Una idea central...

Somos La Iglesia católica


Nuestra familia está compuesta por personas de toda raza. Somos jóvenes y ancianos, ricos y pobres, hombres y mujeres, pecadores y santos.

Nuestra familia ha perseverado a través de los siglos y establecido a lo ancho de todo el mundo.

Con la gracia de Dios hemos fundado hospitales para poder cuidar a los enfermos, hemos abierto orfanatorios para cuidar de los niños, ayudamos a los más pobres y menos favorecidos. Somos la más grande organización caritativa de todo el planeta, llevando consuelo y alivio a los más necesitados.Educamos a más niños que cualquier otra institución escolar o religiosa.

Inventamos el método científico y las leyes de evidencia. Hemos fundado el sistema universitario.

Defendemos la dignidad de la vida humana en todas sus formas mientras promovemos el matrimonio y la familia.

Muchas ciudades llevan el nombre de nuestros venerados santos, que nos han precedido en el camino al cielo.

Guiados por el Espíritu Santo hemos compilado La Biblia. Somos transformados continuamente por Las Sagradas Escrituras y por la sagrada Tradición, que nos han guiado consistentemente por más de dos mil (2’000) años.

Somos… La Iglesia católica.

Contamos con más de un billón (1’000’000’000) de personas en nuestra familia compartiendo los Sacramentos y la plenitud de la fe cristiana. Por siglos hemos rezado por ti y tu familia, por el mundo entero, cada hora, cada día, cada vez que celebramos La Santa Misa.

Jesús de Nazaret ha puesto el fundamento de nuestra fe cuando dijo a Simón-Pedro, el primer Papa: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella» (Mt. XVI, 18).

Durante XX siglos hemos tenido una línea ininterrumpida de Pastores guiando nuestro rebaño, La Iglesia universal, con amor y con verdad, en medio de un mundo confuso y herido. Y en este mundo lleno de caos, problemas y dolor, es consolador saber que hay algo consistente, verdadero y sólido: nuestra fe católica y el amor eterno que Dios tiene y ha tenido por toda la creación.

Si has permanecido alejado de La Iglesia católica, te invitamos a verla de un modo nuevo hoy, visita www.catolicosregresen.org.

Somos una familia unida en Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Somos católicos, bienvenido a Casa...

Contenido del Blog

Los discursos correctos

Por José Antonio Fortea

En mis últimos posts a algunos les he podido parecer excesivo. Pero si no me creéis a mí, creed al menos a la Virgen María.

Nuestra Madre advirtió en Fátima lo siguiente, la cita es literal:
La guerra pronto terminará. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre.
La guerra que iba a terminar era la I Guerra Mundial, la guerra peor era la II Guerra Mundial. Digámoslo CLARAMENTE las dos guerras mundiales fueron un castigo por los pecados. No creáis al Padre Fortea, creed a la Virgen.

Si pensais que he tomado el mensaje de una web poco dudosa, podéis comprobar en el siguiente link que está tomada palabra por palabra de la web del Vaticano.

Si las dos guerras mundiales fueron castigos divinos (así lo dice la Virgen María), y ahora hay muchísimo más pecado, ¿qué conclusión debemos sacar? Pues yo creo que está clarísimo. Lo lamentable es que tantos creyentes no crean ni a la Virgen María, ni a la Biblia.

¿Entonces a quien creer? Según los teólogos modernos hay que creer a los teólogos progresistas. Por encima de la Biblia o de la Virgen María hay que creer al millonario Hans Küng y a la turba de sus secuaces, verdaderos salteadores de la Palabra de Dios. Salteadores, manipuladores de la Santa Palabra que se nos ha dado de lo alto para nuestra salvación. En esa Palabra está muy claro:

Salmos 39,12: Tú corriges a los hombres, castigando sus culpas.

Sí, queridos lectores del blog: hay que predicar una gran penitencia. Hay que volver a escuchar a Dios en su Palabra. Se necesitan profetas santos que recorran esta Ciudad de los Hombres recordándoles que se acerca un tiempo de grandes castigos, porque así nos lo indican los signos.

Lo demás es como esos familiares que le dicen al enfermo deshauciado: tranquilo, tranquilo, estás bien, te vas a poner bueno.

Los Faus, los Masiá, los Küng han pagolizado a muchos en la Iglesia, los han desorientado, les han dicho que el mal ya no es mal, que la penitencia no tiene sentido, que no existe el castigo divino, como tampoco creen en la diferencia de grados de felicidad en el más allá.

Han sido las zorras que han devastado la viña. Éste sería el momento de que en la Gran Nínive se proclamase una gran penitencia. Pero no se hará. Las ovejas están ciegas. No sólo no se escuchará a los profetas, sino que al revés, no está lejos el año en que las ovejas se vuelvan lobos.

P. José Antonio Fortea, sacerdote
Publicado originalmente en su blog

Jerusalén

Por Roberto Valenzuela


Es la capital de las pasiones y tres veces santa. Es la única que pone a vibrar y arrodilla  a tres  enemigos acérrimos: cristianos, judíos y musulmanes. Las tres religiones enemigas consideran a Jerusalén como su ciudad sagrada.

El devoto cristiano, judío e islam se siente incompleto sin visitar Jerusalén, por lo menos una vez en la vida. Sienten que es como morir siego, sin ver la luz que emana la “Ciudad Eterna”, “Ciudad de David”.

Jerusalén es un micromundo, que sus murallas, ruinas arqueológicas, lugares santos, etnias, reflejan tres mil años de historia.

Aquí se entrelazan tres religiones con sus profetas, dioses y sus muchedumbres cruzando las estrechas callejuelas de la antigua ciudad.

Por las puertas de la vieja ciudad ñla de Damasco, Jaffa, la de los Leones y otrasñ pasan multitudes de creyentes rumbo a sus lugares de veneración.

En una constante marea humana, por esas mismas puertas pasan diariamente miles de turistas, mercaderes o simples curiosos.
En ese mar humano hay de todo: árabes con su kafiah; mujeres islamitas  con Burka, que  es la prenda o velo más cerrado de todos, incluso cubre los ojos, donde sólo hay una rejilla para que puedan ver.

Vemos los ortodoxos judíos con sus sombreros y capotes negros, desafiando las tentaciones de la vida moderna, como lindas chicas ñcuerpos esculturalesñ con pantalones cortos que se les cruzan en su camino.

Curas y monjas inmersos en su fe y turistas americanos con sus cámaras y peregrinos ansiosos en conseguir una mayor comunicación con Dios.

