Una idea central...

Somos La Iglesia católica


Nuestra familia está compuesta por personas de toda raza. Somos jóvenes y ancianos, ricos y pobres, hombres y mujeres, pecadores y santos.

Nuestra familia ha perseverado a través de los siglos y establecido a lo ancho de todo el mundo.

Con la gracia de Dios hemos fundado hospitales para poder cuidar a los enfermos, hemos abierto orfanatorios para cuidar de los niños, ayudamos a los más pobres y menos favorecidos. Somos la más grande organización caritativa de todo el planeta, llevando consuelo y alivio a los más necesitados.Educamos a más niños que cualquier otra institución escolar o religiosa.

Inventamos el método científico y las leyes de evidencia. Hemos fundado el sistema universitario.

Defendemos la dignidad de la vida humana en todas sus formas mientras promovemos el matrimonio y la familia.

Muchas ciudades llevan el nombre de nuestros venerados santos, que nos han precedido en el camino al cielo.

Guiados por el Espíritu Santo hemos compilado La Biblia. Somos transformados continuamente por Las Sagradas Escrituras y por la sagrada Tradición, que nos han guiado consistentemente por más de dos mil (2’000) años.

Somos… La Iglesia católica.

Contamos con más de un billón (1’000’000’000) de personas en nuestra familia compartiendo los Sacramentos y la plenitud de la fe cristiana. Por siglos hemos rezado por ti y tu familia, por el mundo entero, cada hora, cada día, cada vez que celebramos La Santa Misa.

Jesús de Nazaret ha puesto el fundamento de nuestra fe cuando dijo a Simón-Pedro, el primer Papa: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella» (Mt. XVI, 18).

Durante XX siglos hemos tenido una línea ininterrumpida de Pastores guiando nuestro rebaño, La Iglesia universal, con amor y con verdad, en medio de un mundo confuso y herido. Y en este mundo lleno de caos, problemas y dolor, es consolador saber que hay algo consistente, verdadero y sólido: nuestra fe católica y el amor eterno que Dios tiene y ha tenido por toda la creación.

Si has permanecido alejado de La Iglesia católica, te invitamos a verla de un modo nuevo hoy, visita www.catolicosregresen.org.

Somos una familia unida en Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Somos católicos, bienvenido a Casa...

Contenido del Blog

Querido hijo mío

Escucha las instrucciones de la prudencia, y permite que los preceptos de la verdad se hundan profundamente en tu corazón; así los encantos de tu mente darán brillo a la elegancia de tu forma, y tu belleza, como el roble al cual se asemeja, conservará su hermosura aún después que se haya secado.
En la primavera de tu juventud, en la mañana de tus días, cuando los ojos de las mujeres te miren con deseo y la naturaleza murmure en tu oído el significado de esas miradas, escucha con mucha cautela sus palabras seductoras, cuida bien tu corazón, y no prestes oído a esa voz suave y persuasiva.
   
Recuerda que eres el compañero razonable de la mujer, no objeto ni esclavo de sus deseos; el propósito de tu ser no es simplemente el de satisfacer su desenvuelto deseo, sino el de proteger y proveer en todos los asuntos de la vida, apoyarla con amor y ternura y recompensar sus atenciones con amable solicitud.
    
Querido hijo, supérate a ti mismo día tras día, instrúyete, trabaja duro. Aprende algo nuevo cada día.  Nunca digas mañana, hoy es el momento. Nunca digas después, pues puede ser tarde. Deja huella al morir, cumple tu misión en esta vida.  Dios te dio inteligencia, úsala. Dios te dio corazón, ama. Tienes un par de brazos fuertes, úsalos.
    
Suma el perdón con el olvido a fin de que des una lección de paz a tus ofensores: entonces serás simple como un niño.  Resta tu soberbia y enciende la antorcha de la humildad para alumbrar las noches y extinguir las tinieblas del orgullo: entonces serás un hombre digno. 
Multiplica tu fe para que construyas un mundo de luz donde la maldad no tenga lugar para vivir: entonces serás bueno como un santo. Divide el amor entre tus semejantes dando la mayor parte a los que te quieren mal: entonces serás grande como Dios.     
Si fracasas no culpes a nadie. Tú mismo tomaste tus decisiones, tus ojos ven las cosas que quieres ver, tus oídos oyen las cosas que quieres oír, tu lengua dice las cosas que quieres decir. 
Creaste tu propio mundo; por eso nunca culpes a nadie de tus dificultades. Sufre tus dolores, tus esperanzas y tus errores, con entereza y dignidad..  No pidas piedad ni indulgencia, no mendigues palabras de consuelo. Saca fuerzas de tus flaquezas y no te consideres vencido mientras corran gotas de sangre por tus venas.
Si caes, levántate... y sigue. Algunos corazones tienen miedo a la vida y no se atreven a intentar la conquista de la felicidad que va acompañada de dificultades. No se quiere cortar la rosa por temor a clavarse. Se quiere la rosa cortada y sin espinas. 
Solamente los corazones valientes tienen la audacia de llevar a cabo tales conquistas, que cuestan, es cierto, pero que se hallan enriquecidos con todo lo que han costado.
Sólo hay un camino entre millones, y ese es el tuyo. Por lo tanto, siempre debes tener presente que un camino es sólo un camino. Si crees que no debes seguirlo, no debes quedarte en él bajo ningún concepto. Cualquier camino es tan sólo un camino. No es nada afrentoso para ti ni para los demás el no seguirlo si eso es lo que te aconseja tu corazón, pero tu decisión de perseverar en la senda elegida o abandonarla, debe estar libre de miedo o ambición. Medita sobre tu camino tantas veces como creas preciso.  
Pregúntate a solas lo siguiente: ¿tiene un sentido esencial este camino? Lo importante es que para ti tenga un profundo sentido.
No respondas a una mujer cuando está irritada; aléjate de ella, busca para ti el silencio. Habla suavemente a quien te ha hablado con ira, porque las palabras suaves son una medicina para su corazón. Aléjate de la mujer habladora; no dejes que se adueñe de tu corazón y no la tomes por compañera. Hazte amigo de la mujer recta y justa.
Finalmente, hijo mío, que en tu vida haya siempre un vibrante entusiasmo para continuar adelante, bastantes problemas para mantenerte fuerte, grandes penas para mantenerte dócil y sensible, infinita esperanza para mantenerte feliz, serios fracasos para mantenerte humilde y firme decisión para hacer que cada día sea mejor que ayer.
Feliz la mujer que te escoja como esposo, y feliz el niño que te llame padre.

14 de Septiembre

Fiesta de La Exaltación de la Santa Cruz

Por José María Iraburu

–Hoy la cosa va en serio.

–¿Y cuándo no?

Hoy la Iglesia universal celebra en su Liturgia la Exaltación de la Santa Cruz. Vivamos con alegría inmensa y con gratitud indecible hacia Dios esta maravillosa fiesta del Año litúrgico. «Tanto amó Dios al mundo que le entregó su Hijo unigénito [primero en Belén, por la encarnación, y finalmente en la Cruz, en el misterio de la redención), para que todo el que crea en Él no muera, sino que tenga vida eterna» (Jn 3,16). La Cruz es la máxima declaración de amor que Dios nos hace a los hombres. Es la epifanía supremade Dios mismo, que es amor.

