Una idea central...

Somos La Iglesia católica


Nuestra familia está compuesta por personas de toda raza. Somos jóvenes y ancianos, ricos y pobres, hombres y mujeres, pecadores y santos.

Nuestra familia ha perseverado a través de los siglos y establecido a lo ancho de todo el mundo.

Con la gracia de Dios hemos fundado hospitales para poder cuidar a los enfermos, hemos abierto orfanatorios para cuidar de los niños, ayudamos a los más pobres y menos favorecidos. Somos la más grande organización caritativa de todo el planeta, llevando consuelo y alivio a los más necesitados.Educamos a más niños que cualquier otra institución escolar o religiosa.

Inventamos el método científico y las leyes de evidencia. Hemos fundado el sistema universitario.

Defendemos la dignidad de la vida humana en todas sus formas mientras promovemos el matrimonio y la familia.

Muchas ciudades llevan el nombre de nuestros venerados santos, que nos han precedido en el camino al cielo.

Guiados por el Espíritu Santo hemos compilado La Biblia. Somos transformados continuamente por Las Sagradas Escrituras y por la sagrada Tradición, que nos han guiado consistentemente por más de dos mil (2’000) años.

Somos… La Iglesia católica.

Contamos con más de un billón (1’000’000’000) de personas en nuestra familia compartiendo los Sacramentos y la plenitud de la fe cristiana. Por siglos hemos rezado por ti y tu familia, por el mundo entero, cada hora, cada día, cada vez que celebramos La Santa Misa.

Jesús de Nazaret ha puesto el fundamento de nuestra fe cuando dijo a Simón-Pedro, el primer Papa: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella» (Mt. XVI, 18).

Durante XX siglos hemos tenido una línea ininterrumpida de Pastores guiando nuestro rebaño, La Iglesia universal, con amor y con verdad, en medio de un mundo confuso y herido. Y en este mundo lleno de caos, problemas y dolor, es consolador saber que hay algo consistente, verdadero y sólido: nuestra fe católica y el amor eterno que Dios tiene y ha tenido por toda la creación.

Si has permanecido alejado de La Iglesia católica, te invitamos a verla de un modo nuevo hoy, visita www.catolicosregresen.org.

Somos una familia unida en Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Somos católicos, bienvenido a Casa...

Contenido del Blog

La droga, sinónimo de muerte

Declaración de la Conferencia Episcopal Argentina

* * *

Los obispos argentinos, reunidos en Asamblea Plenaria, hemos recogido el eco doloroso de muchas familias de todo el país, cuyos hijos quedaron atrapados por los efectos de la droga y sus secuelas de muerte y destrucción.

En la Argentina que anhelamos no sobra nadie. Sin embargo, la droga y su comercio de muerte se han instalado entre nosotros; entró para quedarse en la escuela, en el club, en la esquina, en los boliches y recitales, en la cancha, en las cárceles y hasta en los lugares de trabajo. Tan flagrante marginación de nuestros niños y jóvenes nos produce mucho dolor y «la Iglesia no puede permanecer indiferente ante este flagelo que está destruyendo a la humanidad, especialmente a las nuevas generaciones» (Doc. Aparecida, 422).

Toda la vida de Jesús es manifestación del infinito amor de Dios por nosotros, significado en sus gestos de compasión y misericordia. Muere en la Cruz por todos, y resucita para darnos vida en abundancia. Sus palabras reflejan siempre lo que llevaba en el corazón. Así lo vemos, por ejemplo, en la parábola del buen samaritano. Aquel hombre caído a la vera del camino, herido y golpeado por ladrones, es signo de los que están abatidos y agobiados por toda clase de males. Hoy nos interpelan de modo particular los rostros sufrientes de quienes están atrapados y condenados por una de las calamidades más grandes de estos últimos tiempos, como es el consumo y las adicciones a la droga.

1. Indignos escenarios de muerte

El narco-negocio se instaló en nuestro país, prospera exitosamente, destruye familias y mata. Nuestro territorio ha dejado de ser sólo un país de paso. Observaciones confiables y de diversas fuentes nos advierten que el consumo arraiga en los jóvenes, y avanza sobre la inocencia y fragilidad de los niños. Cuando se asocian a las malas compañías del alcohol, los inhalantes, la violencia y el desamparo, el resultado es un complot para el exterminio.
Desde los más altos niveles su tráfico genera corrupción y muerte: asesinatos por encargo, extorsiones, dependencias esclavizantes, prostitución. «El uso abusivo de drogas es una grave falta moral porque afecta a la salud e incita a actividades clandestinas igualm ente dañinas» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2291).

En todos los ambientes, los que prueban la droga por curiosidad y se convierten en adictos, si no llegan a una muerte prematura, frenan su crecimiento y desarrollo personal. Todo lo que esté relacionado con la droga es deshumanizante, anula el don de la libertad, sumerge en el fracaso los proyectos de vida y somete a las familias a duras pruebas.

Los familiares y amigos de los adictos se enfrentan día a día, con impotencia, a un enemigo de enorme capacidad de mal. No está demás decir, que una persona drogada resigna su espacio en la sociedad: todos pierden sus vínculos afectivos, el obrero su trabajo, el joven y el niño la escolaridad.

En este angustioso marco, la Iglesia proclama la Buena Noticia de Dios que nos conduce a la Vida: Jesucristo, que ha vencido a la muerte y nos ha señalado el camino de salvaci&oa cute;n. Con los obispos de América Latina anunciamos que «la alegría que hemos recibido en el encuentro con Jesucristo, a quien reconocemos como el Hijo de Dios encarnado y redentor, deseamos que llegue a todos los hombres y mujeres heridos por las adversidades; deseamos que la alegría de la Buena Noticia del Reino de Dios, de Jesucristo vencedor del pecado y de la muerte, llegue a todos cuantos yacen al borde del camino, pidiendo limosna y compasión (cf. Lc 10, 29-37; 18, 25-43). Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo» (Doc. Aparecida, 29).

2. Las causas

¿Por qué la droga encuentra un campo tan propicio para su expansión?. Juan Pablo II dice que «la droga no es como un rayo que cae en una noche luminosa y estrellada. Más bien es como un rayo que cae en una noche tormentosa...». Esa noche tormentosa describe el vacío existencial que produce el contexto consumista y hedonista en el que vivimos. Nuestra sociedad ha distorsionado el sentido de la vida y los valores. El «ser más» ha dado paso al «tener más».

Los jóvenes se sienten sin raíces, obligados a afrontar un presente fugaz y un futuro incierto. Se suma a esto que muchas veces no encuentran adultos disponibles para la escucha y la comprensión. De tal forma, que la drogadicción no es sólo un problema de «sustancias», sino más bien de cultura, valores, conductas y opciones. Es expresión de un malestar profundo que algunos llaman «vacío existencial». Así pues, para una cantidad creciente de jóvenes, se afianza la convicción que vivir no tiene sentido, no vale la pena. M&aa cute;s de una vez, hemos escuchado decir a jóvenes en situación de riesgo: «yo ya estoy jugado»; para ellos, felicidad, libertad, amor, son sólo palabras huecas, tan vacías como sus bolsillos o estómagos. Padecen la «vida deshonrada», en una sociedad inhóspita e indiferente, y muchas veces sin una contención de sus hogares y familias.

El demonio,»padre de la mentira» odia la salud y la vida, busca aliados para expandir como peste este veneno. Genera verdaderas estructuras de pecado que desprecian el amor y la dignidad humana.

3. Caminos a recorrer

Todos sabemos algo acerca de la droga, es un tema de la vida cotidiana en nuestras casas. Al mismo tiempo, advertimos que es una realidad muy compleja: por un lado, su organización con métodos mafiosos y vínculos insospechables en todos los niveles parece no tener límites; por otro, la ausencia de valores en todos los estratos sociales, el escándalo de la pobreza y la exclusión social, achican los horizontes y esperanzas de nuestros jóvenes. Al no reconocer la profundidad y gravedad de esta deuda para con las generaciones del presente, estamos favoreciendo su negocio letal. Nos falta la valentía y el coraje necesarios para encarar seriamente este problema. La indiferencia, el consumismo, la desunión de la familia, sumados al poderoso tráfico y comercio de drogas, abre el camino para destruir a los más vulnerables: nuestros chicos y chicas. Porque confiamos en la prevención educativa, nos parece insuficiente la atención que presta a este tema la Ley de Educación Nacional, recientemente aprobada.

La lucha contra la droga-dependencia no es un interrogante sin respuesta, aunque ésta nunca será sencilla. La situación es grave y requiere una acción mancomu nada de toda la sociedad, que a corto plazo pueda transformarse en política de estado.

La experiencia nos enseña que los caminos para enfrentarla van en tres direcciones:

* Promover una cultura de la vida, fundada en la dignidad trascendente de toda persona humana, llamada a ser feliz y a vivir libre de toda esclavitud; cuánto más de estos falsos paraísos de la droga.

* Despejar la falsa ilusión de que de la adicción se entra y se sale fácilmente. Por supuesto que muchos, con gran esfuerzo y apelando a diversas ayudas y tratamientos, podrán recuperarse. Recordemos que siempre el amor de Dios se acerca a quienes se disponen a crecer en dignidad: «En el mundo tendrán tribulaciones, pero no teman, Yo he vencido al mundo» (Jn. 16,33)

* Denunciar y perseguir a los mercaderes de la muerte que con el escandaloso comercio de la droga están destruyendo a la hum anidad, especialmente a las nuevas generaciones, para lo cual deben concurrir todos los recursos que cuenta nuestro Estado de derecho, en una lucha frontal contra el tráfico y el consumo.

4. El Evangelio anuncia la cultura de la vida

Jesús nos da fuerzas cuando nos dice: «Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia» (Jn 10,10). A todos los que fueron tocados por esta miseria y sufren esta penosa esclavitud, especialmente a los niños y jóvenes, queremos abrazarlos y llevarlos al Corazón de Cristo para decirles que «Dios nos ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre, que está cerca con el poder salvador y liberador de su Reino, que nos acompaña en la tribulación, que alienta incesantemente nuestra esperanza en medio de todas las pruebas» (Doc. Aparecida, 30).

El desafío es grande. Entre todos debemos generar una red social q ue propicie la cultura de la vida. En este esfuerzo es fundamental el concurso de toda la sociedad, para gestar un compromiso solidario que comprenda a madres y padres, docentes, funcionarios, medios de comunicación, instituciones religiosas; en fin, para que en todos los ámbitos sociales haya una contundente opción por la vida fundada en la dignidad de la persona. Debemos recrear caminos de esperanza, fortaleciendo metas e ideales, que den sentido a la existencia, reconstruyendo una cultura, en la que el esfuerzo, el sacrificio y aún el dolor, hagan prever una cosecha de frutos abundantes para el bien común.

Esta red social deberá propiciar:

- la denuncia de hechos delictivos o políticas que por acción u omisión favorezcan las adicciones.

- una estrategia de prevención basada en tareas educativas en todos los niveles, fundamentalmente en el seno de la familia, las iglesias, la escu ela, las fuentes de trabajo, las comunidades barriales y en todos los ambientes donde se dignifique y se celebre la vida.

- la multiplicación de espacios sanantes donde se facilite la recuperación de los adictos y su reinserción a la sociedad.

El Señor Jesús proclamó «bienaventurados a los que son misericordiosos porque obtendrán misericordia» (Mt 5,7). A la escucha de esta Palabra, queremos animar y caminar junto a todas las personas que han acercado su corazón a la causa que nos ocupa: en primer lugar a las madres que ven sufrir a sus hijos y se organizan para protegerlos. A los hombres y mujeres, que con responsabilidad y amor al prójimo, no pasan de largo ante la tragedia que nos embarga y entristece a todos. Alentamos especialmente a los profesionales del Derecho y la Justicia a obrar con celeridad ante este flagelo, pues están en juego miles de vidas que necesitan la protección de la Ley para seguir creciendo como ciudadanos.

Agradecemos a Dios que muchas instituciones religiosas y organizaciones de la sociedad civil ya trabajan en variadas iniciativas terapéuticas de prevención y contención. Invitamos a todos a obrar como el buen samaritano. Como Iglesia, con la fuerza que nos viene del Evangelio de la Vida y con los humildes medios que contamos, renovamos nuestro deseo de estar al servicio de la sociedad para comprometernos solidariamente a enfrentar este mal. Para ello, estamos elaborando un programa de acción pastoral que sea signo del amor de Dios por los que sufren. Confiamos que nuestro Padre habrá de inspirarnos a todos para que logremos dar la respuesta oportuna y eficaz a este drama.

La Virgen Santísima, como buena Madre nos acompañará en esta misión. Los heridos por las adicciones la buscan y Ella les pertenece y la sienten como madre y hermana.

El Concordato no limita a otras iglesias

Por Padre Manuel Ruiz

RESPUESTA A LAS CRÍTICAS

En estos días, de nuevo ha vuelto el debate sobre el Concordato y sobre los supuestos privilegios excesivos de la Iglesia Católica. Todo este debate viene por el afán de noticias sensacionalistas y por tanta gente haciendo opinión cada día en los medios sin el necesario hábito de investigar antes de hablar.

El pasado 10 de junio la Asamblea Revisora rechazó poner en la Constitución una propuesta que buscaba reconocer efectos civiles a los matrimonios religiosos. El titular en los periódicos fue “Asamblea ratifica el Concordato en el país” lo cual es falso, puesto que el Concordato ya fue ratificado en su momento como un tratado bilateral entre la Santa Sede y el Estado Dominicano, no entre una religión y el Estado. Más sorprendente aún es el hecho de que la Constitición Dominicana en ninguna parte menciona el Concordato ni a la Iglesia Católica.

De inmediato las reacciones no se hicieron esperar y aparece el titular “Evangélicos: Revalidación del Concordato es una violación cruel a la igualdad religiosa” (en Clave Digital viernes, 12 de junio de 2009). Por esta controversia hemos tenido que oír y leer cientos de opiniones e insultos a la institución más seria y de mayor credibilidad en el país.