En Jerusalén hallamos al sabio Salomón componiendo los Salmos y el Cantar de los Cantares y construyendo el Templo. Allí está también la tumba de David, autor de los Proverbios y rey de Israel.

En Jerusalén se podrá seguir los pasos de Pedro y el último recorrido de Jesús ñla Vía Dolorosañ  hasta donde lo crucificaron los romanos. Está la mezquita de Omar, tercer lugar sagrado de los musulmanes, después de la Meca y Medina. Su cúpula de oro es una media naranja en genial perfección. Desde allí, según los musulmanes, subió el profeta Mahoma al cielo.

En todo esto está el misterio de Jerusalén, donde cada uno vive su vida de acuerdo con sus tradiciones, religión y entierra sus muertos en sus cementerios más íntimamente sagrados.

El reiki es invocar demonios con signos japoneses


Eduardo es un joven español que ha explicado su experiencia con el Reiki y la Nueva Era a ReL.

"Yo aprendí en mis carnes que las ofertas de la Nueva Era no son lo que parecen, que las supuestas energías que te venden no son energías, no vienen ni de la tierra, ni muchísimo menos de Dios. La gente no sabe dónde se está metiendo", denuncia Eduardo.

La forma más común de caer en el Reiki es sufrir alguna enfermedad y buscar algo alternativo, a menudo por consejos de amigos, pseudo-terapeutas, etc...

- Uy, tú lo que necesitas es que te hagan un poco de Reiki...

- Rei... ¿qué? ¿Eso qué es lo que es?

- ¡Reiki, hombre! Es una terapia buenísima para todo… Te cura y te mejora todo tipo de enfermedades físicas y psicológicas. Incluso te puede ayudar a morir, si es que ya ha llegado tu hora. Puede ser como una terapia o tratamiento paliativo…

Diálogos así, señala Eduardo, llevan al Reiki a muchas personas.

Sin formación sobre el mal y lo sobrenatural
"Te quedas con cara de póker. Suele resultar que tú eres (como lo era yo) un total analfabeto en temas religiosos. De pequeño te bautizaron, pero tú no te acuerdas. Hiciste la Primera Comunión vestido de blanco, porque la hacían tus amigos pero realmente no te habías enterado muy bien de lo que estabas haciendo. Y jamás ningún cura en 12 años de colegio católico y catecismo te habló sobre el mal, Satanás, el demonio... Nunca te advirtieron que no debes abrir una puerta al demonio, que después cerrarla cuesta meses o años de oración y de ni-te-imaginas", explica Eduardo.

Y así la persona se apunta un teléfono, llama y acude a su primera sesión de Reiki.

El anzuelo del bienestar
»El Reiki habla de una técnica japonesa de energía canalizada para la sanación. Te explican que tenemos chakras -puntos energéticos en el cuerpo- y seguramente nos dirán que tenemos el aura de color un poco pálido y que eso denota enfermedad. Y te dicen que no te preocupes porque impondrán sus manos sobre nuestro cuerpo y todo se irá yendo progresivamente…

»Y el problema es que eso parece al principio. Llegas a notar una pseudo sensación de bien estar, una falsa sanación de síntomas… Es un anzuelo para que pienses que todo eso es maravilloso. También piensas: Uy, yo aquí tomando medicamentos y destrozándome el hígado, cuando todo esto se puede resolver con una imposición de manos".

El segundo paso, dice Eduardo, es preguntar al operario:

- Oye, perdona, y para hacer esto, ¿qué es lo que hay que estudiar?

- Pues nada en especial, esto lo puede hacer todo el mundo -suele ser la respuesta. -Solamente tienes que hacer un sencillo curso y pasado el primer nivel ya uno empieza a ser canal de energía y ya la empiezas a notar en las manos. Y a partir de ahí ya no tienes que venir a que te lo hagamos aquí, porque tú mismo ya puedes autosanarte.

"El tercer paso si eres un poco curioso, como yo lo fui en su día, es apuntarte al siguiente curso que hagan", señala Eduardo. "Y no se crean ustedes que en estos cursos se mete gente rara, con problemas sociales o con una vida diferente a la de cualquiera. No, esos cursos están llenitos de gente de toda edad y clase social. Especialmente jóvenes como yo, ansiosos de poder sanar a otra gente. Jóvenes que no saben que le están abriendo la puerta al demonio".

Amor, meditación y buen rollito

»Llegas al curso y un grupo de gente te habla de paz, amor, meditación y buen rollito… Energía positiva para tu vida y la capacidad de auto-sanación que tiene el mundo entero. Una energía que Dios repartió a la tierra.

»Según algunos de ellos, a los sacerdotes no les conviene contar esto porque a ellos les interesa tener el poder de sanación de enfermos en exclusiva. Y te dicen aquello de: “con la iglesia hemos topao, ya sabes”. Y tú lo ves todo claro y piensas que puede que tengan toda la razón e inmediatamente te metes en vereda con los chakras, las capas, el aura, la reencarnación, los seres de luz, los maestros de luz, etc… Y te compras un millón de libros porque acabas de descubrir un maravilloso mundo nuevo".

»Durante ese curso, se realiza un ritual. Antes, te dan una enseñanza teórica sobre chakras y un batiburrillo de todas las religiones del mundo mezcladas y manipuladas. Y eso se convierte en el dogma de fe número uno en tu vida. Ya hasta te apetece comprarte una túnica y pintarte un lunar en la frente, el tercer ojo".

Das permiso para sentir las energías

"Después te sometes a un ritual donde te hacen un bailecito japonés y das permiso para sentir las energías. Te tiras 3 horas intentando aprender un símbolo japonés. Te pones a dibujarlo hasta que ya te sale hacerlo sobre un papel, sobre una pared y sobre un cuerpo, hasta que ya lo dibujas con la vista sin tener que trazarlo. Luego, otras 2 horas para aprenderte su extraño nombre en japonés. Pero a las pocas horas, al fin, el símbolo ya es tuyo. Y ya empiezas a utilizarlo. Hay que repetirlo 3 veces para “llamar a la energía curativa”. Y a partir de ahí ya empiezas a sentir esa energía, como eléctrica en las manos. Y te dicen que se puede utilizar para todo.

»Vas a tu casa, marcas la casa entera con el símbolo y se lo cuentas a tus amigos y amigas y vecinos y a la gente que más aprecias en la vida y les dices: amigo, amiga, tienes que aprender a hacer esto.

