Una idea central...

Somos La Iglesia católica


Nuestra familia está compuesta por personas de toda raza. Somos jóvenes y ancianos, ricos y pobres, hombres y mujeres, pecadores y santos.

Nuestra familia ha perseverado a través de los siglos y establecido a lo ancho de todo el mundo.

Con la gracia de Dios hemos fundado hospitales para poder cuidar a los enfermos, hemos abierto orfanatorios para cuidar de los niños, ayudamos a los más pobres y menos favorecidos. Somos la más grande organización caritativa de todo el planeta, llevando consuelo y alivio a los más necesitados.Educamos a más niños que cualquier otra institución escolar o religiosa.

Inventamos el método científico y las leyes de evidencia. Hemos fundado el sistema universitario.

Defendemos la dignidad de la vida humana en todas sus formas mientras promovemos el matrimonio y la familia.

Muchas ciudades llevan el nombre de nuestros venerados santos, que nos han precedido en el camino al cielo.

Guiados por el Espíritu Santo hemos compilado La Biblia. Somos transformados continuamente por Las Sagradas Escrituras y por la sagrada Tradición, que nos han guiado consistentemente por más de dos mil (2’000) años.

Somos… La Iglesia católica.

Contamos con más de un billón (1’000’000’000) de personas en nuestra familia compartiendo los Sacramentos y la plenitud de la fe cristiana. Por siglos hemos rezado por ti y tu familia, por el mundo entero, cada hora, cada día, cada vez que celebramos La Santa Misa.

Jesús de Nazaret ha puesto el fundamento de nuestra fe cuando dijo a Simón-Pedro, el primer Papa: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella» (Mt. XVI, 18).

Durante XX siglos hemos tenido una línea ininterrumpida de Pastores guiando nuestro rebaño, La Iglesia universal, con amor y con verdad, en medio de un mundo confuso y herido. Y en este mundo lleno de caos, problemas y dolor, es consolador saber que hay algo consistente, verdadero y sólido: nuestra fe católica y el amor eterno que Dios tiene y ha tenido por toda la creación.

Si has permanecido alejado de La Iglesia católica, te invitamos a verla de un modo nuevo hoy, visita www.catolicosregresen.org.

Somos una familia unida en Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Somos católicos, bienvenido a Casa...

Contenido del Blog

Los estados progres y la cultura de la muerte

"La culminación de 'la modernidad' podemos resumirla de la siguiente manera:

1. Odio al ser humano, a quien se contempla como una lamentable molestia que hay que cuidar y alimentar, de la que hay que ocuparse de continuo. Por tanto, aborto, antinatalismo, con la promoción entusiasta de la homosexualidad y desprecio por el débil, entendido como aquel que no produce lo que consume.

2. Pensamiento débil, relativista: nada es verdad ni nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira.

3. Tolerancia: estamos dispuestos a creer en todo, también en una contradicción, por la sencilla razón de que no creemos en nada. De ahí, que el fruto lógico de dicha corriente de no pensamiento sea el sincretismo, disfrazado de religión laica universal, un credo poco numinoso y muy legalista.

4. Deificación del hombre: de los que hayan logrado sobrevivir, claro está, a la gran matanza del inicio de la vida -antes de nacer- y del abandono durante la última etapa -por senilidad improductiva o mero decaimiento físico-.

5. Otra de las notas distintivas de la modernidad, podría resumirse así: lo grande es hermoso y poderoso. La modernidad progresista es calvinista: sometimiento de lo pequeño a lo grande, del individuo, las familias y la microempresa, al Estado o a la multinacional y, sobre todo, a los mercados. Es el imperio de lo grande sobre lo pequeño, del fuerte sobre el débil, de la tenaza contra la propiedad individual, proceso que comenzó con la tontuna de las economías de escala y las masas críticas, tan queridas de todo tipo de depredador, sea público o privado.

En otras palabras, al modernismo progre le encanta tanto el Estado fuerte -naturalmente muy solidario- como las mercados y multinacionales fuertes -naturalmente con responsabilidad social corporativa-.

Un estado y unos mercados y grandes empresas dedicados, preferentemente, a expoliar al individuo y expropiarle su propiedad que, en el mejor de los casos, termina siendo propiedad delegada y gestionada por políticos (contribuyentes) y por intermediarios financieros (accionistas y fondistas).

La modernidad atenta contra el derecho a la propiedad privada y se ha convertido en una gigantesca expropiación global de bienes, por tanto, el enemigo número UNO de la justicia social."

La meditación cristiana, y las demás...

