad del Padre.
Se fue a bautizar con Juan el Bautista, como cualquier otro hombre. Juan no quería. Y Él le dijo:
“Déjame hacerlo. Así es como vamos a  cumplir con la voluntad de Dios.” (Mateo 3, 15)
Y cuando lo hicieron, se oyó de repente la voz de Dios que decía:
“Este es mi hijo, el Amado.
Este es mi elegido.” (Mateo 3, 17)
De modo que el Señor cumplió con la voluntad de Dios, y le fue bien, como a todo el que lo hace. A veces uno se dará cuenta en seguida. Otras veces más tarde.  Pero a todo el que acepta y cumple la voluntad de Dios, le va bien.
Que se haga su voluntad en mi vida es lo mejor que a mí me puede pasar, porque el plan que Él tiene para mí es mucho mejor que el que pueda yo tener, ya que Él es más sabio que yo, y además, está más interesado en mi felicidad que yo mismo. Cuando uno entiende esto, entonces la fe cambia, porque de “creer en Dios”, pasa a “Creerle a Dios”. “Caminen por el camino que les señalo, y les irá bien” (Jeremías 7, 23)  Quien no solo cree en Dios, sino que le cree a Dios, lo hace.
Teresa de Lisieux entendió bien esto. En efecto ella escribió:
“Es mi paz cumplir siempre la santa voluntad de mi Jesús... Así vivo sin miedo, amo el día y la noche por igual”.
Vivir sin miedo... ser felices... ¿acaso no es precisamente esto lo que usted y yo deseamos...?
La pregunta de hoy
¿Cómo descubro yo la voluntad de Dios para mí? Haciendo las cinco cosas que hacía la mamá de Jesús: Escuchar. Ponderar. Preguntar. Confiar. Y, sobre todo, obedecer, que es lo mismo que decir Sí.

La "energía" según la nueva era

¿A qué se refieren?

Tomado de www.info-ries.blogspot.com



A esta pregunta ha contestado en el portalAleteia el experto Manuel Guerra, sacerdote burgalés, autor del Diccionario enciclopédico de las sectasy miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). Según resume al inicio de su artículo, la energía en la Nueva Era es “algo” inmanente al universo, con lo cual uno puede ponerse en comunicación, abriéndose a ello, y presente también en uno mismo. Reproducimos el artículo a continuación.

Algunos nueveranos (adeptos de Nueva Era) recorren el Camino de Santiago para apropiarse de la energía concentrada especialmente en varios de sus lugares. Cuando, en 1995, la artista Shirley MacLaine llegó a uno de ellos, San Juan de Ortega (Burgos), estuvo mucho tiempo contemplando el entorno mientras, ensimismada, exclamaba: “todo es Energía…, todo es Dios. Yo soy Dios”. Según NE (Nueva Era), estamos inmersos en un mar energético, aunque no veamos la energía cósmica como el pez no ve el océano en el que nada ni su inmensidad. ¿Pero, qué se entiende por energía” en NE?

1. La energía física

¿De qué se compone el universo con sus más de cien mil millones de galaxias, cada una de ellas con unos doscientos mil millones de estrellas, de promedio? ¿De qué se componen todas las cosas y seres existentes: estrellas, cometas, planetas, rocas, mares vegetales, animales, el hombre?

Seguramente el lector estará pensando: “en primer lugar, de materia”. Más aún, según los materialistas “en el universo hay materia y solamente materia”. Nueva Era, al revés, afirma que el universo se compone de energía y solamente de energía.

La astrofísica [1] y la física cuántica o moderna han demostrado que asciende sólo al 4 % la materia ordinaria, tanto la visible (estrellas, planetas, etc., y sus cosas) como la no luminosa ni visible, que, en su mayoría, se reduce a hidrógeno (el átomo más simple: un electrón que gravita alrededor de un protón) difuso entre las estrellas y entre las galaxias.

