Una idea central...

Somos La Iglesia católica


Nuestra familia está compuesta por personas de toda raza. Somos jóvenes y ancianos, ricos y pobres, hombres y mujeres, pecadores y santos.

Nuestra familia ha perseverado a través de los siglos y establecido a lo ancho de todo el mundo.

Con la gracia de Dios hemos fundado hospitales para poder cuidar a los enfermos, hemos abierto orfanatorios para cuidar de los niños, ayudamos a los más pobres y menos favorecidos. Somos la más grande organización caritativa de todo el planeta, llevando consuelo y alivio a los más necesitados.Educamos a más niños que cualquier otra institución escolar o religiosa.

Inventamos el método científico y las leyes de evidencia. Hemos fundado el sistema universitario.

Defendemos la dignidad de la vida humana en todas sus formas mientras promovemos el matrimonio y la familia.

Muchas ciudades llevan el nombre de nuestros venerados santos, que nos han precedido en el camino al cielo.

Guiados por el Espíritu Santo hemos compilado La Biblia. Somos transformados continuamente por Las Sagradas Escrituras y por la sagrada Tradición, que nos han guiado consistentemente por más de dos mil (2’000) años.

Somos… La Iglesia católica.

Contamos con más de un billón (1’000’000’000) de personas en nuestra familia compartiendo los Sacramentos y la plenitud de la fe cristiana. Por siglos hemos rezado por ti y tu familia, por el mundo entero, cada hora, cada día, cada vez que celebramos La Santa Misa.

Jesús de Nazaret ha puesto el fundamento de nuestra fe cuando dijo a Simón-Pedro, el primer Papa: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella» (Mt. XVI, 18).

Durante XX siglos hemos tenido una línea ininterrumpida de Pastores guiando nuestro rebaño, La Iglesia universal, con amor y con verdad, en medio de un mundo confuso y herido. Y en este mundo lleno de caos, problemas y dolor, es consolador saber que hay algo consistente, verdadero y sólido: nuestra fe católica y el amor eterno que Dios tiene y ha tenido por toda la creación.

Si has permanecido alejado de La Iglesia católica, te invitamos a verla de un modo nuevo hoy, visita www.catolicosregresen.org.

Somos una familia unida en Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Somos católicos, bienvenido a Casa...