Recordemos que la comunidad evangélica está dividida sobre el Concordato, unos piensan que ellos deben tener uno igual y otros que se anule, como fue el caso del Ministerio Jesús Sanidad y Vida Eterna, que sometió ante la Suprema una acción de inconstitucionalidad contra el Concordato, el 11 de julio del 2006 y el 23 de octubre 2008 fue rechazada. El Pleno de la Suprema Corte de Justicia declaró, conforme con la Constitución, la resolución mediante la cual el Congreso Nacional aprobó el Concordato firmado entre la Santa Sede y el Estado dominicano, el 16 de junio de 1954.

En esa sentencia la Suprema reconoce que no hay impedimento en el Concordato ni en la Constitución que le niegue a los ministros evangélicos hacer su convenio con el Estado Dominicano. Es una gran mentira decir que la Iglesia presiona para que el Estado no haga pactos con quien entienda reúna las condiciones en esta materia. Creemos que se necesita una estructura organizativa, tiempo, sólida formación y una cabeza visible con quien sentarse a pactar y alguien que le responda al Estado por los documentos generados, fruto de estos matrimonios.

Pero siendo sensatos no todos los que dicen ser pastores y pastoras de la noche a la mañana, creando iglesias nuevas sin depender de nadie y sin estar organizados, al menos en los concilios evangélicos conocidos, se le puede otorgar una responsabilidad tan grande como la de casar con implicaciones legales en un país donde tanta gente se casa por negocio para poder viajar a Estados Unidos. Y nuestros hermanos evangélicos no tienen mecanismos para impedir que el que quiera formar su iglesia y proclamarse pastor lo haga. Aquí caben desde gente seria, artistas, médicos etc., pero también narcotraficantes como el fundador de la iglesia “Jesús es mi Patrón” que hace 14 años lo recibimos preso en La Victoria, por traficar con drogas dentro de su templo y el que en fecha reciente en la zona oriental se proclama pastor y está acusado de violar diversos niños. La lucha no es contra la Iglesia Católica, la lucha es demostrar capacidad y garantía de orden para asumir esa responsabilidad. Si sus pruebas de controles y confiabilidad en esos documentos no convencen al Estado Dominicano, no culpen a la Iglesia.

Un ejemplo de orden y celoso resguardo de estos documentos, en la Iglesia Católica, es el acta de bautismo de Francisco del Rosario Sánchez, que en el libro 26 de la Catedral de Santo Domingo, en el folio 152 en fecha 18 de marzo de 1817, tenemos la información de que el que sería después uno de los padres de la Patria, era hijo Natural de Olaya del Rosario de Belén, que ésta era parda libre, en momentos que muchos eran esclavos. Y esta acta tiene la nota de que el 21 de marzo de 1819 esta señora se casó con Narciso Sánchez y que lo reconoció el 20 de octubre de 1836. Igual tenemos la de Juan Pablo Duarte, sus padres, y más antiguo, aún, contamos con registros de matrimonios de 1674.

Somos iguales ante la ley, pero no es la ley la que les dará el respecto y la autoridad que se ha ganado la Iglesia Católica. Pregunten, por ejemplo, por qué la Embajada Americana y otras de Europa, sin concordato con la Iglesia, creen más en un documento de la Iglesia que uno de una Oficialía Civil del Estado dominicano.

En cuanto al cuestionamiento de que hay privilegio con las exoneraciones a la Iglesia y no así a los protestantes, hay mucha desinformación. Contrario a lo que la gente piensa y repiten muchos comunicadores, la Iglesia Católica siendo mayoritaria, en el año 2007 y 2008 recibió menos exoneraciones que los grupos evangélicos. Estos datos están disponibles en la Dirección General de Aduanas. A pesar del prestigio y seriedad de la Iglesia Católica, para cualquier exoneración necesitamos una solicitud del obispo y la firma del señor Presidente de la República, mientras que ellos lo tramitan muy fácil por el Servicio Social de Iglesias con la firma del Reverendo Manuel Estrella, que tiene rango de Secretario de Estado. Como éste, en la administración pública tenemos al Lic. Elías Wessin Chávez, que fue diputado y hoy es el Administrador General de Bienes Nacionales. Cuentan con varios diputados que son pastores: el peledeísta Carlos Peña, diputado Franjul, de Baní, por el PLD, César Cedeño (PRD-La Romana) y otros que si bien no son pastores, son militantes en iglesias evangélicas y luchan desde el Congreso a favor de estas iglesias. Existen muchos militares y policías con rangos de oficiales superiores que son pastores. Recordemos que el destituido director del Programa de Redución de Apagones era un pastor evangélico que había fundado su propia iglesia. La historia nos enseñó la incompatibilidad del ministerio sacerdotal con la de cargos políticos por eso la sabiduría lleva a nuestra Iglesia a prohibir en el parágrafo 3 del canon 285 del Código de Derecho Canónico nuestra participacion en cargos públicos.

Por ignorancia muchos han llegado a decir que la potestad de casar es un privilegio del Estado a la Iglesia Católica. Nada más falso. Lo primero, la Iglesia está casando desde alrededor de 1502 de la mano de Fray Pedro de Cordoba, que ya enseñaba a los indios sobre el sacramento del matrimonio y los impedimentos para contraerlo por la línea de consanguinidad. (Fray Pedro de Cordoba, Doctrina cristiana y Cartas, Fundación Corripio, p.113, reedición de la publicacion en México 1544) . Por tanto, más de 300 años antes de que existiera el Estado Dominicano ya nuestra Iglesia tenía y tiene registros de matrimonios.

Incluso el Gobierno de la dominación haitiana en la Constitución de 1816 ó 2da. de Alexandre Petion, declara oficial la religión Católica y aseguraba la protección de sus ministros. (Sáez, José Luis, Antología de Documentos 1493-1997 en Breve Historia de la Iglesia Dominicana, LLuberes Antonio, Amigo del Hogar 1988, p. 72) Si esto hicieron los que nos ocupaban, no es de extrañar que en el manifiesto del 16 de enero en 1844 los Trinitarios hablen de que “la religión católica, apostólica y romana será protegida en todo su esplendor como la del Estado” (Polanco Brito, Apuntes para la Historia de la Iglesia Dominicana p. 56) ratificado por el Decreto de la Junta Central Gubernativa del 11 mayo 1844 y la 1™ constitución del 6 de Noviembre de ese año en el artículo 38.

También el general Pedro Santana en su carta al Papa Gregorio XVI del 26 marzo de 1845 le envía anexo una copia de la Constitución y le manifiesta “las simpatías cordiales de una nueva sociedad que en lo político aspira a relaciones de benevolencia con las naciones cultas, y en lo espiritual su primera divisa es DiosÖ” Y refiriéndose a su pedimento de Portes como nuevo arzobispo dice ” Ö y se digne aprobar la nominación del dicho Arzobispo, el restablecimiento de la Catedral, y darle a él u otra persona constituida en dignidad eclesiástica las facultuades necesarias para un concordato en los términos que está previsto por el artículo 206 de nuestro pactoÖ” (Sáez, José Luis, Op Cit, p 311).

Hoy pudieramos reclamar como Iglesia los derechos adquiridos por el deseo expreso de los padres de la Patria de que en la Constitución se reconozca a la Iglesia Católica su estelar papel en la construcción histórica de este país y no lo hemos reclamado, por el convencimiento de que la autoridad y el respeto de la Iglesia lo da su trabajo diario, la unidad, el orden, la disciplica y la incuestionable seriedad en todas sus actuaciones.

Pregunten al mismo gobierno o al pueblo quién administra mejor un hospital, si una monja, un político o una feminista. Pregunten por qué una construcción dirigida por un sacerdote se ejecuta con el 30% de lo que gastaría el Gobierno. El respeto a las tres monjas dominicas de Vallejuelo en San Juan, que denunciaron a los funcionarios de la Secretaría de Agricultura en el lugar, por corrupción con las habichuelas y han creado un moderno sistema de cultivo para ayudar a los pobres. La obra del Padre Luis Quinn, en Ocoa; las Hermanas Adoratrices, que recogen todas las noches a mujeres que ejercen la prostitución y las rescatan; las Siervas de María, que se hacen enfermeras para amanecer en las casas de los enfermos para que la familia pueda dormir, y así podemos citar miles de casos desde el silencio. Ese prestigio no lo da el Concordato ni los comentarios favorables en los medios de comunicación.

Carta abierta a Armando Almanzar sobre la vida

Ref.: http://www.diariolibre.com/noticias_det.php?id=204386

Distinguido señor Almanzar:

Quiero felicitarle por la llegada de su nuevo nieto. La verdad que hay que ser abuelo para entender esa magia que nos envuelve con la llegada de cada uno de nuestros pequeños…aunque no todos parezcan precisamente querubines…

Permítame compartir con usted la honda pena y preocupación que me quedo en el corazón cuando seguí leyendo su artículo y su triste opinión de que “solo vale la pena nacer si vamos a poder disfrutar de la vida”.

En el mismo periódico en que apareció su artículo, encontré otro que dice que hay mil millones de hambrientos en el mundo…caramba! Eso no es vida, verdad? ¿Cabria pensar como justo que fueran eliminadas las vidas de todas esas personas? ¿Que, si le pudiéramos preguntar su opinión en ese sentido a alguno de ellos? Tal vez Hittler hubiera solucionado esto sin mucho apuro!

Estuve visitando por un tiempo a una joven profesional de 30 y tantos años, que por un accidente cerebral, creo que una aneurisma, ha quedado totalmente inmóvil, aunque su cerebro se fue recuperando y hoy día tiene que ser asistida completamente y comparte desde su lecho con sus familiares y los que de vez en cuando se acercan a visitarla…es eso vida? Le podríamos preguntar a ella o a los familiares que la atienden si no sería mejor que la ayudáramos a dejar este mundo?... ¿Debería este ser el próximo artículo a incluir en nuestra reforma de constitución…? Cuando legalizamos el asesinato de los no nacidos, estamos abriendo las puertas a otros tipos de asesinato “legalizado”.

Hace unos días, la prensa elogiaba a un joven dominicano con parálisis cerebral que acababa de graduarse de bachiller y contaba del orgullo de su madre por haberlo ayudado a llegar ahí y ahora se prepara para hacer una carrera universitaria… ¿Es que solo los “normales” tenemos derecho a ocupar un espacio en este globo?
¿Cuántas personas que en su niñez han padecido toda clase de precariedades y maltratos logran superarse y desarrollarse exitosamente en sus vidas? Ejemplos de esos conocemos por montones.

Creo que los grandes males de la humanidad han sido ejecutados por personas sanas y brillantes y no precisamente por ningún discapacitado… ¿Por qué ha fracasado la humanidad en crear las estructuras de justicia para que el pastel de la vida digna sea repartido de manera más equitativa si los que han llevado las riendas de los países han sido todos personas “sanas”?

Sí, creo que hay personas a quienes les ha tocado vivir de modo muy difícil y doloroso, pero creo que es parte de las limitaciones naturales de nuestra condición humana.

Si todas las personas que disfrutamos de los atributos que según usted nos hacen merecedores de estar vivos fuéramos felices, no existirían el abuso, ni el suicidio, ni la necesidad de drogarse… ¿no cree?

Ojala que el Señor, no de los católicos, sino de todo lo creado, le conceda una larga vida muy feliz junto a su hermosa familia, y que nunca ninguno de sus miembros sufra un accidente o enfermedad que le prive de “disfrutar de la vida” para que no se vean en la situación de dolor que otros han tenido que vivir, no porque han tenido un bebe sin cerebro (que no hubiese podido sobrevivir por largo tiempo probablemente) sino porque a veces la vida nos sacude de mala manera y mientras “no sea legal” la muerte asistida, posiblemente tendrían que cuidarlo hasta que la naturaleza misma se encargue de su traslado a una morada eterna…

Creo que a todos nos viene bien abrirnos un poco para que podamos tener más ayuda de Dios a la hora de formar nuestros criterios, no necesariamente por una filiación religiosa particular ya que Su presencia esta en todo lo que nos rodea y de modo especial en nuestro interior …aunque no lo sepamos. Los comunicadores tienen tanto poder al llegar a tantas personas cada día… ¡Que privilegio y que compromiso!

Gracias por su atención.

Vivian de Aguayo

Carta pública a Adriano M. Tejada

El pasado 5 de Junio, Adriano M. Tejada, Director de Diario Libre, escribió una nota editorial titulada “¿Delito o Pecado?”, en el que criticaba a las iglesias que intentan imponer sus criterios morales sobre el resto de la ciudadanía. Dicho artículo lo pueden leer en la siguiente dirección electrónica:

www.diariolibre.com/noticias_det.php?id=202486

Esta fue mi respuesta al señor Tejada, publicada en Diario Libre en el día de hoy, 17 de Junio.

Estimado señor Tejada:

Antes que nada, permítame decirle que usualmente aprecio sus atinados comentarios sobre el acontecer nacional.

Precisamente por eso, me extrañó sobremanera su editorial del pasado viernes 5 de Junio, titulado “¿Pecado o Delito?”, tema que vuelve a desarrollar en entregas posteriores, incluyendo la de este lunes 15. Estoy de acuerdo con usted en que no todo pecado debe ser considerado como un delito. La codicia es un pecado según la Biblia, pero de ninguna manera puede ser penado por la ley. Es ciertamente lamentable que en el pasado se haya hecho uso del Estado para castigar pecados que competía a la iglesia sancionar dentro de los límites que le son propios. Al igual que usted pienso que debemos defender firmemente el principio de separación entre el Estado y la Iglesia.