»El paso siguiente es reunir a tu grupo de amistades más fiel y convencerlos para que ellos también se hagan el curso… Hasta que lo hacen…

Maestros invisibles y cosas sobrenaturales

»Y el penúltimo paso antes de enfermarte, es meterte ya en esa secta hasta puntos insospechados y de repente ir descubriendo que los maestros de Reiki (se alcanza el grado de maestría cuando te has sometido a 4 rituales fantásticos, cada uno con sus símbolos japoneses) son capaces de hacer cosas “sobrenaturales”.

Según Eduardo, a partir de cierto nivel, los "maestros de Reiki" parecen realmente ser "capaces de adivinar cosas, saber cuándo va a haber un terremoto, entender lenguas muertas, ver espíritus pasando por por el salón de su casa". Además, ellos mismos explican que obedecen las órdenes de un invisible "guía espiritual” que según ellos es un “ángel de luz” que es el encargado de guiarlos por su camino espiritual.

Así, lo que empezaba como "una energía curadora", impersonal, canalizable... pasa a ser, a niveles altos, una relación con entidades espirituales invisibles que otorgan conocimientos ocultos.

Es decir, el Reiki implica el trato con las entidades espirituales malignas que la tradición judeocristiana y la Iglesia llama demonios.

El demonio se cobra su precio

"El demonio, que ya sabe que tú lo sabes, no va a permitir que tú vayas contando esto tan alegremente por ahí. Irá a por ti. Lo más leve que te podrá hacer es empezar a arruinarte la vida en todos sus campos, especialmente en el económico/laboral. No te extrañes si tienes una racha de mala suerte que perdura en el tiempo y que no se termina nunca. Ni te extrañes de discusiones en tu hogar que no sabes ni porqué empiezan ni mucho menos, porqué no se terminan nunca. Y luego empezarás a enfermar en mayor o en menor medida. Todo es progresivo, no suele ser de un día para otro", afirma Eduardo.

»Las personas que practican el Reiki, en general no están conscientes de que están llamando a los espíritus de Reiki cuando envían Reiki o están iniciando a otros. Invitan a los espíritus del Reiki dibujando el símbolo japonés de un demonio específico y les invitan llamando su nombre 3 veces, de esta manera pueden enviar la energía Reiki a alguien. También por los mismos símbolos, inician a alguien espiritualmente al Reiki, abriendo, por rituales, acceso a estos espíritus del Reiki para que el fluir de la energía Reiki pueda venir. Los Reikianos son engañados por las manifestaciones y el bienestar a corto plazo".

Eduardo identifica así los 5 dibujos clásicos de la iniciación en el Reiki:

1- Dai-ko-myo, demonio principal, soberano del Reiki

2- Hon-cha-se-shonen, el espíritu de contacto del Reiki. Símbolo y espíritu para el segundo nivel de Reiki, para hacer contacto con una persona o una situación distante. Significado: “de mi divinidad a la tuya”. Se usa en todas las iniciaciones e incluso está escrito en la mano en el ritual para el segundo nivel de Reiki.

3- Sei-heki, espíritu de guía, del Reiki. Símbolo y espíritu para el segundo nivel de Reiki, para influir en los niveles subconscientes. Se puede usar en la manipulación de personas. Este espíritu revela mucho sobre la gente y sus situaciones, y envía esta información al "tercer ojo". Este símbolo también se usa en todas las iniciaciones de Reiki.

4-Tjoko-rei, principal espíritu del Reiki. Símbolo y espíritu para el segundo nivel, activa o incrementa la energía reiki que se envía sobre alguien. Significa: "dios, ven aquí", mandando actuar a la divinidad del reiki.

5- Ling, espíritu principal del Harbori-reiki. Símbolo y espíritu para enviar o incrementar energía: es popular en España.

Hay muchas diferentes formas de reiki que usan otros símbolos, dan nombres a espíritus (ling, raku, dragon de fuego, etc y demonios del satanismo). Cada maestro de Reiki es libre de mezclarlo con lo que quiera. Eduardo señala distintos gurús orientales y líderes de sectas que han creado su variante: reiki de Osho o Reiki de Bagwan, Reiki de Saibaba, Reiki de Yoga, de Karuna, de Harbori, de Rainbow-reiki...etc.

Cuando los materialistas hacen espiritismo

Eduardo señala que muchos usuarios de Reiki son personas vagamente materialistas, atraídos por esa idea de una energía que no es religiosa, y es difícil explicarleslo que se descubre a niveles más avanzados: que es un edificio construido sobre el trato con espíritus. "A la gente a la que le he intentando explicar que esto viene del demonio, se han echado a reir y se piensan que el que estoy en una secta soy yo", lamenta. Sin embargo, la experiencia pastoral de sacerdotes exorcistas católicos de todo el mundo confirma lo vivido por Eduardo.

»Tengo más de 50 amigos y amigas metidos en esto, y estoy rezando para que no se enfermen como yo lo hice, pero creo que es inevitable. En la escuela de masajes que hay en los bajos de mi edificio anuncian cursos de 2º nivel de reiki por 200 euros. ¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Rezar Rosarios, rociar con agua bendita el local? Es complicado hacerles entender que están invocando demonios japoneses en el edificio donde vivo".

Por eso, pide "instruir a los jóvenes en los colegios y en las parroquia".

Para los ateos, tiene un mensaje muy concreto. "Si eres ateo y no crees en nada, al menos no hagas nada: mejor eso, que hacer algo de lo que te puedes arrepentir el resto de tu vida".

Eduardo también cree que el gesto de imposición de manos del reiki es como una mofa o burla del demonio respecto a la oración con gesto de imposición de manos de los cristianos, como se da por ejemplo en la Renovación Carismática Católica, "que en Latinoamérica es muy normal que ayuden en las liberaciones, mientras que aquí en España estamos a uvas como con casi todo".

Los 5 consejos para dejarlo

Eduardo añade 5 recomendaciones para los que ya se metieron en el reiki y quieren dejarlo.

"Si ya te metiste y ya empezaste a darte cuenta de tu gran error, estos son mis consejos:

1- Haz una Confesión completa de vida. Busca un sacerdote y confiesa todo. Empieza por decirle que faltaste al primer mandamiento y que hiciste una práctica espiritual que es una gran ofensa a Dios. Arrepiéntete de corazón y recibe absolución. Infórmate bien de lo que conlleva cumplir los mandamientos porque en España, casi nadie los está cumpliendo.

2- A partir de ese momento, haz vida 100% cristiana. Misa y comunión diaria. Rezar mínimo un Rosario al día.

3- Busca en Internet oraciones católicas de sanación, liberación y renuncia al mal, y rézalas.