CARTA DE LA CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE A LOS OBISPOS DE LA IGLESIA CATÓLICA SOBRE ALGUNOS ASPECTOS DE LA MEDITACIÓN CRISTIANA

"Con la actual difusión de los métodos orientales de meditación en el mundo cristiano y en las comunidades eclesiales, nos encontramos de frente a una aguda renovación del intento, no exento de riesgos y errores, de fundir la meditación cristiana con la no cristiana. Las propuestas en este sentido son numerosas y más o menos radicales: algunas utilizan métodos orientales con el único fin de conseguir la preparación psicofísica para una contemplación realmente cristiana; otras van más allá y buscan originar, con diversas técnicas, experiencias espirituales análogas a las que se mencionan en los escritos de ciertos místicos católicos (13); otras incluso no temen colocar aquel absoluto sin imágenes y conceptos, propio de la teoría budista (14), en el mismo plano de la majestad de Dios, revelada en Cristo, que se eleva por encima de la realidad finita. Para tal fin, se sirven de una «teología negativa» que supera cualquier afirmación que tenga algún contenido sobre Dios, negando que las cosas del mundo puedan ser una semilla que remita a la infinitud de Dios. Por esto, proponen abandonar no sólo la meditación de las obras salvíficas que el Dios de la Antigua y Nueva Alianza ha realizado en la historia, sino también la misma idea de Dios, Uno y Trino, que es Amor, en favor de una inmersión «en el abismo indeterminado de la divinidad» (15). Estas propuestas u otras análogas de armonización entre meditación cristiana y técnicas orientales deberán ser continuamente cribadas con un cuidadoso discernimiento de contenidos y de métodos, para evitar la caída en un pernicioso sincretismo."

http://www.encuentra.com/articulos.php?id_sec=49&id_art=2860&id_ejemplar=0

Fin de la cultura occidental

El concepto mismo de democracia, tal y como hoy lo entendemos, sólo ha podido desarrollarse dentro del pensamiento que conocemos como “humanismo cristiano”.

(Hispanidad Digital - http://www.hispanidad.com/noticia.aspx?ID=106229)

Ninguna religión, ninguna civilización o pensamiento político, llegó nunca tan lejos de como llega la palabra de Cristo en el amor y en el reconocimiento del prójimo, sea este de la condición que sea. Nadie propuso jamás que se amase incluso a quienes nos odian, y mucho más fácil que eso es, por supuesto, respetar a quienes simplemente discrepan ideológicamente de nosotros. Indudablemente, los cristianos, podemos ser los mejores demócratas.

Por lo mismo, sólo una sociedad con raíces cristianas puede sustentar con facilidad un sistema político verdaderamente demócrata. ¿Cómo, por ejemplo, una sociedad mahometana va a aceptar en igualdad el voto de una mujer, sí cree que una mujer vale justo la mitad de lo que vale un hombre? ¿Y cómo va a aceptar un musulmán el voto de un converso del Islam al cristianismo y aun menos el de un ateo, cuando muchos musulmanes no les reconocen ni tan siquiera el derecho a existir? Las democracias no funcionan en sociedades que se oponen a los principios éticos cristianos.

La democracia moderna, en gran medida heredera de la lógica cristiana, recoge esa maravillosa idea de que todos somos iguales. Pero se olvida de la segunda parte: Todos somos iguales, porque todos somos hijos de Dios. Y aún más, también se olvida de profundizar en ella: Puesto que todos somos hijos de Dios, todos somos verdaderamente hermanos ¡y hemos de tratarnos como tales! Incluso por encima de las leyes humanas. Por eso los cristianos somos los demócratas más respetuosos, aunque no nos identifiquemos plenamente con el sistema.

Y es que los cristianos no podemos dar por buena la democracia liberal, porque aun partiendo en sus inicios del pensamiento cristiano, la democracia liberal ignora a Dios y erige al hombre, en una nueva revolución luciferina, como única fuente de derecho.

Por ello los cristianos deberíamos haber intuido que la democracia liberal está condenada al desastre. Es como esperar ver engordar y madurar los frutos de un árbol, cuando le hemos cercenado sus raíces: sabemos con certeza que pasado un tiempo, los frutos se pudrirán sin llegar jamás a madurar. De igual manera, nuestras actuales sociedades democráticas producen frutos podridos: Aborto, eutanasia, desintegración familiar, individualismo atroz, degradación sexual, amoralidad pública, injusticia social, nihilismo… incluso llevó al mismísimo populismo nazi al poder, en la que entonces era la más culta de todas las democracias europeas.

He aquí el problema: La democracia liberal, al prescindir de la fuente espiritual que le permitió nacer, es realmente un árbol sin raíces que da frutos podridos y lleva a nuestra sociedad a su autodestrucción. Los cristianos no deberíamos jamás, haber dado por buenas las actuales democracias liberales, porque sabemos que no están asentadas sobre roca.

Los cimientos morales de Occidente se encuentran en la fe cristiana y en el profundo respeto a la realidad humana que del mismo cristianismo se desprende. Occidente ha de asentarse sobre sus cimientos originales o se hundirá, porque de tanto negar nuestro origen cristiano, hemos llegado al absurdo de llegar a ignorar y a despreciar el Derecho Natural.

Imaginemos que quisiéramos romper con todo lo que nos ata a nuestros padres, para ello deberíamos renegar hasta de nuestro propio ADN, lo que nos llevaría a nuestra propia aniquilación. Igualmente, al desvincular a Cristo de nuestra sociedad, hemos llegado a renegar de la esencia de lo humano y a atacar a la Ley Natural, una Ley tan primigenia que es reconocida, de forma innata, por cualquier ser humano de buena voluntad. Al hacerlo, hemos sentado las bases de nuestra propia autodestrucción social… y así lo están percibiendo desde otras civilizaciones.

El hombre tiene una naturaleza y no puede, por más que lo quieran quienes defienden las teorías de género y semejantes, mutarla a su antojo. Por ello y prescindiendo de la cantidad de gente a la que esas teorías lleguen a convencer, las ingenierías sociales que niegan la realidad histórica y antropológica del ser humano, desvirtuando la realidad social y humana de la familia, tendrán consecuencias desastrosas para la civilización occidental.