Sin embargo, si bien no todo pecado debe ser tratado como un delito, toda acción delictiva penada por la ley envuelve algún tipo de conducta pecaminosa que daña a otros. Las religiones monoteístas citadas en su artículo consideran el robo como pecado, pero también el Estado lo considera un delito. Otro ejemplo de la relación que guardan ambos conceptos es el de los crímenes que se cometen contra la integridad física de un ser humano. La Biblia condena el enojo pecaminoso como una violación del sexto mandamiento del Decálogo, “no matarás”; el enojo pecaminoso no puede ser castigado por la ley, pero si no es refrenado puede devenir en el tipo de acción delictiva que sí es considerada como delito penal cuando la persona enojada inflige algún tipo de daño contra la persona odiada. Y es interesante notar que el derecho penal hace diferencia entre el crimen pasional y el premeditado; es decir, que aún la justicia humana trata de discernir las motivaciones del corazón humano para aplicar el castigo correspondiente a un crimen.

De manera, señor Tejada, que si bien es cierto que no todo pecado debe ser considerado como un delito, todo delito envuelve algún tipo de pecado. Es una falacia pensar que se puede legislar sin tomar en cuenta las razones morales detrás de los actos humanos. Y tan pronto entramos en el terreno de los juicios morales, todos nosotros, al opinar, estamos descansando en consideraciones filosóficas o religiosas. En otras palabras, es imposible que pretendamos lidiar con tales asuntos desde una postura netamente secular, que es lo que usted parece defender en el artículo citado.

Uno de los más connotados defensores de un estado secular en EUA es el profesor de filosofía de la Universidad de Nebraska, Robert Audi, quien propone tres principios para lo que él llama “virtud cívica en una democracia liberal”. El primer principio es el que sustenta que nadie tiene la obligación de apoyar ninguna ley o política pública que restrinja la conducta humana, a menos que tales leyes o políticas puedan ser defendidas con argumentos seculares adecuados y no por consideraciones teológicas o religiosas.

El segundo principio es que los que aboguen por la promulgación de tales leyes o políticas públicas deben poseer motivaciones netamente seculares; según Audi, a la hora de establecer las leyes y políticas públicas, los legisladores no deben tomar en consideración lo que creen acerca de Dios y tomar sus decisiones como si no creyeran en Su existencia.

Y finalmente, que las iglesias deben abstenerse de apoyar candidatos (algo con lo que estamos totalmente de acuerdo) ni presionar por la promulgación de leyes o políticas públicas que restrinjan la conducta humana (esto plantea un serio problema por lo que explico a continuación).

Estos principios del profesor Audi descansan sobre una base engañosa. Por un lado, es imposible que exista un estado puramente secular. El estado tiene que lidiar con algunas preguntas fundamentales concernientes a la vida y la muerte, nuestra identidad como seres humanos o la razón de ser de nuestra existencia. Y como bien ha dicho el Dr. Albert Mohler, “desde el momento en que el estado comienza a lidiar con estas preguntas fundamentales, cesa de ser secular”.

Por otro lado, tampoco es posible argumentar a favor o en contra de una ley descansando únicamente en razones seculares; los legisladores tienen que lidiar con cuestiones como la moral o los valores humanos, acerca de los cuales no podemos argumentar únicamente desde una postura secular. Tomemos el tema del aborto como ejemplo. La postura que asumamos al respecto dependerá de lo que creamos acerca del origen de la vida humana, su significado y sus derechos inherentes. En estas cosas, los que pretenden defender su posición desde una postura no religiosa, en realidad están trayendo a la palestra argumentos tan religiosos como el que más. Todos descansamos en ciertas premisas que tenemos que aceptar por fe. En este caso en particular, los que defienden el aborto lo hacen porque creen, entre otras cosas, que el feto no es en realidad una persona humana, sino un “producto” del cual la madre puede disponer si lo desea.

En cuanto al segundo principio aducido por Audi de que los que aboguen por la promulgación de leyes o políticas públicas deben poseer motivaciones netamente seculares, éste no toma en cuenta la complejidad de las motivaciones humanas. Nadie puede abstraerse de ese modo de sus creencias centrales. Tanto el ateo como el creyente son profundamente influenciados por las premisas que traen consigo al debate; nadie argumenta sobre estas cosas desde una postura neutral. En asuntos como la existencia o no existencia de Dios, la objetividad o subjetividad de la moral, o la existencia o no existencia de verdades absolutas, la neutralidad es sencillamente imposible. Todos partimos de premisas que aceptamos por fe.

Finalmente, en cuanto a que los miembros de las iglesias deben abstenerse de presionar por la promulgación de leyes o políticas públicas que restrinjan la conducta humana, se está queriendo sustraer de la opinión pública a un sector importante de la sociedad que, como cualquier otro en un Estado democrático, tiene derecho a opinar y presentar argumentos a favor de las posturas morales que, según su juicio, son las que más convienen al conglomerado.

No creo que sea justo equiparar a un cristiano que aboga por la santidad de la vida humana desde la concepción a un fanático religioso que abogue porque el estado lapide a los adúlteros, por poner un caso. A final de cuentas, lo que está sucediendo actualmente en República Dominicana no es una pugna entre moral ciudadana y moral religiosa, y mucho menos entre religión y ciencia; lo que está sucediendo en realidad es que un grupo que define la vida de una persona humana como teniendo su origen en un punto más allá de la concepción está tratando de imponer sus criterios metafísicos sobre la mayoría, a la vez que intenta sacar del debate a todos los que tienen un criterio diferente.

Con todo respeto, señor Tejada, le ruego reconsidere su postura en este asunto, sobre todo tomando en cuenta el peso de sus notas editoriales en la opinión pública; en un momento en que nuestro país se encuentra debatiendo asuntos tan importantes como la protección de la vida humana desde el momento de la concepción, debemos apoyar los mejores intereses de nuestra nación. Lo que se está debatiendo aquí no es el predominio de una religión sobre la conciencia de la ciudadanía, sino la base fundamental de todo estado democrático de derecho y la base que sostiene toda la estructura social: el valor absoluto de la vida humana como el bien jurídico supremo.

Atentamente,

Sugel Michelén
Pastor de Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo
www.todopensamientocautivo.blogspot.com/2009/06/carta-publica-adriano-m-tejada.html

El Celibato y el circo mediático

Por Frank Morera

Estamos presenciando un hecho irracional nunca visto antes, en toda mi vida he presenciado tal avalancha de insultos, difamaciones, ofensas, odios contra la Iglesia que en estos momentos, nunca en mi vida (ni en Cuba comunista) he visto tanto odio y tanta mentira vertida sobre la Iglesia de Cristo.

El Siglo pasado presenciamos cómo el prejuicio, las ofensas y ataques al judaísmo llevó a este pueblo al Holocausto causado por las campañas de odio y con la complicidad de los medios de comunicación. No hay infamia o mentira que sea poca para echarla sobre la Iglesia, esto ante la complicidad y aliento de una prensa carroñera y falta de ética dirigida por supuestos comunicadores que, con una total ignorancia y mala fe, sacan lo peor de una audiencia fácilmente manipulable que solo repite lo que le dan porque carecen de juicio y criterios propios o ante agendas de apostatas y de seudo iglesias que mueven a sus miembros a base de odio y mentiras. Detrás de esto está el enemigo de lo santo y pobre quien le haga la obra.

El motivo de todo este aquelarre mediático es el Celibato, cualquier clase de falso argumento se ha esgrimido y poco se ha aclarado.

Hace poco los comentarios del Santo Padre Benedicto XVI sobre el uso del preservativo han levantado la protesta de todos los medios de comunicación al grito “que la Iglesia no se meta en lo que no le importa”.

Los mismos medios de comunicación de esta nación continuamente están descalificando a la Iglesia de opinar por la “separación de Iglesia y Estado”; desafortunadamente esta regla no se aplica al revés, todos los medios de comunicación, los no católicos, paganos, bautizados y apostatas se ven con autoridad para inmiscuirse en un asunto interno de la Iglesia aplicando la famosa ley del embudo y utilizando argumentos absurdos que hacen pasar por lógicos.

Entre los argumentos utilizados en contra del Celibato están los siguientes:

- Es impuesto. Eso es un verdadero disparate. La Iglesia no recluta ni engaña con falsas promesas a los candidatos al sacerdocio; éstos saben muy bien cuáles son las condiciones y tienen siete u ocho años para meditar si son capaces de vivir en continencia y después, voluntaria y públicamente, hacen el voto del Celibato. Este voto no es impuesto, es aceptado. NADIE tiene la potestad de imponerle a la Iglesia lo que tiene o debe de hacer, una persona que incumple sus votos incurre en un fallo personal en su capacidad de ser fiel y no debe achacar a la Iglesia su propia incapacidad, es esa persona quien ha sido incapaz de cumplir, es la persona no la Iglesia. Hay cientos de sacerdotes que en esta Arquidiócesis y miles en el mundo cumplen el Celibato y es una maldad manchar su entrega y sacrificio por unos cuantos que no han podido ser fieles, pero que como hombres tienen la potestad de reconocer sus errores y arrepentirse y luego decidir si continuar en el sacerdocio o renunciar a él. Como dijo el Patriota cubano: “los que no tienen el valor de sacrificarse deben de tener por lo menos el pudor de callarse la boca antes quienes se sacrifican".

- Eliminando el Celibato se eliminan los escándalos. Quitar el Celibato como remedio a escándalos es tan absurdo como pedir que se elimine el matrimonio para terminar con el adulterio, o que el robo se termine con que se haga legal el tomar las cosas ajenas. La causa de los escándalos es la falta de conversión y la falta de moral cristiana junto a una crisis tremenda en la Fidelidad. Hoy no se juzga en lo que “debo hacer” sino “en lo que me conviene”, aunque esto lleve al dolor y a la destrucción de los demás. Es curioso que nadie se refiera al escándalo del Pastor Tedd Haggard Presidente de la asociación nacional evangélica Los Estados Unidos, Pastor de la Iglesia New Life en Colorado, casado y padre de cinco hijos que fue convicto de relaciones homosexuales las cuales pagaba con la compra de drogas para su amante, nadie recuerda los casos tan sonados como el de Jimmy Swaggart y Jim Baker, todos casados; éstos no han sido casos aislados de escándalos en el Protestantismo. La remoción del Celibato no es la solución a los escándalos en el Pueblo de Dios.

- El Celibato es la causa de la pedofilia, y eso si insulta mi entendimiento! Un pedófilo siente placer con los niños y el matrimonio no los sana ni convierte, son personas marcadas o enfermas. La pedofilia entre los sacerdotes es extremamente rara, pues afecta solamente al 0.3% del clero. Esta cifra está citada en el libro Pedophiilia and Priests (Pedofilia y Sacerdocio), escrito por el estudioso no-católico Philip Jenkins, sucede que la prensa acusa de pedófilo a cualquier sacerdote que enfrenta cargos no probados y que siempre van ligados a reclamos millonarios que en mi pueblo se llamaba “extorsión”, cuando estos sacerdotes son exculpados por un tribunal estos mismos medios ocultan la noticia. Por ejemplo: en una oportunidad, cuando a un presentador de un canal de cable latino de Miami se le preguntó en un pasillo de su emisora por qué no daba la noticia de que un sacerdote acusado falsamente había sido absuelto contestó “que eso no era noticia, no se vende”. Así tenemos que de los famosos escándalos recientes de supuesta pedofilia de Boston, solamente 4 de entre más de los 80 sacerdotes etiquetados por los medios de comunicación como "pedófilos" son en realidad culpables de abusar de niños pequeños.

El perfil de los abusadores sexuales de niños nunca incluye adultos normales que se sienten atraídos eróticamente hacia los niños como resultado de la abstinencia (Fred Berlin, Compulsive Sexual Behaviors, in Addiction and Compulsion Behaviors [Boston: NCBC, 1998]; Patrick J. Carnes, Sexual Compulsion: Challenge for Church Leaders, in Addiction and Compulsion; Dale O'Leary, Homosexuality and Abuse).

Estos difamadores no dicen que los casos más frecuentes de abuso y de pedofilia se da entre la familia y generalmente perpetrados por padres, tíos y abuelos… Acaso habrá que terminar con la familia para que se termine la pedofilia?

No hace muchos años un Pastor Pentecostal de Miami casado con varios hijos fue condenado a prisión perpetua por abusar de una niña minusválida. Y en este año un pastor de una Iglesia Evangélica de Davie fue acusado de tres abusos infantiles y hay más, pero como dijo el Presentador de TV eso "no se vende".

En el programa 'To Catch a Predator' de NBC, donde se capturan a abusadores infantiles, el 91% de los atrapados han sido casos de hombres casados, jamás de un sacerdote.

Solamente alguien marcado por el odio a la Iglesia Católica puede llamar pedófilos a los sacerdotes y manchar así tanta labor de hombres que han entregado su vida a servir a los demás y que ningún daño les han hecho, este odio solo puede provenir del que es odio por excelencia.

- El que el Celibato no es Bíblico. El Celibato no es para todo el mundo, el Celibato es una gracia otorgada a quienes el Señor llama a su servicio, el Mismo Jesús lo profetizó:

«No todos pueden entenderlo, sino sólo aquellos a los que les ha sido concedido. Existen, en efecto, eunucos que han nacido así del vientre de su madre; otros han sido hechos eunucos por los hombres y hay también algunos, que se han hecho eunucos por el Reino de los cielos. El que pueda entender, que entienda» (Mt. 19, 10-12).

San Pablo lo recomienda:

I Corintios 7-9: "Mi deseo sería que todos los hombres fueran como yo; mas cada cual tiene de Dios su gracia particular: unos de una manera, otros de otra. No obstante, digo a los célibes y a las viudas: Bien les está quedarse como yo. Pero si no pueden contenerse, que se casen; mejor es casarse que abrasarse".

v. 25-26. "Acerca de la virginidad no tengo precepto del Señor. Doy, no obstante, un consejo, como quien, por la misericordia de Dios, es digno de crédito. Por tanto, pienso que es cosa buena, a causa de la necesidad presente, quedarse el hombre así".