4- Haz alguna novena pidiendo una completa sanación y liberación. Esto no es magia, salir de esto se tarda y es proporcional al tiempo que hayas estado practicando…

5- En casos muy graves, busca un sacerdote exorcista experimentado.

Eduardo aporta su correo electrónico ( victimasdeldemonio@gmail.com ) en el que está dispuesto a recibir consultas, comentarios y también "sugerencias, direcciones de exorcistas de cualquier parte del mundo y todo lo que pueda ayudar en estos temas".

Lea también: 

-"He tratado muchos que vienen del reiki, ¡es como el espiritismo, es abrir una puerta a los espíritus!", dice el exorcista de Cartagena

-El padre Gareth Leyshon avisa: «Personas en Reiki muestran actividad demoníaca en grado de opresión»

-Escribe a ReL una católica creyente y bien formada: el Reiki la atrapó... hasta que rezaron por ella

-Los obispos de EEUU critican el Reiki como una falsa sanación espiritual

La crisis y nuestro capital moral

Por Josep Miró i Àrdevol

En este mar de malas noticias en que vivimos instalados, creo que puede ayudar en buena medida leer dos libros. Uno tiene bastantes años a su espalda y bastante notoriedad, se trata de La piel, de Curzio Malaparte; el otro es mucho más reciente y es obra de un historiador solvente, Keith Lowe, y se trata de El continente salvaje. El denominador común entre ambos es la descripción de Europa justo después de finalizar la Segunda Guerra Mundial. En nuestra visión habitual, este período está absolutamente olvidado. De hecho, ganadores y perdedores contribuyeron al olvido, y también lo hizo un hecho profundamente positivo como fue la reconstrucción europea que empezó a cuajar a finales de los años 50.

Pero, antes que esto, durante bastante tiempo, Europa vivió en un período bárbaro. No había ley, no había orden, hombres armados deambulaban por las calles, describe Lowe, cogiendo lo que querían dentro de la miseria absoluta que existía. La prostitución alcanzó cotas masivas a la búsqueda de la satisfacción de las más elementales necesidades, como la comida. No había trenes, ni puentes, ni tiendas, ni correos, ni teléfonos. No había moral, solo un brutal espíritu de supervivencia y también, como todo lo que acompaña a un sangriento conflicto, de venganza. Fue algo terrible, difícilmente podrían imaginar aquellos hombres y mujeres de veinte y treinta años que su vida podría transcurrir en el futuro plácidamente y que terminarían pasando las vacaciones en las costas soleadas de Italia o de España. Todo era negro y sin salida, de una negritud mucho más terrible que la que ahora vivimos, infinitamente más terrible.

Pero Europa se alzó y tres nombres simbolizan este renacimiento: Adenauer, Schuman y De Gasperi, los dos últimos en proceso de beatificación. Tres cristianos comprometidos políticamente con su tiempo, y una gran fuerza reconstructora que hizo posible la reconciliación y el resurgir económico: la Democracia Cristiana. Pero para que todo esto fuera posible era necesario algo más: un gran capital moral. Pasado el trauma inmediato de la posguerra, muchas gentes se levantaron con esperanza y empezaron de nuevo. Muchos tuvieron la sensación de un nuevo comienzo mucho más pacífico, democrático, benevolente. Para ello necesitaron algo que es imprescindible, que está en la base de todo funcionamiento, el capital moral, un sistema de valores y virtudes compartidos que es de una naturaleza tal que es capaz de generar con su existencia externalidades positivas en bienes y servicios. La riqueza de las naciones es precisamente ésta. Ni la tierra, ni el capital ni el trabajo, ni la investigación, ni el conocimiento, porque ninguno de ellos se articula y funciona bien si no existe este gran aglutinante que es el capital moral.

El problema de España, en último término, no es la crisis, es la destrucción de su capital moral, la incapacidad para disponer de un relato común, no forjado por mitos sino por valores y virtudes, que nos permita recuperarnos de la crisis. Se trata de compartir los que tenemos más con los que tenemos menos, acudiendo poco a las leyes de la economía y mucho más a las leyes de la solidaridad. Siendo conscientes de que solo con el esfuerzo, es decir con la exigencia, la eficacia, la productividad, conseguiremos tirar adelante, pero sabiendo también que solo la justicia, es decir el reparto proporcional de las cargas de la crisis, más a quienes más tienen, permitirá reconstruir este capital moral que por definición solo puede ser colectivo.

En realidad, lo que nos está sucediendo a pesar de la gravedad del paro, de los recortes en las prestaciones, es poca cosa comparado con otras situaciones graves que se han vivido en Europa o en el propio país. Yo no tengo un recuerdo de la inmediata posguerra, pero sí la memoria de las narraciones de mi padre y de mi madre sobre la dureza de aquellos momentos y la falta de horizontes. Y, a pesar de ello, consiguieron avanzar y dotarnos de la sociedad del bienestar en la que mejor o peor hoy vivimos todos, en condiciones infinitamente superiores a las que tuvieron nuestros antecesores en los años cuarenta y buena parte de los cincuenta.

El peso que nos ahoga es superior porque carecemos de ese capital moral, que es capaz de dotarnos de esfuerzo y respuestas para el presente y esperanza hacia el futuro.-

Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-Cristians y miembro del Consejo Pontificio para los Laicos

La PDD y el aborto - diez años después...


Por Pablo J. Ginés / ReL

En el año 2000, en España, no se repartía la "píldora del día después" o píldora postcoital (PDD).

La introdujo en 2001 el gobierno de José María Aznar (Partido Popular) pese a las protestas de los cristianos y los grupos en defensa de la vida.

Dijeron las autoridades (y las empresas farmacéuticas beneficiadas) que las PDD ayudarían a disminuir el número de abortos y de embarazos precoces indeseados. Dijeron también que se darían en entornos muy controlados, bajo estrictas medidas, para que no se banalizase.

La realidad es que en apenas 5 años se vio todo eso era mentira: con la PDD aumentaron los abortos un 50%, y también los de chicas muy jóvenes. Y ahora que se tienen ya los datos de 10 años de PDD, queda más claro todavía: con ella, España ha doblado su número de abortos.

De hecho, ya en el año 2000 los cristianos y los grupos provida españoles pedían aprender de otros países, y señalaban que la PDD no había logrado frenar el aborto en ninguna sociedad.

Los estudios entonces (como hoy) demostraban que con la PDD los jóvenes y adolescentes se confiaban cada vez más: "venga, lo hacemos y luego te llevo a pedir una pastilla".