En la medida que las democracias occidentales van alejándose de sus cimientos cristianos, pierden el sentido de la trascendencia que hasta entonces han mantenido y desplazan su interés hacia los egoísmos individuales, egoísmos que terminan por desembocar en una concepción nihilista de la vida. El nihilismo conlleva sinergias disgregadoras para la sociedad, ataca los vínculos familiares y desembocan inevitablemente en la des-estructuración social que ya estamos padeciendo, también en el plano económico.

Las democracias occidentales deben de replantearse sus cimientos, si es que queremos que nuestra civilización siga existiendo. Hemos de volver a nuestros orígenes y hemos de rectificar el tremendo error que ha permitido a nuestra civilización desviarse hasta el punto de legislar leyes que van en contra la propia naturaleza del ser humano.

El hombre está sometido a su naturaleza y no se puede legislar en contra de esta. Toda ley humana ha de estar subordinada a una ley primigenia o Ley Natural.

Debemos también de reconocer a Dios y de asumir que no somos dueños de nuestras propias vidas pues, ni se nos consulta si queremos existir cuando somos concebidos, ni podemos evitar que nuestras vidas se extingan.

Así pues, la democracia liberal, que negándoselo a Dios, considera al individuo como fuente de toda soberanía social, es una aberración que ningún cristiano debiera defender y que nos ha llevado, debido a la ignorancia de muchos y al engreimiento de otros, a monstruosidades como el aborto, la eutanasia, las teorías de género y, tarde o temprano, a los gobiernos populistas.

Pero si ese mismo sistema político reconociese a Dios como fuente de la que mana toda legitimidad, y como fuente del derecho a la Ley Natural o Divina, sí estaríamos empezando a tener un sistema político viable, pues ese reconocimiento impediría legislar contra-natura, fomentaría la trascendencia en la sociedad y cimentaría correctamente la moral y los valores cristiano-occidentales. Aunque claro, ya no estaríamos hablando de “democracia liberal”, estaríamos hablando de una democracia confesional cristiana.

Efrén Pablos García
e-pablos@proyecta.net

Catolicismo discriminatorio, dicen ellos...

20 de Enero #2009
En honor a Nuestra Señora de la AltaGracia

Sr.
Daniel Efraín Raimundo
Director de Nuevos Tiempos Digital (Cafébambú)
Vía e-mail: redaccion@cafebambu.com
cafebambu76@gmail.com
Ciudad,

Ref.: "Católicos vis-a-vis protestantes"

"We –ourselves- are in dire need of reformation and renewal today… Reformers, we –ourselves- need to be reformed... Protestants, we are the ones against who protest must be made... We confess that we evangelicals have betrayed our belief by our behavior…" (An evangelical manifesto)

Distinguido sr. Director:

"La Iglesia es el instrumento válido y el camino recto para nosotros poder vivir una experiencia realmente liberadora… La posibilidad de acceso a la maravilla de la vida en Cristo; una vida que, viviéndola aquí sobre la tierra, nos hará sentir la libertad y la eternidad de los hijos de Dios… Y su Liturgia será la que haga posible estimular tal experiencia entre todos sus fieles."

Luego de saludarle, y desearle un buen año 2009, he querido escribirle a fin de compartir unas ideas en torno a estas opiniones ("un catolicismo discriminatorio") vertidas por el Sr. Santana, en relación a la Carta Pastoral católica (ver texto completo) con motivo de la tradicional fiesta nacional de nuestra Señora de La Alta-Gracia.

La división que nos afecta hoy a todos como cristianos, delatada desde el principio por Jesús de Nazaret (Lc. XVIII, 9-14), es la evidencia más elocuente de la excelencia en el oficio de Lucifer, en su reto por impedir que muchos –hombres y mujeres de buena voluntad- vivan su fe cristiana como Dios mismo lo ha mandado.

Todo el que sea motivo de división entre los hermanos; todo aquel que sea motivo de escándalo para los más pequeños en la fe, le hace un gran favor al imperio de la muerte y al misterio de la iniquidad, actuando en contra de los designios de Dios.

He aquí la gravedad de la división que denunciamos responsablemente: la atomización del cristianismo a niveles realmente alarmantes, y sus consecuencias insospechables tan terribles en términos muy generales.

Revisando una Biblia que poseo, heredada de Papá (c. 1958), he encontrado estas definiciones que nos ayudarán a entender mejor la problemática que confrontamos, que es bueno presentar públicamente para que se sepa.

Reforma – movimiento religioso del siglo XVI, que se reveló contra la autoridad y el magisterio de la Iglesia católica, dividió el mundo cristiano y dio origen al protestantismo.

Reforma protestante – conjunto de grupos e iglesias disidentes organizadas por Lutero, Swinglio, Calvino, Muntzer y Enrique VIII.

Protestante – miembro de cualquier grupo religioso que sigue los principios religiosos de la reforma protestante; nombre genérico aplicado a los cristianos que en el siglo XVI rechazaron la autoridad y el magisterio de la Iglesia católica.