La Tradición católica de los Padres, del Magisterio y de los grandes maestros espirituales«dice» una y otra vez que Dios quiso en su providencia el sacrificio redentor de Cristo en la Cruz. Lo afirmamos hoy en todas las iglesias del mundo al celebrar la Misa, rezando en la oración colecta:

–«Señor Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz; concédenos, te rogamos, a quienes hemos conociddo en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la vida eterna».

Ésta es la fe de la Iglesia, la que expresa la Revelación divina que nos ha llegado por el ministerio de los patriarcas, de los profetas, de los apóstoles, de sus sucesores y de toda la tradición unánime de la Iglesia en Oriente y Occidente.

El Catecismo Romano (1566) enseña que «no fue casualidad que Cristo muriese en la Cruz, sino disposición de Dios. El haber Cristo muerto en el madero de la Cruz, y no de otro modo, se ha de atribuir al consejo y ordenación de Dios, “para que en el árbol de la cruz, donde tuvo origen la muerte, de allí resurgiera la vida” (Pref. Cruz)… Como advierte el Apóstol, hemos de admirar la suma providencia de Dios:“ya que el mundo, con su sabiduría, no reconoció a Dios en las obras que manifiestan su sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación… ypredicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos” (1Cor 1,21-23)… Y por esto también, viendo el Señor que el misterio de la Cruz era la cosa más extraña, según el modo de entender humano, después del pecado [primero] nunca cesó de manifestar la muerte de su Hijo, así por figuras como por los oráculos de los Profetas» (I p., V,79-81).

–El actual Catecismo de la Iglesia Católica (1992) enseña lo mismo: «La muerte violenta de Jesús no fue fruto del azar en una desgraciada constelación de circunstancias. Pertenece al misterio del designio de Dios, como lo explica San Pedro a los judíos de Jerusalén ya en su primer discurso de Pentecostés: “fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios” (Hch 2,23)» (599).

Estos Catecismos no hacen sino repetir la primera catequesis de Jesús a los discípulos de Emaús: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria? Y comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras» (Lc 24,25-27).

Cristo quiso morir por nosotros en la Cruz. Como dice Juan Pablo II en la Salvifici doloris (1984), «Cristo va hacia su pasión y muerte con toda la conciencia de la misión que ha de realizar de este modo… Por eso reprende severamente a Pedro, cuando éste quiere hacerle abandonar los pensamientos [divinos] sobre el sufrimiento y sobre la muerte de cruz (Mt 16,23)… Cristo se encamina hacia su propio sufrimiento, consciente de su fuerza salvífica. Va obediente al Padre, pero ante todo está unido al Padre en elamor con el cual Él ha amado al mundo y al hombre en el mundo» (16). «El Siervo doliente se carga con aquellos sufrimientos de un modo completamente voluntario (cf. Is 53,7-9)» (18). Éste es «el Cordero de Dios» (Jn 1,36): así lo presenta al pueblo el Bautista; éste es el Cordero inmaculado, el que de verdad tiene poder para quitar el pecado del mundo al precio de su sangre.

* * *

Muy necesario es hoy «exaltar la Cruz de Cristo», porque son muchos hoy los que la falsifican y menosprecian. Y los que más daño hacen al pueblo de Dios son los falsos Maestros de una falsa teología.

El lenguaje de la fe católica debe ser siempre fiel al lenguaje de la sagrada EscrituraQuiso Dios que Cristo nos redimiera mediante la muerte en la Cruz. Quiso Cristo entregar su cuerpo y su sangre en la Cruz, como Cordero sacrificado, para quitar el pecado del mundo. Ésta es una verdad formalmente revelada en muchos textos de la Escritura. Aunque algún máximo teólogo, según el mundo, diga que su sacrificio final expiatorio no era «inherente a la misión que tenía que realizar en el mundo», no le crean: miente. «Dice» lo contrario a lo que «dice» la Escritura. Ningún teólogo, aunque haya recibido como tal las máximas distinciones dentro incluso de la Iglesia, puede negar lo que afirma la Escritura sagrada. Si los apóstoles afirman una y otra vez que «Dios envió a su Hijo, como víctima expiatoria de nuestros pecados» (1Jn 4,10), ningún teólogo, por altos y numerosos que sean sus títulos académicos, debe atreverse a «contra-decir» lo que «dicen» los Apóstoles. No puede afirmar que «Dios no envía su Hijo a la muerte, no la quiere, y menos la exige».

Un teólogo podrá y deberá explicar el sentido de las Escrituras, purificándolo de entendimientos erróneos, pero jamás deberá negar lo que la Biblia afirma, y nunca habrá de tratar las palabras bíblicas con reticencias y críticas negativas, como si fueran expresiones equívocas. Allí, por ejemplo, donde la Escritura dice que Cristo es sacerdote, teólogos o escrituristas no pueden decir que Cristo fue un laico y no un sacerdote, sino que han de explicar bien que nuestro Señor Jesucristo fue sacerdote de la Nueva Alianza sellada en su sangre.

El teólogo pervierte su propia misión si contra-dice lo que la Palabra divina dice. Una tarea principal del teólogo es interpretar bien lo que «quiere decir» la Revelación y la fe cristiana cuando «dice» una cierta verdad. Pero la interpretación teológica es inadmisible cuando «contra-dice» expresamente lo que dice la Escritura. No puede preferir sus modos personales de expresar el misterio de la fe a los modos elegidos por el mismo Dios en la Escritura, en la Tradición eclesial, en el Magisterio y la Liturgia, hasta el día de hoy.

Es evidente que Dios, para expresar realidades sobre-naturales, emplea el lenguaje natural-humano, y que necesariamente usará de antropo-morfismos. Pero en la misma necesidad ineludible se verá el teólogo. También su lenguaje se verá afectado de antropo-morfismos, pues emplea una lengua humana. La diferencia, bien decisiva, está en que el lenguaje de la Revelación, asistido siempre por el Espíritu Santo en la Escritura, en la Tradición y en el Magisterio apostólico, jamás induce a error, sino que lleva a la verdad completa. Mientras que un lenguaje contra-dictorio al de la Revelación, arbitrariamente producido por los teólogos, lleva necesariamente a graves errores.

Cuando teólogos y maestros de espiritualidad desprecian las palabras y los conceptos que la Iglesia ha elaborado en su tradición, bajo la acción del Espíritu de la verdad (Jn 16,13), y crean, por el contrario, alergias en el pueblo cristiano hacia esos modos de pensamiento y expresión, proponiéndoles los suyos, como mejores, están destruyendo la fe de los fieles. No son servidores fieles de la Palabra divina, pan vivo bajado del cielo para alimento de los hijos de Dios.

Pío XII, en la encíclica Humani generis (1950), denuncia a quienes pretenden «liberar el dogma mismo de la manera de hablar ya tradicional en la Iglesia» (9). Estas tendencias «no solo conducen al relativismo dogmático, sino que ya de hecho lo contienen, pues el desprecio de la doctrina tradicional y de su terminología favorecen demasiado a ese relativismo y lo fomentan» (10). Por todo ello es «de suma imprudencia abandonar o rechazar o privar de su valor tantas y tan importantes nociones y expresiones» que, bajo la guía del Espíritu Santo, se han formulado «para expresar las verdades de la fe cada vez con mayor exactitud, sustituyéndolas con nociones hipotéticas o expresiones fluctuantes y vagas de la nueva filosofía» (11).