A los 10 años (del 2001 al 2011, últimos datos disponibles) la degradación se ve clara:

Año 2000

No hay píldoras del día después: hay 60.000 abortos.
Abortan un 7,5 por mil de las mujeres menores de 20 años.

Año 2001

Se reparten 160.000 píldoras del día después: hay 70.000 abortos.
Abortaron un 8,26 por mil de las mujeres menores de 20 años.

Año 2005

Se reparten 500.000 píldoras del día después: hay 91.000 abortos.
Abortaron un 11,5 por mil de las mujeres menores de 20 años

Año 2009
España liberaliza la píldora del día después: hay 111.000 abortos

Año 2010
España aprueba la "Ley Aído" de aborto a petición: hay 113.000 abortos

Año 2011

Se reparten unas 700.000 píldoras del día después: hay 118.000 abortos.
Abortaron un 13,6 por mil de las mujeres menores de 20 años

Por lo tanto, en el año 2011, repartiendo 700.000 PDDs, se practican casi el doble de abortos que en el año 2000, último año sin píldora poscoital. Y el aborto a menores de 20 años se ha disparado: del 7,5 por mil al 13,6 por mil.

Lo cierto es que era algo que los científicos sociales ya habían predicho, aunque las entidades abortistas españolas intentasen negarlo: más PDD lleva a más abortos.

En 2007 ya lo adelantaba la revista especializada Obstetrics & Gynecology
[ 2007;109:181-188; la revista del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos; http://www.greenjournal.org/cgi/content/abstract/109/1/181].

El título del estudio era "Population Effect of Increased Access to Emergency Contraceptive Pills: A Systematic Review" (Efecto en la Población del Acceso Incrementado a Píldoras de Contracepción de Emergencia: una revisión sistemática); por Elizabeth G. Raymond, James Trussell, and Chelsea B. Polis.

Los autores revisaron cientos de artículos científicos sobre anticoncepción de emergencia y seleccionaron los 23 más significativos. En todos ellos (excepto uno) se demostraba que cuando hay más acceso a la PDD, se consumen más PDDs.

Ningún estudio mostraba que las PDDs ayudasen a reducir las proporciones de abortos o embarazos indeseados.

Eso lo decía la ciencia en el 2007 y hoy, cinco años después, con diez años de experiencia acumulada, España ha demostrado que los estudios no se equivocaban. El resultado de 10 años de PDD ha sido lograr el doble de abortos.
 
"La asimilación de los países latino-americanos a los Estados Unidos será larga y dificultosa mientras continúen siendo católicos." (T. Roosevelt, 1912)
 

La gran "apostasía" de La Iglesia

Por José Miguel Arráiz 

Tomado prestado de www.apologeticacatolica.org 

Si bien hay notables diferencias entre las distintas denominaciones protestantes, todas sin excepción han abrazado la teoría de que la Iglesia se fue corrompiendo paulatinamente cuando tradiciones “humanas” y falsas enseñanzas fueron poco a poco infiltrándose en la Iglesia cristiana al punto de desplazar las verdades contenidas en la Escritura. 

Es en esta situación donde Dios “decide” renovar la Iglesia refundándola en un nueva “Iglesia”, “grupo” u “organización que si es capaz de mantenerse fiel a la verdad, y no es casualidad que ellos afirmen ser ese grupo. 

Así, estos grupos no piensan ser cismáticos o apóstatas porque su fundador ha salido de la Iglesia Católica o de algún otro grupo salido de ella, sino “reformadores”. Si salieron de la Iglesia fue porque esta se “corrompió”, y si salieron de otra denominación cristiana es porque este también se “corrompió”. Es en este contexto donde se hace necesario una y otra vez “refundar” la Iglesia convirtiéndose así el cisma en un círculo vicioso que degenera en las miles de sectas y denominaciones protestantes como las conocemos hoy y que continúa en continuo crecimiento.

Pero si bien todos estos grupos pueden estar de acuerdo en esto, hay diferencias incluso en el momento en que ellos afirman que la Iglesia comenzó a deslizarse hacia la apostasía. Algunos son partidarios de ubicar esta corrupción en la Edad Media, otros a raíz de que el emperador romano Constantino el Grande concedió libertad de culto en el Edicto de Milán, y los más osados señalan una fecha mucho más temprana llegando incluso a ubicar su comienzo con la muerte del último apóstol. 

También hay diferencias en lo que ellos consideran “apostasía”. Para los adventistas por ejemplo, la apostasía comienza cuando la Iglesia deja de guardar el sábado como día del Señor y lo sustituye por el domingo. Para los testigos de Jehová comienza al abrazar doctrinas como la divinidad de Cristo y la Trinidad. Para los protestantes más tradicionales el argumento suele ser que la Iglesia olvidó que la salvación es “Solo por Fe” y se volvió pelagiana. Y así para cada denominación hay “algo” que la distingue sustancialmente de las otras y es la razón por la cual ellos -y no los otros- son la Iglesia “verdadera”. Por supuesto, todo esto condimentado con las típicas menciones a la inquisición, las cruzadas y la vida corrupta de algunos miembros del clero católico. 

Pero aunque esta “teoría” pueda ser fácilmente digerida por personas con algún grado de sentimientos anticatólicos, o inclusive con falta de preparación bíblica o histórica, lo cierto es que dicha interpretación se da de tortas tanto con la Biblia como con la historia. 

1. Se da tortas con la Biblia

Las puertas del infierno no prevalecen contra la Iglesia que es columna y fundamento de la verdad

Mucho de lo que sabemos de Jesús lo sabemos por medio del testimonio de la Escritura y es precisamente por ella que vemos a Jesús profetizando una y otra vez acontecimientos que estaban próximos a ocurrir, sin embargo, no solo no se puede encontrar ningún texto en la Escritura que analizado seriamente permita inferir ni que Jesús o los apóstoles pensaron que la Iglesia se corrompería al punto de deslizarse a una gran apostasía. Ocurre más bien lo contrario, toda la evidencia bíblica apunta en sentido contrario tal como veremos a continuación. 

“Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” Mateo 16,18 

En el pasaje anterior Jesús promete que las fuerzas del infierno no prevalecerían contra la Iglesia. Un protestante podría alegar que finalmente no prevalecerían porque vendría el fundador de su “iglesia” a reformarla y renovarla, pero no tiene mucho sentido interpretar estas palabras de esta manera, pues significaría que el mal prevaleció en la Iglesia por más de 16 siglos (en el caso de las sectas más recientes como testigos de Jehová, adventistas y mormones durante más de 18 siglos). ¿Cómo podría ocurrir esto a la Iglesia que la misma Biblia llama “columna y fundamento de la verdad? 