El resto es materia oscura o invisible (21 %) y energía oscura (73 %). Hay “campos” de energía invisible. Cuando queremos hablar por teléfono móvil, a veces exclamamos “no hay cobertura”, o sea, estamos fuera del campo de las ondas telefónicas.

¿Alguien ve las ondas de radio, las televisivas, las microondas, los rayos infrarrojos, los ultravioletas, los rayos cósmicos? Aunque todos estos sean luz o radiación electromagnética, de esta sólo un 33 % (1/3) es visible, es decir, las ondas ópticas de los colores (la luz natural y la artificial).

Además, “no sabemos qué es materia. Sí sabemos que no es materia” (Heisenberg, uno de los principales científicos del siglo XX), es decir, no algo “continuo, compacto, consistente y resistente” como la definió Aristóteles y nos la muestran los sentidos.

Pues toda la materia se compone de átomos, cuyo 99 % es vacío, aunque no del todo vacío (presencia delbosón de Higgs, partícula demostrada en 2013 en el CERN, pero teorizada en 1964 por el británico PeterHiggs, Premio Príncipe de Asturias y Nobel 2013). El 1 % restante corresponde a los electrones y sobre todo a los quarks, constitutivos de los protones).

Un átomo es una cienmillonésima parte de un centímetro. Si una naranja aumentara su tamaño hasta convertirse en la Tierra, los átomos de la naranja tendrían el tamaño de las cerezas.

2. ¿Nueva Era diviniza la energía física, un panteísmo físico?

Según la ciencia moderna, todo es energía. Si la energía electromagnética -la luz- se condensa un número muy elevado de veces, se transforma en materia, concretamente en los átomos más simples, los de hidrógeno, que son los más numerosos (75 % del universo), luego en átomos de helio (dos electrones en torno a dos protones) -23 %-. El 2 % restante, deuterio (hidrógeno pesado) y litio. Son los surgidos tras el Big Bang antes de formarse las constelaciones y estrellas. Los 113 elementos restantes (carbono, uranio, oro, etc.) son derivados formados en las reacciones nucleares en el seno de las estrellas.

Nueva Era está influida por los avances de la ciencia moderna. Uno de los nudos de la red nueverana, que recubre ya toda la Tierra, la secta Vida Universal o Nuevo Retorno, fundada en 1974, oficialmente en 1987 en Würzburg (Alemania) con numerosos adeptos en Europa (más de un millar en España), América, etc., hace un traspaso literalísimo desde la física cuántica a lo divino en un sincretismo de impronta cristiana.

Pues afirma: “la base energética de toda la Creación: el Sol Central Primario y la corriente etérea, el éter, son el Dios impersonal, el Espíritu Santo”, que consta de “dos fuerzas primarias”, a saber, la “positiva y la negativa” al modo de “los dos polos de un imán, de una corriente eléctrica”. A su vez “la partícula positiva” se compone de dos tercios y la negativa de un tercio de la Fuerza Primaria”. Esta proporción está tomada de la física moderna, a saber, del elemento más diminuto de los conocidos hasta ahora: el quark compuesto de 1/3 (negativo) y 2/3 (positivo) de la carga de los protones. Pero Vida Universal no lo cree así, pues considera el quark como un reflejo de la constitución del Espíritu Santo (cf. El Dios personal e impersonal. ¿Quién o qué es Dios?, libro de la fundadora Gabriele Wittek; las palabras entrecomilladas en las pp. 30. 122 ss.).

Aunque, a primera vista sorprenda, NE tiene razón en la medida en que se acerca a la verdad, a la realidad. Pero no la tiene cuando niega la existencia de seres puramente espirituales. Reduce todo a energía, también a Dios, a los ángeles, a Lucifer, al alma o espíritu humano, a Cristo.

Jesucristo sería Dios solamente desde el instante en que, en el Jordán, habría descendido sobre Jesús de Nazaret no el Espíritu Santo, sino la “Energía cósmica” o “crística”.