Contenido del Blog

Lo que aprendí de los curas

Por Francisco Muñoz

Escribo estas líneas en agradecimiento a todos los sacerdotes que he conocido, anónimos en sus parroquias, en mi rodar por lugares muy distintos del mundo. Quiero dedicarles un elogio en estos momentos en que parece que está de moda atacar a la Iglesia y a sus sacerdotes.
Un poco de historia. La semilla de los cristianos crece de manera increíble dentro de la cultura romana con sus propios dioses como religión oficial y obligatoria. En esos primeros siglos, la joven Iglesia tenía que emplear todo su vigor para definir y defender la doctrina de las herejías surgidas en el seno del cristianismo y, al mismo tiempo defenderse, con poco éxito, frente a las persecuciones a muerte de los distintos emperadores romanos. El apoyo oficial del Emperador Constantino al cristianismo no fue un regalo, sino una conquista alcanzada por los combates cristianos durante cuatro siglos, hasta conseguir implantarse en la cultura romana.
Pues bien, tampoco desde entonces, a lo largo de los dieciséis siglos posteriores, el catolicismo ha tenido un momento de paz. Precisamente una de las pruebas de la divinidad de la Iglesia es la supervivencia en medio de todos esos avatares. Los protagonistas de esta supervivencia de la Iglesia Católica han sido, guiados por el Espíritu Santo, las cabezas de su jerarquía y la gran masa del pueblo llano, el fiel católico de a pie. Pero, hay otros actores silenciosos de esta efervescente historia eclesiástica, que son los sacerdotes.
Siento una gran admiración por los santos e instituciones que han reformado y enriquecido la Iglesia pero, además, tengo un gran agradecimiento por todos esos diferentes sacerdotes anónimos que me ha tocado conocer y que, cada uno a su manera, me ha ayudado en mi ajetreada vida trashumante; de cada uno he aprendido lecciones útiles para la vida.
He aquí unos pocos ejemplos:
Un cura de montaña. En la vertiente española de los Pirineos, hay muchos pequeños pueblos abandonados, pero quedan, diseminados entre las grandes montañas, grupos de habitantes en pequeñas comunidades, que ni siquiera podrían llamarse pueblos. Trabajar allí supone la incomodidad del frío y la nieve durante muchos meses al año, el riesgo de trasladarse por unos caminos de tierra con desprendimientos y, sobre todo, el aislamiento social con comunidades desconectadas entre sí y del resto del mundo.
En mis excursiones por esas montañas tuve la suerte de conocer al joven sacerdote designado para esta labor que, curiosamente era uno de los de confianza del Obispo. Aunque era algo pequeño de estatura, era fuerte, vigoroso, muy optimista, y con buena preparación intelectual. Cada semana o dos regresaba al Obispado de la capital local para colaborar con el Obispo. El resto del tiempo lo pasaba de pueblo en pueblo, subiendo y bajando montañas, por caminos impracticables; menos mal que unos fieles le habían donado un vehículo 4x4 que le permitía hacer todos esos trayectos con mayor seguridad. La Misa dominical de esos pueblos era rotativa; los que podían se trasladaban al pueblo vecino de turno o se esperaban a que les tocase. La alegría con que ese sacerdote realizaba esa labor era admirable.
Frutos del celibato. En Cartagena, de Colombia, la ciudad para mí representativa de la cultura caribeña. El sacerdote, sin embargo, era de la vecina Venezuela, hombre maduro, con experiencia y con una simpatía especial para comunicar. Nos explicaba que es entre las mujeres y hombres célibes por amor a Dios, donde se encuentran las personas más ejemplares en valores, como la generosidad, valentía, alegría, magnanimidad y, con mayor capacidad de ideales. Nos decía, con una gracia que nos hacía reír, que el celibato por amor a Dios no es aburrido, que actualmente hay mayor fidelidad al celibato que al matrimonio, que hay más casos de pederastia, violaciones y homosexualidad fuera del celibato. Que no es verdad que el celibato deforme a las personas, sino que las ennoblece; que el celibato no genera personas desequilibradas afectiva y psicológicamente, sino, todo lo contrario, personas maduras y ecuánimes. Finalmente nos reímos a gusto cuando nos dijo que era consciente de que se estaba dirigiendo a un público, cuya cultura era la del macho berraco y la hembra reproductora y, por tanto, la cultura peor dotada para comprender los valores incalculables del celibato, la castidad y la pureza.
La vida real. Seguimos en Latinoamérica, nos vamos más al sur, mucho más, a Temuco, la capital de la región de la Araucanía al sur de Chile, donde la cadena de volcanes de los Andes llega al extremo. Un sacerdote mayor, experimentado, muy pausado, como si pensara mucho antes de decir una frase, lo que le daba una imagen de profundidad. Con ese sentido lacónico, nos dijo en su homilía que iba a hacer poca exégesis y comparación de los textos leídos de la Sagrada Escritura y que quería llevarnos a las consecuencias directas de esos textos para nuestra vida real, y concretamente para la semana próxima. El mismo nos comentó que, con frecuencia, los curas hacen prédicas muy elevadas e instructivas sobre los textos de la Biblia pero, que el fiel asistente necesita saber qué relación tiene esa acción litúrgica semanal de la misa dominical con la vida real; el cristiano, nos decía, debe asistir a la misa para encontrar soluciones y respuestas respecto a como cristianizar la familia, el matrimonio, la profesión, la vida social, las amistades; tiene que saber como actuar con las drogas, el alcohol, la homosexualidad, el divorcio, el aborto, las discotecas. ¿y qué pasa con los impuestos, los matrimonios separados, los gastos lujosos, la fidelidad al matrimonio…, una lista interminable de asuntos que tejen la vida real de un cristiano. Si la palabra de Dios no da respuesta a esos temas, los cristianos están a la sombra de una fe desconectada de la vida real. Los cristianos necesitan salir de la misa dominical con metas y propuestas muy concretas para aplicar a su vida de esa semana. Si Cristo nos ha dicho que para ser su discípulo hay que tomar la cruz de cada día, quiere decir que tenemos que ser buenos esposos en las pequeñeces del día, buenos padres con las insignificancias de los hijos, buenos trabajadores en el cumplimiento correcto, buenos amigos en la lealtad, serenos ante la presión y el estrés de la jornada. Asistir a Misa los domingos se traduce en cientos de situaciones diarias reales a vivir cristianamente que el sacerdote hace descubrir al fiel.
El gruñón de Cali. Era una temporada de muchos secuestros en distintos lugares de Colombia y mis anfitriones no me dejaban solo ni un momento, a todos los lugares me acompañaban como si fueran mis propia sombra; yo les agradecía tanta diligencia pero, a mi me parecía, en mi ignorancia, un poco exagerado. Uno de los lugares al que tuvieron que acompañarme fue a una parroquia céntrica de la ciudad, lugar con mucha solera, cargado de historia; casi como el lugar, era el sacerdote que celebró la misa en ese día. Un sacerdote fuerte, lleno de una energía, sorprendente para su edad, y un defensor a ultranza de la buena disciplina.
A lo largo de la liturgia fue haciendo una verdadera catequesis a los fieles aprovechando los diversos momentos. Después del saludo de entrada recordó a los fieles que debían guardar la compostura y llevar la vestimenta adecuada; antes del momento central, en la Consagración, recordó que había que arrodillarse, salvo aquellos que tuvieran una disculpa razonable, que era lo menos que podíamos hacer ante un Dios que se encarna y se sacrifica por nosotros; antes de la comunión de los fieles recordó que, por respeto a Jesús Sacramentado, no debían comulgar aquellos fieles que ni hubieran guardado el ayuno de una hora o que no se encontrasen, en conciencia, en gracia de Dios. Aunque hacía todos esos comentarios en un tono un poco gruñón, que los fieles ya conocían, no dejaba de tener mucha razón y sentido pedagógico.
Una ciudad trabajadora. Durante el boom del caucho, Manaus fue una ciudad en plena expansión; está situada muy al norte de ese enorme país de Brasil, junto a la desembocadura del río Negro sobre el caudaloso Amazonas. Tuve la oportunidad de escuchar a un joven sacerdote que predicó, lógicamente, en su idioma que se me hace suave y cantarín. Se ve que era consciente de que su feligresía era industriosa porque nos habló del sentido cristiano del trabajo.
Nos aconsejó que en el momento de las ofrendas pusiéramos allí nuestro trabajo realizado en la semana transcurrida y el de la semana próxima, para convertirlo en trabajo santo, redentor, al estar unido al sacrificio de Cristo; nos dijo que la misa dominical y el trabajo formaban parte de la misma composición musical que llegaba a Dios Padre por los méritos de Jesucristo; que nuestro esfuerzo diario por realizar bien el trabajo, no sólo mantenía a nuestra familia, sino que contribuía a la salvación de la humanidad. Me pareció una forma muy sugerente y atractiva de enfocar y realizar el trabajo.
Los santos. En el norte de España, el río Nervión pasa por Bilbao y desemboca en el bravo mar Cantábrico, dejando a su derecha una zona residencial lujosa y a su margen izquierda una zona industrial metalúrgica y obrera; ahí, un día primero de noviembre, celebración de "todos los santos", un sacerdote de mediana edad que rebosaba inquietud social y tenía buena química con las familias de trabajadores, nos explicaba el motivo de esta celebración. Nos decía que hay en el santoral católico más de 6.500 santos que la Iglesia nos pone como modelo de personas que han seguido de cerca de Cristo y como intercesores que nos ayudan en nuestro afán diario; nos aclaraba que hay otros muchos santos que la Iglesia no ha canonizado y, aún más, nos decía: "vosotros sois santos, en la medida que lucháis cada día por ser buenos cristianos; por eso hoy celebramos también la fiesta de todos los que luchan por la santidad".
La carrera eclesiástica. Recientemente, el Papa Francisco mantuvo un cordial encuentro en la Basílica de San Juan de Letrán, con los sacerdotes de la Ciudad Eterna, a quienes recordó que no deben ser funcionarios sino servidores misericordiosos, discípulos y misioneros. Estas palabras del Papa me trajeron a la memoria la predicación que escuché en la bellísima ciudad de Brujas, en Bélgica, una ciudad llena de encanto, misterio y un tipo de belleza seria que invita al silencio. En una iglesia barroca típica, muy recargada de altares, retablos e imágenes, un sacerdote cargado de años, muy delgado, nos miraba con unos ojos muy vivos y una sencillez que expresaba su elegancia interior y nos decía que los sacerdotes se han ordenado para servir a los fieles, a través de la Iglesia; que en todas las instituciones de los seres humanos, los dirigentes deciden el puesto que debe ocupar cada uno de sus empleados, teniendo en cuenta el perfil de la persona y las necesidades de la organización. Nos decía que en la Iglesia sucede lo mismo, con la diferencia de que el sacerdote no debe buscar sobresalir, ni triunfar, ni pretender escalar, sino obedecer y servir lo mejor posible en el lugar que se le destine. En la Iglesia se necesitan, también, sacerdotes que se dediquen prioritariamente a la organización y gobierno, o a la enseñanza y la investigación pero, todos ellos deben tener una preocupación pastoral.
La moda es un uniforme. Los dominicanos son personas con una gran capacidad creativa y habilidad especial para las distintas manifestaciones del arte. Pues bien, fue a un joven sacerdote dominicano a quien escuché predicar acerca del uniforme de los curas. Desde luego era joven por su aspecto y se le veía con juventud en su sacerdocio y fue verdaderamente original y creativo en su exposición en una misa dominical repleta de fieles en una ciudad muy turística del país. Comenzó, llamando nuestra atención al decirnos que todo el mundo usa uniforme, que los pantalones jeans y las camisetas Aeropostale, por poner ejemplos reales, son la manera que tenemos de uniformarnos cuando queremos vestir informal, que la moda de temporada de invierno y de verano, son los uniformes que empleamos cuando queremos identificarnos con ese gusto, tendencia y cultura; nos recordó que las instituciones militares y comerciales uniforman a su personal para identificarles con la institución y para reflejar una imagen de empresa; que el saco (la chaqueta) y la corbata es el uniforme de trabajo de muchas personas. Que cuando empleamos cada uno de esos uniformes sociales pretendemos reflejar algo de nuestra imagen personal. Pues bien, los sacerdotes llevan como uniforme el clergyman o la sotana, según la ocasión, para que los demás sepan el tipo de servicio que prestan y la dignidad de la institución a la que representan. La Iglesia ha cambiado y cambiará la forma de vestir de los sacerdotes pero, siempre será de manera que se distinga claramente lo que representan; los sacerdotes deben cuidar su aspecto, su presencia, no pueden reflejar descuido o dejadez.
La Iglesia está sana y sigue creciendo. Los sacerdotes y los fieles católicos no debemos dejarnos arrinconar ni acomplejar por la campaña de embustes y difamaciones contra la Iglesia que intentan desprestigiar a la institución y a sus fieles. Dentro de una sociedad civil corrupta en todos los ámbitos (político, económico, judicial, policial) la Iglesia sigue siendo el alma de la sociedad, como ya lo fue desde sus inicios; el pequeño índice de fieles o sacerdotes contaminados por la corrupción es mucho menor que el alto índice de personas corrompidas fuera de la Iglesia
El número de fieles católicos y de sacerdotes sigue creciendo de año en año. Latinoamérica aporta ya casi el 50% de los católicos del mundo. He puesto solo unos pocos ejemplos, una pequeñísima muestra de los 412.000 sacerdotes del año 2012 en todo el mundo, verdaderos héroes que llevan el peso del día a día en las parroquias y que sufren el insulto y la difamación por causa de unos cuantos penosos casos. Los católicos sabemos que debemos intentar ser ejemplares y que somos débiles pero, también sabemos, porque no somos ingenuos, que algunos grupos están organizadamente empeñados en manchar a la Iglesia de ahora y la de antes difundiendo una leyenda negra.
Aunque la Iglesia debe ser modesta y no hacer alardes de su propia valía, si me parece que debe todavía, avanzar en el empleo de los criterios de las relaciones públicas y la comunicación de imagen, en defensa de una presentación amable y admirable de la doctrina cristiana y en defensa, también, de la buena fama que se merecen los cristianos y, concretamente los sacerdotes que les sustentan en la fe. Un criterio de las relaciones públicas institucionales es "hacer las cosas bien y que se sepa"; pues bien, a mi entender, la Iglesia Católica necesita en toda sus diócesis, y no solo en el Vaticano, del servicio de profesionales que asesoren a las autoridades eclesiásticas en sus relaciones con la sociedad civil y los medios de comunicación. Esto abarca desde la forma de predicar y comunicar en las parroquias, hasta las comunicaciones de rueda de prensa, la organización de actos públicos, las publicaciones impresas, la comunicación en la red cibernética, la difusión de todas las actividades de interés social que la Iglesia y sus instituciones y personas realizan en pro de los más necesitados, y hasta la defensa de la buena fama de sus sacerdotes.

Elimine el ‘pero’

Por Luis García Dubus

Hay una parte del “padrenuestro” que no me gusta.


Es esa que dice: “(Pero...) Hágase Señor tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”.