Y así lo entendieron los Apóstoles cuando escucharon:

"El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no carga con su cruz y viene detrás de mí, no es digno de mí. El que antepone a todo su propia vida, la perderá, y el que sacrifique su vida por mi causa, la hallará". (Mt. 16, 37-39).

Así lo entendió Pedro cuando dijo:

"Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido" (Mt. 19, 27; Mc. 10, 28; cf Lc. 18, 28).

Célibe fue Jesús, San Juan Apóstol, Timoteo, San Pablo y todos los Padres de la Iglesia del Siglo I como Ignacio de Antioquia, Policarpo de Esmirna, Ireneo de Lión y demás eran célibes.

- El hombre no puede vivir sin sexo. En una oportunidad, un pobre señor decía en la estación 1'040 que el sexo era tan imprescindible como el comer o defecar. Pobre señor, que degrada al ser humano a la función de un simple animal, y más pobre es la presentadora que estuvo de acuerdo con eso. La procreación está en el plan de Dios, el sexo es santo y es bendecido en la Iglesia que es la única Institución que lo ha elevado a Sacramento; en el sexo el hombre se asemeja a Dios porque crea vida; pero decir que es imprescindible para vivir es insultar a millones de tías y mujeres santas que nos han criado y han derramado amor en nuestras familias y que aún no casándose supieron vivir amando y dar amor.

Un ciego no puede describir un arco iris, una persona carnal y que no conoce a Dios no puede pontificar sobre qué es el Celibato, este bien entendido y bien llevado amor personal de procreación se sublima en el amor de Dios a todas las criaturas que lo configure a Cristo. El día que el hombre pierda la capacidad de entrega a un valor superior y limite toda su vida a las funciones vitales fuera de control y sin objetivo habremos perdido la condición de hombres y seremos puros animales, Usted, señor, y usted presentadora no saben que Dios suple y llena los rincones de aquel a quien llama, que el hombre tiene capacidad de entregarse y de servir diferenciándose así de un perro.

- La Iglesia se tiene que “Modernizar”. Estas personas se han olvidado que los escándalos que estamos teniendo provienen de esa falsa modernización, la Iglesia tiene que ser FIEL, no tiene que cambiar porque la verdad no cambia. El gran origen y raíz de los escándalos que hemos sufrido es que quisimos abrir las ventanas al mundo para que entrara la luz y olvidamos que la luz está DENTRO y no fuera, quisimos parecernos al mundo Y VAYA SI LO HEMOS LOGRADO!!!

El Santo Padre Pablo VI que lo vivió dijo:

Parecía que después del Concilio vendría un día de sol para la historia de la Iglesia, pero por el contrario, ha venido un tiempo de nubes, tempestad y oscuridad, porque ha intervenido el poder adverso: Satanás”. (Pablo VI, alocución del 29 de Junio de 1972).

San Pablo especifica muy claro en II Tesalonicenses 2, 1-3:

Por lo que respecta a la venida de Nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con El, os rogamos, hermanos, que no os dejéis alterar tan fácilmente en vuestro ánimo, ni os alarméis por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que os haga suponer que está inminente el Día del Señor. Que nadie os engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre impío, el hijo de perdición”.

Dice el Diccionario:

Apostasía (lat. apostasía, y este del gr. ἀπoστασία) es la negación, renuncia o abjuración a la fe en una religión, así como la salida o abandono irregular de una orden religiosa o sacerdotal. También puede hacer referencia al clérigo que prescinde usualmente de su condición, incumpliendo así sus obligaciones clericales. Y, de modo más general, abandonar un partido para entrar en otro, o cambiar de opinión o doctrina.

San Pablo también lo alerta:

Hechos 20, 28-31 “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por Obispos, para apacentar la Iglesia del Señor, la cual El ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno”. Vea También 2 Corintios 11, 13-15; 2 Pedro 2, 1-4; 1 Juan 2, 18-24.

Así que tenemos que, antes de la segunda venida del Señor habrá una apostasía mayor que todas las anteriores, este abandono de la fe será en la Iglesia verdadera de Jesús, no en las que ya han apostatado pues en ellas no sería apostasía, así que a nadie le debe extrañar que estas cosas estén sucediendo. TIENEN QUE SUCEDER y está profetizado.

El Santo Padre Benedicto XVI en una oportunidad cuando ordenaba diecinueve sacerdotes, con gran claridad espiritual nos hablaba, poniendo en su lugar cuál es la piedra del escándalo, no es el Celibato, es la vida del Consagrado. Y decía: "el mundo", entendido en el sentido evangélico, también contamina la Iglesia, a la vez que en la misma homilía de esta celebración eucarística, presidida en la Basílica de San Pedro del Vaticano, el pontífice ofreció pistas para vivir una vida de santidad a los nuevos presbíteros de la Diócesis de Roma.

"Es verdad -reconoció el Papa-, y nosotros, los sacerdotes, lo sabemos por experiencia: el 'mundo', en la acepción de Juan, no comprende al cristiano, no comprende a los ministros del Evangelio. En parte, porque de hecho no conoce a Dios; y en parte, porque no quiere conocerlo".

"El mundo no quiere conocer a Dios y escuchar a sus ministros, pues esto lo pondría en crisis", aclaró.

El mundo, dijo, insistiendo en el sentido evangélico de este término, " insidia también a la Iglesia, contagiando a sus miembros y a los mismos ministros ordenados".

El "mundo", subrayó, "es una mentalidad, una manera de pensar y de vivir que puede contaminar incluso a la Iglesia, y de hecho la contamina, y por tanto exige constante vigilancia y purificación".

"Estamos 'en' el mundo, y corremos también el riesgo de ser 'del' mundo. Y, de hecho, a veces lo somos".

Para poder tender a la entrega total a Dios, a la santidad, el Papa recomendó a los nuevos sacerdotes vida de oración, "ante todo, en la Santa Misa cotidiana"."La celebración eucarística es el acto de oración más grande y más alto, y constituye el centro y la fuente de la cual también las demás formas de oración reciben la 'savia': la liturgia de las horas, la adoración eucarística, la lectio divina, el Santo Rosario, la meditación".

"El sacerdote que reza mucho y reza bien, va quedando progresivamente despojado de sí mismo y queda cada vez más unido a Jesús, Buen Pastor y Siervo de los hermanos", aseguró el Papa.

"En conformidad con El, también el sacerdote 'da la vida' por las ovejas que le han sido encomendadas", concluyó.

Hermanos, yo les propongo en vez de criticar, HACER REPARACIÓN. En vez de enfriarnos afianzarnos más en la FE. En vez de abandonar ser más fieles a nuestro Bautismo.

Tenemos que orar por nuestros sacerdotes, amar a nuestra Iglesia y mantenernos fieles junto a nuestros Arzobispos y Obispos. La batalla está ganada, y a ustedes promotores de todo lo malo y de todo lo sucio tengan la certeza de que las puertas del infierno NO prevalecerán.

Los cito ante el Trono de Cristo +

Respuesta a la Dra. Lilliam Fondeur

Renegar de la ciencia o "mentir acerca de la ciencia".

Ref.: http://www.elnacional.com.do/opiniones/2009/6/6/17940/GINECOLOGIA-ACTUALIZADA

Es muy interesante leer de usted lo siguiente y cito:

"Los significados de este nacimiento son múltiples, pero hay uno muy importante… propiciar la vida..."

En este caso no aducirá usted su manoseado argumento de ayudar a "la mujer pobre", toda vez que estas técnicas resultan incosteables para los pobres y hasta para parejas de clase media, ya que ese procedimiento es bastante lucrativo a quienes lo realizan, toda vez que el costo de dichas técnicas oscila entre 9,000 Euros ó 12,000 dólares por intento, (traducidos a pesos estamos hablando RD$450,000 por intento, cerca de RD$2,500,000 los intentos totales), siendo entre 4 y 6 el promedio de una pareja que opta por llevar a termino dichos tratamientos, y ofreciendo mayores posibilidades entre otras variables la edad de la mujer que se somete a los mismos, a menos que se opte por soluciones heterólogas, es decir con óvulos jóvenes de donantes.

Continua usted aseverando que por medio a dicha técnica se fecundan, (es decir se logran que varios bebes inicien su desarrollo) y que dos o tres de ellos se colocan en el útero materno para ver cuantos se implantan finalmente, las preguntas de deben hacerse las parejas de nuestro país, no habiendo ninguna regulación que controle estas técnicas pueden ser las siguientes:

1. ¿Que cantidad de hormonas me colocan para producir esa cantidad adicional de óvulos maduros?

2. ¿Que cantidad de óvulos maduros exponen a los espermatozoides de su pareja para lograr la fecundación?

3. ¿Son tres, cuatro, cinco, seis, siete, diez bebes en formación?

4. ¿No tienen los médicos dominicanos la tentación de fertilizar muchos óvulos e implantarlos para tener mayores probabilidades de éxito?

5. Los óvulos frecundados sobrantes, ¿qué hacen con ellos?: ¿botarlos o congelarlos?, ¿por cuanto tiempo? ¿luego los implantaran? ¿a quien? ¿usarlos en investigaciones de células madres embrionarias?, que por cierto no han dado al momento ningún resultado, ya que se sabe en pruebas de laboratorio con ratas producen unos tumores muy agresivos que se conocen como teratomas, al momento, mientras hay más de 2,500 estudios en proceso con células madres adultas, algunos con resultados comprobados en la cura de diversas enfermedades, mientras con células madres embrionarias, solo hay unos tres estudios en proceso o que finalmente pasado el tiempo que se estime están en buen estado, ¿su destino es botarlos?

6. ¿Reciben las parejas dominicanas toda la información acerca del porcentaje real de éxito y los riesgos emocionales ante los repetidos fracasos, teniendo en cuenta que son parejas que ya vienen angustiadas por el imperioso deseo de ser padres?

Cuando se lee el siguiente párrafo cualquiera creería que no fue escrito por una médico ginecóloga con tantas imprecisiones técnicas, y cito:

"El artículo 30 le otorga calidad de seres humanos a estos óvulos restantes, por lo tanto su proceso de desarrollo no puede terminar en un congelador. De este modo la nueva Constitución prohibiría la fertilización in vitro. Impediría que las parejas infértiles puedan procrear".

No es el articulo 30 quien otorga calidad de SERES HUMANOS a los EMBRIONES restantes (No óvulos - el ovulo es solo la celula con el aporte de la mujer - el EMBRION es la Nueva Persona que surge de la unión de ambos Gametos), es la CIENCIA, LA BIOLOGIA; LA EMBRIOLOGIA, LA GENETICA, las que señalan sin dudas que el inicio de la vida humana es en el momento de la unión del Ovulo y el Espermatozoide. El articulo 30 lo que hace con todo rigor cientifico es precisarlo a la luz de los más modernos avances del Genoma Humano, del Mapa Genético y de todos los adelantos de la ciencia de hoy, ciertamente no es un CONGELADOR o el basurero de un laboratorio, el lugar donde deben de ir a parar los seres humanos, producidos por estas técnicas en nuestro país, donde no hay leyes que regulen esta actividad; más bien deberían ustedes, conforme a la BIOETICA, tratar de buscar un adecuado manejo de estas técnicas sin control actualmente.

No es tampoco el Artículo 30 el que hace que las parejas sean infértiles, pues aun con estas técnicas muchísimas parejas, luego de gastar altísimas sumas y cada vez mas heridos emocionalmente, seguirán siendo desgraciadamente infértiles.

Miente cuando afirma y cito:

"Cerca de 113.000 tratamientos de FIV se realizan en Estados Unidos cada año, con un promedio de efectividad de 72 por ciento".

Copio del mismo estudio que usted usa en este artículo, pero sin manipular:

"Así, según un estudio elaborado por Harvard Medical School, mientras en las mujeres menores de 35 años infértiles, por motivos como el bloqueo de las trompas de Falopio o una endometriosis, sí que pueden conseguirse las mismas oportunidades que en mujeres sin problemas, la FIV no consigue contrarrestar la disminución de fecundidad que se produce en las mayores de 40 años".

"Los investigadores estudiaron a 6.164 pacientes sometidos a 14.248 ciclos de fecundación in vitro entre 2000 y 2005. El porcentaje de efectividad después de seis ciclos fue del 72%, basándose en los análisis más optimistas que supone que los pacientes que no regresaron para el seguimiento de los ciclos de FIV tendrían la misma oportunidad de conseguir un embarazo que los que continuaron el tratamiento. En el análisis más pesimista, que no contempla embarazos entre los que no volvieron, la tasa de éxito es del 51%. Para el investigador Penzias, probablemente la tasa se encuentre entre estas dos cifras. Pero las investigaciones demuestran que esta tasa de éxito varía en función de la edad".

"Más de 113.000 tratamientos de FIV se realizan en Estados Unidos cada año. Y este número aumenta constantemente, debido a que las mujeres retrasan la edad de embarazo debido a sus carreras profesionales y otras razones. Aproximadamente, el 10%de estos tratamientos se hacen en mujeres que superan los 40 años".

"El procedimiento, que cuesta alrededor de 9.000 euros por intento, puede ser física y emocionalmente agotador. Y es que las mujeres se someten durante varias semanas a inyecciones de hormonas para estimular los ovarios y a veces deben someterse a un procedimiento quirúrgico doloroso. El proceso a menudo requiere varios ciclos, por lo que las pacientes viven en una permanente montaña rusa emocional, que este estudio pretende mitigar con información".

Concluyo con estas transcripciones del estudio semi-citado por la Dra. Fondeur:

"Elizabeth Ginsburg, presidenta de la Society for Assisted Reproductive Technology, alabó la investigación realizada. "Es muy útil para dar una idea de las posibilidades de éxito a los pacientes que persisten en estos tratamientos"

Los niños y las niñas nacidas bajo estas tecnicas son hijos e hijas de Dios, quien no hace distinción por la manera de su concepción, sin ser discriminados por no haber sido concebidos de manera natural, y es una manipulación cruel e innecesaria querer culpabilizar a parejas que ya de por si habian sufrido la imposibilidad de tener hijos propios, lo que hay que preguntar a la autora de este artículo, la cual defiende ardorosamente estas tecnicas y contradictoriamente también defiende el aborto, es por cada niño o niña nacida, ¿cuántas decenas de parejas se han desmoronado emocional y económicamente cuando fracasa el proceso?.