Los Testigos de Jehová escriben “espíritu santo” (minúscula inicial) porque, según sus creencias, no sería Dios, ni Persona, sino “una energía, una fuerza activa” (cf. su libro Espíritu Santo… ¡la fuerza tras el nuevo orden venidero!, pp.12-15).

No es que el universo -como el hombre- se componga de cuerpo visible y del alma invisible, como enseñan el estoicismo, Plotino, etc., sino que el universo entero y todos sus integrantes, especialmente la Tierra, son Energía y que esta es divina. Así lo físico se transforma en realidad metafísica, teologal.

Lo divino, entendido así, no es un ser personal, “alguien”, ni “único”, trascendente, capaz de juzgar, salvar o condenar, sino “algo”, inmanente al universo, con lo cual uno puede ponerse en comunicación, abriéndose a ello, presente también en uno mismo.

3. Algunas manifestaciones de la energía nueverana: el ecologismo, los Métodos del Potencial Humano (reiki, taichí, etc.)

La ecología trata del entorno medioambiental y se preocupa de que sea adecuado para el desarrollo de la vida. Ha llegado a ser un movimiento de protesta contra los daños y alteraciones irreparables de la naturaleza (contaminación del aire y de las aguas, efecto invernadero, etc.).

NE ha dado un paso más, transformándola en ecologismo. Pues considera la Tierra como un organismo vivo, autoorganizado y, además, numinoso, divino, llamada Gaia (una de las designaciones de “Tierra” en griego), la Pachamama (indígenas americanos), la diosa Madre Tierra.

El ecologismo nueverano palpita en no pocas protestas ecológicas (los Verdes, Greenpeace). Parecen conceder menos importancia al hombre y a la mejora sensata de los medios de comunicación que a la naturaleza en su estado actual. Protestan contra la construcción de pantanos, carreteras, vías férreas, etc., por considerarla una especie de “sacrilegio” de la numinosidad de la Tierra (aunque, de cara al público, suene a oposición a la contaminación del ambiente, destrozo de la belleza del paisaje, etc.).

NE ha creado el clima propicio para la proliferación de innumerables Métodos del Potencial Humano: reiki, taichí (“ki” en japonés, “chí” en chino significan “energía”), yoga, Energía Humana y Universal, Meditación transcendental, Kryon, etc.

En ellos hay que distinguir su condición de psicotecnia y su ideología. Sus recursos psicotécnicos (ejercicios respiratorios, gimnásticos, etc.) suelen ser el anzuelo para que sus practicantes terminen por picar en su ideología de sectas de NE, generalmente con raíces budistas, hindúes y taoístas.

De todos o de casi todos puede afirmarse lo dicho por el Comité Doctrinal de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos en un documento sobre el reiki: “Carece de credibilidad científica”, “es incompatible con la doctrina cristiana”, y lo razona (cf. texto en InfoRIES 132 -2009- pp.1-18).

El panteísmo, vigente en el hinduismo desde el siglo VIII a. C., identifica lo divino, Átman-Brâhman, lo Uno Todo, con el prana, palabra sánscrita que significa la esencia del éter, elemento inmaterial y difuso por todo el universo y como su “alma” (= átman en sánscrito).

Por eso, en el hinduismo y en sus sectas, en el yoga y en tantos Métodos del Potencial Humano y en general en NE, los ejercicios de respiración diafragmática o profunda tienen una finalidad fisiológica (una mejor oxigenación de las células) y sobre todo, teologal, a saber, aspirar o respirar más y mejor lo divino para lograr el endiosamiento propio hasta en el plano fisiológico.

Hasta el siglo XX se creía que el éter llenaba todos los espacios vacíos moleculares e interplanetarios y que era necesario para la transmisión de las ondas electromagnéticas.

Pero la física moderna (Einstein, etc.) lo ha declarado innecesario e inexistente. ¿Por qué lo mantienen el hinduismo, el budismo, Nueva Era, etc.? Seguirá siendo una “creencia”, pero incompatible con la ciencia.

4. ¿La Energía nueverana, realidad física o solamente intramental, creída?