Protestantismo – movimiento religioso disidente que en el siglo XVI negó la autoridad y el magisterio de la Iglesia católica; sistema de principios doctrinarios sostenidos por cristianos adheridos a la reforma protestante formada por distintos grupos disidentes.

Hereje – cada uno de los miembros de una comunidad protestante; persona que no obstante profesar la religión cristiana niega formalmente un dogma o artículo de fe católica.

Herejía – doctrina o interpretación falsa que niega alguna de las verdades o artículos de fe que enseña la Iglesia católica.

Heresiarca – jefe o iniciador de una herejía.

Martín Lutero – sacerdote de la orden de San Agustín, natural de Alemania, que en 1517 se reveló contra la autoridad del Papa León X y dio principio a la reforma protestante.

Luteranismo – sistema doctrinario ideado y enseñado por Martín Lutero que, junto a otras escuelas teológicas disidentes, constituye la base ideológica del protestantismo moderno.

Louis Pasteur (+ 1895), acostumbraba disfrutar sus vacaciones de verano en un pequeño poblado en el sur de Francia. Usualmente, por las tardes, jugaba al ajedrez con el Cura Párroco, excepto los sábados, cuando el Sacerdote se retiraba a preparar la homilía para la Misa dominical a la que todos asistían. Un buen día, muy quitado de bulla, el buen Sacerdote le preguntó, ¿cómo explicaría usted a la gente sencilla el origen divino de La Iglesia? Pasteur, lo pensó por un instante y respondió:

"Diría a la gente: escoged doce jóvenes de vuestra comunidad, enseñadles durante tres años todo lo que sabéis, después mandad uno a Nueva York, otro a Londres, un tercero a Sydney, un cuarto a Sudáfrica, y así sucesivamente. Después de dos mil años, id a ver si se sabe aún algo de ellos".

Es muy fácil re-inventar La Iglesia que concibiera Cristo y que sus Apóstoles desarrollaron con el paso de tantos siglos a base de sangre, sudor y lágrimas. Parecería fácil re-interpretar los sentimientos que tuvieron los sucesores de Cristo y sus Apóstoles durante quince siglos de Cristianismo, hombres y mujeres que dieron la vida defendiendo su fe de los mismos atentados de su tiempo. Es fácil querer venir a re-plantear las cosas como queremos que sean y no como realmente han sido y son.

Nuestra sociedad sufre la aflicción de un profundo proceso de fragmentación a causa de este mismo modo de pensar que, por su naturaleza, ofrecerá siempre una visión reducida de las cosas, descuidando por completo el horizonte de la verdad; la verdad sobre Dios y sobre nosotros mismos.

El relativismo nunca será capaz de ofertar ninguna visión en su totalidad. Ignora los principios básicos que pueden hacernos capaces de vivir y crecer en unidad, orden y armonía.

Este es el grave problema que nos presenta hoy el protestantismo, que tal parece nadie quiere dilucidar abiertamente. Con una cantidad enorme de medias verdades y mentiras completas se pretende seguir confundiendo a nuestro pueblo sobre las razones que movieron a unos cuantos a producir el debacle que dio como resultado lo que conocemos como protestantismo contemporáneo, un escenario en el que cada cual pretende decir y hacer virtualmente lo que le venga en ganas.

La correcta lectura de las enseñanzas de La Iglesia católica, el Magisterio que hemos heredado de nuestros Padres en la fe, cobra particular importancia en nuestros días, pues será de ordinario uno de los medios más importantes para poder alcanzar el conocimiento de la verdad, que ha de servirnos para alimentar una genuina bondad cristiana y nos hará libres, tal como tantas veces lo repite.

Se ha dicho antes y es todavía actual, lo que en los primeros siglos del cristianismo escribiera San Juan Crisóstomo (+ 407), lamentándose de la ignorancia religiosa de muchos cristianos de su época:

"A veces ocurre que consagramos todo nuestro esfuerzo a ciertas cosas, no sólo superfluas, sino incluso inútiles o perjudiciales, mientras se abandona y desprecia el estudio de la sana doctrina cristiana. Aquellos que en las competiciones hípicas se excitan hasta el colmo, pueden referir con rapidez el nombre, la yeguada, la raza, la nación, el entrenamiento de los caballos, los años de su vida, la velocidad de su carrera, y con quién, si galoparan unidos, conseguirán la victoria; y qué caballo, entre éstos o aquellos, si toma parte en la carrera y si fuera montado por tal jinete, vencería la prueba. Si por el contrario, nos preguntamos cuántas son las epístolas de San Pablo, ni siquiera su número sabemos expresar".

Jesús de Nazaret nos urge para que iluminemos con la sana doctrina la oscuridad y la cerrazón de tantos que ignoran las verdades fundamentales de la fe y la moral.

"No todos entienden este lenguaje, sino solamente aquellos a quienes se les ha concedido" (Mt. XIX, 3-12). "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos" (Mt. XVI, 13-23). Por un lado tenemos que Jesús afirma que no todos entienden este lenguaje de Dios, y por el otro es asunto de que Dios elige a quien se lo desea revelar. ¡Santo misterio!

Para su debida edificación, anexo este vínculo con sabia e interesante información sobre la doctrina católica, un repaso de las enseñanzas católicas básicas, tomada prestada del sitio en la Web: catolicos regresen.

Y esta otra enseñanza muy inteligente de Don Alejandro Bermúdez, Directo de Aciprensa, sobre racionalismo biblico y otros apuntes.