Hemos tenido que oír y leer en los últimos tiempos verdaderas blasfemias contra la Cruz de Cristo. Nos ha sido dicho que la muerte de Cristo no fue «un designio de Dios», y menos aún que haya de ser entendida «como inherente a la misión que tenía que realizar en el mundo». Nos han dicho que, simplemente, fue un acontecimiento histórico causado por «las situaciones, instituciones y personas en medio de las que él vivió». (¡Qué mala suerte tuvo!)… Nos han dicho que Dios no quiere la muerte de su Hijo, «no la quiere, ni menos la exige». Nos han afirmado que más bien ha de entenderse la muerte de Cristo como «un accidente profesional», bastante previsible en los que son profetas de Dios. Nos han asegurado que «el peligro dolorista de la devoción al Crucifijo» [sic], tan desarrollado en los últimos siglos, es «una concepción desviada y morbosa», que halla su máxima expresión en «la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, traspasado y coronado de espinas». En fin, no ha faltado quien nos ha llegado a asegurrnos por escrito que La cruz no nos salva. «Hace ya dos mil años que dura el grave malentendido, y son demasiados los que lo sostienen, pero hoy es insostenible… Nadie explicó nunca por qué Dios exige expiación, ni quién gana con que el culpable expíe. Eso hicimos de Dios, ¡pobre Dios!… ¡Maldita cruz!».
Celebramos hoy, pues, la Exaltación de la Santa Cruz, y buena falta nos hace entre tantos «enemigos de la cruz de Cristo» (Flp 3,18). La Cruz de Cristo, con la Encarnación, es la obra más excelsa de la Providencia divina: la epifanía total del amor, de la justicia y de la misericordia de Dios. A exaltarla dediquemos hoy el día, y toda nuestra vida, unidos a la Iglesia católica de Oriente y Occidente, de ayer, de hoy y de mañana.

El celibato católico

05 de Septiembre #2013
En honor a San Antonio María Sacaría (+ 1539)

Dr.
César Mella
Vía correo electrónico
Ciudad,


Ref.: http://www.elcaribe.com.do/2013/09/05/psiquiatra-propone-iglesia-eliminar-celibato

"En buena ley, la diferencia entre un sacerdote y un casado es sólo una mujer. El diagnóstico apunta, más que al celibato, a la castidad y a la fidelidad; y es válido tanto para el sacerdote como para cualquier otra persona, cualquiera que sea su situación."

Distinguido Dr. Mella, buenas tardes.
 
"Suprimir  el celibato y permitir el matrimonio al sacerdote no garantiza la castidad ni la fidelidad, como tampoco evita el incesto, las violaciones, etc., problemas de todos los días en nuestra sociedad."
 
Luego de saludarle cordialmente, he querido escribirle para compartir esta inquietud que me ha producido leer a un profesional de su talante expresarse públicamente de tal forma.
 
"El psiquiatra César Mella atribuyó parte del desvió de la conducta sexual de sacerdotes católicos a la práctica del celibato y opinó que la sotana no le quita a los curas el deseo sexual propio de los hombres y mujeres."
 
Ayer hablaba yo con un ingeniero sobre los famosos "vicios de construcción" tan populares hoy en todo tipo de edificaciones, y no por ello tenemos a menos a tantos excelentes profesionales en la rama; hasta que se caiga uno que otro edificio en la ciudad y tengamos una catástrofe.
 
Ni hablar de los profesionales de la salud, con tantos y tantos casos de mala práctica, incluso muertes, y no por ello dejamos de acudir a estos cuando la salud flaquea; mucho menos sugerir un cambio en el tipo de entrenamiento que reciben.

No hace mucho estuve asistiendo a una comunidad Al-Anon, para familiares y amigos de adictos, donde escuché el testimonio de un médico que consumía narcóticos (rohypnol) antes de entrar a cirugía, "seguro de lo que estaba haciendo", decía él.

¿Usted se imagina?

Me iba a referir a la política pero puedo decir algo imprudente, y no es el caso.
 
La debilidad humana es un verdadero misterio, cómo nos afecta. 

Lo extraño es que se manifieste en hombres que desde que eligieron el camino a seguir, por mas de una década, son entrenados para servir a su comunidad de la forma más extraordinaria e inimaginable posible.

Con esto no quiero excusar ni interceder en favor de ningún criminal, pero de ahí a decir que todos merecen o padecen de esto, aquello o lo otro, es injusto y poco atinado afirmar.
 
Por más de dos mil años la enseñanza de Jesús ha sido la misma: el sacerdote entregado a La Iglesia -como su esposa- de la misma manera como usted se entregó a la suya en fidelidad hasta la muerte.

De que hay hombres que nunca debieron ser Sacerdotes, lo admito, no tenían condiciones para ello, y es por esta razón que hemos sido testigos de algunas locuras. Pudiéramos decir lo mismo del matrimonio? Claro que si.

Conozco a muchos Sacerdotes felices y contentos con la misión que el mismo Dios les ha confiado, pastorear a sus ovejas.

Usted, como profesional de la salud y la conducta, sabe mucho mejor que yo que el hombre en su miseria es capaz de cualquier cosa, desde lo sublime hasta lo ridículo. No hay que ser un genio para comprender esto.

Una mirada a nuestro alrededor lo confirma, estamos abocados a un desastre y La Iglesia católica y sus miembros estamos trabajando duro para evitarlo.

Ayúdenos por favor.

Con atentos saludos,

Mario R. Saviñón 
 
"La sexualidad, o se la ve desde la condición de seres humanos, o nos puede convertir en bestias."

