Mensajes subliminales
Por Annet Cárdenas
http://diariolibre.com/noticias_det.php?id=246572
La denuncia de que en algunas canciones se introduzcan mensajes satánicos no es nueva, pero sobre todo con el auge del rock, esas ideas han tomado realce en el discurso fundamentalmente de líderes religiosos, quienes aseguran que subliminalmente a través de la música se transmiten mensajes de violencia, estimulando el sexo desenfrenado, el consumo de drogas y hasta el suicidio. En este sentido, entre los grupos más mencionados del rock se encuentran Los Beatles, Rollings Stones, Led Zeppelin, Ozzie Osborne, Kansas, Queen, y por supuesto Marilyn Manson.
Por lo general para el descubrimiento de estos mensajes satánicos se utilizan cassettes, cuya cinta se corre al revés y aparecen estas palabras nuevas a las que se les pueden encontrar un significado completamente diferente. De los cantantes de habla hispana, se ha mencionado al intérprete argentino Diego Torres, que según la página argentina www.santuario.com.ar, en la canción "Vuelves a mí" se oye con claridad al revertir el sonido: "Él aguarda en mi sonrisa... Mi Demonio". Del mismo Torres se analiza también la letra del tema "Lo que el viento se llevó", que siempre de acuerdo a la misma página web, Diego declara "Voy a gritar, quiero hablar con el mismo demonio, él sabrá comprender, Dios no quiso saber".
Otra víctima de estos análisis es la cantante colombiana Shakira, quien según algunas denuncias, en su quinto álbum, "Dónde Están los Ladrones", uno de los temas más escuchados, "Inevitable", oculta entre sus letras: "Sangre seré... De rosa, sangre... Le doy gracias al Asmodeo". Asmodeo, dice el Diccionario Larousse, es el personaje diabólico que figura en el libro bíblico de Tobías como el demonio de los placeres impuros.
Tampoco escapa a estos críticos el astro boricua Ricky Martin, al que censuran por haber seleccionado el nombre María en su éxito tan conocido. En esta canción, aseguran, se encontró, a manera de estribillo un mensaje que se repite constantemente: "Sexo... con María...sexo con María y superpuesto a éste, en un grito, dice: "Lo haré, o me dejo", y en este punto enlazan la reciente declaración de homosexualidad del cantante puertorriqueño.
Un ejemplo icónico de los analistas de los mensajes satánicos en las canciones lo constituye el "Aserejé", del trío español Las Ketchup, un éxito de hace unos cuatro años, y de cuyo título se desprende la letra "A" (cuyo significado es uno en inglés), continúa la palabra ser (de ser) y las últimas cinco letras forman la palabra ereje, (sin hache), es decir, "un ser hereje". Lo más fuerte de la canción, según la interpretación particular de creyentes religiosos, viene en el segundo párrafo, que dice: "Y donde más no cabe un alma (refiriéndose al Infierno) ahí se mete a darse caña (placer), poseído por el ritmo ragadanga" (esta última palabra fue descifrada como ganará).
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La denuncia de que en algunas canciones se introduzcan mensajes satánicos no es nueva, pero sobre todo con el auge del rock, esas ideas han tomado realce en el discurso fundamentalmente de líderes religiosos, quienes aseguran que subliminalmente a través de la música se transmiten mensajes de violencia, estimulando el sexo desenfrenado, el consumo de drogas y hasta el suicidio. En este sentido, entre los grupos más mencionados del rock se encuentran Los Beatles, Rollings Stones, Led Zeppelin, Ozzie Osborne, Kansas, Queen, y por supuesto Marilyn Manson.
Por lo general para el descubrimiento de estos mensajes satánicos se utilizan cassettes, cuya cinta se corre al revés y aparecen estas palabras nuevas a las que se les pueden encontrar un significado completamente diferente. De los cantantes de habla hispana, se ha mencionado al intérprete argentino Diego Torres, que según la página argentina www.santuario.com.ar, en la canción "Vuelves a mí" se oye con claridad al revertir el sonido: "Él aguarda en mi sonrisa... Mi Demonio". Del mismo Torres se analiza también la letra del tema "Lo que el viento se llevó", que siempre de acuerdo a la misma página web, Diego declara "Voy a gritar, quiero hablar con el mismo demonio, él sabrá comprender, Dios no quiso saber".
Otra víctima de estos análisis es la cantante colombiana Shakira, quien según algunas denuncias, en su quinto álbum, "Dónde Están los Ladrones", uno de los temas más escuchados, "Inevitable", oculta entre sus letras: "Sangre seré... De rosa, sangre... Le doy gracias al Asmodeo". Asmodeo, dice el Diccionario Larousse, es el personaje diabólico que figura en el libro bíblico de Tobías como el demonio de los placeres impuros.
Tampoco escapa a estos críticos el astro boricua Ricky Martin, al que censuran por haber seleccionado el nombre María en su éxito tan conocido. En esta canción, aseguran, se encontró, a manera de estribillo un mensaje que se repite constantemente: "Sexo... con María...sexo con María y superpuesto a éste, en un grito, dice: "Lo haré, o me dejo", y en este punto enlazan la reciente declaración de homosexualidad del cantante puertorriqueño.
Un ejemplo icónico de los analistas de los mensajes satánicos en las canciones lo constituye el "Aserejé", del trío español Las Ketchup, un éxito de hace unos cuatro años, y de cuyo título se desprende la letra "A" (cuyo significado es uno en inglés), continúa la palabra ser (de ser) y las últimas cinco letras forman la palabra ereje, (sin hache), es decir, "un ser hereje". Lo más fuerte de la canción, según la interpretación particular de creyentes religiosos, viene en el segundo párrafo, que dice: "Y donde más no cabe un alma (refiriéndose al Infierno) ahí se mete a darse caña (placer), poseído por el ritmo ragadanga" (esta última palabra fue descifrada como ganará).