La ciencia moderna entiende la energía (electromagnética, atómica, etc.) como algo “físico”, no “metafísico”, aunque no sea “material” en el sentido vulgar y de la física tradicional.

Los adeptos de NE a veces piensan así, pero no necesariamente ni todos. He visto a personas nueveranasabrazarse al tronco de algunos árboles, detenerse en determinados lugares del Camino de Santiago, realizar ritos a veces llamativos, etc., para apropiarse de su “energía cósmica”.

Ya no es raro oír que alguien dice a otra persona: “voy a enviarte energía positiva” en clave evidentemente nueverana, en vez del católico: “voy a pedir a Dios por ti, por tus necesidades”.

Más aún, el director del Instituto Gnóstico de Antropología de Burgos me reconocía que esta energía está concentrada también en el sagrario. Por eso visita las iglesias católicas y, aunque no cree en la divinidad de Jesucristo ni en su presencia real eucarística, mira hacia el sagrario con más intensidad que los católicos para apropiársela. Así sale enriquecido en armonía creciente consigo mismo, con los demás y con el universo al mismo tiempo que se siente capaz de irradiar paz, ilusión e influjo benéfico para los demás.

Si se les pregunta, suele comprobarse que no se trata de una energía física, sino metafísica, simplemente mental, que no se detecta por medio de los detectores Geiger-Müller o similares. Por lo mismo su existencia depende de la creencia o fe, con efectos a veces sorprendentes por la eficacia misteriosa de las fuerzas ocultas de la mente, así como de los vericuetos del subconsciente y del inconsciente, sin posible demostración científico-técnica en un extraño sincretismo o mezcolanza de religiosidad, credulidad, autosugestión, irracionalismo y física moderna.

Para adaptarse a la psicología infantil y no infantil, la pedagogía catequética ha tratado siempre de aclarar las creencias religiosas acerca de lo divino mediante similitudes y comparaciones tomadas de los fenómenos naturales. Parece lógico que ahora se intente hacerlo desde la física moderna en la medida de lo posible. Pero una cosa es eso y otra muy distinta e inadecuada pretender convertir la física en teología, en religión. Por mucho que se hubiera empeñado, ni Fidias habría sido capaz de tallar su Zeus con un pincel, ni con un cincel, aunque fuera el fidianoVelázquez habría podido pintar Las Hilanderas.

Esto si ha cambiado

Por Juan Francisco Puello Herrera

Leía recientemente que debemos adaptarnos a los nuevos tiempos e ir acostumbrándonos a vivir lo que es normal en países “civilizados”. Desde las películas de Disney que iniciaron en 1937 con Blancanieves su primera película animada hasta la de Hansel y Gretel que han sido adaptadas ahora para un mercado infantil y adulto con desenlaces absurdos.
Por ejemplo, Hansel y Gretel ahora son cazadores de brujas con armas modernas. Es de suponer que los cuentos infantiles deben proporcionar a los niños valiosas lecciones sobre la vida y cultivar valores morales, lo que no ocurre actualmente. La empresa Disney ha realizado cambios perniciosos en su industria cinematográfica, promocionando la homosexualidad y otros antivalores, es el lado oscuro y perverso de esta empresa.
República Dominicana no escapa a este atentado contra las buenas costumbres. Tenemos un caso actual de imposición de prácticas que son contrarias a nuestras tradiciones y costumbres que están ligadas directamente al mundo diplomático. Esta “contribución” como eufemísticamente se le denomina, se dice ayudará a que nos modernicemos.
No es así. Existe una diferencia bien notoria entre sexualidad y genitalidad. De mi parte, doy gracias a Dios cada día, de no ostentar un “cargo” o una posición que requiera que sacrifique mis creencias cristianas para atender a compromisos sociales,  que en nada contribuyen a mi formación y crecimiento espiritual como persona. Dudo mucho que me preste a participar  en una fiesta a la que no tengo nada que buscar y mucho menos apoyar con mi presencia.
Muchas veces la pedagogía del silencio es una herramienta poderosa para enfrentar a un sistema corrupto que quiere imponer su sello con una doble moral siempre cuestionable.