“pero si tardo, para que sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad” 1 Timoteo 3,15 

¿Cómo podría Cristo que prometió estar con su Iglesia todos los días hasta el fin del mundo permitir que la apostasía prevaleciera durante todos esos siglos en perjuicio de todas las personas que vivieron durante esa época? 

Es Jesús mismo quien ora para que la fe de Pedro, a quien entrega las llaves del Reino de los cielos, no desfallezca: 

“«¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.»” Lucas 22,31-32 

Es a la Iglesia a quien Jesús promete que les enviaría el Espíritu Santo para guiarlos a la verdad completa: 

“Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir.” Juan 16,13 

¿Qué clase de guía hubiese sido una que solo duraría hasta que el último apóstol muriese? ¿Es sensato creer que el Espíritu Santo tomó unas “vacaciones por más de 1600 años hasta la venida de un tal Martín Lutero o Juan Calvino, por no mencionar líderes de sectas más recientes como Charles Rusell, Ellen White o José Smith?. 

Si esto fuera así, en vano Jesús mandó a la Iglesia a bautizar a todas las naciones y a enseñarles a guardar todo lo que Él les enseño, pues hubiese sabido que les terminarían enseñando una falsa doctrina. 

“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»” Mateo 28,19-20 

Es la Iglesia Católica y no otra la que ha llevado el evangelio a todo el mundo. Y si algún grupo religioso intenta atribuirse la misma obra, bastará preguntársele donde estuvo los primeros 16 siglos de la historia cristiana. 

Es precisamente al estudiar la Biblia que encontramos la clara intención de los apóstoles de que la enseñanza de la Iglesia se mantuviera incorrupta de generación en generación, y para ello la orden era encontrar hombres fieles capaces de instruir a otros: 

“Tú, pues, hijo mío, mantente fuerte en la gracia de Cristo Jesús; y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de instruir a otros.” 2 Timoteo 2,1-2 

Los malos cristianos dentro de la Iglesia – El trigo y la cizaña

Muchos de los protestantes que sostienen la teoría de la gran apostasía suelen citar en su favor la parábola del trigo y la cizaña, pues allí se dice que dentro de la Iglesia habría falsos cristianos: 

“Otra parábola les propuso, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña. Los siervos del amo se acercaron a decirle: “Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?” El les contestó: “Algún enemigo ha hecho esto.” Dícenle los siervos: “¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?” Díceles: “No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero."»” Mateo 13,24-30 

Pero que hayan y habrán falsos cristianos en la Iglesia no implica que la Iglesia apostataría y su doctrina se corrompería. Es precisamente este uno de los textos que permite mostrarles a los protestantes su error, sobre todo si se lee la explicación de la parábola que luego Jesús da a sus apóstoles: 

“Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.» El respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga. Mateo 13,26-43 

Obsérvese en primer lugar, que Jesús establece como un hecho que el trigo y la cizaña siempre estarán mezclados en la Iglesia. Siempre habrá mejores y peores cristianos. 

Obsérvese en segundo lugar, que esto no es excusa para dividir la Iglesia, pues cuando dice uno de los ciervos que van a recoger la cizaña, el dueño de la siembra contesta que la dejen crecer juntas no sea que al arrancar la cizaña arranquen también el trigo. Ya sería en el juicio final cuando Jesús enviará a sus ángeles y separará uno de los otros. 

Los mismos grupos protestantes que se dividen pensando fundar una Iglesia sin pecadores terminan descubriendo que dentro de ellos también hay pecadores, porque una Iglesia sin pecadores no existe. 

Lo que distingue a estos falsos cristianos

Pero si estudiamos todavía más a fondo la Escritura encontraremos que esta identifica precisamente a estos falsos cristianos con aquellos que con una actitud cismática abandonaron la Iglesia a fundar la propia: 

“Hijos míos, es la última hora. Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es ya la última hora. Salieron de entre nosotros; pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros.” 1 Juan 2,18-19 

El apóstol llega al extremo de llamar a los que abandonaron la Iglesia “anticristos” . No deja de resultar curioso que sectas como los testigos de Jehová, adventistas y mormones aplican esos textos a quienes abandonan sus filas, olvidando precisamente que sus respectivas denominaciones fueron fundadas por hombres que a su vez abandonaron sus antiguas denominaciones, cumpliéndose así el proverbio coloquial de “cachicamo diciéndole a morrocoy conchudo” . Ellos fueron cismáticos al abandonar la Iglesia fundada por Cristo, y luego tienen el tupé de acusar de cismáticos a quienes les abandonan a ellos. 

En una ocasión hablando con un pastor protestante, este intentaba justificar las divisiones que aquejan al protestantismo alegando que eran beneficiosas porque había pluralidad y libertad de opiniones, pero la Escritura en cambio sostiene que son precisamente quienes dividen la Iglesia quienes carecen del Espíritu Santo: 

“En cambio vosotros, queridos, acordaos de las predicciones de los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Ellos os decían: «Al fin de los tiempos aparecerán hombres sarcásticos que vivirán según sus propias pasiones impías.» Estos son los que crean divisiones, viven una vida sólo natural sin tener el espíritu.” Judas 1,17-19 

Las divisiones son llamadas por el apóstol una “obra de la carne” al mismo nivel que las orgías, idolatrías, fornicaciones, etc. 

“Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.” Gálatas 5,19-21 

La orden dada a los cristianos era por el contrario mantener la unidad doctrinal: Un solo Señor, un solo bautismo y una sola fe: 

“Os ruego, hermanos, que os guardéis de los que suscitan divisiones y escándalos contra la doctrina que habéis aprendido; apartaos de ellos” Romanos 16,17 

“Os conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengáis todos un mismo hablar, y no haya entre vosotros divisiones; antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio” 1 Corintios 1,10 

Si el árbol se reconoce por su fruto, no puede ser el sistema protestante dividido hasta verse convertido en un monstruo de mil cabezas el legítimo representante de la Iglesia de Cristo. Se cumple así lo que había ya sido profetizado: 

“Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.” 2 Timoteo 4,3-4 

Póngase a pensar la situación de hoy y compárela con lo que en ese texto se había profetizado: 

1. Miles de denominaciones que alegan ser la única iglesia verdadera mientras califica al resto de heréticas. 
2. Cada una con sus propios “maestros” que predica en base a su propio entendimiento de la Biblia. 
3. Las doctrinas en algunos casos son propiamente fábulas que terminan afectando la vida de miles de personas: Y si no vea el continuo ridículo que sectas como adventistas y testigos de Jehová han hecho profetizando el fin del mundo, la resurrección de los patriarcas, el juicio investigador, la coronación de Cristo en Octubre de 1914 y cualquier cantidad de disparates que usted se pueda imaginar. 