Espero haber contribuido en algo a la discusión de este tema que considero de particular importancia, especialmente ahora que tanto nos afecta La Nueva Era y el resurgimiento de los brujos de antaño.

Cualquier cosa que pueda aclarar, sabe que siempre estoy a su orden.

Atentamente,

Mario R. Saviñón

Pd. He leído con interés el sermón de Su Santidad a los jóvenes durante la Vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud, dedicada enteramente al Espíritu Santo. Buenísima. Léala cuando pueda. Y esto otro, la Homilía durante la Misa esa noche.

Pare de sufrir

La «Iglesia» más controvertida de América Latina.

La Iglesia Universal del Reino de Dios o comunidad del Espíritu Santo.

Los nuevos conquistadores de América.

Por Miguel Ángel Pastorino, miembro de la Comisión Nacional de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Uruguaya, miembro fundador RIES, y fundador del SEAS.

Tomado de www.conoze.com/doc.php?doc=679

Junto con la Iglesia Pentecostal «Dios es Amor» del Pastor David Miranda, el caso más escandaloso es sin lugar a dudas la Iglesia Universal del Reino de Dios[14] (IURD), fundada en Brasil en 1977, por Edir Macedo, quien la sigue liderando desde su residencia en Miami desde 1986. En algunos países[15] la IURD lleva el nombre de «Oración Fuerte al Espíritu Santo», o «Comunidad Cristiana del Espíritu Santo».

No tienen problema en la doble pertenencia institucional, ya que afirman diariamente en televisión: «Amigo, amiga, si ud. es católico, evangélico, espiritista, o no practica, no importa, venga al Templo Mayor y reciba gratuitamente la bendición de Dios... verá la eficacia del poder de Dios, aquí». Incorporan sin problema signos, y el léxico de cualquier tradición religiosa que les sirva para la captación de fieles. Han creado una religiosidad «a gusto del consumidor», donde solo importa la eficacia, no el contenido.

La IURD es sin duda la iglesia (¿secta?) más rechazada dentro del amplio mundo pentecostal, y es criticada duramente por investigadores sociales como secta peligrosa y destructiva. No es estrictamente pentecostal[16], sino una estratégica amalgama de catolicismo popular, practicas afrobrasileñas, espiritismo, pentecostalismo y con un toque de empresa de última generación, haciendo una oferta permanente de «sacramentales» y fetiches mágicos que reinventan y significan todas las semanas ofreciendo a través de ellos: sanidad, liberación de demonios y prosperidad económica. Utilizan importantes técnicas de manipulación psicológica con sus adeptos[17] y han dejado a cientos de personas en la calle a costa de diezmar sus propiedades. Han sido catalogados como una «mafia internacional disfrazada de culto pentecostal», como una «una cuadrilla que se dedica a la extorsión y al robo»[18]. Se les conoce por la cantidad de denuncias judiciales en todos los países de América y su imparable crecimiento entre los más pobres y sectores de la clase media baja.

Alquilan estadios y los llenan tanto en Brasil como e Miami. Entre 1980 y 1989 el número de templos creció en un 2.600 %. Tiene la mayor parte de sus templos en Brasil, pero en Estados Unidos tienen decenas de templos y en Los Ángeles fue inaugurada hace unos años la «Catedral de la Fe» con capacidad para 2500 personas. Luego se expandió hacia Canadá, México, América Central y el Caribe. Su expansión en América fue durante la década del 90 y con un crecimiento jamás visto por otro movimiento religioso. Construyó (o compró) «templos» en Argentina (1990), Paraguay, Venezuela (1995), Uruguay (1990), Bolivia, Colombia, Perú, Chile (1991), Rep. Dominicana, Puerto Rico, México (1993), Guatemala, El Salvador, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Ecuador.

En Europa comenzó en Portugal, expandiéndose hacia España, Francia, Inglaterra e Italia. Entrando también en Alemania, Rusia, Rumania, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, y Suiza.
A partir de 1992 llega a África y se encuentra hoy en Sudáfrica, Angola, Mozambique, Cabo Verde, Kenia, Lesotho, Bissau, Costa de Marfil, Malawi y Uganda.

En Asia tiene sedes en Japón, India y Filipinas. En el 2000 operaba en más de 45 países con más de 13 millones de fieles.

Hoy en día tienen más de 4.000 templos en todo Brasil, con un promedio de 3 millones de miembros. Son dueños (solo en Brasil) de un Banco, dos periódicos, una revista, 60 emisoras de radio y la red televisiva TV Récord, la segunda más grande de Brasil, con 25 repetidoras en todo en el territorio (cuando la compró le salió 45 millones de dólares, en 1989). Desde hace varios años la Justicia y el gobierno del Brasil investigan a los líderes «por presuntas vinculaciones con el Cartel de Cali y el lavado de dinero»[19]. Actualmente la IURD tiene un ingreso que supera los 1000 millones de dólares al año.

Son el movimiento que más rápido crece en el continente y tiene mayor poder económico que ninguna otra denominación, y en muchos países es tal su poder económico y estrategias jurídicas, que las denuncias judiciales quedan sin efecto. Su discurso apunta a las necesidades inmediatas de las personas que más sufren en la ciudad, que son quienes están más vulnerables ante sus propuestas y exigencias.