La payasada de Vargas Llosa

Por Melvin Matthews (m.matthews@hoy.com.do) 

La bufonada de final del año 2013 la ha protagonizado el escritor José Mario Pedro Vargas Llosa, al recomendarle al Papa Francisco el reemplazo de los Cardenales Juan Luis Cipriani, de Lima, y el dominicano Nicolás de Jesús López Rodríguez, por considerarlos “cavernarios”, es decir, pide que el Vaticano persiga por motivos ideológicos o políticos. ¡Qué barbaridad!
“Quien mucho habla, mucho yerra”, reza un viejo adagio, y Vargas Llosa encaja dentro de tal aserto, pues, primero, el Nobel de Literatura incurre en imperdonable gazapo al utilizar el término “cavernario” en lugar de “cavernícola”, que es gramaticalmente la correcta para definir al retrógrado, partidario de instituciones políticas o sociales propias del pasado.
Segundo, gramática aparte, su consejo es típica manifestación de intolerancia al proponer la remoción de dos prominentes prelados que a Vargas Llosa les caen mal, debido a sus posiciones ortodoxas contra el aborto, el matrimonio homosexual, etcétera, y, en el caso del dominicano, porque apoya, con el mismo derecho que Vargas Llosa la rechaza, la sentencia que fija a los extranjeros las condiciones para la nacionalidad dominicana. Cipriani, además, criticó a su compatriota escritor cuando este se refugió en la ciudadanía española tras su derrota electoral.
Vargas Llosa ignora que el Derecho Canónico consagra que “nadie puede ser removido de un oficio conferido por tiempo indefinido, a no ser por causas graves y observando el procedimiento determinado por el Derecho”, y que queda de propio derecho removido del oficio eclesiástico quien ha perdido el estado clerical, quien se ha apartado públicamente de la fe católica o de la comunión de la iglesia (herejía o apostasía) y el clérigo que contrae matrimonio, aunque sea solo civil.
Vargas Llosa desconoce que el oficio de Cardenal es vitalicio. ¡Vaya payasada!

¡Vamo’arriba 2014!