Tengo una protesta contra esta parte. Y no por lo que dice, sino por el sentido que le damos al decirlo.
Como aquel que hace poco me dijo.
-“Quisiera conseguir un buen trabajo, (Pero...) yo digo: hágase Señor tu voluntad.”-
Es decir, que, según él, la voluntad de Dios era que él no consiguiera trabajo, y él se resignaría.
Y así como este amigo, veo que hay muchas personas que cuando dicen “hágase tu voluntad” parece que están tomando una postura de resignación, como si entendieran que la voluntad de Dios sobre ellos fuera a ser siempre algo desagradable.
Y esto es un disparate y una tremenda injusticia contra Dios. ¿Qué clase de padre sería este que desea para sus hijos sufrimientos y fracasos?
Este sería otro dios, pero no el mío. No el Dios verdadero, no el Padre que nos reveló Jesucristo.
En el evangelio de este domingo (Mateo 3,13-17) aparece el Señor cumpliendo la voluntad del Padre.
Se fue a bautizar con Juan el Bautista, como cualquier otro hombre. Juan no quería. Y Él le dijo:
“Déjame hacerlo. Así es como vamos a  cumplir con la voluntad de Dios.” (Mateo 3, 15)
Y cuando lo hicieron, se oyó de repente la voz de Dios que decía:
“Este es mi hijo, el Amado.
Este es mi elegido.” (Mateo 3, 17)
De modo que el Señor cumplió con la voluntad de Dios, y le fue bien, como a todo el que lo hace. A veces uno se dará cuenta en seguida. Otras veces más tarde.  Pero a todo el que acepta y cumple la voluntad de Dios, le va bien.
Que se haga su voluntad en mi vida es lo mejor que a mí me puede pasar, porque el plan que Él tiene para mí es mucho mejor que el que pueda yo tener, ya que Él es más sabio que yo, y además, está más interesado en mi felicidad que yo mismo. Cuando uno entiende esto, entonces la fe cambia, porque de “creer en Dios”, pasa a “Creerle a Dios”. “Caminen por el camino que les señalo, y les irá bien” (Jeremías 7, 23)  Quien no solo cree en Dios, sino que le cree a Dios, lo hace.
Teresa de Lisieux entendió bien esto. En efecto ella escribió:
“Es mi paz cumplir siempre la santa voluntad de mi Jesús... Así vivo sin miedo, amo el día y la noche por igual”.
Vivir sin miedo... ser felices... ¿acaso no es precisamente esto lo que usted y yo deseamos...?
La pregunta de hoy
¿Cómo descubro yo la voluntad de Dios para mí? Haciendo las cinco cosas que hacía la mamá de Jesús: Escuchar. Ponderar. Preguntar. Confiar. Y, sobre todo, obedecer, que es lo mismo que decir Sí.

La "energía" según la nueva era

¿A qué se refieren?

Tomado de www.info-ries.blogspot.com



A esta pregunta ha contestado en el portalAleteia el experto Manuel Guerra, sacerdote burgalés, autor del Diccionario enciclopédico de las sectasy miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). Según resume al inicio de su artículo, la energía en la Nueva Era es “algo” inmanente al universo, con lo cual uno puede ponerse en comunicación, abriéndose a ello, y presente también en uno mismo. Reproducimos el artículo a continuación.

Algunos nueveranos (adeptos de Nueva Era) recorren el Camino de Santiago para apropiarse de la energía concentrada especialmente en varios de sus lugares. Cuando, en 1995, la artista Shirley MacLaine llegó a uno de ellos, San Juan de Ortega (Burgos), estuvo mucho tiempo contemplando el entorno mientras, ensimismada, exclamaba: “todo es Energía…, todo es Dios. Yo soy Dios”. Según NE (Nueva Era), estamos inmersos en un mar energético, aunque no veamos la energía cósmica como el pez no ve el océano en el que nada ni su inmensidad. ¿Pero, qué se entiende por energía” en NE?

1. La energía física

¿De qué se compone el universo con sus más de cien mil millones de galaxias, cada una de ellas con unos doscientos mil millones de estrellas, de promedio? ¿De qué se componen todas las cosas y seres existentes: estrellas, cometas, planetas, rocas, mares vegetales, animales, el hombre?

Seguramente el lector estará pensando: “en primer lugar, de materia”. Más aún, según los materialistas “en el universo hay materia y solamente materia”. Nueva Era, al revés, afirma que el universo se compone de energía y solamente de energía.

La astrofísica [1] y la física cuántica o moderna han demostrado que asciende sólo al 4 % la materia ordinaria, tanto la visible (estrellas, planetas, etc., y sus cosas) como la no luminosa ni visible, que, en su mayoría, se reduce a hidrógeno (el átomo más simple: un electrón que gravita alrededor de un protón) difuso entre las estrellas y entre las galaxias.

El resto es materia oscura o invisible (21 %) y energía oscura (73 %). Hay “campos” de energía invisible. Cuando queremos hablar por teléfono móvil, a veces exclamamos “no hay cobertura”, o sea, estamos fuera del campo de las ondas telefónicas.

¿Alguien ve las ondas de radio, las televisivas, las microondas, los rayos infrarrojos, los ultravioletas, los rayos cósmicos? Aunque todos estos sean luz o radiación electromagnética, de esta sólo un 33 % (1/3) es visible, es decir, las ondas ópticas de los colores (la luz natural y la artificial).

Además, “no sabemos qué es materia. Sí sabemos que no es materia” (Heisenberg, uno de los principales científicos del siglo XX), es decir, no algo “continuo, compacto, consistente y resistente” como la definió Aristóteles y nos la muestran los sentidos.

Pues toda la materia se compone de átomos, cuyo 99 % es vacío, aunque no del todo vacío (presencia delbosón de Higgs, partícula demostrada en 2013 en el CERN, pero teorizada en 1964 por el británico PeterHiggs, Premio Príncipe de Asturias y Nobel 2013). El 1 % restante corresponde a los electrones y sobre todo a los quarks, constitutivos de los protones).

Un átomo es una cienmillonésima parte de un centímetro. Si una naranja aumentara su tamaño hasta convertirse en la Tierra, los átomos de la naranja tendrían el tamaño de las cerezas.

2. ¿Nueva Era diviniza la energía física, un panteísmo físico?

Según la ciencia moderna, todo es energía. Si la energía electromagnética -la luz- se condensa un número muy elevado de veces, se transforma en materia, concretamente en los átomos más simples, los de hidrógeno, que son los más numerosos (75 % del universo), luego en átomos de helio (dos electrones en torno a dos protones) -23 %-. El 2 % restante, deuterio (hidrógeno pesado) y litio. Son los surgidos tras el Big Bang antes de formarse las constelaciones y estrellas. Los 113 elementos restantes (carbono, uranio, oro, etc.) son derivados formados en las reacciones nucleares en el seno de las estrellas.

Nueva Era está influida por los avances de la ciencia moderna. Uno de los nudos de la red nueverana, que recubre ya toda la Tierra, la secta Vida Universal o Nuevo Retorno, fundada en 1974, oficialmente en 1987 en Würzburg (Alemania) con numerosos adeptos en Europa (más de un millar en España), América, etc., hace un traspaso literalísimo desde la física cuántica a lo divino en un sincretismo de impronta cristiana.

Pues afirma: “la base energética de toda la Creación: el Sol Central Primario y la corriente etérea, el éter, son el Dios impersonal, el Espíritu Santo”, que consta de “dos fuerzas primarias”, a saber, la “positiva y la negativa” al modo de “los dos polos de un imán, de una corriente eléctrica”. A su vez “la partícula positiva” se compone de dos tercios y la negativa de un tercio de la Fuerza Primaria”. Esta proporción está tomada de la física moderna, a saber, del elemento más diminuto de los conocidos hasta ahora: el quark compuesto de 1/3 (negativo) y 2/3 (positivo) de la carga de los protones. Pero Vida Universal no lo cree así, pues considera el quark como un reflejo de la constitución del Espíritu Santo (cf. El Dios personal e impersonal. ¿Quién o qué es Dios?, libro de la fundadora Gabriele Wittek; las palabras entrecomilladas en las pp. 30. 122 ss.).

Aunque, a primera vista sorprenda, NE tiene razón en la medida en que se acerca a la verdad, a la realidad. Pero no la tiene cuando niega la existencia de seres puramente espirituales. Reduce todo a energía, también a Dios, a los ángeles, a Lucifer, al alma o espíritu humano, a Cristo.

Jesucristo sería Dios solamente desde el instante en que, en el Jordán, habría descendido sobre Jesús de Nazaret no el Espíritu Santo, sino la “Energía cósmica” o “crística”.

Los Testigos de Jehová escriben “espíritu santo” (minúscula inicial) porque, según sus creencias, no sería Dios, ni Persona, sino “una energía, una fuerza activa” (cf. su libro Espíritu Santo… ¡la fuerza tras el nuevo orden venidero!, pp.12-15).

No es que el universo -como el hombre- se componga de cuerpo visible y del alma invisible, como enseñan el estoicismo, Plotino, etc., sino que el universo entero y todos sus integrantes, especialmente la Tierra, son Energía y que esta es divina. Así lo físico se transforma en realidad metafísica, teologal.