2. Se da tortas con la historia

Pero así como la teoría de la hipótesis de la gran apostasía de da de tortas con la Biblia, también se da de tortas con la historia. Quienes se animan a estudiar que creían aquellos que recibieron el evangelio directamente de sus apóstoles o sucesores se encuentran con la gran sorpresa de que los primeros cristianos profesaban doctrinas esencialmente iguales que las que profesan hoy los católicos. 

Incluso aquellos que optan por la teoría de que la apostasía ocurrió luego de Constantino se encuentran con el problema de que no hay cambios sustanciales entre lo que creían los cristianos antes y después de su reinado. 

La razón de que algunas sectas hayan ubicado la fecha de la apostasía en fechas tan tempranas como la muerte del último apóstol es que son incapaces de encontrar en un período de más de 1600 años un grupo de cristianos con cuyas doctrinas ellos puedan identificarse. No les queda otra alternativa que colocarles el saco de apóstatas, una actitud bastante arrogante, como si antes de ellos no hubo verdaderos cristianos. 

Así, si uno de sus adeptos se llega a encontrar con algunos textos patrísticos primitivos (Las cartas de Ignacio de Antioquía quien fue discípulo de los apóstoles Pedro y Pablo, la epístola de Clemente, quien fue a su vez ordenado por el propio Pedro, etc.), y se llega a dar cuenta de que ya allí se puede observar como estos cristianos creían doctrinas que ellos hoy rechazan, ya estarán condicionados para pensar que esto ocurre porque eran apóstatas. 

En pocas palabras, terminan haciéndoles creer que es más confiable la interpretación de las Escrituras del fundador de su organización, nacido miles de años después de Cristo, y que a su vez no conoció ni a Cristo ni a los apóstoles y se puso a leer la Biblia por cuenta propia, que la de aquellos que fueron enseñados por los propios apóstoles. Una forma de pensar a todas luces ilógica pero que el condicionamiento sectario logra imponer. 

Si alguien les objeta alegarán que “Dios revela sus secretos a los humildes” y los oculta a los “soberbios”. Allí se ve la enorme “humidad” que tienen al colocarse ellos en el lugar de los humildes y colocar a los primeros cristianos como apóstatas y soberbios. 

Le animo a comparar la fe de la Iglesia primitiva, inclusive siglos antes de Constantino con la que cree la Iglesia hoy y lo que creen estos grupos cismáticos: 

La Trinidad y la Iglesia primitiva 

La Eucaristía y la Iglesia primitiva 

El Primado de Pedro en la Iglesia primitiva 

La Tradición versus la Sola Escritura en la Iglesia primitiva 

La Salvación por la “Fe Sola” y la Iglesia primitiva 

El Sacramento de la penitencia y la Iglesia primitiva 

El bautismo de infantes en la Iglesia primitiva 

El purgatorio en la Iglesia primitiva 

El infierno en la Iglesia primitiva 

La virginidad de María en la Iglesia primitiva 

No se deje engañar por estas ideologías que inducen a los cristianos a apartarse de la única Iglesia fundada por Jesús. No se puede negar que entre ellos hay cristianos que sinceramente creen estar en la verdad, pero son víctimas de un sistema que les ha engañado y les convierte a su vez en herramienta para captar más prosélitos que aumenten el número de sus adeptos. 

Otros han sido tan contaminados con prejuicios que tienden a maximizar las cosas malas que escuchan de la Iglesia, en algunos casos llegando a propagar la leyenda negra, y al mismo tiempo son incapaces de reconocer lo bueno que es mucho (Ver Las buenas obras de la Iglesia Católica).

Francisco, un papa para el mundo

Por P. Robert Brisman


Todavía no salimos del asombro y la sorpresa que estamos siendo testigos de las palabras y acciones de nuestro recién elegido Papa Francisco.

Si no a todos, pero sí a una gran parte de la humanidad, nos sigue provocando un sinnúmero de comentarios las pocas intervenciones que nuestro pastor universal ha tenido desde el día 13, cuando fue elegido sucesor del apóstol Pedro.

A pocos días de su elección estamos descubriendo el norte de su pontificado y el que nosotros, sus ovejas aquí en la tierra, debemos de seguir y acompañarle; porque un pastor no es pastor si no tiene un rebaño que cuidar y guiar.

Desde el anuncio de su elección y presentación en el balcón del Vaticano, se le han endilgado un sinnúmero de acusaciones y señalamientos basados en la mentira. Mentiras que se han ido derrumbando con el mismo ímpetu que han ido apareciendo en la palestra pública.

Muchos de los que hacen opinión, creyentes y no creyentes, indiferentes, de otras confesiones religiosas, no han perdido la oportunidad para seguir diciendo cuantas barbaridades se les vienen a la mente. Se les nota que no tienen ni guardan la más mínima profesionalidad ética en el oficio del periodismo. El Papa acaba de decir que “el trabajo periodístico implica una atención especial de respeto a la verdad, bondad y belleza”. Quieren hacer de todo un espectáculo.

Mucho se ha hablado y se sigue hablando de que el recién elegido Papa Francisco, ahora sí, es el que va a poner a la Iglesia, -sobre todo la Iglesia jerárquica-, en su sitio. Es el que va a trabajar en las grandes y profundas reformas que necesita la curia vaticana. Es el que le va a enseñar a los jerarcas católicos cuál es el verdadero sentido del evangelio y que sean verdaderos testigos de Cristo en el mundo. Es el que va a conducir a la Iglesia a ser una Iglesia más cercana a los pobres.

Es el que va a poner a tono con los tiempos modernos una Iglesia “atrasada”, que a lo mejor “rescatará” el verdadero papel de la mujer dentro de ella; que cambiará el pensamiento o línea de la enseñanza sobre el aborto, el matrimonio sacramental de los homosexuales, la enseñanza sobre los divorciados vueltos a casar, el celibato sacerdotal, etcétera. Hay que entender que el Papa podrá cambiar lo que se pueda cambiar; pero la enseñanza moral del evangelio y la tradición de la Iglesia, es inmutable. Y lo es porque la Iglesia es depositaria de esa enseñanza, no su inventora; y el Papa es el fiel custodio y promotor de que así siga siendo. Los Papas no tienen autoridad para “reinventar o reescribir” el evangelio. La doctrina y la moral han sido dadas a la Iglesia por Cristo.