La masturbación, fuente de inmadurez

Por Pedro Trevijano Etcheverria


Si nos preguntásemos cuál es el sentido de nuestra vida, no sería una mala contestación el responder: amar y ser amados. Pero para ello necesitamos ser personas libres.
  Ser libre es una de las grandes tareas o la gran tarea de la vida. Mi cuerpo el órgano de mi libertad, y tenemos una libertad limitada, pero real y suficiente. Ser libre significa ser capaz de orientar y dirigir nuestra vida como nos parece mejor, aplicando nuestras fuerzas a una auténtica tarea, donde intervienen mi responsabilidad y mis valores religiosos y morales, pues no consiste en hacer lo que me dé la gana, sino en llegar a lograr mandar en mi mismo y en mis instintos, lo que supone la práctica de las virtudes, así como la capacidad de sacrificarme. Mi libertad sólo tiene valor positivo si sé utilizarla para buscar la verdad, hacer el bien y evitar el mal, pues así es como voy a conseguir el paso a una mayor madurez y a mi realización personal. Con la ola de sexualidad que nos invade, bastantes consideran que la masturbación no sólo no tiene importancia, sino que incluso que es algo positivo, como válvula de escape, conocimiento de sí mismo y de mi cuerpo y expresión de la sexualidad. Detrás de ello están las concepciones hedonistas que consideran que el fin de la sexualidad es el mero placer y una sociedad muy permisiva en lo referente a ella. Pero otros muchos, incluso no creyentes, por ejemplo Lenin, opinan que la incontinencia en la vida sexual es un signo de degeneración y que el dominio de sí mismo y la autodisciplina no significan esclavitud; sino que ambos son necesarios para el amor. Como ya dijimos en el artículo anterior su causa fundamental es no tener bien resuelto el problema afectivo. Quien logra resolverlo p. ej. el joven que está enamorado y respeta a su comparte, ha solucionado o está en vías de solucionar su problema. También ayuda, aparte de los medios sobrenaturales, el no obsesionarse con ella, sino salir de sí mismo por el trabajo, deporte y entrega hacia los demás Y es que en la masturbación falta la apertura de la sexualidad al amor. El acto masturbatorio no es evolutivo, sino regresivo, pues convertido en actitud permanente, puede hacer peligrar el positivo desarrollo de la personalidad, puesto que supone un ejercicio de la sexualidad en sentido distinto al que sería el desarrollo normal de la persona.
La actuación sexual genital es acto social, no pudiéndose vivir en toda su riqueza en forma solitaria, como lo prueba el tabú del incesto, que obliga a buscar el socio sexual fuera del ámbito familiar, y convierte así la sexualidad en poderoso motivo de relación. La masturbación hace que la sexualidad, que debe estar al servicio del amor y de la comunicación entre personas, se dirija al propio sujeto, encerrándole en sí mismo, reforzando su egoísmo, debilitando su fuerza de voluntad y dominio de sí, y dificultando el paso a una mayor apertura y madurez.
Si el joven se masturba frecuentemente, disminuye su incentivo para salir al exterior, pues descarga la tensión que le impulsa a superar sus miedos e inseguridades, tanto en la confrontación con los de su sexo como sobre todo con los del sexo contrario. La masturbación se presenta principalmente en períodos de aburrimiento, descontento y depresión. Se le hace más difícil salir de sí mismo y superar su egoísmo.
En suma, la masturbación habitual y frecuente restringe la capacidad de socialización, manteniendo al joven en su narcisismo y en la permanente inmadurez que va a afectar todas las áreas de su vida: pensamiento, criterios, formación de opiniones, falta de fuerza de voluntad, etc. Por ello cuando se la desea conscientemente y uno se apega a ella, la masturbación es un comportamiento moralmente equivocado que nos esclaviza, habituándonos a una sexualidad inmediata y egoísta que dificulta el dominio de los impulsos, así como nuestra maduración personal y la vida espiritual. El muchacho que tiene que luchar con la masturbación debe comprender que ha de superar ese estadio si quiere que su sexualidad evolucione y no siga siendo infantil.
En los adultos y muy especialmente en las personas casadas, la masturbación hay que considerarla en función de su frecuencia: cuando es pasajera puede significar que, frente a dificultades que van unidas a determinadas pruebas, la persona no consigue fácilmente restablecer el equilibrio y se otorga compensaciones. En ocasiones puede ser debida simplemente a que las circunstancias externas (enfermedad, soledad, lejanía de la pareja) no permiten relaciones sexuales. Cuando es habitual, puede constituir un síntoma de que experimenta dificultades para comunicarse y más concretamente de que sufre alguna incapacidad para establecer relaciones a consecuencia de bloqueos psicológicos, es decir puede ser expresión de una cierta patología psíquica.
Por ello su persistencia en la edad madura es signo de inmadurez en el desarrollo personal, de egocentrismo y de dificultades relacionales, o bien de compensación a frustraciones. Como autosatisfacción, no concuerda con el objetivo de una sexualidad madura. La masturbación esclaviza y pone en riesgo parte, al menos, de nuestra libertad. Pero recordemos que siempre sigue existiendo la posibilidad de mantener un cierto dominio de sí y de recuperar nuestra libertad.
Otro artículo relacionado: Infocatólica

Necesitamos santos, dice el Papa Francisco

31 de Agosto #2013
En honor a San Ramón Nonato, Cardenal (+ 1240)

Sr.
Adriano Miguel Tejada
Director Diario Libre
Via correo electrónico
Ciudad

Ref.: Necesitamos santos

“La guerra del cristiano es incesante, porque en la vida interior se da un perpetuo comenzar y recomenzar, que impide que, con soberbia, nos imaginemos ya perfectos. Es inevitable que haya muchas dificultades en nuestro camino; si no encontrásemos obstáculos, no seríamos criaturas de carne y hueso.”

Distinguido Sr. Tejada, buenas tardes.

“No nos extrañe que seamos derrotados con relativa frecuencia, de ordinario y aun siempre en materias de poca importancia, que nos punzan como si tuvieran mucha. Si hay amor a Dios, si hay humildad, si hay perseverancia y tenacidad en nuestra milicia, esas derrotas no adquirirán demasiada importancia.”

Al saludarle cordialmente, le escribo en razón de su editorial de hoy, el cual me ha parecido muy interesante.

Precisamente estamos nosotros, nueve varones y un Sacerdote, de retiro en Jarabacoa este fin de semana, orando y meditando sobre estos temas que tanto nos interesan: la santidad en la vida ordinaria del común de los mortales.

Como si fuese una casualidad, que no lo es, el Santo Padre ha venido hablando sobre esto desde hace ya un tiempo, mucho antes incluso de ser Papa. Sus escritos, que hay que revisarlos todos, insisten machaconamente en la necesidad que tenemos los hombres de cambiar respecto a muchas cosas, radicalmente, porque sino pronto acabarán con si mismos, ni hablar de su vecino.

Observe, con mis respuestas, que esto no es asunto de marcianos, lunáticos o seres extraterrestres algunos. El Santo Padre ha hablado de la necesidad de santidad en nosotros mismos, usted, yo y los demás.

Necesitamos santos sin velo, sin sotana: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos de jeans y zapatillas: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos que vayan al cine, escuchen música y paseen con sus amigos: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos que coloquen a Dios en primer lugar, y que sobresalgan en la Universidad: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos que busquen tiempo cada día para rezar, y que sepan enamorar en la pureza y castidad, o que consagren su castidad: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos modernos, santos del siglo XXI, con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos comprometidos con los pobres y los necesarios cambios sociales: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos que vivan en el mundo, se santifiquen en el mundo y que no tengan miedo de vivir en el mundo: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos que tomen Coca Cola y coman hot-dogs, que sean internautas, que escuchen iPod: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos que amen la Eucaristía, y no tengan vergüenza de tomar una cerveza o comer pizza el fin de semana con los amigos: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos a los que les guste el cine, el teatro, la música, la danza, el deporte: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos sociables, abiertos, normales, amigos, alegres, compañeros: usted y yo los primeros.

Necesitamos santos que estén en el mundo, y que sepan saborear las cosas puras y buenas del mundo, pero sin ser mundanos: usted y yo los primeros.

Así será si nos lo proponemos, hoy, mañana y todos los días mientras vida tengamos.

Usted ve, la santidad es algo sencillo y al mismo tiempo complicado, dada la naturaleza humana herida por el pecado. Una vez nos apartamos del pecado mas cerca estaremos de Dios, y estando mas cerca de Dios nos asemejamos a EL y somos santos.

El mejor ejemplo de todos es Jesús de Nazaret, nuestro Señor. Seamos como él y seremos santos.

Eso aprendimos nosotros este fin de semana: nada que hagamos será suficiente para agradecer el sacrificio de Cristo Jesús por nosotros en La Cruz, para hacer posible nuestra entrada al Cielo y la vida eterna.