Lo divino, entendido así, no es un ser personal, “alguien”, ni “único”, trascendente, capaz de juzgar, salvar o condenar, sino “algo”, inmanente al universo, con lo cual uno puede ponerse en comunicación, abriéndose a ello, presente también en uno mismo.

3. Algunas manifestaciones de la energía nueverana: el ecologismo, los Métodos del Potencial Humano (reiki, taichí, etc.)

La ecología trata del entorno medioambiental y se preocupa de que sea adecuado para el desarrollo de la vida. Ha llegado a ser un movimiento de protesta contra los daños y alteraciones irreparables de la naturaleza (contaminación del aire y de las aguas, efecto invernadero, etc.).

NE ha dado un paso más, transformándola en ecologismo. Pues considera la Tierra como un organismo vivo, autoorganizado y, además, numinoso, divino, llamada Gaia (una de las designaciones de “Tierra” en griego), la Pachamama (indígenas americanos), la diosa Madre Tierra.

El ecologismo nueverano palpita en no pocas protestas ecológicas (los Verdes, Greenpeace). Parecen conceder menos importancia al hombre y a la mejora sensata de los medios de comunicación que a la naturaleza en su estado actual. Protestan contra la construcción de pantanos, carreteras, vías férreas, etc., por considerarla una especie de “sacrilegio” de la numinosidad de la Tierra (aunque, de cara al público, suene a oposición a la contaminación del ambiente, destrozo de la belleza del paisaje, etc.).

NE ha creado el clima propicio para la proliferación de innumerables Métodos del Potencial Humano: reiki, taichí (“ki” en japonés, “chí” en chino significan “energía”), yoga, Energía Humana y Universal, Meditación transcendental, Kryon, etc.

En ellos hay que distinguir su condición de psicotecnia y su ideología. Sus recursos psicotécnicos (ejercicios respiratorios, gimnásticos, etc.) suelen ser el anzuelo para que sus practicantes terminen por picar en su ideología de sectas de NE, generalmente con raíces budistas, hindúes y taoístas.

De todos o de casi todos puede afirmarse lo dicho por el Comité Doctrinal de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos en un documento sobre el reiki: “Carece de credibilidad científica”, “es incompatible con la doctrina cristiana”, y lo razona (cf. texto en InfoRIES 132 -2009- pp.1-18).

El panteísmo, vigente en el hinduismo desde el siglo VIII a. C., identifica lo divino, Átman-Brâhman, lo Uno Todo, con el prana, palabra sánscrita que significa la esencia del éter, elemento inmaterial y difuso por todo el universo y como su “alma” (= átman en sánscrito).

Por eso, en el hinduismo y en sus sectas, en el yoga y en tantos Métodos del Potencial Humano y en general en NE, los ejercicios de respiración diafragmática o profunda tienen una finalidad fisiológica (una mejor oxigenación de las células) y sobre todo, teologal, a saber, aspirar o respirar más y mejor lo divino para lograr el endiosamiento propio hasta en el plano fisiológico.

Hasta el siglo XX se creía que el éter llenaba todos los espacios vacíos moleculares e interplanetarios y que era necesario para la transmisión de las ondas electromagnéticas.

Pero la física moderna (Einstein, etc.) lo ha declarado innecesario e inexistente. ¿Por qué lo mantienen el hinduismo, el budismo, Nueva Era, etc.? Seguirá siendo una “creencia”, pero incompatible con la ciencia.

4. ¿La Energía nueverana, realidad física o solamente intramental, creída?

La ciencia moderna entiende la energía (electromagnética, atómica, etc.) como algo “físico”, no “metafísico”, aunque no sea “material” en el sentido vulgar y de la física tradicional.

Los adeptos de NE a veces piensan así, pero no necesariamente ni todos. He visto a personas nueveranasabrazarse al tronco de algunos árboles, detenerse en determinados lugares del Camino de Santiago, realizar ritos a veces llamativos, etc., para apropiarse de su “energía cósmica”.

Ya no es raro oír que alguien dice a otra persona: “voy a enviarte energía positiva” en clave evidentemente nueverana, en vez del católico: “voy a pedir a Dios por ti, por tus necesidades”.

Más aún, el director del Instituto Gnóstico de Antropología de Burgos me reconocía que esta energía está concentrada también en el sagrario. Por eso visita las iglesias católicas y, aunque no cree en la divinidad de Jesucristo ni en su presencia real eucarística, mira hacia el sagrario con más intensidad que los católicos para apropiársela. Así sale enriquecido en armonía creciente consigo mismo, con los demás y con el universo al mismo tiempo que se siente capaz de irradiar paz, ilusión e influjo benéfico para los demás.

Si se les pregunta, suele comprobarse que no se trata de una energía física, sino metafísica, simplemente mental, que no se detecta por medio de los detectores Geiger-Müller o similares. Por lo mismo su existencia depende de la creencia o fe, con efectos a veces sorprendentes por la eficacia misteriosa de las fuerzas ocultas de la mente, así como de los vericuetos del subconsciente y del inconsciente, sin posible demostración científico-técnica en un extraño sincretismo o mezcolanza de religiosidad, credulidad, autosugestión, irracionalismo y física moderna.

Para adaptarse a la psicología infantil y no infantil, la pedagogía catequética ha tratado siempre de aclarar las creencias religiosas acerca de lo divino mediante similitudes y comparaciones tomadas de los fenómenos naturales. Parece lógico que ahora se intente hacerlo desde la física moderna en la medida de lo posible. Pero una cosa es eso y otra muy distinta e inadecuada pretender convertir la física en teología, en religión. Por mucho que se hubiera empeñado, ni Fidias habría sido capaz de tallar su Zeus con un pincel, ni con un cincel, aunque fuera el fidianoVelázquez habría podido pintar Las Hilanderas.

Esto si ha cambiado

Por Juan Francisco Puello Herrera

Leía recientemente que debemos adaptarnos a los nuevos tiempos e ir acostumbrándonos a vivir lo que es normal en países “civilizados”. Desde las películas de Disney que iniciaron en 1937 con Blancanieves su primera película animada hasta la de Hansel y Gretel que han sido adaptadas ahora para un mercado infantil y adulto con desenlaces absurdos.
Por ejemplo, Hansel y Gretel ahora son cazadores de brujas con armas modernas. Es de suponer que los cuentos infantiles deben proporcionar a los niños valiosas lecciones sobre la vida y cultivar valores morales, lo que no ocurre actualmente. La empresa Disney ha realizado cambios perniciosos en su industria cinematográfica, promocionando la homosexualidad y otros antivalores, es el lado oscuro y perverso de esta empresa.
República Dominicana no escapa a este atentado contra las buenas costumbres. Tenemos un caso actual de imposición de prácticas que son contrarias a nuestras tradiciones y costumbres que están ligadas directamente al mundo diplomático. Esta “contribución” como eufemísticamente se le denomina, se dice ayudará a que nos modernicemos.
No es así. Existe una diferencia bien notoria entre sexualidad y genitalidad. De mi parte, doy gracias a Dios cada día, de no ostentar un “cargo” o una posición que requiera que sacrifique mis creencias cristianas para atender a compromisos sociales,  que en nada contribuyen a mi formación y crecimiento espiritual como persona. Dudo mucho que me preste a participar  en una fiesta a la que no tengo nada que buscar y mucho menos apoyar con mi presencia.
Muchas veces la pedagogía del silencio es una herramienta poderosa para enfrentar a un sistema corrupto que quiere imponer su sello con una doble moral siempre cuestionable.

La payasada de Vargas Llosa

Por Melvin Matthews (m.matthews@hoy.com.do) 

La bufonada de final del año 2013 la ha protagonizado el escritor José Mario Pedro Vargas Llosa, al recomendarle al Papa Francisco el reemplazo de los Cardenales Juan Luis Cipriani, de Lima, y el dominicano Nicolás de Jesús López Rodríguez, por considerarlos “cavernarios”, es decir, pide que el Vaticano persiga por motivos ideológicos o políticos. ¡Qué barbaridad!
“Quien mucho habla, mucho yerra”, reza un viejo adagio, y Vargas Llosa encaja dentro de tal aserto, pues, primero, el Nobel de Literatura incurre en imperdonable gazapo al utilizar el término “cavernario” en lugar de “cavernícola”, que es gramaticalmente la correcta para definir al retrógrado, partidario de instituciones políticas o sociales propias del pasado.
Segundo, gramática aparte, su consejo es típica manifestación de intolerancia al proponer la remoción de dos prominentes prelados que a Vargas Llosa les caen mal, debido a sus posiciones ortodoxas contra el aborto, el matrimonio homosexual, etcétera, y, en el caso del dominicano, porque apoya, con el mismo derecho que Vargas Llosa la rechaza, la sentencia que fija a los extranjeros las condiciones para la nacionalidad dominicana. Cipriani, además, criticó a su compatriota escritor cuando este se refugió en la ciudadanía española tras su derrota electoral.
Vargas Llosa ignora que el Derecho Canónico consagra que “nadie puede ser removido de un oficio conferido por tiempo indefinido, a no ser por causas graves y observando el procedimiento determinado por el Derecho”, y que queda de propio derecho removido del oficio eclesiástico quien ha perdido el estado clerical, quien se ha apartado públicamente de la fe católica o de la comunión de la iglesia (herejía o apostasía) y el clérigo que contrae matrimonio, aunque sea solo civil.
Vargas Llosa desconoce que el oficio de Cardenal es vitalicio. ¡Vaya payasada!