Conozco un caso muy cercano que luego de tres costosos intentos, les proponen una fecundación heterologa, con semen de donante a lo que la pareja no accedió y el esposo, muy molesto con la propuesta, dijo: "Hasta ahí no" y optaron por una feliz adopción, que hoy disfrutan con gran amor a su hijo esperado y logrado por este medio.

Para argumentar hay que hablar la verdad, pero toda la verdad, no las medias verdades, que es peor que mentir...

Ciertamente El Poder Legislativo, surgido de la voluntad mayoritaria del pueblo que votó por ellos y los elige, tienen el compromiso ineludible de producir lo que es el norte de la democracia, convertir la Ley de Leyes, La Constitución, en la respuesta del deseo de la mayoría, y, de que somos mayoría, no hay la menor duda.

Arq. Mercy Núñez de Avilés
Pro Vida Dominicana

Otra vez, no al aborto

Por Luz García de Soto

No veo, ni oigo, ni entiendo. Con lo del aborto, no se puede tener condescendencia. Con lo del aborto, no podemos ser tolerantes. No admitir, no permitir, no ceder, no entender.

Con lo del aborto no debemos ser razonables. Que no haya lógica posible, ni pero que valga. Que se frustre la modernidad. La vanguardia. La moda. La onda. La nueva ola. La tecnología de punta, la ciencia, los avances. En esto no podemos estar en la “cosa”.

Tenemos que quedarnos en la cola. No llegar hasta ahí. Tenemos que ser tercas con lo del aborto. Lo suficientemente testarudas para rechazarlo de plano.

Decir que no, sin pensarlo dos veces. En esto tenemos que quedarnos atrás. Como sociedad ser la última en caer en esa iniquidad. No aceptarlo jamás.

Debemos ser intransigentes con la cuestión de proteger la vida y sus razones. No aceptar razones, opiniones ni excusas. Argumentos baladíes que esconden crímenes y vagamunderías.

La cuestión es rechazarlo de plano como se hace con un asesinato. Condenar cualquier intento de homicidio premeditado. Hay que ser obcecadas. Apasionadas. Tercas. Obstinadas. Obsesionadas. Pertinaces. Tozudas. Empecinadas para defender la existencia. Decirles que no y mil veces que no. Declararnos atrasadas. Arcaicas. Anticuadas. Pasadas de moda. Fanáticas, pero no acceder nunca a matar a la inocencia, ultimar la posibilidad más bella de la ternura.

Tenemos que ser fundamentalistas con la protección de la vida. No se puede atentar contra el viejo milagro de la existencia.

Agredir el viejo truco de Dios. Jamás permitir el desliz de desperdiciar lo más prodigioso que tenemos porque si, porque nos da la gana. Porque es una muestra de avance. Porque parece que matar permite el desarrollo, consolida la libertad y la democracia.

Si es así, yo no quiero ser feminista, ni progresista, ni liberal, ni vanguardista, ni nada. Rechazo cualquier derecho manchado de ignominia. Me declaro con gusto, anacrónica, cursi, retardataria, reaccionaria, ignorante y despistada.

Con esto yo no quiero ser simpática, popular o aquiescente. No se puede estar con Dios y con el diablo. Que no haya excusas, ni plazos, ni medias tintas. El asunto es no transigir. No dejar ninguna posibilidad. No permitir ningún resquicio.

Es que nadie debe tener ese derecho. Caramba, y si accedemos a darle a alguien esa terrible potestad, que no haya dudas, mañana deshumanizados, insensibles, crueles, perversos y despiadados, accederemos sin remedio a permitir cualquier cosa y todo lo demás.

¡Oh Padrecito querido, que miedo tengo!

Por Conchita-Cabral de Arcalá y Mario Arcalá Cabral

Hace unos segundos que acabo de salir de tus manos poderosas, como un hombre criatura, la más amada hecha a tu imagen y semejanza ¡y con una gloriosa alma inmortal...¡

Ha sido un largo y difícil viaje: una tremenda lucha con mis demás hermanitos, que querían colocarse en el tibio y dulce seno de nuestra madre; la que tú nos diste para nutrirnos, cuidarnos y amarnos hasta más allá del último día de nuestra vida mortal: ¡Mi madre, un ángel remedio de Dios, aquí en la tierra!; estoy loco por ver su amado rostro; porque hasta ahora, sólo oigo su linda vozÖ! , y yo no quería venir a la tierra y Jesús mi Padrecito me dijo que un ángel del cielo me esperaría aquí, que no temiera nada, porque las madres son todas ángeles enviadas por Dios para cuidad a sus hijitos...

He crecido ya bastante: tengo bracitos, piernitas y ojitos; porque las semanas ya han pasado. ¿Pero qué pasa, qué estoy oyendo cosas terribles: el hombre que me engendró en mi madre, mediante el más cruel acto de violencia, es su propio padre; lo que quiere decir que además de mi padre también es mi abuelito. ¡Las voces suben de tono! Tengo mucho miedo, nunca había oído ruidos iguales! Defiéndeme tú, padre-abuelito, o como te llames; déjame existir! Oigo que parece que no quieren que yo exista. Pero yo ya existo, yo también estoy aquí. Mi padrecito Dios me dijo que yo también era su hijo, que Él me había engendrado desde sus planes insondables, eternos y desconocidos, desde antes de la plenitud de los tiempos...!

Pedir la muerte

¡Pero sigo escuchando voces terribles: las voces suenan cada vez más enojadas; es con furia violenta!: ¡Pero si es mi muerte lo que están pidiendo! -; no los entiendo. ¿Cómo están pidiendo y hablando de matarme y de quitarme la vida que Jesús me dio; ¿Pero qué es lo que dicen?; yo no puedo defenderme, aún no tengo voz!

¡Señores, deben recordar, hagan memoria!: Una vez existió un emperador terrible, guerrero feroz y conquistador de naciones, que se llamó Napoleón Bonaparte, y él, aún con toda su fiereza y el gran miedo que le inspiraba a los pueblos, al momento de mandar a sus mejores juristas a escribir el Código Civil de su Patria, Francia, les ordenó que lo comenzaran así: ¡Infant Habetur!, locución latina que quiere decir: ¡Tenemos un niño!; queriendo significar con ello que desde la concepción somos personas; con todos los derechos inherentes a la personería jurídica: comenzando con “EL DERECHO A LA VIDA; porque en ningún código o legislación histórica de los hombres se ha consignado nunca jamás el ominoso y siniestro mandato del ¡DERECHO A MATAR...!

Los cánones legales

Los hombres matan, asesinan, sí a lo calladito, pero jamás cumpliendo canon legal escrito alguno. Esta terrible y perversa moción del alma humana del ASESINATO es un código NO ESCRITO, intocable, con la hondura de los más negros designios, el cual ni las mismas bestias más feroces y salvajes de las selvas practican, sólo apelan ante su hambre y por el impulso poderoso de las supervivencia de su especie. ¡Pero jamás matan por matar! Así, en estos códigos primigenios de Francia, transmitidos a innumeras naciones, se manda que yo soy un hombre concebido, puedo recibir y transmitir donaciones, puedo realizar legados de pagos y de recepción de dineros de bienes muebles e inmuebles, transacciones hereditarias son legalmente mías: ¡Para todos los efectos, soy un hombre, soy persona! Todos los seres vivos existen desde el mágico y preciso instante de su concepción: los animales, los minerales, las plantas: todos comienzan, existiendo como un organismo unicelular que luego se multiplica en el inacabable carrusel de las fantásticas células y sistemas: ¡Lo sabemos por la ciencia, la hermana perfectísima de la razón!

Luego soy persona desde el esplendoroso instante que las células reproductoras de mi padre y de mi madre se unieron en la grandiosa danza de la vida, sin importar por qué y en donde esta maravilla se cumplió una vez más: soy la más grandiosa de las “MAGNALIA DEI”, (la maravilla más portentosa de la obra de Dios): ¿Verdad que esto es muy fácil de entender? Entonces ¿cómo es qué ahora en los siglos de las luces y de los más soñados e inverosímiles avances, lo queremos negar y no lo entendemos? Porque mucho antes de la constitución del mundo ya Dios, su Eterno Creador, había pensado en los planes y en la existencia de cada uno de nosotros, seres distintos y únicos, amados por Él, profundamente, desde su inconmensurable eternidad, hasta el momento presente. Nosotros somos sus hijos, cuya redención Jesús, el Hijo del Padre, coronó en la Cruz, para la salvación eterna de la humanidad.

¿Cómo acaso no entienden que en el libro de libros de una Nación (su Carta Magna, la que abarca toda la magnitud de su razón de existir como nación), se han inscrito con letras de oro el mandato divino de : ¡NO MATARÁS! Que esa Constitución o Carta Magna de un país son los principios escritos, son los mandatos “sombrillas”, que cubren la gama de todos los conceptos inherentes a esta sublime prohibición; y en los demás casos de madres violadas, madres en peligros de extinción y de muerte, madres abusadas muy jóvenes o en inminente peligro por una enfermedad terminal, que la coloca a ella o a su criatura a escoger por uno de las dos en la línea de la muerte.

Estos casos serán tratados por la CASUÍSTICA, en cada caso, por la conciencia y la responsabilidad ante Dios de una decisión iluminada por la luz de la fe y de la razón, por la caridad ante cada caso que se presente; en ese instante supremo, será una decisión basada pura y simplemente en la misericordia, en la compasión y en la viabilidad de la acción; y entonces, y sólo entonces, sabremos que hacer sí somos obedientes y sumisos a los deseos y mandatos del Creador.

Ley de Leyes.

Lo que no podemos jamás, es consignarlo como bueno y válido en nuestra “Ley de Leyes”: El que se puede matar a mansalva, porque lo que se asesina no es ni siquiera persona! En el mundo del absurdo y de las sinrazones del pensamiento humano, esta sería la más cruel y malvada de las decisiones de los hombres! Asesinarlos sería negar de la manera más irracional la existencia misma de Dios; esa existencia, la más racional de todas, a Quien con nuestra sola razón, alimentada por la fe más viva somos capaces de llegar a reconocer su Grandioso Existir; porque en el concierto perfectísimo de todo el UNIVERSO ESTÁ DIOS¡ ; y es la ciencia misma que nos empuja paralelamente con la razón, tal y como lo intuyó el mundo pagano, a través de sus grandes razonamientos, erigiendo en el Areópago de Atenas su monumento grandioso “al Dios desconocido”: ¡DIOS ES EL CREADOR DE TODAS LAS COSAS! Y la demostración más portentosa de su existencia, es como se ha demostrado por la razón de la ciencia y el discernimiento, cuál es el momento de la infusión del alma: No es la RELIGION que NOS LO DICE, ES LA CIENCIA que nos lo demuestra en sus análisis unívocos y perfectos y en sus demostraciones reales. SOY UN HOMBRE, desde el primer momento que cual relámpago que estalló en luz y vida en el preciso instante que se unieron el óvulo de mi madre con el espermatozoide de mi padre. No podemos consignar en nuestro Libro Magno, que podemos impune y cruelmente ahogar en sangre a la nación desde Cabo Isabela hasta la Isla Saona. La Constitución de un pueblo comprende su cuerpo físico, su espíritu, su credo, su fe y su fortaleza: Ella toda no es un instrumento fragmentado; es igual que el alma y el cuerpo, es igual que el espíritu y la materia; de ahí que la llamamos Alma inmortal.

“El Espíritu de las Leyes...” es un compendio del Ethos o el alma nacional del país, de su alma inmortal, soberana y libérrima, la poseedora a ultranza del concepto que nos da el noble Derecho Internacional del “Rex Dominium” (El Dominio del Rey), vale decir, de su soberanía absoluta.

Así es de simple, nobles legisladores, las leyes de los hombres desde tiempos inmemoriales caen dentro de estas dos esferas: la primera, las leyes que nos damos en nuestras constituciones y declaran sabiamente nuestros principios e intenciones: tal como “EL NO MATARÁS”, espectro legal que cubre la defensa de la vida desde el mismo momento de la concepción, impidiendo además que cuerpecitos de concebidos sean destrozados y sus restos tirados en la basura en busca de arrancarles de sus entrañas los tesoros “de sus células madres”, fundamentándose en las más científicas de las razones; leyes que además protegen a los más viejos de nosotros, para librarnos de la eutanasia para protegernos; y más aún, prohibiendo la pena de muerte para que no sea aplicada ni aún, al más abyecto de los hombres, y defendiendo así nuestras vidas, hasta el borde mismo de nuestras tumbas...

SERÉ UN NIÑO MUY BUENO, OBEDIENTE Y ESTUDIOSO. ¡NO ME ASESINEN…! ¡POR AMOR A DIOS…!

Es por esa razón que mientras menos largos y explicativos sean los mandatos de nuestras constituciones, mayor solemnidad y gran respeto han de inspirar. Y porque serán más comprensibles para todo el mundo, porque todo lo demás cae en los razonamientos de la segunda esfera del espíritu de las leyes: es el espectro casuístico, racional y sensible que ha de aplicarse en cada caso trágico y difícil, según las circunstancias; el cual ha de dilucidarse a la luz de la sabiduría infinita, que Dios imprime en el alma de cada hombre que viene a este mundo. Son luces que han de fulgurar resplandecientes para impedirnos cometer los más atroces y sangrientos crímenes; las muertes a pedazos y a dentelladas de los sin voces, los de sin auxilio, de los que no pidieron ser nunca traídos al mundo: ¡los de los hechos a la vida por la voluntad omnímoda del Rey y Dueño de la Historia, de los tiempos y de los hombres…!