Nada que usted y yo hagamos podrá compensar ese gesto de amigo que tuvo Jesús de Nazaret al ofrendar su vida por nosotros; Dios Padre de entregar a su único hijo por nuestra salvación.

Yo, que tengo un hijo, le puedo decir que lo he pensado, y no me atrevería jamás a entregarlo por nadie. Imagine usted tremendo sacrificio.

El Papa Francisco nos esta llamando la atención, a usted, a mi y a todo hombre de buena voluntad, para que cambiemos de forma de pensar y de sentir; eso que se conoce como conversión, y en la medida en que cambiemos mas y mas en torno a la imagen de Jesús de Nazaret, en esa misma medida seremos santos, y nuestro mundo cambiara.

Eso es lo que quiere el Santo Padre.

“La conversión es cosa de un instante; la santificación es tarea para toda la vida.”

“La santidad de Dios identifica su separación de todo lo malo. Los seres humanos somos santos cuando nos apartamos del pecado y vivimos según la voluntad de Dios.”

Tenga usted un feliz fin de semana.

Con atentos saludos,

Mario R. Saviñón

El egoísmo absoluto

Por Juan García Inza


La actualidad nacional, e internacional, es sin duda la crisis económica. Corren por los medios multitud de informes, de análisis, de previsiones... No parece que la solución dependa de solo los políticos. Hay que buscar las causas, los motivos de fondo que nos han abocado a una situación preocupante.  Y los analistas serios coinciden en afirmar que el desencadenante de esta situación ha sido el egoísmo absoluto que venimos padeciendo en nuestra sociedad, hasta el punto de haber degenerado en una enfermedad crónica no fácil de vencer.

Durante unos años, que llamamos de bonanza, el dinero ha corrido por nuestras manos y nuestro bolsillos. Se ha gastado con mucha alegría, nos hemos hipotecado hasta las cejas por que había necesidad, o prisa por disfrutar. Hemos jugado con las tarjetas de crédito como si fueran naipes. Nuestras casas debían estar  perfectamente equipadas antes de adquirir otros compromisos, llámese matrimonio, por ejemplo. El coche debía ser el más llamativo. Uso y abuso a tope de toda clase de artilugios electrónicos: ordenadores  de última generación, televisores de plasma para ver bien el fútbol y la novela, teléfonos móviles en función permanente como si nos regalaran la llamada, buen tabaco, buenos aperitivos, comidas a la carta, viajes de placer, caprichos que no falten... Hemos llevado una vida de nuevos ricos, sin control, al día. En muchos sectores sociales  ha tenido entrada el dinero fácil, el abuso, la explotación. Esto parecía jauja.

Los indicadores estaban en rojo hace tiempo, pero no los hemos visto, o tal vez nos lo hemos tomado a chirigota. Y la bomba ha estallado. La economía tiene sus reglas, como la química y la física, y si forzamos la situación el globo explota, el barco se hunde, la salud se resquebraja.

Un experto en la materia, el profesor Min, que ya predijo años atrás esta crisis, ha vaticinado en unas declaraciones que lo que estamos padeciendo no es la crisis, sino la pre-crisis. La auténtica crisis llegará en el 2010, y hasta el 2018 la vamos a tener como compañera. Alguien decía: “Si te aseguran que pronto veremos la luz en el túnel, apártate que será la locomotora que nos trae la verdadera crisis”.  Es una triste realidad, y algunos la van a sufrir de un modo bastante cruento.

Y, ¿cuál es la causa? El `profesor Min rotundamente afirma que la causa de este estropicio social es el egoísmo absoluto. Cada uno ha ido a lo suyo, sin pensar en nadie más, y ha llegado un momento que  este egoísmo salvaje nos está destruyendo como personas y como sociedad. La humanidad está experimentando en este tiempo un cambio profundo. En la G 20 se ha de fundar un nuevo modelo de sociedad. Se habla de la re-fundación de un capitalismo de rostro humano, donde cuente más lo colectivo que lo puramente subjetivo. En definitiva se trata, aunque muchos no lo quieran admitir, de aplicar por fin la doctrina social de la Iglesia. Bueno sería que se empezase a conocer ya que encierra en sus entrañas la auténtica solución a nuestros problemas. El ser humano tiene que recuperar su auténtico rostro de persona, con toda su dignidad. ¿Qué nos quedaría si, aparte de no respetarse la vida humana en todos sus estadios, este disparate ideológico diera lugar a no asegurar el pan de cada día para todos?  Algunos se desesperan ante panorama tan sombrío. Pero nos debe quedar la esperanza de que, como el ave fénix, podamos remontar el vuelo desde la cenizas de un mundo viejo que se acaba, para dar vía libre a las nuevas cosas.

Maníacos sexuales

Por Jorge Loring

He leído en Religión En Libertad un artículo de Juan García Inza, La esclavitud de la adicción sexualque me ha sugerido el que ahora escribo.

Está de moda la libertad sexual, pero lo que está pasando es que muchas personas se hacen maníacos sexuales que no dominan su apetito sexual, y llegan a cometer aberraciones tremendas.

Si el sexo no se rige por normas morales se animaliza. Con el agravante de que los animales usan del sexo según la naturaleza, y los adictos al sexo llegan a extremos horribles.

El 17 de octubre de 1994 en el programa ‘La vida anterior’, de TELE-5, una tal Elena manifestó que había hecho el acto sexual con más de tres mil hombres, y nunca por dinero. El sexo no es malo pues lo ha puesto Dios. Pero si se usa fuera del plan de Dios es una catástrofe. El fuego es muy útil, pero un pirómano puede desencadenar una catástrofe.

Ahí tenemos al SIDA, las violaciones, los adulterios, sadismo, etc. Como dijo el Papa Juan Pablo II, la sociedad que se aparta de Dios, se vuelve contra el hombre.

Ver este otro: La esclavitud de la adicción sexual por Luis Ignacio Batista

El suicidio de los jóvenes ¿por qué?

Por Luis Fernández Cuervo*

No se habla. Se escribe poco, y mal estudiado, sobre el aumento del número de suicidios entre jóvenes y adolescentes. Es un hecho mundial y nuestro país no escapa a esta desgracia. Que se den como causas para nuestro país, la pasada guerra, los terremotos o la violencia social, me parece muy equivocado.

Yo pasé mi niñez en el Madrid "rojo" durante la guerra civil española, mucho más violenta y sangrienta que la de El Salvador. Los bombardeos --muchas veces nocturnos-- eran casi diarios. El odio antirreligioso se cebó en la quema de casi todas las iglesias y conventos. El "deporte" favorito de comunistas, socialistas y anarquistas era la captura y muerte de sacerdotes, frailes y monjas, pero podía extenderse también a cualquier persona que sufriera la acusación, aun sin fundamento, de "fascista". El hambre era el pan de cada día. Pero jamás oí hablar de jóvenes que se hubieran suicidado en ese ambiente terrible. No me extraña. Cuando la vida puede perderse en cualquier momento, surge con fuerza el instinto de sobrevivir, sea como sea, superando todos los inconvenientes.

