La verdad sobre los ángeles
17 de Diciembre #2007
En honor a San Lázaro
Sra.
Lourdes Modesto
Oh Magazine del Listín
Vía e-mail: lourdes.modesto@listindiario.com
Ciudad,
Ref.: “Los ángeles”
Distinguida Sra. Modesto:
“Hemos encontrado durante el devenir histórico a toda una gama de impostores, que se presentan a sí mismos como ‘mesías’, ‘salvadores’ y ‘profetas’. Observamos como logran confundir a quienes les siguen, pues son muchas las distracciones que el mundo nos presenta. Hay que ver con cautela ‘las luces de colores’ que presentan como falsas fuentes de felicidad y tablas de salvación. Los placeres del cuerpo y la mente, el alcohol, las drogas y estupefacientes, el tener, el poder, las filosofías y las religiones hechas a la medida con supuestas soluciones de prosperidad y bienestar, a veces hasta con un poco de miedo, con tal de atraer unos cuantos adeptos y seguidores.”
Al saludarle cordialmente en esta hermosa tarde que el Señor nos ha regalado, he querido dirigirle estas líneas con relación a su entrega del sábado pasado, la antitesis de Cristo Jesús y la Santísima Trinidad.
“Nosotros no luchamos contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales, los representantes del imperio de la muerte, que tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de las tinieblas que nos rodea” [Carta de San Pablo a los Dominicanos (Ef. 6, 12)]
“Recordar estas cosas es importante dado que el tema de los ángeles se ha vuelto de moda. Hay quienes dicen servirse de ellos para cosas tales como una ‘asesoría espiritual’, ‘personal’, como para ‘decoración de interiores’. Por esto y otras cosas más, cuando alguien les venga hablando de ángeles, manténganse bien alerta de lo que dicen de ellos, porque los asocian con signos zodiacales, los rayos de la metafísica, la reencarnación, y otras cosas más.” [“Desvelando el Misterio de la Iniquidad, descubra el verdadero rostro de la Nueva Era” de Juana de los Santos Nivar]
A estas personas que “supuestamente” tienen contacto con ángeles “de la guarda”, “maestros” y “guías” bien podríamos preguntarles: ¿reconocen también ustedes a Jesús de Nazaret como Rey, Salvador y Señor del universo y de todo lo creado? Ya que de no ser así, estaríamos ante una situación muy adversa a nuestra propia naturaleza de hijos de Dios que somos todos.
Afirma Santiago, Apóstol del Señor, que “creer que hay un solo Dios es bueno; porque hasta los demonios creen y tiemblan de miedo” [Santiago 2, 19].
“¡Levántate, espada, contra mi pastor y contra mi ayudante! Mata al pastor y el rebaño se dispersará, y golpearé incluso a los más débiles. En esta tierra, oráculo del Señor, dos tercios serán exterminados, y quedará otro tercio. A este tercio le haré pasar por el crisol, lo purificaré como la plata, lo probaré como el oro. Entonces me invocarán, y les contestaré. Los llamaré: ‘pueblo mío’, y ellos responderán: ‘el Señor es nuestro Dios’.” [Zac. 13, 7-9]
En el capítulo XII de la Visión Apocalíptica, San Juan nos narra en forma mística, ciertamente espantosa, la forma en que el Arcángel Miguel derrota al Demonio y sus secuaces, lo expulsa del cielo, y cómo este, al caer a tierra, arrastra con su cola de dragón a “un tercio” de todas las estrellas del cielo. En otras palabras, una miríada de ángeles caídos, los cuales le sirven a él y sus macabros propósitos de descarriar a todos los hijos de Dios que puedan llevar consigo a la perdición y la muerte eterna.
Qué coincidencia tan grande esta que Zacarías diga que dos tercios del rebaño se perderán, que serán exterminados. Sin embargo, dice que quedará otro tercio, los santos escogidos, aquellos que perseveran fieles hasta el final de sus vidas.
Como dice San Juan: “los descendientes de la “Mujer”, aquellos que cumplen la voluntad de Dios y siguen las enseñanzas de Jesucristo”.
“La evangelización iniciada hace ya veinte siglos no terminará hasta el final de los tiempos. Ahora nos toca a nosotros llevarla a cabo. Para eso hemos de saber comprender a todos de corazón. Con más comprensión cuanto más distantes se encuentren de Jesucristo, con una caridad grande, con un trato amable, sin ceder en la conducta personal ni en la doctrina que hemos recibido a través del canal más seguro que es la Iglesia católica.” [F. Fernández-Carvajal, “Hablar con Dios”]
Dice el Padre Keating que “la apologética, lo mismo que decir la defensa de la sana doctrina cristiana, es una propuesta bien razonada de nuestra fe, y su herramienta consiste precisamente es el justo argumento”. A eso nos dedicamos humildemente nosotros.
En estos días se escucha hablar demasiado sobre la propagación del ocultismo y el satanismo, en parte, gracias a la amplia difusión que conceden solapadamente a todas estas cosas ciertos medios de comunicación social.
Dice S.S. Juan Pablo II, que “las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo milenio nos inducen a pensar que sólo una intervención de lo Alto, capaz de transformar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las naciones, puede hacer esperar en un futuro menos oscuro”. Y eso mismo creo yo.
Sin otro particular por el momento aprovecho para suscribirme a sus órdenes siempre.
Atentamente,
Mario R. Saviñón
mrsavinon@yahoo.com
Anexo: “los demonios del siglo XXI”
Pd. La invito visitar cuando pueda el sitio de “esoterismo” Meta-religión, http://www.meta-religion.com/Paranormal/angeles.htm, donde tienen este artículo interesantísimo sobre el tema.
