Los guloyas y la ONU
03 de Enero #2006
En memoria del Padre Emiliano Tardif, MSC (qepd)
Lic.
José Rafael Lantigua
Secretario de Estado de Cultura
Vía e-mail
Ciudad,
Ref.: “La ONU, la UNESCO y el Nuevo Orden Mundial”
Distinguido Lic. Lantigua:
“Cuando conocemos perfectamente la verdad, nuestro entendimiento se parece a un espejo en el cual vemos retratados, con toda fidelidad, los objetos como son en sí; cuando caemos en error, se asemeja a uno de aquellos vidrios de ilusión que nos presentan lo que realmente no existe; pero, cuando conocemos la verdad a medias podría compararse a un espejo mal azogado, o colocado en tal disposición que, si bien nos muestra objetos reales, sin embargo, nos los ofrece demudados, alterando los tamaños y figuras.” [Jaime Luciano Balmes]
Al saludarle cordialmente en esta hermosa tarde que Dios nos ha regalado, he querido escribirle al ver publicado en todos los periódicos la invitación a participar en un evento organizado por la UNESCO en el que reconocen a “los Guloyas de San Pedro” como “patrimonio oral e intangible de la humanidad”.
Por lo visto y oído, parecería ser que a usted, Señor Secretario, no le han informado adecuadamente del verdadero alcance del proyecto de la UNESCO en este sentido, como tampoco de las interioridades seudo religiosas del grupo en cuestión. Esto es mucho más que un ritmo, un baile y un disfraz: es toda la representación de un asunto bastante oscuro, que a simple vista cuesta distinguir.
Para ilustrarle adecuadamente al respecto, anexo le remitimos –para su información y archivo- la carta que dirigimos en Octubre pasado al Sr. Rafael Emilio Yunén, del Centro León en Santiago, sobre una situación bastante parecida, que sospechosamente pareciera estar todo lo bastante vinculado, como si de algún plan maestro de infiltración se tratara. Es otro tipo de dominación, créame.
Estamos hablando de algo tremendamente delicado, por su naturaleza ocultista y anti-cristiana; más en estos días en que repudiamos con furia la penetración haitiana en nuestro suelo, sus influencias culturales y religiosas; contemplando a los dominicanos más sabios e ilustres inmiscuidos en actividades como estas, y otras de parecida especie.
Hoy, precisamente, ha salido publicado en Diario Libre, la noticia de que el diario New York Times ha escogido una foto de un Diablo cajuelo de La Vega, entre las imágenes más destacadas del año. Aquello da miedo, verdaderamente hablando. República Dominicana, y esto compete al Ministerio de Turismo, ha sido colocada en el mapa-mundi –no por sus bellas playas y sus esplendorosas mujeres- sino como una meca del ocultismo y el turismo seudo religioso. ¡Vaya usted a saber!
Estoy muy preocupado con la intención marcada que vemos reflejada en todas estas cosas de devolvernos quinientos años atrás al indigenismo, al africanismo, sin razón, motivo o circunstancia aparente que lo justifique; sabemos –a todas luces- que esos tiempos fueron superados ampliamente, y, que, por el contrario, todo luce indicar nos aprestamos a avanzar a un nuevo tiempo de paz y bienestar, otro camino muy distinto, para nosotros los dominicanos.
Sin otro particular por el momento aprovecho para suscribirme a sus órdenes siempre.
Atentamente,
Mario R. Saviñón
mrsavinon@yahoo.com
En memoria del Padre Emiliano Tardif, MSC (qepd)
Lic.
José Rafael Lantigua
Secretario de Estado de Cultura
Vía e-mail
Ciudad,
Ref.: “La ONU, la UNESCO y el Nuevo Orden Mundial”
Distinguido Lic. Lantigua:
“Cuando conocemos perfectamente la verdad, nuestro entendimiento se parece a un espejo en el cual vemos retratados, con toda fidelidad, los objetos como son en sí; cuando caemos en error, se asemeja a uno de aquellos vidrios de ilusión que nos presentan lo que realmente no existe; pero, cuando conocemos la verdad a medias podría compararse a un espejo mal azogado, o colocado en tal disposición que, si bien nos muestra objetos reales, sin embargo, nos los ofrece demudados, alterando los tamaños y figuras.” [Jaime Luciano Balmes]
Al saludarle cordialmente en esta hermosa tarde que Dios nos ha regalado, he querido escribirle al ver publicado en todos los periódicos la invitación a participar en un evento organizado por la UNESCO en el que reconocen a “los Guloyas de San Pedro” como “patrimonio oral e intangible de la humanidad”.
Por lo visto y oído, parecería ser que a usted, Señor Secretario, no le han informado adecuadamente del verdadero alcance del proyecto de la UNESCO en este sentido, como tampoco de las interioridades seudo religiosas del grupo en cuestión. Esto es mucho más que un ritmo, un baile y un disfraz: es toda la representación de un asunto bastante oscuro, que a simple vista cuesta distinguir.
Para ilustrarle adecuadamente al respecto, anexo le remitimos –para su información y archivo- la carta que dirigimos en Octubre pasado al Sr. Rafael Emilio Yunén, del Centro León en Santiago, sobre una situación bastante parecida, que sospechosamente pareciera estar todo lo bastante vinculado, como si de algún plan maestro de infiltración se tratara. Es otro tipo de dominación, créame.
Estamos hablando de algo tremendamente delicado, por su naturaleza ocultista y anti-cristiana; más en estos días en que repudiamos con furia la penetración haitiana en nuestro suelo, sus influencias culturales y religiosas; contemplando a los dominicanos más sabios e ilustres inmiscuidos en actividades como estas, y otras de parecida especie.
Hoy, precisamente, ha salido publicado en Diario Libre, la noticia de que el diario New York Times ha escogido una foto de un Diablo cajuelo de La Vega, entre las imágenes más destacadas del año. Aquello da miedo, verdaderamente hablando. República Dominicana, y esto compete al Ministerio de Turismo, ha sido colocada en el mapa-mundi –no por sus bellas playas y sus esplendorosas mujeres- sino como una meca del ocultismo y el turismo seudo religioso. ¡Vaya usted a saber!
Estoy muy preocupado con la intención marcada que vemos reflejada en todas estas cosas de devolvernos quinientos años atrás al indigenismo, al africanismo, sin razón, motivo o circunstancia aparente que lo justifique; sabemos –a todas luces- que esos tiempos fueron superados ampliamente, y, que, por el contrario, todo luce indicar nos aprestamos a avanzar a un nuevo tiempo de paz y bienestar, otro camino muy distinto, para nosotros los dominicanos.
Sin otro particular por el momento aprovecho para suscribirme a sus órdenes siempre.
Atentamente,
Mario R. Saviñón
mrsavinon@yahoo.com