Bueno, todo aquel que esté pensando que el Papa Francisco será el Papa que cambiará el evangelio, que será el Papa que romperá con la enseñanza y tradición de más dos mil años de la Iglesia católica le recomiendo que busque de las mejores sillas que existen para que se siente y no se vaya a cansar esperando lo que no va a llegar.

Estos periodistas no saben ni se han dado cuenta de que estos temas no están en discusión dentro de la Iglesia. La Iglesia ha transmitido su enseñanza al respecto y aquel que no quiera asumirla en su caminar de fe, tiene todo el derecho a buscar otro camino; como también aquel que esté convencido de que esta es la enseñanza que tiene que seguir, aunque duela, encontrará su salvación. Cristo no vino a acomodarnos las cosas ni a decirnos que todo lo que hacemos está bien. El Papa Francisco ha dado señales, desde su trabajo pastoral en la Argentina y ahora, en las pocas intervenciones que ha tenido, de cuál es la línea de pensamiento y trabajo pastoral-eclesial que va a seguir. Él ha sido muy claro en recordarnos que la Iglesia no es suya, sino de Cristo. Cristo es el que va marcando el camino a seguir por inspiración del Espíritu Santo. Los que hablan de estas cosas en realidad demuestran que no conocen al Papa Francisco.

En su reciente audiencia con los medios de comunicación en la sala Pablo VI, el Papa dijo que “tuvo la inspiración de elegir el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís, “hombre símbolo de la paz y de la relación positiva con lo creado”. ¿Qué le dice el Papa Francisco a la Iglesia? Nos recuerda ese deseo profundo de Cristo cuando mandó a sus discípulos a anunciar la buena noticia, recordándoles que debían de ser hombres de paz; que cuando entraran a una casa, que su saludo fuera “la paz a esta casa, y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz. Y si no, ese deseo volverá a ustedes” (Lc 10, 5-7). El mismo Jesús, después de su resurrección, cuando se les aparecía a los discípulos, sus primeras palabras eran “la paz sea con ustedes”. La paz no es ausencia de guerra ni de conflictos. Tenemos que vivirla y experimentarla tal como Cristo nos la transmitió: como un don que nace en lo más profundo de nuestro interior; paz en medio de la tormenta, -dice la canción.

Pero, ¿esta paz es sólo para la Iglesia? ¿El mundo no necesita paz también? San Francisco de Asís es el santo de la paz. El Papa Francisco es el Papa de la paz. Pero esta paz también tiene que ser anhelo del mundo, que cada día más se enfrasca en una nueva guerra. El mundo no sabe ni quiere dialogar. Todo lo quiere hacer por medio de las armas, de las bombas nucleares. Las sociedades no quieren dialogar. Todos quieren imponer. Los gobiernos nos imponen a los pueblos sus criterios, sin tomar en cuenta el parecer de los pueblos; muchos son comerciantes de la verdad, la venden al mejor postor; como ejemplo, pensemos en la imposición que se está dando en muchas sociedades con la “nueva ideología de género”, ¿a base de qué se imponen? Y todo porque se quiere estar a tono con la modernidad. Muchos sabemos qué es lo que se mueve detrás de esos grupos de instituciones para poder lograr esas aberraciones en las sociedades, y algunas de ellas en donde la Iglesia católica tiene una fuerte presencia.

El mundo es creación de Dios. Todo cuanto existe viene de la mano de Dios; y Dios puso en nuestras manos la creación. Pero, ¿qué hemos hecho con la creación? ¿Qué tienen que decir las sociedades a esto? Sabemos muy bien cómo está avanzando el deterioro ecológico mundial. Sabemos del famoso calentamiento global, causado por el abuso que los humanos hemos hecho de ese “señorío” mal entendido.

Fijémonos qué actitudes asumimos en el maltrato al medio ambiente cuando tiramos basura a las calles. Miremos ahora lo que está sucediendo con el agua, cómo la desperdiciamos; bien dicen los expertos, que dentro de unos años más, la gran riqueza por la que la humanidad se peleará será por el agua, porque ese recurso natural y vital se está agotando, ¿y quién es el culpable? ¿La Iglesia? ¿El Papa? ¿Los obispos, cardenales, sacerdotes, diáconos, etcétera? No.

El Papa Francisco quiere una “Iglesia pobre para los pobres”. Este es el gran reto nuestro, ya que se funda en la misma enseñanza de Cristo, que “vino a anunciarles la buena noticia del evangelio a los pobres” (Lc 4, 18), pero no “solo” a los pobres. Este no es un anuncio “excluyente”, sino “incluyente”. Pero, ¿qué dice el mundo al respecto de los pobres? ¿Es la Iglesia la culpable de que halla en el mundo tantos pobres y pobreza? ¿Es la Iglesia la causante de la tanta hambre? ¿Es la Iglesia la culpable de que se haya preferido aumentar el uso de las armas y no alimentar a tantos seres humanos hambrientos? En nuestra sociedad, ¿es la Iglesia la culpable de que haya tantos hombres y mujeres deambulando por nuestras calles pidiendo unos centavos para subsistir? ¿Qué tienen que decir los gobiernos al respecto? Si la Iglesia tuviera los recursos que tienen los Estados, grandes obras haríamos en beneficio para la humanidad. Pero lamentablemente no es así. La Iglesia, con lo poco que tiene, hace importantes obras. Cierto que nunca serán suficientes, pero de brazos cruzados no está.

El Papa ha invitado a todos esos detractores de la Iglesia, a esos que quisieran ver una Iglesia adecuada a los criterios del mundo, a que se acerquen más para conocer su naturaleza, su camino y misión en el mundo; también con sus pecados. La Iglesia, como ninguna otra institución, ha reconocido y pedido perdón por sus fallos y pecados, y esto la engrandece. Las sociedades no pueden actuar como Pilatos cuando estaba interrogando a Jesús sobre la procedencia de “su Reino”.

El Reino de Cristo no es de este mundo, porque si fuera así no podría sanar a un mundo que está enfermo por el pecado de todos sus habitantes. Nadie puede “lavarse las manos” y hacerse el desentendido ante la problemática que nos aqueja en todos los estratos. En la Iglesia, con el Papa a la cabeza, estamos comprometidos con hacer de este mundo un verdadero y sano lugar de convivencia pacífica y más humano. Pero esto es tarea nada más nuestra. Es de todos los hombres y mujeres, creyentes y no creyentes.

Por todo lo dicho anteriormente, -y falta más-, me atrevo a decir y asegurar que, el Papa Francisco no es sólo un Papa para la Iglesia, sino también un Papa para el mundo.