¡Vamo’arriba 2014!

Por Nathalie Romero De Grau

Escuché a nuestro querido obispo monseñor Amancio Escapa decir en la homilía del 1ro de enero, que si existiera alguna frase representativa de lo que Dios en este momento quiere decirnos sería “Feliz año nuevo”, porque Dios solo quiere la felicidad para nosotros sus hijos. ¡Wow!, eso me conmovió... Repito: Dios SOLO quiere la felicidad para sus hijos, quiere que seamos felices, hoy, ahora.
Y para que seamos felices nos brinda todos los medios. Así, aunque hayamos metido la pata tantas veces, nos ofrece la reconciliación, nos alimenta cada día para fortalecernos (él sabe perfectamente que el refrán aquel de que “el mal comío no piensa”, se presta también para la vida espiritual); nos acompaña en los momentos buenos y en los no tan buenos; Dios, va caminando junto a nosotros cada día, percatémonos o no de ello, Él SIEMPRE está allí.
Mirando con gran amor esta oportunidad de vida que Dios me regala en este nuevo año, de poder plantearme metas, también recuerdo que Monseñor nos dijo: “Propónganse pocos objetivos o metas, porque si son muchas, luego no las pueden cumplir todas”. Y en ese planteamiento interior es que me encuentro...
Decimos en cursillos que tenemos un “tesoro”: “tengo una vida, una solamente y puedo hacer con ella algo grande  o algo mediocre”.  ¿Qué voy a hacer en este nuevo año?, ¿es una oportunidad que voy a dejar pasar? Es muy fácil dejarse llevar por el día a día y vivir sin propósitos concretos.
Les cuento una lección que aprendí de mi madre cuando era pequeña: Yo tenía apenas unos diez años de edad, me gustaba mucho correr. Un día, en el malecón, estábamos caminando juntas, dijo mi mamá: óCorre desde aquí hasta ese poste de luz (el poste estaba como a 2 cuadras -de esas cuadras largas-). Y yo corrí y corrí lo más rápido que pude hasta que llegué al poste de luz. Pasó un rato y luego me dijo,  óAhora corre lo más lejos que puedas rápidamente. Y empecé a correr rápido, más rápido y me paré como a cuadra y media...
Mi madre, se acercó  a mí y me dijo,  óPero te dije que corrieras lo más lejos que puedas y corriste menos que hace un momento... ¿qué pasó?... Ese día, comprendí que debemos tener un objetivo, un ideal claro que guíe nuestros pasos, porque sino, nunca vamos a llevar a cabo lo que realmente podemos llegar a ser.
Este nuevo año Dios quiere que seamos felices y para eso debemos poner todas nuestras capacidades a pleno rendimiento, a total capacidad. “Enséname Señor a ser en plenitud el ser humano que Tú quieres que sea. Muéstrame  Señor Tu plan para mi vida. Indícame en este año Tu voluntad, que es la perfección en mi vida... ¡Está clarísimo para mí! Miren: si alguien fabrica un carro, el que sea, vamos a decir un Ferrari, está hecho para correr, para eso fue construido. Si utilizas ese carro como si fuera un “Toyota”, andando en las calles a 60 y 80 km por hora, al pasar el tiempo, este carro se va a ir desgastando sin cumplir su misión que es la de correr a alta velocidad.  Así nos pasa a nosotros, estamos aquí para cumplir una misión, ¿cuál?, no sabemos, pero debemos trazarnos metas, pedir al Padre su ayuda para llegar a ser la persona que Él quiere que seamos y ¿saben qué?, no tenemos mucho tiempo. Solo tenemos una vida, esta, no hay otra.
Escuché el fin de semana una frase del sacerdote C. Cancelado  que también me ha dejado pensando... “Jesús nos dice que nos quiere calientes, no tibios ni de medias tintas... nos quiere así para luego enfriarnos en el cielo y el Diablo nos quiere “fríos”  para luego calentarnos y freírnos  en el infierno”...¿Hace sentido verdad?, ¿cómo estamos; fríos o calientes en las cosas de Dios? 
Demos la bienvenida a este 2014, con metas concretas,  presentemos al Señor nuestros deseos para que los bendiga, y dentro de esas metas, no olvidemos la más importante: la santidad. Que todas  nuestras metas estén, de algún modo, unidas a la búsqueda de la santidad todos los días. En las cosas pequeñas de cada día. Decía el beato Juan Pablo II que la santidad ´es precisamente la alegría de hacer la Voluntad de Diosª.
¿Queremos ser santos de verdad? ¡Propongámonoslo! Al menos pongamos el planteamiento sobre la mesa. Esa es la perfección de la vida cristiana, no hay otra. Es nuestro llamado a cumplir en la tierra desde nuestra vocación personal, la que sea. Si eres sacerdote, desde ahí; si eres consagrada, desde ahí; si eres laico, casado o soltero, pues desde ahí. ¿Chofer, banquero, mercadólogo, estudiante, agrónomo, presidente?...Desde tu vida, hacer todo con amor, eso es ser santos.
Este año tendremos que hacer muchas cosas, pero siempre tengamos en cuenta para quien las hacemos y hagámoslas con amor, eso es lo esencial para cumplir nuestra vida, con perfección. Que tengamos siempre rectitud de intención en todo nuestro obrar. ¡Vamo’ arriba 2014! Cuento con el deseo de Dios para ser feliz. ¡Vamo’ arriba 2014! Tengo muchos proyectos para realizar y tengo una ayuda idónea para llevarlos a cabo (el Espíritu Santo). ¡Vamo’arriba 2014! Quiero llenar mi libro de vida de buenas obras, llenas de amor, para entregar a Jesús, no tengo tiempo para perder sino mucho trabajo por hacer.
¡Dios les bendiga y tengan un feliz y santo año!