Este es un caso preocupante, y hay diferencias en la clasificación, ya que teólogos cristianos (católicos, evangélicos, y pentecostales) no los consideran dentro del cristianismo, en cambio los sociólogos lo incluyen dentro del amplio mundo pentecostal. Es importante subrayar que no mantienen vínculo alguno con otras iglesias, el ecumenismo no entra en sus postulados, salvo que oportunamente cambien de opinión por una cuestión de «imagen».

De todas formas, una profunda y seria investigación deja claramente demostrado que estamos no ante una iglesia pentecostal, sino ante una secta destructiva con disfraz pentecostal[20].

Esperamos que estas breves reflexiones arrojen un poco de luz sobre un tipo de experiencia religiosa que pronto será preocupación no sólo de los investigadores, sino de todas las sociedades que comienzan a sentir su influencia, como es el caso de España debido a la fuerte inmigración latinoamericana de este último tiempo.

Notas

[14] PASTORINO, Miguel Angel, La Iglesia Universal del Reino de Dios - Pare de Sufrir, Quincenario Entre Todos de la Arquidiócesis de Montevideo, marzo 2003.
[15] España, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
[16] Sin embargo ellos se presentan como una Iglesia evangélica pentecostal, y esto da lugar a la confusión.
[17] BAAMONDE, José María, La manipulación psicológica de las sectas, Paulinas, Madrid, 2003.
[18] José Saramago, Jornal Do Brasil, 30 enero 1996.
[19] SILLETA, Alfredo, La Iglesia Universal del Reino de Dios, en www.sectas.org.ar
[20] Las técnicas de manipulación psicológica en estos grupos y la cosmovisión que sustenta muchos de sus métodos de captación y adoctrinamiento están desarrollados en la ponencia: "Aspectos ambiguos de pentecostales y Afrobrasileños" dictada por José María Baamonde y Miguel Pastorino en el mismo Congreso.

La ambigüedad del pentecostalismo

América Latina en llamas.

Por Miguel Ángel Pastorino, miembro de la Comisión Nacional de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Uruguaya, miembro fundador RIES, y fundador del SEAS.

Tomado de www.conoze.com/doc.php?doc=679

[1] En toda América Latina el movimiento que más ha crecido es el llamado pentecostalismo, cuya imagen de «incendio espiritual», utilizada tanto por algunos de sus teólogos[2] y pastoralistas, como por sus críticos, muestra la ambigüedad de sus múltiples manifestaciones. En tan solo 100 años de existencia se ha transformado en el movimiento cristiano de mayor y más rápido crecimiento de toda la historia[3]. Surgiendo en la primera década del siglo XX, ya en 1970 totalizaban 73 millones, para llegar en 1989 a 352 millones en todo el mundo[4], y hoy se habla de 500 millones. Tiene una tasa de crecimiento del 10% anual, mientras que las iglesias protestantes históricas corren el riesgo de desaparecer o quedar reducidas a ínfimas minorías.

En Argentina superan el 60% de las entidades inscriptas en el Ministerio de Culto, y dicen llegar a 4 millones de fieles. En Brasil han llegado al 18% de la población total (25 millones de fieles). En Chile han superado el 25%, en Guatemala a un 45%, y en Colombia se habla de un 35%. Compran templos y medios de comunicación todos los años, y se multiplican a una velocidad imposible de ignorar. Sólo en Brasil el mercado evangélico-pentecostal maneja más de 1000 millones de dólares al año y genera unos dos millones de empleos.

El CMI preveía en 1970 que el cristianismo mayoritario para finales del s. XX sería de color, pentecostal y se encontraría en el Tercer Mundo, y todo indica que no se han equivocado... Sin lugar a dudas, la mayoría cristiana en América es pentecostal[5].

El pentecostalismo es, ante todo, una experiencia[6], un movimiento religioso y no una denominación u organización religiosa, una «vivencia» espiritual, antes que una doctrina. Y si bien existen comunidades religiosas autodenominadas «pentecostales», el pentecostalismo es algo mucho más amplio que el conjunto de iglesias llamadas «pentecostales»[7].

Se suele ubicar bajo el término de «pentecostal» a todos aquellos movimientos, iglesias y sectas que sostienen la vuelta —vivencial- al cristianismo primitivo apostólico (Hch 2), buscando «ser llenos» del Espíritu Santo que les lleva a dar testimonio de Cristo «con poder», entusiasmo y celo misionero arrollador, al igual que los primeros cristianos, «conquistando las naciones para Cristo», y confiados en la inminente y victoriosa segunda venida de Jesús. El énfasis en los carismas (fe, lenguas, profecía, sanidad, liberación de demonios), un culto fuertemente emocional donde la alabanza y la danza tienen un puesto privilegiado -todos levantando las manos, danzando, cantando, y orando en voz alta a la vez-, y el celo misionero entusiasta, son algunas de sus notas sobresalientes. Pero no todo pentecostalismo es homogéneo: existen Iglesias institucionalizadas, activas en el diálogo ecuménico (Asambleas de Dios, Iglesia de Dios, etc.), existe una renovación pentecostal al interior de Iglesias históricas (católica, anglicana, reformada, bautistas, etc), y neopentecostales de origen norteamericano. Existen también teólogos pentecostales de la liberación, y neoconservadores fundamentalistas, pastores militando en política[8], y apolíticos, personas admirables por su trabajo y manipuladores de los jamás vistos. Pero en toda su variedad sobresale un pentecostalismo popular latinoamericano que es el que ha experimentado mayor desarrollo y expansión, y es este el que más preocupaciones está generando en los investigadores, ya que en pocos años ha llegado a Europa, Asia, África y Oceanía.