El psiquiatra judío Viktor Frankl, que sobrevivió a su encarcelamiento en Auschwitz, el campo de exterminio nazi, dijo muy bien que se puede vivir y superar cualquier tipo de vida, por mala que sea, si existe una razón para vivir. Lo dijo y lo aplicó como terapia a muchos de sus compañeros de prisión, evitando que se suicidaran, haciéndoles descubrir alguna actividad ilusionante, propia y distinta en cada uno, y una esperanza de volver a encontrar a alguno de sus seres queridos si al final salían vivos de aquel horrible lugar.

Y creo que ahí está la clave. Se siguen dando y aumentando los suicidios en gente cada vez más joven pero también en países y estratos sociales muy acomodados. Y es que muchos adolescentes y jóvenes de ventipocos años, pobres o ricos, se suicidan cuando no encuentran ninguna razón suficiente para seguir viviendo.

No descarto que puedan cooperar otros motivos --abuso sexual, acoso escolar (bullying,), desengaño amoroso, etc.--, pero el factor esencial, determinante, es la desorientación, aburrimiento, soledad y vacío interior, de tantas vidas que no saben para qué vivir.

Es bueno respetar la ecología, pero la más importante de ellas es la ecología humana y esa hoy está siendo atacada desde todos los puntos.

Todos necesitamos para crecer y desarrollarnos, humana y moralmente, un padre, una madre y un hogar. No sirve un progenitor A y otro progenitor B. Peor si A y B son del mismo sexo. -No lo oculten, no mientan. Ya está estudiado. Eso es falso, perjudicial para cualquier niño o niña. Además los niños necesitan ver que sus padres se quieren entre sí y que le quieren a él y a sus otros hermanos. Después necesitan unas reglas de conducta claras, exigentes y positivas, con las matizaciones pertinentes entre las del amor maternal y las que pone el padre, despertando nobles ambiciones de superación. Y en el momento actual, todo ello requiere --como dijo el papa Francisco-- ir a contracorriente, ese "deporte moral" de rechazar la cultura vacía de lo provisional, que es la que trata de inculcarnos, a cualquier precio, la cultura de la muerte y su empresa millonaria mundial.

El gobierno actual es incompetente para fomentar la buena ecología humana. Ni dan ejemplo, ni dan doctrina. Está vendido a la cultura de la muerte y a su nefasta "salud sexual y reproductiva". Y después, encima, tienen la desfachatez de lamentarse de que aumenten las niñas de 12 a 14 años que quedan embarazadas o de que más adolescentes entren a las maras o se suiciden. Recogen los frutos que sembraron. No deben extrañarse de que aumenten los jóvenes suicidas porque están inmersos en un ambiente que, en el mejor de los casos, es de diversiones de pura frivolidad y en el peor, de violencia, drogas, corrupción y vacío interior.

*Dr. en Medicina.

Protestantes y sectarios devalúan a la Virgen María

Por José Leopoldo Fierro

Católicos y protestantes leemos en La Biblia que Dios prometió un hijo:
 
A Sara, esposa de Abraham - Gen. 18, 10 
A Ana, madre del profeta Samuel - 1 Sam. 1, 20
A la madre de Sansón - Jue. 13, 4 
A Sta. Isabel, madre de S. Juan Bautista Lc. 1, 13 
y a la Virgen María, Lc. 1, 31 
 
Solamente los católicos, en armonía con La Biblia, creemos que así fue: solamente un hijo prometió Dios a cada una de las mujeres citadas y así sucedió, incluyendo a la Virgen María.
 
En cambio, la mayoría de los protestantes y sectas, en el caso de la Virgen María, no lo entienden, ni lo creen así. A Ella falsamente le atribuyen ser madre de más de un hijo, para negar su Virginidad después del parto al concebir a N. Sr. Jesucristo.
 
¿A qué se debe este afán de los sectarios en cambiar el sentido bíblico?
 
Que saben muy bien, que uno de los principales valores que impiden que un católico sea apóstata de su fe y pase a la fila de las sectas, es el amor y veneración que todos ellos tenemos a la Virgen María. Por ello, los reclutadores de sectas, siempre tratan de devaluar a la Virgen María al nivel de una mujer ordinaria, que al morir, su cuerpo fue pasto de los gusanos en la corrupción del sepulcro y así el católico  que los escucha y lo convencen, fácilmente es capturado en su secta y lo que es peor, nace en estos también el clásico rechazo a todas las Gracias que el Altísimo dio a la Virgen María (Lc. 1, 49).

En cambio, muchos de ellos, creen que su pastor o hasta ellos mismos, es ya casi inminente que serán arrebatados en cuerpo y alma al cielo, negando este don a la Virgen María.
 
El primer Adán  Dios lo formó del barro o polvo de la tierra pura del Paraíso  suelo absolutamente limpio y no contaminado (Gn. 2,7).
 
El segundo Adán, N. Sr. Jesucristo (1 Cor. 15, 45), lógico es comprender que  también Dios nuestro Padre lo hizo encarnarse en el vientre purísimo de la Virgen María, tomando de Ella cuerpo y sangre jamás contaminada de la baba asquerosa del pecado de Satanás  Por ello, los católicos a la Virgen María la consideramos la Inmaculada Concepción.
 
Si el cuerpo y sangre de N. Sr. Jesucristo se encuentra glorioso en el Cielo, fácilmente los católicos entendemos por que también la Virgen María fue llevada al cielo en cuerpo y alma en estado glorioso como su Hijo. Ahora se cita mucho el ADN, podemos en este sentido comprender que siendo el cuerpo y la sangre de Cristo del mismo ADN de la Virgen María, entonces no tenemos dificultad para comprender que la Virgen María está al igual que su Hijo, en el cielo con su cuerpo y alma en estado glorioso.

Los “falsos cristos” de nuestro tiempo

Tomado de www.facebook.com/infories

Recientemente se ha anunciado la muerte de José Luis de Jesús Miranda, fundador de la secta Creciendo en Gracia, quien dijo ser Jesucristo anunciando que el día 30 de junio de 2012 transformaría su cuerpo en inmortal. Como esto no fue confirmado, desapareció de los medios de comunicación. Aunque no se ha confirmado oficialmente su muerte sólo se suma a la larga lista de personas que dicen ser Jesús, tal como informa el medio Noticia Cristiana.

La aparición de los falsos Cristo es una prueba de lo que dice la Biblia en Mateo 24,23-26: “Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsoscristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis”.

Desde los primeros siglos, han surgido personas que dicen ser (o fueron considerados por sus seguidores), la encarnación o la reencarnación de Jesucristo, o la Segunda Venida de Cristo. Por no hablar de los miles de casos de personas con trastornos mentales que hicieron esa declaración.

Algunos del siglo XIX

John Nichols Thom (1799-1838): Se rebeló contra el gobierno, él decía ser el “salvador del mundo” y la reencarnación de Jesucristo en 1834. Fue asesinado por los soldados británicos en la Batalla deBossenden Wood el 31 de mayo 1838 en la ciudad de Kent, Inglaterra.

Arnold Potter (1804-1872): Apostató de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones), afirmó que el espíritu de Jesucristo entró en su cuerpo y se convirtió en el Hijo “Potter Cristo” del Dios vivo. Pero lastima por él, murió en un intento de “ascender al cielo” saltando de un acantilado.

Bahá’u'lláh (1817-1892): Nacido en una familia musulmana chiita en 1844, él afirmó ser el cumplimiento prometido y profetizado acerca de todas las grandes religiones. El hombre fundó la Fe Bahá’í en 1863, que hasta ahora tiene seguidores en todo el mundo.