Por Nathalie Romero De Grau

Escuché a nuestro querido obispo monseñor Amancio Escapa decir en la homilía del 1ro de enero, que si existiera alguna frase representativa de lo que Dios en este momento quiere decirnos sería “Feliz año nuevo”, porque Dios solo quiere la felicidad para nosotros sus hijos. ¡Wow!, eso me conmovió... Repito: Dios SOLO quiere la felicidad para sus hijos, quiere que seamos felices, hoy, ahora.
Y para que seamos felices nos brinda todos los medios. Así, aunque hayamos metido la pata tantas veces, nos ofrece la reconciliación, nos alimenta cada día para fortalecernos (él sabe perfectamente que el refrán aquel de que “el mal comío no piensa”, se presta también para la vida espiritual); nos acompaña en los momentos buenos y en los no tan buenos; Dios, va caminando junto a nosotros cada día, percatémonos o no de ello, Él SIEMPRE está allí.
Mirando con gran amor esta oportunidad de vida que Dios me regala en este nuevo año, de poder plantearme metas, también recuerdo que Monseñor nos dijo: “Propónganse pocos objetivos o metas, porque si son muchas, luego no las pueden cumplir todas”. Y en ese planteamiento interior es que me encuentro...
Decimos en cursillos que tenemos un “tesoro”: “tengo una vida, una solamente y puedo hacer con ella algo grande  o algo mediocre”.  ¿Qué voy a hacer en este nuevo año?, ¿es una oportunidad que voy a dejar pasar? Es muy fácil dejarse llevar por el día a día y vivir sin propósitos concretos.
Les cuento una lección que aprendí de mi madre cuando era pequeña: Yo tenía apenas unos diez años de edad, me gustaba mucho correr. Un día, en el malecón, estábamos caminando juntas, dijo mi mamá: óCorre desde aquí hasta ese poste de luz (el poste estaba como a 2 cuadras -de esas cuadras largas-). Y yo corrí y corrí lo más rápido que pude hasta que llegué al poste de luz. Pasó un rato y luego me dijo,  óAhora corre lo más lejos que puedas rápidamente. Y empecé a correr rápido, más rápido y me paré como a cuadra y media...
Mi madre, se acercó  a mí y me dijo,  óPero te dije que corrieras lo más lejos que puedas y corriste menos que hace un momento... ¿qué pasó?... Ese día, comprendí que debemos tener un objetivo, un ideal claro que guíe nuestros pasos, porque sino, nunca vamos a llevar a cabo lo que realmente podemos llegar a ser.
Este nuevo año Dios quiere que seamos felices y para eso debemos poner todas nuestras capacidades a pleno rendimiento, a total capacidad. “Enséname Señor a ser en plenitud el ser humano que Tú quieres que sea. Muéstrame  Señor Tu plan para mi vida. Indícame en este año Tu voluntad, que es la perfección en mi vida... ¡Está clarísimo para mí! Miren: si alguien fabrica un carro, el que sea, vamos a decir un Ferrari, está hecho para correr, para eso fue construido. Si utilizas ese carro como si fuera un “Toyota”, andando en las calles a 60 y 80 km por hora, al pasar el tiempo, este carro se va a ir desgastando sin cumplir su misión que es la de correr a alta velocidad.  Así nos pasa a nosotros, estamos aquí para cumplir una misión, ¿cuál?, no sabemos, pero debemos trazarnos metas, pedir al Padre su ayuda para llegar a ser la persona que Él quiere que seamos y ¿saben qué?, no tenemos mucho tiempo. Solo tenemos una vida, esta, no hay otra.
Escuché el fin de semana una frase del sacerdote C. Cancelado  que también me ha dejado pensando... “Jesús nos dice que nos quiere calientes, no tibios ni de medias tintas... nos quiere así para luego enfriarnos en el cielo y el Diablo nos quiere “fríos”  para luego calentarnos y freírnos  en el infierno”...¿Hace sentido verdad?, ¿cómo estamos; fríos o calientes en las cosas de Dios? 
Demos la bienvenida a este 2014, con metas concretas,  presentemos al Señor nuestros deseos para que los bendiga, y dentro de esas metas, no olvidemos la más importante: la santidad. Que todas  nuestras metas estén, de algún modo, unidas a la búsqueda de la santidad todos los días. En las cosas pequeñas de cada día. Decía el beato Juan Pablo II que la santidad ´es precisamente la alegría de hacer la Voluntad de Diosª.
¿Queremos ser santos de verdad? ¡Propongámonoslo! Al menos pongamos el planteamiento sobre la mesa. Esa es la perfección de la vida cristiana, no hay otra. Es nuestro llamado a cumplir en la tierra desde nuestra vocación personal, la que sea. Si eres sacerdote, desde ahí; si eres consagrada, desde ahí; si eres laico, casado o soltero, pues desde ahí. ¿Chofer, banquero, mercadólogo, estudiante, agrónomo, presidente?...Desde tu vida, hacer todo con amor, eso es ser santos.
Este año tendremos que hacer muchas cosas, pero siempre tengamos en cuenta para quien las hacemos y hagámoslas con amor, eso es lo esencial para cumplir nuestra vida, con perfección. Que tengamos siempre rectitud de intención en todo nuestro obrar. ¡Vamo’ arriba 2014! Cuento con el deseo de Dios para ser feliz. ¡Vamo’ arriba 2014! Tengo muchos proyectos para realizar y tengo una ayuda idónea para llevarlos a cabo (el Espíritu Santo). ¡Vamo’arriba 2014! Quiero llenar mi libro de vida de buenas obras, llenas de amor, para entregar a Jesús, no tengo tiempo para perder sino mucho trabajo por hacer.
¡Dios les bendiga y tengan un feliz y santo año!