En honor a San Lázaro
Sra.
Lourdes Modesto
Oh Magazine del Listín
Vía e-mail: lourdes.modesto@listindiario.com
Ciudad,
Ref.: “Los ángeles”
Distinguida Sra. Modesto:
“Hemos encontrado durante el devenir histórico a toda una gama de impostores, que se presentan a sí mismos como ‘mesías’, ‘salvadores’ y ‘profetas’. Observamos como logran confundir a quienes les siguen, pues son muchas las distracciones que el mundo nos presenta. Hay que ver con cautela ‘las luces de colores’ que presentan como falsas fuentes de felicidad y tablas de salvación. Los placeres del cuerpo y la mente, el alcohol, las drogas y estupefacientes, el tener, el poder, las filosofías y las religiones hechas a la medida con supuestas soluciones de prosperidad y bienestar, a veces hasta con un poco de miedo, con tal de atraer unos cuantos adeptos y seguidores.”
Al saludarle cordialmente en esta hermosa tarde que el Señor nos ha regalado, he querido dirigirle estas líneas con relación a su entrega del sábado pasado, la antitesis de Cristo Jesús y la Santísima Trinidad.
“Nosotros no luchamos contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales, los representantes del imperio de la muerte, que tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de las tinieblas que nos rodea” [Carta de San Pablo a los Dominicanos (Ef. 6, 12)]
“Recordar estas cosas es importante dado que el tema de los ángeles se ha vuelto de moda. Hay quienes dicen servirse de ellos para cosas tales como una ‘asesoría espiritual’, ‘personal’, como para ‘decoración de interiores’. Por esto y otras cosas más, cuando alguien les venga hablando de ángeles, manténganse bien alerta de lo que dicen de ellos, porque los asocian con signos zodiacales, los rayos de la metafísica, la reencarnación, y otras cosas más.” [“Desvelando el Misterio de la Iniquidad, descubra el verdadero rostro de la Nueva Era” de Juana de los Santos Nivar]
A estas personas que “supuestamente” tienen contacto con ángeles “de la guarda”, “maestros” y “guías” bien podríamos preguntarles: ¿reconocen también ustedes a Jesús de Nazaret como Rey, Salvador y Señor del universo y de todo lo creado? Ya que de no ser así, estaríamos ante una situación muy adversa a nuestra propia naturaleza de hijos de Dios que somos todos.
Afirma Santiago, Apóstol del Señor, que “creer que hay un solo Dios es bueno; porque hasta los demonios creen y tiemblan de miedo” [Santiago 2, 19].
“¡Levántate, espada, contra mi pastor y contra mi ayudante! Mata al pastor y el rebaño se dispersará, y golpearé incluso a los más débiles. En esta tierra, oráculo del Señor, dos tercios serán exterminados, y quedará otro tercio. A este tercio le haré pasar por el crisol, lo purificaré como la plata, lo probaré como el oro. Entonces me invocarán, y les contestaré. Los llamaré: ‘pueblo mío’, y ellos responderán: ‘el Señor es nuestro Dios’.” [Zac. 13, 7-9]
En el capítulo XII de la Visión Apocalíptica, San Juan nos narra en forma mística, ciertamente espantosa, la forma en que el Arcángel Miguel derrota al Demonio y sus secuaces, lo expulsa del cielo, y cómo este, al caer a tierra, arrastra con su cola de dragón a “un tercio” de todas las estrellas del cielo. En otras palabras, una miríada de ángeles caídos, los cuales le sirven a él y sus macabros propósitos de descarriar a todos los hijos de Dios que puedan llevar consigo a la perdición y la muerte eterna.
Qué coincidencia tan grande esta que Zacarías diga que dos tercios del rebaño se perderán, que serán exterminados. Sin embargo, dice que quedará otro tercio, los santos escogidos, aquellos que perseveran fieles hasta el final de sus vidas.
Como dice San Juan: “los descendientes de la “Mujer”, aquellos que cumplen la voluntad de Dios y siguen las enseñanzas de Jesucristo”.
“La evangelización iniciada hace ya veinte siglos no terminará hasta el final de los tiempos. Ahora nos toca a nosotros llevarla a cabo. Para eso hemos de saber comprender a todos de corazón. Con más comprensión cuanto más distantes se encuentren de Jesucristo, con una caridad grande, con un trato amable, sin ceder en la conducta personal ni en la doctrina que hemos recibido a través del canal más seguro que es la Iglesia católica.” [F. Fernández-Carvajal, “Hablar con Dios”]
Dice el Padre Keating que “la apologética, lo mismo que decir la defensa de la sana doctrina cristiana, es una propuesta bien razonada de nuestra fe, y su herramienta consiste precisamente es el justo argumento”. A eso nos dedicamos humildemente nosotros.
En estos días se escucha hablar demasiado sobre la propagación del ocultismo y el satanismo, en parte, gracias a la amplia difusión que conceden solapadamente a todas estas cosas ciertos medios de comunicación social.
Dice S.S. Juan Pablo II, que “las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo milenio nos inducen a pensar que sólo una intervención de lo Alto, capaz de transformar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las naciones, puede hacer esperar en un futuro menos oscuro”. Y eso mismo creo yo.
Sin otro particular por el momento aprovecho para suscribirme a sus órdenes siempre.
Atentamente,
Mario R. Saviñón
mrsavinon@yahoo.com
Anexo: “los demonios del siglo XXI”
Pd. La invito visitar cuando pueda el sitio de “esoterismo” Meta-religión, http://www.meta-religion.com/Paranormal/angeles.htm, donde tienen este artículo interesantísimo sobre el tema.