La sociedad sí tiene derecho a condenar a Claudio Nasco

Tomado de http://todaslascosasdeanthony.com/

¿Qué es lo que se pretende? ¿Que desde la sociedad se insinúe que no hay nada de malo con una orgía o con la prostitución? ¿Que desde la sociedad se insinúe que ir a un motel está bien?
La sociedad tiene que condenar esas conductas, porque los padres tienen que sentarse con sus hijos; concienciarlos y advertirles: – mira lo que le pasó a ese comunicador por esto y lo otro… mira lo que le pasó a Paul Walker, etc.
Pero se quiere hacer ver como que no hay nada malo con nada y que aquellos que se comportan inapropiadamente son gente ejemplar, dignos de imitar, porque lo que le pasó a Nasco no le debió pasar, porque fue mala fortuna, nada que ver con su estilo de vida y nada de malo en ello.
Por supuesto que hay que condenar a los asesinos. Eso está demás decirlo. Pero por favor, ¿alguien quiere pensar en los niños que oyen todo eso, que vieron enterrar a un héroe nacional, y que los que lo criticaron son gente cavernícola, atrasada, equivocada, estúpida, sin educación; porque todo lo que tú hagas en tu vida está bien y nadie debe meterse en tu vida privada? ¿Ese es el mensaje que se debe mandar a nuestros niños?
Los padres responsables en todo el mundo siempre aprovechan este tipo de situaciones para instruir a sus hijos, advertirles, señalarles, trazarles pautas.
Lo lógico es que la sociedad promueva las relaciones estables, de largo plazo y proyectadas hacia la formación de una familia y que lo que vaya en contra se condene; como escapadas a moteles, prostitutas, orgías, etc. Criticar a una sociedad por defender los valores familiares es un sinsentido por completo.
Si a la comunidad LGTB le importa un pito las relaciones estables y monógamas (como lo han revelado en sus comentarios), entonces ¿para qué piden legalización del matrimonio homosexual? ¿Para qué quieren adoptar hijos? Con esa ideología tan liberal, libertina e individualista de los líderes y activistas gays no pueden ser buenos padres. Los hijos deben ser educados en la responsabilidad.
La comunidad LGTB no debió buscar velo en ese entierro ni proclamarlo como mártir de la causa, porque la muerte de Claudio Nasco y los comentarios negativos al respecto, no son producto de la “homofobia”. Si Nasco hubiera sido heterosexual, y lo hubieran asesinado prostitutas en una orgía; hubiera sido igual de escandaloso y criticable, no solo por el asesinato, sino por la conducta sexual heterosexual libertina destapada. En todos los países del mundo eso es un escándalo, porque de lo que se trata es de defender a la institución de la familia; pero claramente se ve como a los liberales de izquierda esto les importa medio pito. Se descalifican ellos mismos para estar después exigiendo derechos para la comunidad LGTB.
A todas luces se ve como lo de ellos con el matrimonio homosexual lo que buscan es solo hacer propaganda de sus estilos de vidas y que el matrimonio en sí mismo no les importa; puesto que como ellos mismos bien dicen, tan solo lo quieren porque si los otros lo tienen, entonces ellos también lo deben tener. Como un niño que quiere el juguete del otro, no porque realmente le gusta, sino nada más porque el otro tiene uno de esos y el no, y cuando se lo compran entonces nada más lo tira en la gaveta o sino entonces no tiene ningún cuidado por el juguete y lo deja caer siempre, lo choca, lo maltrata, porque realmente no aprecia el valor del juguete. Hay que demostrar que realmente se quieren las cosas que se piden y si te la otorgan, entonces actuar con responsabilidad. Como dijo Ghandi, que a la gente le encanta siempre exigir derechos, y olvidarse de los deberes.
Si quien hubiera sido asesinado en la cabaña hubiera sido un sacerdote de alta jerarquía y por tres prostitutos, podemos asegurar por completo que ni la prensa ni la izquierda liberal hubieran escatimado absolutamente ningún comentario ofensivo de todo tipo contra la iglesia católica, especialmente los activistas de izquierda de las redes sociales y de acento.com.do.
De hecho, la izquierda es muchísimo más desinhibida, irrespetuosa, y ofensiva que la derecha. Cualquier usuario activo joven de las redes sociales puede percatarse fácilmente de eso, o sino cualquier lector regular de Acento.com.do. Pero si el asesinado hubiera sido un sacerdote, la tímida derecha no hubiera reclamado a los medios ningún comedimiento en los comentarios por el sacerdote muerto, pero si el asesinado es un gay, la acalorada izquierda sí reclama efusivamente. Ahí se ve la doble moral de los últimos, quienes exigen a otros lo que ellos mismos no dan.
Cuando el escándalo del nuncio, la izquierda, los gays y acento.com.do se la pasaron insultando y descalificando con las bajezas y desinhibiciones más elevadas y sin ningún tipo de escrúpulos contra muchas personas, como el nuncio o el cardenal. Pero ahora la izquierda, los gays y acento.com.do piden tolerancia y respeto, porque aquella persona sin importar sus defectos, era un ser humano. No quieren que ni siquiera se hable nada al respecto, que no se hable de la prostitución juvenil que hacen los gays. Así es la vida. Yo publico un artículo escrito por un homosexual sobre prostitución juvenil entre los homosexuales y los activistas me exigen que tengan “respeto”. Si hubiera sido por la gente de izquierda y de Acento todo el caso se tapa en nombre del “respeto” a la individualidad y a la persona. Pero todo el mundo tiene derecho a opinar, y los que quieren acallar a los “chismosos” son tan moralistas como nadie, puesto que eso también es un moralismo.
Dejemos la hipocresía, la doble moral y sobretodo, la moralina. Todo esto de lo que se trata es de ideologías.  Lo que está en juego aquí es la lucha entre liberales y conservadores, donde los gays son peones de los liberales y están en el medio de la puja en el tablero.
Los liberales en su cristianofobia siempre están en la búsqueda afanosa de cualquier cosa para contradecir a los cristianos y menoscabarlos, aún cuando tengan que llevarse todo por delante, incluyendo a la misma familia, base de la sociedad.
Refugiarse en la diversidad, tolerancia y respeto para aprobar o minimizar un comportamiento sexual libertino y antifamilia no es sensato (cause o no la muerte de una persona). Tampoco pueden esperar que nadie diga nada al respecto.
Lo condenable en Claudio Nasco no era su condición como homosexual, sino el uso que este le daba a esa orientación sexual. Así como también el problema de Paul Walker no era ser un conductor de autos, sino como este los conducía. El  problema de fondo de todo es el libertinaje.
La muerte de Claudio Nasco debe servir de lección a otros jóvenes, y para eso sirve el escarmiento público precisamente. De lo contrario, su muerte no habrá valido de nada.

La reforma protestante

Por Manuel Maza, sj

En octubre del 2013, el Instituto Nacional de Pastoral publicó mis reflexiones sobre la Historia de la Iglesia durante las Edades Antigua y Media. Ahora, junto a la Iglesia nos situamos en los albores del siglo XVI para comenzar a caminar a campo traviesa los grandes procesos de las edades moderna y contemporánea.

Lutero no fue un protestante caído del cielo, sino un serio y apasionado religioso católico, indignado con la práctica y la prédica de algunos eclesiásticos irresponsables y la indiferencia cómplice de las autoridades de la Iglesia. ¿Sería conforme a la verdad adjudicar a un solo hombre encender un incendio tan tremendo cuyas llamas arden hasta el día de hoy? La grama no se prende si no está seca.

Cuando Lutero expresó su crítica contra la Iglesia en 1517, en forma de 95 tesis, ese fósforo cayó en un pasto seco por varios factores.

Primero vamos a estudiar el factor económico. A lo ancho largo de los diversos territorios y principados alemanes (Alemania no surgió como una nación unida hasta el siglo XIX) existía un enorme resentimiento, tanto contra el papa como contra el emperador. Los dos se beneficiaban de un sistema de contribuciones feudales establecidas durante los siglos de la Edad Media. Mediante este sistema, de una manera o de otra, los nobles terratenientes, las personas radicadas en las ciudades, los comerciantes, artesanos, campesinos y todo el que estaba envuelto en alguna actividad productiva, tenía que entregar parte de sus ganancias al emperador y al Papa a través de varias instancias subalternas fiscalizadoras. ¿Cómo se situaría la Iglesia ante la creciente actividad económica y monetaria desde el siglo XI?

Sería un error querer explicar la reforma protestante a partir de una fi gura como Martín Lutero, u otros reformadores, Juan Calvino, Ulricho Zwinglio, etc. La Reforma se comprende mejor estudiando los factores que condicionaron el contexto en el cual ocurrió y refl exionando sobre las fi guras decisivas. Profundicemos primero en el aspecto económico.

Desde el siglo XI la actividad monetaria se había ido activando de nuevo en Europa. Primero con los arados de vertedera que mejoraron las cosechas, luego con los intercambios y operaciones originados por las cruzadas (1095 – 1291), y finalmente con los nuevos instrumentos monetarios. Las actividades de la Hansa, liga comercial entre ciudades, y las ferias con su logística y aparataje de transporte de mercancías, por caminos y canales de creciente seguridad. Los dueños de capitales en los inicios del siglo XVI conocían, admiraban y envidiaban la enorme liquidez disponible en manos de la Iglesia. Durante los años 1305 – 1378, cuando los Papas residieron en Francia, junto la Ródano, los Papas habían creado una serie de mecanismos recaudadores para ser económicamente independientes del rey de Francia.

La Iglesia condenaba el cobro de intereses, la manipulación de los precios y la creciente búsqueda de ganancias por el pujante sector comercial, pero la Iglesia era la satisfecha depositaria de los aportes provenientes de todas partes. Comerciantes y nobles envueltos en la actividad económica aspiraban a poner las ingentes riquezas de algunos jerarcas y órdenes religiosas a mejor uso. Los terratenientes aspiraban a adueñarse de las enormes extensiones de tierra en manos de los eclesiásticos.

Mirando a través de la ventana política. Contra esa Roma recaudadora de riquezas, contra el emperador que exigía onerosas contribuciones, iba surgiendo entre los alemanes un resentimiento que se traduciría en la voluntad de limitar el poder del emperador, del papa y de los obispos, especialmente en el área de los impuestos.

Todas estas quejas tradicionales contra los abusos de Roma, fueron resumidas en un documento del 1456 que se conoce con el nombre de “Gravamina Nationis Germanicae”, Las Quejas de la Nación Alemana. Las altas jerarquías alemanas se querellaban contra los principales agravios de Roma: su monopolio de las confirmaciones a cargos, los impuestos excesivos y su interferencia en las elecciones episcopales eran los más destacados.

Reflexionemos ahora sobre algunos de los factores sociales al origen de la Reforma Protestante. En el siglo XVI, el 90% de la actividad económica se concentraba en la agricultura. Se pudiera afirmar, que los 70 millones de la Europa del siglo XVI, 9 de cada 10 habitantes eran campesinos. Durante los siglos XIV y XV, los nobles terratenientes aumentaron las cargas tributarias que los campesinos debían de enfrentar. El comercio y la artesanía producían más ganancias que la agricultura.

Con su estilo de vida, las nacientes burguesías miraban por arriba del hombro a los nobles terratenientes, quienes aspiraban a mantener un tren de vida por encima de sus medios a costa de las pesadas cargas impositivas sobre las espaldas de los campesinos. Esa presión cruel sobre los campesinos desató las luchas sociales de los siglos XIV y XV.