Comprendan grandes señores que el aborto, por definición, es un crimen catastrófico de naturaleza tan vil, cobarde y execrable, que en ninguna de las lenguas que hablan los hombres se le ha podido comparar con alguna otra acción con la que tenga similitud: es un acto indigno de la humanidad…

¡Señoras, tan lindas señoras!: No me odien así, Ustedes no me conocen, ni yo jamás les he hecho daño alguno: sólo el existir! ¡Bien podría ser el hijito de una de ustedes! No repitan más que mi madre es la dueña absoluta de todo lo que hay en su cuerpo; sí lo es, excepto de mí “que no soy un aditamento molesto, que debe ser eliminado…” y enviado putrefacto a la basura. “Yo no soy parte del cuerpo de mi madre y ella ni nadie tiene el poder absoluto sobre mi persona para asesinarme: Yo soy OTRA PERSONA, OBRA DE DIOS, por ÉL SOY y EXISTO, y A ÉL he de volver”. Esta madre mía es solo el receptáculo milagroso que Dios escogió para que yo me nutriera y finalmente naciera a la vida a cumplir sus planes.

!Porque cada madre está adornada de todas las gracias, al llevar en su seno una criatura de Dios! La pregunta vital es: ¿para qué estoy yo aquí?, ¿Cuáles son las intenciones de Dios conmigo?; ¡Qué triste que la gente inteligente, racional y con conocimientos, emborrachada en pasiones irracionales nieguen la verdad del portento de Dios al crear la vida! Todas las madres engendradas, no importa cómo o bajo que actos, están cumpliendo la voluntad de Dios, insertadas en el plan grandioso del Señor, el Creador de todo el universo, planes en los cuales, ni en el más dilatado de nuestros sueños, podríamos ni tan siquiera pisar sus umbrales.

Busquen a las nobles y buenas señoras de Conani, pregúntenles a ellas si están dispuestas a defenderme y cuidarme amorosamente, para que yo no muera… !Ah, y por favor llamen a Doña Margarita Cedeño, nuestra linda y misericordiosa Primera Dama: ¡Pregúntenle por mí; ella ama a todos los niños: además ella es muy buena abogada y estoy seguro que impedirá mi muerte… A lo mejor ella podría diseñar lo que se llamaría: “Banco de niños para ser adoptados y amados”; saben, en los helados países del norte de la tierra y en muchas otras naciones del mundo, las demografías de sus pobladores está bajando peligrosa y vertiginosamente; allí nos podrían adoptar a todos para impedir nuestras muertes…

¡Por favor, por favor, no nos maten…! Llamen también a doña Consuelo Despradel: ella es valiente, noble y decidida; ella tiene tres nietecitos trillizos además de sus hijos; ella podrá decirles de la dulzura, de la alegre esperanza y de las ilusiones de vida que damos los niños: ¡que hable de nosotros tempranito en su programa…!

A veces, hablamos de nuestros pecados y de nuestras culpas, como si fuera algo distinto de nosotros: pero este pecado, esta falta tan bárbara de quitarme mi pobrecita y pequeñita vida, es el más grave y contrario a la ley de Dios, y hace irremediablemente corresponsables de él, a toda la humanidad, de éstos crímenes monstruosos, impensables e imperdonables; porque a mí jamás se me oyó defenderme, pues aún no tengo voz, sólo gemidos; a mí no se me juzgó en los tribunales civiles de los hombres: ni en el Tribunal Internacional Penal de La Haya, ni en el Tribunal Penal Internacional Capítulo de Roma; ni en el Tribunal Interamericano de Defensa de los Derechos Humanos; ni el Juez Garzón fiscal justiciero e internacionalista me anda buscando; ni en la recopilación de los Derechos Humanos de Tratados, Leyes, Decretos y Reglamentos de nuestra Patria, se encuentran consignados mis delitos, que me merezcan esta crudelísima forma de morir; y mucho menos he asistido a algún tribunal de alzada, para fijar mi apelación...

¿O será tal vez que me juzgarán “in situ” como lo hicieron con los criminales de guerra nazi y todos los demás criminales; … ya que no encuentran para mí una jurisdicción competente Ad- Hoc…

De qué serviría “La Convención de los Derechos del Niño” del 20 de noviembre de 1989, en la cual todos los Estados- Partes del mundo nos amparaban en todos los sentidos: ¡Ya estaremos muertos todos si violan el “Derecho a vivir”, fundamental para que existan todos los niños del mundo…!

Miren también en los Reglamentos del Derecho Humanitario aplicable a combatientes y soldados en guerra, donde según la Convención de Ginebra, dice que un soldado herido no se puede fusilar…! Aplíquenme ese a mí también: mi pequeño corazón está herido en pedazos por el terror!! No descuarticen mi cuerpo tan cruelmente! ¡Soy un hombre; y lo menos que merezco es morir con dignidad! O llamen a la Cruz Roja Internacional o a la Media Luna Roja del Islam, para que me ubiquen en los campamentos de los refugiados y de los desplazados del mundo. ¡Por nuestro Divino Señor Jesús-Crucificado!: ¡No me quiten la vida…! ¡Quiero vivir; no quiero morir despedazado o envenenado…! ¡Tengo miedo…!

¡Quiero ver el esplendor refulgente del sol, a la plateada luna, a las fulgurantes estrellas; quiero bañarme en las cantarinas olas del mar! Quiero que me amen, que me abracen, que me añoñen; saborear un caramelo, tener un perrito; quiero ir a la escuela: seré un niño muy bueno, obediente y estudioso.

¡No me asesinen…! ¡Por amor a Dios…!

¡Quiero ser bautizado; quiero hacer mi Primera Comunión; o que los Padres que van a sus hermosos servicios de cultos, nos lleven a sus iglesias a cantar alabanzas al Creador…! ¡Protéjanme sacerdotes, pastores, hombres y mujeres de Iglesias: somos también Hijos de Dios…!

Llamen a Miguel Franjul, a Pepín Corripio y a Adriano Miguel Tejada; ellos son padres y abuelos varias veces; defensores con gran valor de las mejores causas dominicanas; que tiñan de rojo los editoriales de sus nobles periódicos: ¡que señalen con sus inteligentes plumas las más hondas protestas por nuestros asesinatos!!... E infórmenselo también a Julito Hazim: él es muy bueno y muy noble y ¡es un gran médico!; él podrá explicarles a todos los inmensos dolores y el martirio sin nombre de mi muerte por aborto…

Señores legisladores: tribunos hacedores de las leyes de nuestra Patria: ¡Por favor, dejádme vivir, que Dios así lo dispuso!

¡Piensen en una pobrecita jovencita de Nazareth, vilipendiada, calumniada; desacreditada ante los suyos y ante su pueblo. - ¿Qué hubiera sido de la redención de la humanidad, si nuestra madre María Santísima, Madre de Dios y de todos los hombres, hubiese, avergonzada por las calumnias y las murmuraciones, decidido la muerte por aborto de Nuestro Amadísimo Jesús?!!

Señoras lindas, preciosas: si quieren, piénsenlo, pueden adoptarme: les prometo que seré el más obediente y amoroso de los hijos del mundo y siempre me portaré muy bien; sólo les daré alegrías y sonrisas y motivos de orgullo con mis estudios; y les cuidaré con inmensa ternura en su ancianidad… Madre mía, cuyo rostro amado aún no he visto, antes de tomar la fatídica decisión de asesinarme, permíteme con un sonograma escuchar los latidos de mi corazoncito sufriente, de la sangre que bulle en mis venas; ¡alterada por el miedo y el terror…!

Quisiera tanto, tanto, tanto dormirme acurrucadito en tu pecho y que tú me acaricies envuelto en un tibio abrazo: ¡Oh cuanto lo he soñado madrecita mía: porque quién me querría en este mundo así como debes de quererme tú? ¡Qué frío tengo: es el miedo que me arropa…!

Pienso que tal vez podría ser un ingeniero, y hacer casas muy lindas y puentes que unan a los pueblos; o un médico para cuidarte y atenderte y curar a todo el mundo; o tal vez un sacerdote, soldado de Cristo; consolador de las debilidades humanas y que lleve por toda la tierra las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad y la paz entre todos los hombres…

Nos han dicho que la madre que mata a sus hijos, oirá por la eternidad los gritos de dolor aterradores, de su criatura asesinada…No madre no: no me hagas eso a mí… Porque la vida será siempre mil veces más poderosa que la muerte; porque la vida está ordenada al bien inmarcesible e infinito, y al fin último y escatológico que es Dios…

¡Jesús, que fuiste un niñito cuando naciste en Belén y te libraste de las huestes asesinas del Rey Herodes: ¡Mándame a mi Santo Ángel de la Guarda, para que me esconda y me libre de esas cuchillas mortales… yo quiero despertarme en los brazos amorosos de mi madre, y jamás sentir este hierro frío y cortante que quiere raspando y mordiendo mi cuerpecito deshacer mis piernitas, mis ojitos y mi cabecita… ¡Padrecito Jesús protégeme! ¡En tus manos encomiendo mi pequeñita vida y mi almita que sólo te tiene a ti y por ti suspira…¡Cuídame y defiéndeme Padrecito, Bueno…! ¡Qué miedo tengo padrecito mío, protégeme y defiéndeme que mi único refugio eres tú…!

¿Qué es un embrión?

Por la Dr. Mónica López Barahona

Para poder profundizar en el estatuto genético del embrión humano, es necesario definir previamente sus características particulares, que hacen de él, desde su primera célula, denominada cigoto, una vida humana única e irrepetible.

El cigoto es una célula que posee una dotación cromosómica diploide (2n), dotación que proviene de la fusión de dos células haploides (n) denominadas células gaméticas y concretamente óvulo (gameto femenino) y espermatozoide (gameto masculino). De este modo, si no se produce una patología (por ejemplo trisomía) que altere el número de cromosomas, el cigoto posee su dotación génica repartida en 23 pares de cromosomas.

En esos genes, está toda la información necesaria para que el cigoto se divida y vaya generando los tejidos, los órganos y las estructuras del cuerpo humano. El cigoto, en cuanto es célula, es unidad de vida. Por poseer un DNA específicamente humano (reconocido por sus secuencias Alu), es vida humana. Ahora bien, podría argumentarse que cualquier otra célula del cuerpo humano también es una unidad de vida, por ser una célula y de vida humana, pues su DNA también posee secuencias Alu y también es DNA específicamente humano, de acuerdo al mismo razonamiento.

Efectivamente, las dos afirmaciones anteriores son ciertas.

Un cigoto es una célula humana, y una célula epitelial también lo es. Sin embargo, hay una diferencia fundamental entre ambas; el cigoto en condiciones físico-químicas óptimas (ambientales y nutritivas), en sus sucesivas divisiones irá generando todas y cada una de las estructuras del organismo humano, frente a la célula epitelial, que en condiciones igualmente óptimas, al dividirse, sólo generará células epiteliales. Lo mismo ocurre con células musculares, hepáticas, fibroblásticas, etc.

Bien es verdad, que en un organismo existen células pluripotentes, como son los precursores hematopoyéticos o los precursores neuronales; células que en condiciones óptimas no se dividen generando células idénticas a la célula madre, sino células de la línea hematopoyéticos o células de glía o neuronales según el caso.

Es importante mencionar aquí que cada una de las células mencionadas (cigoto, células epiteliales, células madre hematopoyéticas, etc.) poseen el mismo DNA, el mismo número de genes, el mismo genoma. Sin embargo, el ambiente en el que este genoma se ubica hace que exprese sólo ciertos genes necesarios para producir células idénticas a la madre. De este modo puede producirse una determinada estirpe celular,a partir de una célula epitelial o de una célula madre hematopoyética, según el caso; o puede producirse todo el organismo humano a partir del cigoto.

De lo anteriormente expuesto, podemos concluir que el estatuto genético del embrión humano no viene dado sólo por su genoma -puesto que su secuencia de genes es idéntica en todas las células que integra el cuerpo humano excepto las germinales-, sino por el ambiente en el que éste se encuentra.

El óvulo fecundado es una vida humana, pues en él se encuentra contenido todo el genoma, en un ambiente óptimo para desarrollar todas las estructuras del organismo.

Una vez sentadas estas bases, podemos pasar a tratar la influencia que puede tener en el estatuto genético del embrión humano, uno de los descubrimientos científicos más llamativos de nuestro siglo. Se trata de la tecnología que se ha denominado clonación.

Clonar significa crear estructuras genéticamente idénticas, por lo tanto, el término clonación viene aplicándose en el campo de la Biología Molecular desde hace muchos años. Hace tan sólo dos años, en febrero de 1997, la palabra clonación adquiría una importancia mundial. El Dr. Ian Wilmut publicaba en Nature la obtención del primer mamífero superior clónico a partir de una célula somática. La oveja Dolly había visto la luz en el Instituto Roslin de Edimburgo.

Desde el punto de vista de la ciencia básica, el mero hecho de clonar mamíferos superiores no hubiera supuesto nada nuevo, pues la posibilidad de clonar a partir de células embrionarias era en el año 1997, algo ya logrado por la ciencia. La revolución conceptual en el ámbito de ciencia básica fue el hecho de que el material genético que se empleó para obtener un mamífero superior no provenía de una célula embrionaria, sino de una célula somática.

Dolly fue el resultado de la integración del genoma de una célula de glándula mamaria en un óvulo anucleado.

Para obtener el DNA precursor de Dolly, se tomaron células de la gándula mamaria de una oveja preñada hasta conseguir extraer el DNA completo de una de ellas. Por otra parte, se emplearon cuarenta ovejas de las que se extrajeron 277 óvulos a los que se anucleó (extracción total del DNA genómico). Uno de estos óvulos anucleados recibió con éxito el DNA de la glándula mamaria. El óvulo así “fecundado” se implantó en el útero de una tercera oveja cuya misión sería la de madre de alquiler. Transcurridos los meses de gestación nació Dolly, una oveja genéticamente idéntica a la primera cuya glándula mamaria sirvió de fuente genética. Lo más sorprendente de este hecho es que el DNA de una célula somática y diferenciada en el que muchos genes están silenciados, puesto en el lugar adecuado (el óvulo), es capaz de recuperar toda su “actividad genética” y generar un organismo completo.