Este pentecostalismo popular es de carácter masivo (encuentros en carpas, y estadios aglutinando de cientos a miles de personas por culto), pero con rasgos propios de la religiosidad popular de su contexto. No se denominan iglesias, sino «ministerios», muy ligados a la figura del pastor, un líder carismático, autoritario, paternalista, que hace las veces de «caudillo» en el cual se proyectan los ideales del pueblo. Llegan a contar millones de fieles bajo un solo pastor[9].

Suelen ser en su mayoría compulsivamente proselitistas, y con un marcado fundamentalismo bíblico, acompañado de un subrayado anti-intelectualismo. Su propaganda está centrada en la sanidad, la liberación espiritual y la prosperidad material, respondiendo de algún modo a las búsquedas básicas del pueblo, y en el lenguaje y símbolos de las supersticiones locales, muchas veces de corte animista. Algunos dicen que el pentecostalismo popular será en Latinoamérica, lo que fue la reforma del siglo XVI en Europa[10], ya que su crecimiento en tamaño y número, y su impacto cultural hace temblar a quienes pretendan la hegemonía religiosa del continente. Son muchos los que dejan el catolicismo nominal o sus denominaciones protestantes clásicas, para formar parte de los nuevos «ministerios» evangélicos, en las que con entusiasmo intentan resolver sus problemas cotidianos. Muchos de estos grupos han incorporado también prácticas mágicas, reinventando sacramentales que poseen poderes para «obrar prodigios», con una lógica instrumental, funcionalista y con elementos mágicos y animistas.

Sabemos por otra parte, que no es tanto el grado de carencia económica lo que atrae a la gente al pentecostalismo, sino su grado de vulnerabilidad y fragilidad ante la vida misma, más aún, en un contexto donde la inseguridad y la inestabilidad están presentes en todas las áreas de su existencia (climática, familiar, laboral, económica, etc.).

Los pentecostales en general hablan el lenguaje del pueblo, les hablan al corazón, no con ideas abstractas, y les otorgan un ámbito de sentido, un lugar para realizarse, sobretodo para aquellos que no tienen lugar en el mundo. Su culto es un ámbito para la experiencia del Misterio, para la fiesta y el gozo de vivir en las manos de Dios, y todos participan activamente, no hay más jerarquías que el pastor de turno. Cada uno de los fieles se siente y se sabe un apóstol de Jesucristo enviado con una misión única e insustituible. De ahí que no existan pentecostales nominales —como pasa con las Iglesias históricas del cristianismo-, tan solo «convertidos».

El Pentecostalismo es un «cristianismo primario», cuyos temas centrales (milagros, curaciones, escatología, demonología) son los temas dejados de lado por las Iglesias históricas que se «aggiornaron» en la década del 60, adaptándose a la tesis de la secularización progresiva. Y ésta últimas aggiornadas son las que ven vaciarse sus templos, y en algunos casos bajo riesgo de desaparecer, mientras que las denominaciones llamadas «evangélicas» (pentecostales) que no forman parte del CMI consolidan su poder y feligresía día tras día[11]. La crisis moderna afecta a quienes se amalgamaron con sus mitos y se vuelve un kairós (tiempo propicio) para los pentecostales antimodernos.

Una nueva forma de ser cristiano se expande por el mundo, y sin duda que los investigadores del fenómeno religioso no podemos seguir mirando al costado ante la gigantesca ola de manifestaciones religiosas que están ahí, frente a nosotros, interpelándonos, porque con el tiempo ya no podrán ser ignorados quienes se han convertido en mayoría. El problema será discernir cuánto de humanizante y cuanto de destructivo nos dejará un movimiento tan amplio, complejo y que ha dado origen a tantas sectas fundamentalistas. El tiempo lo dirá, pero no podemos ignorar un fenómeno de tal magnitud.

En tiempos de crisis cultural como los que hoy vivimos, donde reina el relativismo moral, filosófico, y religioso, se entiende que la búsqueda desenfrenada de seguridad, de una cosmovisión sin fisuras, de una palabra «fuerte» en medio de tanto discurso «débil», de una fe «vivida», antes que aprendida, abra la posibilidad a la emergencia de brotes fundamentalistas[12] al interior de todas las religiones y movimientos religiosos, con todos los riesgos que esto implica, de fanatismos, iluminismos y sectarismos destructivos.

Asistimos a un tiempo privilegiado para el retorno de cosmovisiones sin aparentes fisuras, de ahí el éxito de cualquier versión fundamentalista, sin importar la doctrina de origen (islámica, cristiana, judía), así como también su contra-reacción relativista y ecléctica (gnosticismo, esoterismos, New Age, etc), dos tendencias propias de las crisis civilizacionales de la historia, tiempos de una metamorfosis de lo sagrado[13]. En un clima de inseguridad, incertidumbre y sin sentido, las ofertas de recuperación están a la vista.