William W. Davies (1833-1906): Líder de la secta Reino del Cielo, localizado en Walla Walla, Washington (1867-1881). Él enseñó a sus seguidores que él era el arcángel Miguel, pero había vivido como Adán, Abraham y David. Cuando su hijo Arthur nació el 11 de febrero de 1868, Davies dijo que el niño era la reencarnación de Jesucristo. Cuando le nació el segundo hijo en 1869, Davies llegó a decir que era Dios el Padre.

Mirza Ghulam Ahmad (1835-1908): Este hombre nativo de la India afirmó que él era el esperado Mahdi, como la Segunda Venida de Jesús, el Mesías, el prometido para el final de los tiempos. Él era la única persona en la historia islámica que decía ser ambos. Afirmó ser Jesús, no en sentido metafórico y carácter. Fundó el Movimiento Ahmadiyya en 1889, alegando ser comisionado por Dios para reformar a la humanidad.

Lou Palingboer (1898-1968): Fundador y líder de una secta de Holanda, dijo ser “el cuerpo resucitado de Jesucristo”.

En el siglo XX

Haile Selassie I (1892-1975): No decía ser Jesús abiertamente, pero el movimiento rastafari, que surgió en Jamaica durante la década de 1930, cree que era la Segunda Venida, cuando se convirtió en emperador de Etiopía en 1930, defendió ser la confirmación del regreso del Mesías en el Libro de Apocalipsis. También se le llama Jah Ras Tafari. Los seguidores del movimiento rastafari dicen que él volverá por segunda vez para iniciar el día del juicio. La secta sigue creciendo gracias en parte a los grupos de reggaeque tienen cerca de un millón de seguidores.

Ernest Norman (1904-1971): Un ingeniero eléctrico que fundó la Academia de Ciencias Unarius en 1954, dice que era la encarnación terrenal de un arcángel llamado Raphiel pero que había vivido en la tierra como otras figuras notables, como Confucio, Sócrates y Jesús. Murió en 1971, pero Unarius sigue ofreciendo terapia de vidas pasadas para curar de todo tipo de mal.

Krishna Venta (1911-1958): Fundador de la secta Fuente de la sabiduría, el conocimiento, la fe y el amor en California a finales de 1940. En 1948, declaró que él era el Cristo, el nuevo mesías y que vino a la Tierra desde el planeta Neophrates, hoy desaparecido. Fue asesinado por dos de sus antiguos seguidores descontentos que lo acusaron de abuso de culto, mal uso de dinero y de abusar de sus esposas.

Ahn Hong-Sahng (1918-1985): Un surcoreano que fundó la Iglesia de Dios Nuevo Pacto de la Pascua en 1964, que se convirtió en la Sociedad Misionera Mundial de Dios. Él sería la Segunda Venida de Jesús que luego pasó a declararse Dios Padre.

Sun Myung Moon (1920-2012): Más conocido como el Reverendo Moon, fundador de la Iglesia de la Unificación. Impartió ser el Mesías y la Segunda Venida de Cristo, cumpliendo la misión inacabada del Jesús de la Biblia. Los miembros de la Iglesia de la Unificación, todavía consideran a Sun Myung Moon y su esposa Hak Ja Han, los Verdaderos Padres de la humanidad, Adán y Eva restaurados a su plenitud.

Jim Jones (1931-1978): Fundador del Templo del Pueblo. Inicialmente, un líder protestante, continuó diciendo ser la reencarnación de Jesús, Akenatón, Buda y el Padre Divino. Alegando ser perseguido por los religiosos en los EE.UU., llevó a sus seguidores a Jonestown, Guyana, donde organizó un suicidio en masa el 18 de noviembre de 1978.

Marshall Applewhite (1931-1997): Fundador de la secta Puerta del Cielo, utilizó el Internet para declararse Jesucristo y reunir seguidores. Todos cometieron un suicidio colectivo el 26 de marzo 1997, cuando pasó cerca de la Tierra el cometa Hale-Bopp. Ellos creían que iban a reunirse en el cielo ya supuestamente una verdadera nave especia los recogería.

Wayne Bent (1941–): Su verdadero nombre es Michael Travesser. Fundador de la Iglesia El Señor es Nuestra Justicia. Él dice: “Yo soy la encarnación de Dios, soy la divinidad y la humanidad combinada”. Comenzó su culto en 1989, cuando convenció a algunos adventistas de dejar la iglesia y seguir una vida sin pecado. A partir de 2000, dijo que oyó decir a Dios: “Tú eres el Mesías”. Fue condenado a prisión el 15 de diciembre de 2008, por abuso sexual a menores de edad.

Ariffin Mohammed (1943–): También conocido como “Ayah Pin”, fundó la secta Reino de los Cielos, en Malasia en 1975, prohibido por el gobierno pronto. Él dice que sus seguidores tienen contacto directo con los cielos, considerado la encarnación de Jesús, así como Shiva, Buda y Mahoma.

Matayoshi Mitsuo (1944–): Un político conservador japonés que en 1997, fundó el Partido Mundial de la Comunidad Económica sobre la base de su convicción de que él es Dios y Cristo. Según su programa, él hará el juicio final como Cristo, pero dentro del sistema político actual.

José Luis de Jesús Miranda (1946-2013): Puertorriqueño y fundador de Creciendo en Gracia quien afirma que es el Cristo resucitado que se apoderó de su cuerpo en 1973 autoproclamándose “Jesucristo Hombre”. Anunció que se sometería a una gran transformación en 2012, convirtiéndose en inmortal. Su muerte por cáncer no es confirmada por la iglesia que cuenta con 710 centros de servicio en 25 países.

Inri Cristo (1948–): Un astrólogo brasileño que afirma que desde 1969 ser el segundo Jesús reencarnado. Vive en Brasilia, considerada por él y sus discípulos como la “Nueva Jerusalén” mencionada en el Apocalipsis.

Sergey Torop (1961–): Un ex-policía tráfico ruso, que dice haber “renacido” como Visionario, Jesucristo, pero señala que no es “Dios”, pero si la “palabra de Dios”. Ha fundado la Iglesia el Último Testamento. En 1990 se trasladó al sur de Siberia, donde vive con sus discípulos en el Tiberkul Ecopolis, una comunidad espiritual. Se dice que tienen varias esposas y 10.000 seguidores en todo el mundo.

Y también en el siglo XXI

David Shayler (1965–): Un ex agente inglés del servicio secreto MI5 Inglés que en el verano de 2007, proclamó ser el Mesías. El “descubrimiento” de la nueva identidad se produjo después del consumo de hongos alucinógenos. Señala que un espíritu se le apareció y le dio la noticia. `Entonces solo camina descalzo y con ropa blanca. Aboga por el uso de drogas como algo espiritual. Lanzó una serie de videos en YouTube donde pretende ser Jesús. Vive en una comunidad con pocos seguidores seminómadas, casas vacías que ocupan en el interior de Inglaterra. Él dice que tiene un “lado femenino” y a veces asume la personalidad Delores Kane. Explica que no es homosexualidad. “Es como el equilibrio de las cosas [los lados masculinos y femeninos], como si pudiera olvidar lo que soy”, justifica.