La célula de la que proviene el DNA del que se obtuvo Dolly, en condiciones óptimas de cultivo hubiera generado sólo células de glándula mamaria y el DNA genómico de glándula mamaria no expresa ni tiene activos todos sus genes, sino tan sólo los necesarios para llevar a cabo su función específica y para sobrevivir. Sin embargo, ese mismo DNA, en el seno del óvulo, recupera la actividad de sus genes silenciados por mecanismos que desconocemos y genera un individuo.

Con la clonación de Dolly se abrió un debate ético importante en el que muchas voces se alzaron unánimemente en contra de la clonación humana. Entre estas voces se encontraban las de los investigadores que habían obtenido a Dolly.

La clonación humana pertenecía entonces al campo de la ciencia-ficción y no tanto al campo estrictamente científico.

En noviembre de 1998 la revista Science publicaba un trabajo que era el fruto de la colaboración de dos laboratorios, el del Dr. Thomson en la Universidad de Wisconsin (U.S.A.), y el Dr. Itzkovitz, en el Centro Médico Nacional de Haifa (Israel). En este artículo se plantea la posibilidad de una clonación con fines terapéuticos.

Tras la aparición de Dolly, parecen haberse establecido dos objetivos para una posible clonación humana: uno reproductivo y el otro terapéutico; la clonación con fines reproductivos sigue siendo enérgicamente rechazada por un elevado porcentaje de la comunidad científica internacional. Elucubrando en un plano meramente teórico, hay poderosas razones para rechazar esta opción. Entre otras, cabría destacar que si la clonación humana llegara a producirse, habría consecuencias a nivel de mutaciones y reorganizaciones cromosómicas impredecibles que podrían surgir como consecuencia de la manipulación a la que hay que someter el DNA y los óvulos para obtener un ser clónico. Por otra parte, la diversidad genética de la especie humana se vería claramente afectada con el riesgo patológico que esto supone. Sería importante añadir entre los argumentos en contra de esta hipótesis, el hecho de que el varón no sería ya necesario para perpetuar la especie. Los anteriores son tan sólo tres argumentos científicos obvios, si bien el debate ético sobre la posibilidad de clonar hombres está abierto y la negativa a esta posibilidad es la postura más racional y más abundante en la sociedad, la legislación y la comunidad científica.

En cuanto a la clonación con fines terapéuticos es necesario, en primer lugar, describir en qué consiste técnica y biológicamente esta posibilidad.

Considero que en artículo de Science al que hacía referencia anteriormente, esta posibilidad de clonación terapeútica queda muy bien definida. Vamos a tratar de explicar aquí en qué consiste de un modo algo más divulgativo.

Tomando como “material” de partida los embriones fecundados para técnicas de fecundación in vitro, previo consentimiento informado de las parejas donantes, los investigadores de la Universidad de Wisconsin y del Centro Médico de Haifa han procedido del siguiente modo:

El óvulo fecundado in vitro con el espermatozoide, se ha cultivado en el laboratorio hasta el estadio de trofoblasto. En este punto del desarrollo embrionario, las células del embrión poseen todavía su capacidad totipotente. Es justamente en este punto donde los investigadores han intervenido en el desarrollo embrionario in vitro tomando algunas de las células del embrión y cultivándolas en una placa Petri con la consiguiente muerte del embrión.

El logro científico lo ha supuesto el mantener células totipotentes en cultivo. El objetivo del experimento fue intentar dirigir, mediante la adición de factores exógenos, la diferenciación de las células totipotentes en cultivo hacia la producción de tejidos; tejidos que de haberse obtenido, podrían emplearse eventualmente para transplantes. Sin embargo, los investigadores no han logrado aún esta diferenciación dirigida.

Es de vital trascendencia hacer notar que para obtener estas células totipotentes in vitro para su posterior mantenimiento en cultivo y eventual diferenciación dirigida, el embrión del que proceden las células muere. Aún en el caso en el que se hubiera logrado obtener tejido diferenciado por este procedimiento e incluso se hubiera trasplantado con éxito a un paciente, el precio de salvar la vida del receptor del tejido habría sido el sacrificio de otra vida igualmente digna y con los mismos derechos, pues es también vida humana, se trata de la vida del embrión.

Sólo una filosofía utilitarista en la que el fin justifica los medios puede favorecer este tipo de acciones.

Conviene hacer notar en este punto, que el experimento publicado en Science se realizó sin transgredir ninguna ley, pues en EE.UU. es legal emplear embriones para investigación siempre y cuando ésta se haga con fondos privados.

No tardaron en hacerse escuchar las voces de los laboratorios de EE.UU. que están financiados en gran medida con fondos públicos, para pedir el poder realizar este tipo de experimentos. El Senado ha resuelto financiar con fondos públicos la experimentación con células totipotentes embrionarias pues no son ya embrión –de hecho el embrión ha muerto al obtener de él estas células-, siempre y cuando las células se obtengan con fondos privados.

Si en algún momento pudieran generarse tejidos del modo descrito anteriormente, éstos seguirían presentando problemas de rechazo que habría que intentar solventar con técnicas de ingeniería genética. Sin embargo, esta dificultad podría obviarse si se recurre a la tecnología desarrollada por el Instituto Roslin en la producción de la oveja Dolly y se aplica a humanos.

De este modo, teóricamente, cualquier persona podría tener un banco de tejidos absolutamente compatible, pues sería genéticamente idéntico al donante.

Bastaría con tomar el DNA de una célula somática e introducirlo en un óvulo anucleado, continuar la fecundación in vitro de este embrión hasta el estado de trofoblasto, tomar parte de las células totipotentes con la consecuente muerte del embrión, y dirigir su diferenciación hacia el tejido requerido.

De hecho, los laboratorios implicados están ya arbitrando las medidas para poder establecer una colaboración en este sentido.

Paradójicamente si bien el concepto de un “hombre repuesto” repugnaba hace tan sólo dos años y se rechazaba unánimemente por la sociedad, legislación y comunidad científica, la idea de generar “embriones repuesto” parece estar teniendo una acogida favorable.

¿Se trata el respeto a la vida de un problema de cantidad o de tamaño? ¿Puede justificarse este tipo de acción -como alguien ha argumentado- diciendo que el embrión no lo siente? Estoy convencida de que con anestesia el “hombre repuesto” tampoco lo sentiría...

Es doloroso ver cómo se transgreden los derechos humanos cuando el hombre está en sus primeras etapas del desarrollo: En su desarrollo embrionario. La muerte de un ser humano cuando es embrión no parece escandalizar en la dimensión que la pérdida de una vida tiene.

A la vez que Science publicaba el experimento descrito, otro laboratorio de EE.UU. cuya cabeza es el Dr. Gearhart anunciaba cómo estaba solventando un objetivo idéntico: obtener tejidos in vitro. Los precursores en este caso están siendo células precursoras de línea germinal. El experimento se está llevando a cabo con fetos abortados de edades comprendidas entre cinco y nueve semanas. De estos fetos se están extrayendo las células precursoras de línea germinal y manteniéndolas en cultivo para posteriormente dirigir su diferenciación.

No debemos olvidar, sin embargo, que la ciencia no debe frenarse de modo radical y que la ciencia es fuente de progreso. Sirvan de ejemplo los experimentos realizados en una colaboración italo-canadiense dirigidos al mismo fin que los ensayos descritos anteriormente: la clonación terapéutica.

En febrero de 1999 la revista Science abría una puerta a la esperanza. Con esta publicación, asistimos nuevamente a una revolución en el campo de la Biología Celular. El experimento se ha llevado a cabo en ratones adultos. Los investigadores han tomado células pluripotentes del SNC en el cerebro de una estirpe de ratón. Estas células, poseen la capacidad de generar células del tejido nervioso. Pues bien, los neuroblastos se han inyectado en la médula ósea de otra estirpe de ratón, y sorprendentemente, los neuroblastos implantados en la médula han generado células de la línea hematopoyética.

De nuevo asistimos a un proceso en el que el ambiente en el que se encuentra una célula es decisivo para su posterior evolución. Nadie hubiera creído que un neuroblasto, en determinadas condiciones, pudiera producir células de la línea hematopoyética.

Ciertamente, estos resultados abren una posibilidad hacia una diferenciación dirigida de células pluripotentes no embrionarias. El problema ético quedaría así resuelto, pues no sería necesario sacrificar ninguna vida para obtener tejidos in vitro.

La razón y la capacidad tecnológica y científica deben estar al servicio del hombre y deben buscar soluciones experimentales que en ningún caso atenten contra los derechos humanos fundamentales, como es el derecho a la vida.

La Dra. Mónica López Barahona es Decana de la Facultad de Ciencias de la Universidad Francisco de Vitoria y vocal del Comité Asesor de Ética.

Obispo anglicano sobre caso Cutié

"Cambiar de iglesia no es como cambiar de camiseta"

En declaraciones a una radioemisora local, el obispo de la iglesia anglicana episcopal del Perú, William Godfrey, lamentó el escándalo protagonizado por Alberto Cutié y cuestionó su rápido ingreso como predicador a la iglesia episcopaliana.

Godfrey declaró a Radio Programas del Perú (RPP) que para que un sacerdote cambie de iglesia, debe de pasar por todo un proceso de adaptación que en este caso se ha omitido.

"Hay todo un proceso de adaptación antes de simplemente ponerlo al frente de una congregación y, aparte, no es como cambiarse de camiseta y todo esta bien, yo creo que es muy pronto para dejarlo predicar este domingo, dada las circunstancias habría sido más prudente y cauteloso esperar que todo el escándalo pase", indicó.

Asimismo, consideró "muy triste que un sacerdote contantos dones y con tanta influencia, que ha representado al evangelio de la manera como él lo ha hecho, es muy lamentable que no pasó de forma más discreta, pero él tiene que tomar sus decisiones. Yo no soy digno de juzgar o criticar, pero hirió a muchas personas que lo tenían como ejemplo".

"Creo que cada persona tiene que actuar según su conciencia, es una decisión personal, pero yo creo que es muy lamentable que haya pasado de esta manera porque pasar de una comunión a otra puede causar problemas entre las dos iglesias", agregó y dijo comprender el malestar del Arzobispo de Miami, Mons. John Favalora, ante la actitud de Cutié de anunciar su ingreso a la iglesia episcopaliana sin haber informado de su decisión a sus superiores.

Tomado de AciPrensa http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=25645

Aborto: asesinato de inocentes

Por Jorge Loring, S.I.

El proyecto de ampliar la ley del aborto ha puesto sobre el tapete este tema.

Quiero aportar una colaboración.

Se llama aborto la interrupción del embarazo cuando el feto todavía no puede sobrevivir fuera del seno materno.

Provocar el aborto directamente es un homicidio, porque el feto es un nuevo individuo plenamente capaz para lograr su desarrollo completo.

De la unión del óvulo con el espermatozoide nace un nuevo ser humano, una célula diferente con doble herencia: 23 cromosomas del padre y 23 de la madre.

Por eso, ese nuevo ser es persona humana.

Es persona humana desde la concepción hasta la muerte.

Y la dignidad de ser persona concede a toda naturaleza humana los mismos derechos[1].

Como la vida de una persona comienza con la concepción, el aborto provocado es un crimen.

El Concilio Vaticano II lo llama: «crimen abominable»[2].

Es un asesinato de lo más cruel y cobarde, pues el asesinado es un ser inocente e indefenso que no puede huir, ni siquiera gritar para protestar de la injusticia que se comete con él.

Las generaciones del futuro no comprenderán que en nuestro tiempo los gobiernos permitan a las madres que maten a sus hijos. Nos llamarán «generación asesina».

Los abortistas se molestan si se les llama asesinos; pero, ¿qué otro nombre podemos dar a los que han condenado a muerte a cuarenta millones de seres inocentes?

Y añaden: «La Iglesia es cruel, porque a los que cargan con el trauma de haber abortado, les añade el trauma de la excomunión».

Este razonamiento es absurdo. Sería como querer quitar la policía para no preocupar a los terroristas.

Defender a los abortistas es como defender a los terroristas que matan, y despreocuparse de las víctimas.

Permitir el aborto para evitar el peligro de las mujeres que abortan clandestinamente es lo mismo que permitir los asesinatos para no poner en peligro la vida de los asesinos.

Pues bien, en Teología se dice que hay un nuevo ser humano desde el primer momento de la concepción.

Y los médicos confirman esta afirmación.

«Desde el comienzo del proceso embrionario nos encontramos con una individualidad genética distinta y diferenciada de la de los padres»[3].

El código genético contiene las características humanas e individuales del nuevo ser. Todo lo que cada individuo humano posee de único, singular e irrepetible a lo largo de toda su historia, está ya presente en su código genético. «La persona humana está en el embrión con todas sus potencialidades, que se irán desarrollando a lo largo de su existencia»[4].

El Profesor Juan Ramón Lacadena, Catedrático de Genética de la Universidad Complutense de Madrid, en el Primer Congreso Internacional de Bioética de España, dijo que «la nueva vida comienza en el momento en que el espermatozoide entra en el óvulo»[5].

El Dr. José Hernández Yago, Presidente de la Sociedad Valenciana de Bioética, ha dicho que el descubrimiento del genoma humano demuestra «inequívocamente que en el momento de la fecundación del óvulo por el espermatozoide surge un ser humano con todo el genoma completo»[6].

EL Dr. Ramiro Rivera, Presidente del Consejo General de los Colegios Médicos de España, dice: «Para un médico es indiscutible que desde el momento de la fecundación tenemos un nuevo ser humano»[7]

La Dra. Natalia López Moratalla, Catedrática de Biología, dice: «El cigoto, fruto de la fecundación, es una realidad nueva, un ser humano con todas las características de quien inicia su primer día de vida. Ya está completada la constitución de un individuo humano, de una persona»[8]. «La individuación se da desde el primer momento de la fecundación. (…) Ese ser tiene la condición de individuo de la especie humana»[9].