El continente latinoamericano golpeado por la pobreza y la inseguridad en todos los órdenes de la vida, hace más propenso el surgimiento de figuras de autoridad que tomen el control, más aún cuando sus necesidades urgentes requieren una respuesta inmediata. Y el pueblo no escuchará los discursos abstractos, sino a quienes responden a sus necesidades existenciales más urgentes. Y esto exige una reflexión no sólo a las religiones tradicionales en cuanto a su misión, servicio y testimonio en el mundo, sino a la sociedad toda.

Con los efectos de la globalización cultural, el movimiento migratorio actual y el impulso misionero de religiones y sectas, nos encontramos caminando inevitablemente hacia una sociedad multicultural y multirreligiosa. Aprender a vivir con la diferencia, con el «otro», es un desafío y un aprendizaje constante, que nos trae riquezas que no podemos —ni debemos- borrar, y también ambigüedades que es preciso discernir. El desafío recién comienza.

Notas

[1] Este artículo es un resumen de la ponencia presentada en el Congreso Internacional "Manipulacion psicológica, grupos sectarios y religiosidad alternativa", en la Universidad Autónoma de Madrid, el 14 de julio de 2005.
[2] DEIROS, Pablo, Latinoamérica en Llamas, Ed. Caribe, 1994. (Bautista renovado)
[3] AA.VV, Revista CONCILIUM, junio 1996 (Movimientos Pentecostales).
[4] BARRET, David, ed. The World Christian Encyclopedia: A Comparative Study of Churches and Religion in the Modern World, AD 1900-2000, Oxford University Press, Nueva York, 1990.
[5] AA.VV, En la fuerza del Espíritu. Los pentecostales en América Latina, AIPRAL/CELEP, Guatemala, 1996.
[6] SEPÚLVEDA, Juan, Una aproximación teológica a la experiencia pentecostal latinoamericana, Santiago de Chile, 1998.
[7] CAMPOS, Bernardo, De la reforma protestante a la pentecostalidad de la Iglesia, CLAI, Quito, 1997.
[8] Cada año aumentan los candidatos políticos de origen evangélico-pentecostal, los partidos confesionales y el "clientelismo político", ya que quien busca mayoría de votos buscará la simpatía del pentecostalismo (Guatemala, Brasil, El Salvador, etc.)
[9] Yong Gi Cho en Corea dice tener 2 millones de fieles en su Iglesia, y los pastores latinoamericanos llenan estados de 3000 a 50.000 personas en sus campañas evangelísticas cada año.
[10] COX, Harvey G., Fire from Heaven. The Rise of pentecostal Spirituality and the Reshaping of Religion in the Twenty-First Century, Addison-Wesley, Reading (Massachussetts),1995.
[11] INTROVIGNE, Massimo, El Pentecostalismo y el final de la secularización, en Revista Arbil, Nº 71-72
[12] MARDONES, J.M., Fundamentalismos, Verbo Divino, 1999.
[13] VELASCO, J.M., Metamorfosis de lo sagrado y futuro del cristianismo, Sal Terrae, 2000.

Políticos y feministas radicales

Distinguidos amigos de la prensa nacional.

¿No parece a ustedes ciertamente contradictoria la postura que asumen algunos políticos en compañía de ciertas feministas radicales de predicar la no violencia contra la mujer y al mismo tiempo promover la despenalización del aborto, bajo el alegato de un supuesto "derecho a decidir"?

Planteamos abiertamente la pregunta al estar totalmente convencidos de que no hay nada más agresivo para la propia mujer que la negación, y posterior destrucción, de eso que lleva bien arraigado en el vientre materno.

Resulta por demás contradictorio también esto de celebrar con bombos y platillos el 60 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, para luego negar el primero y más esencial de todos estos derechos: la vida del ser humano más indefenso e inocente que existe, presente aún en el seno de la madre.

¿Cómo pueden estos eñores celebrar La Navidad?, cuando La Navidad es vida, precisamente de Aquel que nace del vientre de una madre para venir a salvarnos.

!Enséñanos Señor!

!ENSEÑAME, SEÑOR!

Enséñame Señor, a ser dulce y delicado en todos los acontecimientos de la vida; en los desagrados, en la falta de consideración de los demás, en la insinceridad de aquellos en quienes yo confiaba...en la infidelidad de aquellos en quienes yo me apoyaba.

Déjame Señor, que me ponga a un lado para pensar en la felicidad de los demás.

Déjame Señor, que oculte mis penas y mis angustias, para que yo sea el único en sufrir sus efectos.

Enséñame, a aprovecharme del sufrimiento que se me presenta en mi camino.

Déjame que lo use para suavizarme, no para endurecerme ni amargarme.

Señor, deja que me haga paciente, no irritable, generoso en mi perdón, no mezquino, altivo e insufrible.

Que nadie sea menos bueno por haber percibido mi influencia.

Que nadie, Señor, sea menos puro, menos auténtico, menos dulce, menos noble, por haber sido mi compañero de viaje en nuestra jornada hacia la VIDA ETERNA.

Y mientras voy dando vueltas de una distracción a otra, déjame Señor, susurrar de rato en rato una palabra de amor hacia ti.

Permite, oh! mi Señor, que yo viva mi vida en lo sobrenatural lleno de alegría para el bien y vigorosa en su empeño de santidad.