Oscar Ramiro Ortega-Hernández (1990–): En noviembre de 2011 disparó nueve tiros con un AK-47 en contra de la Casa Blanca en Washington. Pretendiendo ser Jesucristo, dijo que fue enviado a matar al presidente Barack Obama, quien sería el Anticristo.

Alan John Miller (1962–): Más conocido como AJ Miller. Australia, es un ex-testigo de Jehová y líder de la Verdad Divina. Miller, afirma ser Jesucristo reencarnado y quiere difundir mensajes que él llama “la Verdad Divina”. Él hace una serie de seminarios sobre el tema y utiliza diversos medios de comunicación, especialmente Internet. Vive con María Suzanne Luck, quien es según él el regreso de María Magdalena a la Tierra.

Hay más nombres pero creemos que no acabaríamos de mencionarlos así que destacamos algunos pocos.

Extorsión religiosa y daño emocional


“Sectas de la New Age, lobos con piel de oveja". Así se titula la información que firma Danilo Picart en el medio Portaluz, y que incluye una interesante entrevista al sacerdote uruguayo Miguel Pastorino, que es miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). En ella, Pastorino afirma que tras las múltiples manifestaciones de la New Age se articulan sectas que son un auténtico peligro para las personas y la sociedad.

Desde sus primeros años como seminarista, Miguel Pastorino tuvo la inquietud de ser fiel a la defensa de la fe, comprendiendo que en la doctrina de la Iglesia se asienta el bien común que permite el desarrollo en dignidad del ser humano y la sociedad. Hoy, desde la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), este sacerdote denuncia el error y riesgos inherentes a las sectas que han surgido en Hispanoamérica desde las diversas expresiones de la ‘Nueva Era’ - New Age.

En entrevista exclusiva con Portaluz, Miguel Pastorino, quien además es director de comunicaciones de la Arquidiócesis de Montevideo y trabaja en la formación de agentes pastorales, enfrenta sin tapujos a quienes tergiversan y pretenden reducir la realidad de Dios a un concepto de “energía”. Pastorino comienza su diálogo invitando a realizar un mea culpa como creyentes señalando que “las sectas crecen por el vacío espiritual que ha dejado la Iglesia”.

Embaucar y dominar

- ¿A quienes buscan captar las sectas inspiradas en la New Age?

- Los emocionalmente vulnerables. Asimismo adolescentes, jóvenes o adultos para quienes es atractiva una propuesta espiritual que no les plantea exigencias. Hace veinte años las personas argumentaban con ideas su cambio de religión. Hoy predomina el pobre, emocional y estético argumento de que «aquí me siento bien», «está lindo». Mucha gente ve y se mueve no desde las ideas, sino desde las emociones y basta que alguien le hable un poco lindo del cosmos, del oriente, le pongan un poco de música e inciensos. Es lo que hoy hacen muchos negocios de la fe.

- ¿Los líderes de sectas New Age son un peligro para la sociedad?

- Sí, porque provocan dependencia, aíslan a los seguidores de sus familias progresivamente. Hay una extorsión religiosa, cuando presionan psicológicamente a la persona y por lo tanto, hay un daño emocional. El líder se sitúa como un mesías carismático, pero encierra una melomanía autoritaria cuyas expresiones más extremas involucran lavado de cerebro, abusos de toda índole e incluso la muerte ritual. Ni hablar de la gran confusión religiosa con la que salen de allí dentro los ex-adeptos.
Por eso, el primer consejo que dan los expertos en sectas a personas que tienen familiares en estos grupos, es no cuestionarlos directamente, porque lo que se logra es que se aíslen más rápido al interior de la secta. Por más que el seguidor vea cosas que no le parezcan, o que sus amigos y familiares le alerten que «eso es una secta», si confía en el sistema, confía en el líder, le admira y estará a la defensiva. Hoy existen muchas agrupaciones de carácter religioso, tras una fachada de centro holístico o terapéutico, que mezcla reiki con ángeles, Jesucristo, la reencarnación; bueno, y todo a gusto del consumidor. Productos de consumo para embaucar y dominar.

- Un desafío para la Iglesia.

- Absolutamente. Juan Pablo II en Santo Domingo decía: «las sectas crecen por el vacío espiritual que ha dejado la Iglesia». Porque a veces hemos dejado un gran vacío pastoral por dedicarnos a muchas cosas. Pero falta que hablemos más del Señor, que lo presentemos, que la gente tenga instancias de encuentro con Dios. No podemos seguir más en una pastoral de mantenimiento, esperando que vengan. Debemos salir a presentarles el Evangelio, esta es la misión de la Iglesia.

La reencarnación, falsa promesa del “catecismo de la Nueva Era”

- ¿Por qué la New Age es incompatible con el cristianismo?

- Cuando uno escucha hablar de la chispa divina, de la energía, o de expandir la conciencia, estamos ante el catecismo de la Nueva Era. Libros como los de Brian Weiss, por su formación como psiquiatra, pretenden legitimar la reencarnación con argumentos que presumen de científicos y que son inexistentes. El Arte de Vivir, del gurú Ravi Shankar, es otro ejemplo. Allí dice «si yo dijera que no soy Dios, estaría blasfemando». El problema es que todo esto viene envuelto en un seductor lenguaje de tipo espiritual donde hablan del amor, del perdón, de lo divino en términos genéricos, de la divinidad como una suerte de energía y la mayoría de los cristianos ni siquiera se da cuenta los engaños que están leyendo y asimilando.

- El concepto New Age ‘expansión de la conciencia’ se presenta como algo positivo. ¿Dónde está el error?

- El Consejo Pontificio para la Cultura y el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso elaboraron en 2003 un documento llamado Jesucristo, portador del agua de la vida, dedicado a la Nueva Era. En el capítulo 4 dice: «Dios es persona, no energía». El concepto de expandir la conciencia significa afirmar que yo soy Dios. Y un cristiano sabe que Dios es la Santísima Trinidad, y nosotros somos creaturas.

- ¿Cuál es el desafío entonces?

- Ser católicos de verdad, por opción adulta, porque de lo contrario te llevará el viento de cualesquier doctrina errada. El documento de Aparecida nos recuerda la urgencia de una conversión del corazón que descubre en Jesucristo vivo a quien me cambia la vida, y así me transforma en una persona nueva, adhiriendo a su palabra y adentrándome en su Iglesia.

Si recibimos el bautismo, la comunión, pero no cultivamos una relación personal con Jesucristo o no profundizamos en la Biblia, no conocemos la propia fe, estamos expuestos. Aceptar a Jesús es aceptar su camino. Las sectas de la Nueva Era captan católicos que tal vez han recibido los sacramentos, pero no han sido evangelizados. La mejor vacuna contra las sectas es una auténtica conversión a Jesucristo, en su Iglesia, y una formación permanente.

En este Año de la Fe, repasemos más el Catecismo de la Iglesia Católica. Muchas sectas que beben de la New Age te hablan incluso de Jesús, pero sólo como «el maestro». No te dicen que Él es el Señor y que Él es Dios. Para ellos es un profeta más, entre otros iluminados, al mismo nivel que Buda. Si nosotros somos cristianos, debemos creer en la resurrección y que hay una sola vida, no veintiocho mil. Sin esto muchos podrán decir creo en Jesús, pero la verdad estarán fabricando un concepto de Jesús a su manera.