Hoy disponemos de un método infalible para identificar al ser humano. Es el ADN. El ADN de cada ser humano es absolutamente único e individual. El ADN de cada ser humano es exclusivo. El ser humano es irrepetible. Pues bien, el ADN del óvulo fecundado es distinto del ADN de sus padres. Es un nuevo ser humano. El embrión es un ser humano. (JOSEPH A. WOTTERING: INTERNET.Novedades Fluvium, nº 284).

El Dr. D. José Botella, Presidente de la Real Academia de Medicina y Catedrático de Ginecología en la Universidad Complutense de Madrid, en un artículo titulado El derecho a nacer, publicado en el diario YA, dice que la individualidad humana depende del código genético, y este código genético queda constituido en el momento de la concepción, siendo propio del nuevo ser, distinto de los códigos paterno y materno.

Es decir, que el nuevo ser es un individuo desde el momento de la concepción, y por lo tanto está amparado por los derechos humanos.

Eliminarlo es eliminar a un hombre: un homicidio.

Un hombre, que además del derecho que tiene a la vida, lleva en sí el derecho a vivir de toda una cadena de otros posibles seres humanos en el futuro, entre los que puede haber genios, artistas, sabios y santos.

«Producir un aborto es matar a un ser humano» (Dr. Zamorano Sanabria. Catedrático de Embriología de la Universidad Complutense de Madrid)[10].

El Dr. José Antonio Abrisqueta, Jefe de la Unidad de Genética Humana del Centro de Investigaciones Biológicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, afirma: «Ningún científico dudaría en afirmar que la vida humana empieza en el momento de la concepción»[11].

Los tratados de Medicina siguen afirmando que el inicio de la vida humana ocurre en el momento de la unión entre el óvulo y el espermatozoide.

«Ningún biólogo duda hoy en día que en el momento mismo de la reunión de los gametos, se ha engendrado ya no sólo una vida nueva e independiente, sino además una individualidad inédita»[12].

El profesor Herranz Catedrático de Histología y Embriología General de la Universidad de Navarra, ha dicho: «El embrión humano es un ser humano, tiene vida humana. Su DNA es el mismo que tendrá toda su vida»[13].

A su vez, el Dr. Severo Ochoa, Premio Nobel de Medicina de 1959, afirma que el hombre es lo que su clave genética determina.

Y esta clase genética se establece desde el momento que se constituye el huevo (cigoto).

Desde este momento este nuevo ser tiene sus derechos personales.

Jamás un anatómico o un fisiólogo considerará el feto como parte integrante de la madre, como puede serlo el apéndice o una verruga que se pueden extirpar a voluntad. La vida del feto no es la de la madre, sino la suya propia, y tiene derecho a que se respete como se debe espetar la vida de un adulto[14].

Las mujeres abortistas dicen que ellas hacen de su cuerpo lo que quieren; pero el feto no es una verruga. Es un ser humano. Y ninguna madre es la propietaria de la vida de su hijo.

Julián Marías, de la Real Academia Española, en un artículo del ABC[15], dice cosas muy acertadas:

«Eso de que el feto es parte del cuerpo de la madre es una insigne falsedad, porque no es parte, está “alojado” en ella, “implantado” en ella. Una mujer no dice “voy a tener un tumor”, sino “voy a tener un hijo”... A veces se usa una expresión de refinada hipocresía para denominar el aborto provocado: Se dice que es la “interrupción del embarazo”. Como si al ahorcar se le llamara interrupción de la respiración»...

Dios ha dispuesto que los primeros días del ser humano se desarrollen dentro del seno de la madre para proteger su vida.

Esto para algunos seres, en lugar de ser una defensa resulta un riesgo, pues madres que no se atreverían a asesinar a su hijo de dos años, se atreven a hacerlo si sólo lleva pocos meses en su seno.

Estas madres traicionan la misión que Dios les ha confiado.

Esto no lo hacen ni las fieras. Todos los animales defienden a sus crías.

La crueldad de una madre matando a su hijo no tiene parangón. Ese hijo es la persona que más la va a querer. Ningún hijo haría lo mismo con su madre.

Si alguno lo hiciera diríamos que es un monstruo. ¿Qué calificativo merecen las madres abortistas?

Estas madres asesinas, ¿han pensado que los fetos son sensibles al dolor? Así lo evidencian pruebas científicas[16].

El que en algunas naciones el aborto no esté penalizado por la ley, no lo convierte en moral.

Las normas morales absolutas son independientes de la voluntad de los hombres.

La ley de Dios prohíbe el aborto, y ninguna ley hecha por el hombre puede hacer lícita la muerte de un inocente.

Aunque en una nación se legislara lícita la calumnia, no por eso la calumnia dejaría de ser una injusticia.

«Nadie pude autorizar la muerte de un inocente, sea embrión, feto, enfermo o anciano, sin cometer, por ello un crimen de extrema gravedad»[17].

El Papa Juan Pablo II, dijo en Madrid el 2 de noviembre de 1982: «Nunca se puede legitimar condenar a muerte a un inocente»[18].

La despenalización del aborto criminal para contentar las voces que lo reclaman, no convierte el aborto en bueno.

Las cosas o se hacen buenas por ser frecuentes.

En ese caso, el egoísmo, tan frecuente, sería bueno; y el heroísmo, tan excepcional, sería malo.

La despenalización del aborto lleva a que se realicen monstruosidades, como cubos de basura llenos de fetos humanos, o aquel ginecólogo que alimentaba a su perro con lo fetos que obtenía de los abortos que practicaba a las mujeres que acudían a su clínica[19].

Es una hipocresía defender como política de partido las libertades democráticas de la persona humana, y luego defender el aborto, privando del derecho a la vida a una persona inocente, aprovechándose que no puede defenderse, ni siquiera protestar.

El 9 de diciembre de 1996 se bautizó, como católico, en la catedral de San Patricio de Nueva York, el Dr. Bernard Nathanson, conocido en otro tiempo como el «rey de aborto».

Fue Director de la mayor clínica abortista de Estados Unidos: la CRANCH. Tenía a sus órdenes treinta y cinco médicos que, en diez quirófanos, practicaban ciento veinte abortos diarios.

Según él mismo manifestó en una conferencia en el Colegio de Médicos de Madrid: «bajo mis órdenes se practicaron sesenta mil abortos, y yo hice personalmente unos cinco mil»[20].

En los años 80 se convenció de que el feto era un ser humano, pues hay evidencia científica de que la vida humana empieza en la concepción, y se volvió antiabortista. Es autor del libro Abortando en América y de la película El Grito Silencioso .

La gente del Movimiento Pro-Vida le hicieron cuestionarse el ateísmo que había mamado desde pequeño.

Dice: «Comencé a considerar en serio la idea de Dios. Descubrí el Dios del Nuevo Testamento en quien yo podía encontrar el perdón que durante tanto tiempo busqué desesperadamente. Convencido de que Dios me perdonaría los crímenes que había cometido. Eso me resultó sumamente consolador para mi espíritu afligido»[21].

Es inconcebible que los mismos que quitan la pena de muerte para asesinos, que son un peligro para la sociedad, condenen a muerte a seres inocentes en el seno de su madre.

¿Qué podemos esperar de una sociedad que permite asesinar a niños no nacidos, por egoísmo de los mayores?

¿Qué valores van a respetar los que no respetan el derecho a vivir de sus hijos inocentes?[22].

¿Qué sentido tiene hablar de derechos humanos y negar el derecho a vivir a seres humanos inocentes? El derecho a la vida es el primero de los derechos humanos. Nadie con sentido común puede defender que sea lícito condenar a muerte a una persona inocente.

El Papa Juan Pablo II dijo en Polonia el 4 de junio de 1991: «Ningún gobierno tiene derecho a autorizar la muerte de seres humanos inocentes».

La Comisión Permanente del Episcopado Español ha publicado una declaración donde afirma (en el nº 6) que «el Estado no tiene autoridad para decidir que sea permisible suprimir la vida de un ser humano inocente»[23].

Eso de que la madre puede disponer de la vida de su hijo es una monstruosidad. La madre tiene obligación de que su hijo viva, y si es culpable de su muerte, nadie le quitará ese remordimiento[24].

El aborto puede quedar impune ante la ley, pero no ante la conciencia; el remordimiento no la dejará dormir tranquila.

Así me lo aseguraba una chica que se despertaba sobresaltada por las noches, mucho tiempo después de haber practicado el aborto, por el remordimiento de haber asesinado al hijo de sus entrañas. Me decía: «Padre, a veces me despierto viendo a mi hijo a quien asesiné».

Decía el Dr. Wilke: «Es más fácil sacar un bebé del útero de una mujer que de su conciencia»[25].

«Todo confesor experimentado sabe que el aborto es un pecado que muchas mujeres no se perdonan a sí mismas, ni siquiera después de haber sido perdonadas por Dios. Los médicos y los psiquiatras saben también hasta qué punto las mujeres que han abortado voluntariamente sufren traumas psíquicos»[26].

El doctor D. Antonio Peco, ginecólogo, con treinta años de profesión en la Seguridad Social y en su clínica privada, me habló del trauma psíquico que sobreviene después del aborto:

a) Remordimientos de conciencia por haber asesinado a su propio hijo.

b) Mujeres que tenían uno o dos hijos y abortaron al que venía de camino. Después perdieron uno o los dos hijos, y viven desesperadas, pues ya es tarde para encargar otro.

c) Matrimonios que no tienen valor de mirarse a la cara después de haber abortado, y terminan rompiendo definitivamente.

d) Padres que ayudan a sus hijas a abortar, y después terminan odiándose mutuamente.

Con razón los psicólogos austríacos reconocen gran cantidad de neurosis y depresiones en mujeres que han abortado voluntariamente[27].

El Dr. Henry P. David, profesor de Psicología de la Universidad de Maryland de Baltimore (U.S.A.) dice: «El 64% de las mujeres a las que se ha realizado el aborto fueron ingresadas en hospitales psiquiátricos»[28].

David C. Reardon, en un estudio publicado en la revista Post Abortion Review dice que las mujeres que han practicado el aborto presentan desórdenes mentales 41% más que las que no lo han hecho. Y son también muy numerosas las que terminan suicidándose después de haber practicado el aborto. Muchas en la fecha que abortaron o en la que debería haber nacido su hijo[29].

Últimamente ha aparecido la píldora Norlevo.

Se la llama también la «píldora del día siguiente». Evita la fecundación del óvulo, o la implantación en el útero si el óvulo ya está fecundado. Es decir, que puede ser una píldora abortiva. Por eso el Secretario de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Juan José Asenjo, en declaraciones a SERVIMEDIA ha expresado el rechazo de la Iglesia a «la píldora del día siguiente»[30].

El Dr. Justo Aznar, Jefe del Departamento de Biopatología Clínica del Hospital La Fe de Valencia, dijo en la Segunda Cadena de Televisión Española, el 29 de julio del 2001, a las nueve de la mañana:«La píldora del día siguiente es anticonceptiva un 15% de los casos; pero en el otro 85% es abortiva, pues impide la implantación del óvulo fecundado. Y el ser humano empieza en su concepción. Basta la posibilidad de que sea abortiva para que sea inmoral».

Que esta píldora es abortiva se deduce de las investigaciones de Chris Kahlenbon, Joseph Stanford y Walter Larimore publicadas en la Revista The Annals of Pharmacotherapy[31]

En el V Congreso de Católicos en la Vida Pública, celebrado en Madrid en noviembre del 2003, la Dra. María Ondina presentó un trabajo en el que afirmó que ciento tres mujeres británicas demandaron ante el Alto Tribunal de Gran Bretaña a tres empresas farmacéuticas, que ofrecían la píldora poscoital, por la muerte de siete mujeres a causa de esta píldora[32].

«Recientes pruebas científicas han obligado al Gobierno de Inglaterra a alertar a las mujeres jóvenes del “peligro potencialmente mortal” de desarrollar un embarazo ectópico por consumir las llamadas “píldoras del día siguiente”.

»Sir Liam Donaldson, director médico del Gobierno, envió una comunicación a todos los galenos pidiéndoles que sean “extravigilantes” con las ‘píldoras del día siguiente’ pues están relacionadas directamente con las altas tasas de embarazos ectópicos. Asimismo, Donaldson ordenó a la empresa Schering AG –fabricante de la medicina– modificar la información de los prospectos para pacientes, aclarando que existe un alto riesgo de desarrollar este desorden.

»John Smeaton, director nacional de la Sociedad para la Protección de Niños Nonatos (SPUC), afirmó que “esta medicina debería ser quitada inmediatamente del mercado”»
[33].

En el aborto procurado peca, además de la madre, quien lo realiza, quien colabora y quien lo aconseja[34].

El Vaticano recuerda a los operadores sanitarios que tienen una obligación grave a presentar objeción de conciencia en el caso de legislaciones abortistas[35].

Quien practica el aborto queda excomulgado[36]. Esta excomunión es automática (se llama «latae sententiae») al consumarse el aborto. Dice el Código de Derecho Canónico: «Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión»[37]. Lo mismo todos los que colaboren a él de modo eficaz y voluntariamente[38]. Es decir «si el delito no se hubiera cometido sin su colaboración»[39].

La excomunión es la pena canónica que la Iglesia impone a ciertos pecados muy graves para que no se cometan.

Consiste en que al excomulgado se le prohíben todos los sacramentos menos el de la confesión.

«No obstante, no caen en la excomunión cuando se dan las circunstancias que eximen de cualquier pena. En concreto, no incurren en penas eclesiásticas los menores de dieciocho años, quienes sin culpa desconocen que infringen esa ley, o los que lo realizan por miedo grave o con el fin de evitar un grave perjuicio»[40].