Por ejemplo, en Francia, el año de 1358 estalló la llamada Jacquerie. Un “Jacque” era un campesino cualquiera. En 1381 se rebelaron los campesinos de varias zonas de Inglaterra. Se le conoce con el nombre de la Rebelión de Tyler y fue la mayor revuelta popular en la historia de Inglaterra. Ni Tyler, ni otros de sus líderes eran campesinos, pero eso no les impidió ejercer un liderazgo que galvanizó a las masas de agricultores.

Todos esos estallidos sociales tuvieron una motivación religiosa.

Entre las causas de la Reforma Protestante, hemos señalado el descontento entre los campesinos que se había manifestado en varias revueltas a lo largo de los siglos XIV y XV. Invariablemente esa agitación social campesina se apoyó en motivos y principios religiosos.

Baste recordar una línea de la prédica del predicador “lolardo”1 John Ball, “cuando Adán cavaba y Eva tejía, ¿quién era el señorito” (when Adan delved and Eve span, who was the gentleman”). Durante las revueltas inglesas, muchas mujeres se distinguieron por la ferocidad y valentía con la que participaron en las luchas.Por doquier, los campesinos reclamaban un cambio radical, encontrarían en las enseñanzas bíblicas motivos ardientes para rebelarse contra una opresión inhumana. Reconozcamos desde ahora, que todos esos intentos de los campesinos para cambiar las relaciones sociales fracasarían durante la Edad Moderna.

Examinemos otros factores religiosos. El liderazgo católico a los más altos niveles estaba en crisis, desde el siglo XIII. Varias familias romanas, como los Orsini y los Colonna pretendieron controlar el papado en la segunda mitad del siglo XIII. Los agentes de Felipe, el Hermoso, rey de Francia, humillaron a Bonifacio VIII († 1303) y hasta le abofetearon.

En su calidad de peones del Rey de Francia, los Papas del siglo XIV temieron por sus vidas y se refugiaron en las tierras de la hija mayor de la iglesia, Francia, los años que van de 1303 a 1378. Pronto se establecieron en la ciudad de Aviñón en el río Ródano.

A su regreso a Roma, las dos facciones de cardenales acabarían eligiendo a dos papas rivales en el mismo 1378. Todavía, en un fallido intento de solución, la Iglesia tendría un tercer papa electo en Pisa, el año de 1409.

¡A la nefasta dualidad, había sucedido una condenada trinidad! Este confl icto no se resolvería hasta el Concilio de Constanza 1414–1418. No les faltaron razones a algunos cristianos serios para ver en el papado un motivo de intranquilidad y división y proponer erróneamente, apoyándose en las ideas de Marsilio de Padua (c, 1270–1342), Guillermo de Ockham (c, 1280–1349) y Guillermo Wiclef (c. 1320–1384), al Concilio Ecuménico enfrentado al Papa como la máxima autoridad.

Para complicar todavía más la situación que se vivía, la Europa del siglo XIV padeció desde el año 1346 una gravísima crisis espiritual. La epidemia de la Peste Negra asoló Europa. En algunos lugares desapareció en unos días un tercio de la población.

El liderazgo de la Iglesia no pudo responder a la gran angustia popular en su búsqueda de seguridad en el más allá. Era un clero ignorante, mundano y muchas veces interesado. Las angustiadas masas caían en prácticas piadosas mal fundadas: excesiva devoción a las reliquias, santuarios, penitencias, procesiones de fl agelantes, visiones, profecías y apariciones. Un pequeño grupo, practicaba una piedad interior, leía la Escritura y se dedicaba a la oración. Eran los practicantes de la Devotio Moderna, una espiritualidad más cercana a las inclinaciones intimistas, la sensibilidad, la oración personal, el cultivo de la meditación, el amor a Jesucristo, la búsqueda de la paz interior en el silencio y la huída del mundo, mientras valoraba la responsabilidad individual ante Dios.

Para explicar el incendio de la Reforma, hasta ahora nos hemos ocupado de la yerba seca, ahora vamos a presentar el fósforo llamado Martín Lutero (†1546).
Había nacido en Eisleben, en la actual Alemania, el 10 de noviembre, 1483 y murió en Sajonia el 18 de Febrero de 1546. Como dato curioso, recordemos que Erasmo de Rotterdam moriría en 1536 e Ignacio de Loyola en 1556.

El joven Lutero probablemente creció bajo una educación severa que soportó bien como millones de sus contemporáneos. Como adulto joven, estuvo lleno de escrúpulos. Lutero siempre fue un hombre profundamente religioso, como lo reconociera la declaración “Martín Lutero, Testigo de Jesucristo” del 6 de mayo de 1983 escrita por una comisión mixta de católicos y luteranos. La declaración le reconoce como un “testigo del Evangelio, como un maestro en la fe, como un heraldo de renovación espiritual”. Desde su juventud, Lutero aspiraba a estar convencido por experiencia propia que se hallaba en estado de gracia.

En 1501 encontramos a Lutero realizando estudios en la Universidad de Erfurt. Él mismo nos cuenta: “La universidad de Erfurt se había convertido en un prostíbulo y en una cervecería” y éstas eran las lecciones que mejor aprendían los estudiantes”, así se expresó Lutero en 1530. Para el año 1505 ya es Doctor en filosofía.

En 1506 realiza su profesión religiosa delante del prior de Erfurt. ¿Qué había pasado? Había vivido una experiencia de terror. En medio de un temporal, cayó un rayo muy cerca de donde estaba, y  exclamó: “Sálvame, santa Ana y me haré monje”. Lutero pertenecía a la rama de los agustinos eremitas de la congregación de la observancia. Era una orden muy estricta. El convento de Erfurt tenía fama de ser una comunidad estudiosa.

Lutero estudió filosofía entre profesores nominalistas. Para el nominalismo, nuestra razón no nos sirve para nada a la hora de acercarnos a Dios. Solo una fe llena de confianza y vacía de reflexión. Para garantizar el respeto a la dignidad de Dios, Guillermo de Ockham, OFM., (1295 -1350) había acentuado la soberanía absoluta de la voluntad  de Dios. De tal manera, que esta voluntad podía ser arbitraria. Según Ockham, algo es bueno, no porque sea bueno en sí mismo, sino porque Dios lo declara bueno. Dios pudiera declarar bueno el maldecirle. Así Ockham garantizaba la soberanía de Dios, pero según esa doctrina, nadie estaba seguro de agradar a Dios.Lutero adoptó esta enseñanza y pensó que era la doctrina oficial de la Iglesia Católica.

En realidad, esta posición era contraria a la gran tradición de la Iglesia Católica (Santo Tomás de Aquino, O.P., San Buenaventura, OFM). Lutero vivía angustiado con esas preguntas: ¿cómo puede el pecador ser justificado ante Dios? Y ¿cómo puede tener certeza psicológica de que ha sido justificado?

Para complicar más las cosas, la particular psicología de M. Lutero le hacía difícil distinguir entre la concupiscencia y el consentimiento al pecado.

Leyendo al místico Juan Taulero (1300ñ1361), Lutero se confirmó en su propia nulidad ante la inmensa grandeza de Dios que todo lo puede.  De ahí pasó al  menosprecio de las obras externas y la condena del fariseísmo relacionado con ellas. Fue naciendo en Lutero una confianza ilimitada en la misericordia divina y buscó refugio en Cristo frente a la angustia. Leyendo a Taulero se forjó una visión pesimista del ser humano, corrompido categóricamente por el pecado original, tanto en su razón como en su voluntad.

Ya para 1514, Lutero estaba dedicado a la difusión de sus ideas.

La gota de agua que rebosaría el vaso de Lutero sería la cuestión de la Indulgencias.
Imbuidos del espíritu renacentista, desde los tiempos de Nicolás V (1447-1455) los papas querían construir una basílica cuya majestuosidad correspondiera a su ministerio.

En 1505 Julio II (1503-1513), confió a Donato D’Angelo Bramante el primer proyecto de la nueva basílica. Buscando recursos, Julio II decretó una indulgencia plenaria para toda la cristiandad en 1507.

La indulgencia pretende liberar al pecador del daño causado por su pecado. Cuando se perdona el pecado, el pecador debe de reparar ese daño mediante las obras de misericordia, la oración, la penitencia y la limosna. La Iglesia ora por todos, y especialmente por los que piden su oración para que el daño causado sea reparado y la pena merecida, abolida. En manos de personas inescrupulosas, estas limosnas y oraciones fácilmente se convertirían en un abusivo comercio.

En 1514, León X también proclamaría una indulgencia plenaria continuar la Basílica de San Pedro, pero en un marco diferente. En efecto, en 1513 Alberto de Brandeburgo, joven de 23 años, hermano del Príncipe Elector, fue elegido arzobispo de Magdeburgo, administrador apostólico de Halberstads, y arzobispo de Maguncia (elegido en 1514). Alberto pagó la dispensa para poder desempeñar varios cargos eclesiásticos al mismo tiempo. Al convertirse en Obispo de Maguncia también él sería uno de los electores del futuro emperador alemán.

Con la bula del Concilio Lateranense (1512-1517), interesado en acabar con este tipo de abuso, ¡Alberto recibió la dispensa para conservar los 3 obispados! Alberto de Brandeburgo logró pagar a la Cámara Apostólica del Papa la dispensa de esta manera: “La familia Fugger, reconocidos banqueros, anticipó al joven y mundano prelado los 29,000 ducados que tenía que pagar en Roma. Hoy en día, un ducado serían unos 110 dólares. Para recuperar esta suma, Alberto logró la facultad de predicar en su diócesis la indulgencia. Las limosnas recogidas serían destinadas, una mitad para enjugar la deuda contraída con la banca Fugger, y la otra, para la obra de construcción de la basílica de San Pedro en Roma”. Alberto de Bandeburgo necesitaba, por una parte, 14,000 ducados para ser confirmado y recibir el palio, signo de su dignidad arzobispal, y otros 10,000 por la dispensa de desempeñarse simultáneamente como obispo de tres diócesis, caso insólito en la historia alemana.

“La predicación de la indulgencia se convirtió en un gran negocio, en el que estaban implicadas bastantes personas: Alberto de Brandeburgo, que podía retener aproximadamente la mitad de las ganancias, los Függer, que tenían que recuperar su préstamo con los intereses, el Papa, que buscaba recursos para la basílica de San Pedro, y el mismo Emperador, que se había reservado 2,143 florines para sus arcas”.

Un florín equivaldría a unos 200 dólares de nuestra época.

Para 1517, Juan Tetzel, O.P., predicaba la indulgencia en la diócesis de Magdeburgo. Los representantes de los banqueros Függer acompañaban a los predicadores de la indulgencia para embolsarse allí mismo su parte.

Como la campaña no iba bien, Alberto publicó una instrucción para los predicadores, sustancialmente correcta, pero “por medio de fórmulas piadosas y superlativos, fomentaba una valoración exagerada de las mismas [indulgencias]”. No se les pedía dinero a los pobres, solo oración y ayuno.

En abril de 1517, Tetzel predicaba la indulgencia en Brandeburgo, cerca de Wittenberg donde Lutero enfrentaba sus angustias respecto de su propia salvación.
Su justa indignación se desbordaría.

Mientras se recaudaban fondos para construir la basílica de San Pedro, a base de “la venta” de indulgencias, Lutero reaccionó  contra la “despreocupada seguridad... [y la] charlatana predicación...”. Lutero vivió angustiado durante años acerca de su propia salvación. ¡Y ahora la salvación se vendía barata! El 31 de octubre de 1517 Lutero dio a conocer sus tesis. Se discute si Lutero clavó o no las tesis en las puertas de la Iglesia del Castillo y de la Universidad de Wittenberg. “Su ataque no se dirigía sólo contra la indulgencia, sino ya también contra la potestad que la concede”. Al parecer, en ese momento, Lutero no tenía intención alguna de separarse de la Iglesia.

Giacomo Martina (2012) se pregunta si esto [fue] culpa de la jerarquía o radicalización del agustino. Se sabe que Lutero les escribió, a su Obispo y al propio Alberto de Bandeburgo a quien envió una copia de sus 95 tesis.

Lutero reaccionaba contra la soberbia humana ante la salvación. Desde hacía siglos, algunos creían erróneamente que ciertas prácticas, Lutero las llamará “obras”, uno ganaba la salvación. Para remediar este abuso, Lutero, se fue el otro extremo, sosteniendo que el obrar humano no sirve de nada en el proceso de la salvación. Por eso afirmaba: “Solo la fe”, entendiendo la fe como una confianza en la misericordia de Dios por parte del ser humano, totalmente corrompido. Tal y como lo entendió Erasmo de Rotterdam, Lutero negaba la libertad del hombre pecador. Desde mi visión católica, conviene destacar el acierto de Lutero en rechazar esas actividades, que bien pudieran calificarse de una negociación con Dios.

Considero errónea la visión de Lutero sobre el papel del ser humano en la salvación. Si no podemos responder nada a la semilla de salvación regalada  por Jesús, ¿qué sentido tiene, por ejemplo, la parábola del Sembrador de Jesús, en Mateo 13, 1-23? ¿Le quita algo a Dios, nuestro Creador, la respuesta humana?

Lutero  atacaba enseñanzas mal fundadas de los jerarcas católicos. Para ello, se fue al otro extremo, afirmando, “solo la Escritura”. Así le quitó todo valor a la tradición y la enseñanza de los pastores sucesores de los apóstoles como si necesariamente estuviesen en conflicto. En gran medida, fueron Lutero y los protestantes los que revalorizaron la Escritura, pero, ¿acaso no es contrario a la Escritura negarle valor a la tradición? La Palabra de Dios se conservó en la tradición oral, antes de ponerse por escrito. Lea 1™ Corintios 15, 3, Pablo transmite lo que a su vez recibió.

Finalmente, contra una jerarquía que infantilizaba a los fieles, Lutero se fue al extremo de afirmar, “solo Cristo”. Cierto que todos los fieles participan en su sacerdocio universal de Cristo, pero ¿no tomó Cristo la iniciativa de elegir apóstoles? Y, ¿no respetará Lutero un liderazgo al servicio de las comunidades? Cristo preside, porque procede del Padre no de la comunidad. La comunidad no fabricó a Cristo.
El 7 de agosto de 1518, Lutero recibió la orden de comparecencia en Roma. Lutero había predicado un sermón contra la excomunión: “Si eres excomulgado injustamente, no debes ceder. Si mueres sin sacramentos, tanto mejor. Eres bienaventurado y recibirás la corona de la vida”.

Pero el secretario de Federico de Sajonia, uno de los electores del futuro emperador, se movió para que el proceso de Lutero ocurriera en tierra alemana.

En 1518, durante los primeros días de su protesta, Lutero había apelado al Papa, (28 de octubre) y al concilio (28 de noviembre), el cual consideraba superior al papa. Ahora se preguntaba si la Iglesia romana era verdaderamente cristiana.

El cardenal Cayetano fue instruido de interrogar “paternalmente” a Lutero en Augsburgo, Alemania y enviarlo libre a Wittenberg. ¿Por qué este cambio? El Papa León X aspiraba a ganar el apoyo del Elector, Federico de Sajonia, protector de Lutero, contra los turcos, y contra la candidatura de Carlos I de España, como emperador de Alemania.

En la eventualidad de que Carlos fuese electo Emperador, sus posesiones, ¡rodearían los territorios pontificios! Debido a las disputas de 1519, Lutero llevó sus ideas hasta las últimas consecuencias: negó validez al “magisterio infalible de la Iglesia, y a los concilios, reservando la infalibilidad a la “sola Scriptura”. Su protector, el Duque de Sajonia abandonó la sala horrorizado.

El 26 de octubre de 1520, Carlos I de España era reconocido como Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico. La elección, ocurrida en octubre de 1519, había sido financiada por los banqueros Függer. El Papa León X (11-03-1513 a 1-12-1521) y Francisco I, rey de Francia (1494 - 1547) no podían estar más desilusionados.Carlos tuvo que regresar a España. En Alemania, reinaba Lutero.

El 1520, Lutero publicó tres obras candentes ampliamente difundidas: A la nobleza cristiana de la nación alemana sobre el mejoramiento del Estado cristiano, De la cautividad babilónica de la Iglesia, y acerca De la libertad del cristiano, dedicada a León X.

El 15 de junio de ese mismo año, León X conminaba a Lutero a retractarse, mediante la Bula Exsurge Domine.

Erasmo de Rotterdam criticó al Papa por responder a los planteamientos de Lutero con amenazas. Lutero se pronunció en Diciembre Contra la Bula del Anticristo y la quemó en Wittenberg, mientras atacaba al papa, afirmando: “El Papa es el anticristo y la Santa Sede está poseída por Satanás”.

Con la bula Decet Romanum Pontificem del 3 de enero de 1521, Lutero quedaba excomulgado. Ante el peligro turco y francés, Carlos V quería una Alemania unida. Se convocó a Lutero a la Dieta (asamblea) de Worms los días 16 al 25 de abril de 1521. Carlos V se había comprometido previamente a respetar la vida de Lutero y no desterrarlo.

Conminado a reconocer la autoría de sus ideas y a retractarse, Lutero respondió: “A menos que se me convenza por testimonio de la Escritura o por razones evidentes… - … estoy encadenado por los textos escriturísticos que he citado y mi conciencia es una cautiva de la palabra de Dios. No puedo ni quiero retractarme en nada, porque no es seguro ni honesto actuar contra la propia conciencia. Que Dios me ayude. AMÉN.Estamos en 1521, el Concilio de Trento se reunirá en 1545, ¿por qué la Iglesia tardó tanto? ¿Cómo respondió al colosal desafío de Lutero?