Un grupo de investigadores del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar, ha participado en un trabajo internacional con el objetivo de dar una visión general a nivel químico, farmacológico y conductual de un nuevo compuesto químico que acaba de aparecer, según la Red Europea de Drogas Recreacionales, como una nueva droga de abuso: la metoxetamina.
Esta nueva droga, similar a la ketamina, es una sustancia disociativa, es decir, distorsiona las percepciones visuales y auditivas produciendo un sentimiento de separación del medio ambiente, sin pérdida de conciencia.
En el estudio, los investigadores han detectado que las tiendas que venden esta droga por internet, lo hacen como alternativa legal a la ketamina ya que se puede adquirir legalmente sin receta.
Este trabajo forma parte de dos proyectos, el Psychonaut Web Mapping Project y el RedNet Research Project, financiados por la Comisión Europea en el marco del Programa de Salud Pública.
Por otra parte, las drogas, casi siempre mezcladas con bebidas etílicas, son derrochadas por unos 48.000 jóvenes de entre 14 y 18 años y que anuncian serios peligros de liarse con el cannabis y la cocaína.
Son el 2,2% de la población. Pero el fenómeno ya es alarmante, produciendo las secuelas de la falta de recuerdo, el abandono de las aulas. Las discusiones pueden ser los primeros indicios del problema. Los narcóticos también están en la raíz de los siniestros de circulación. Estos fueron los resultados del último informe del Plan Nacional sobre Drogas. Se ha descubierto un acrecentamiento del consumo de la heroína; no se inyecta, se aspira en forma de pitillos, son los llamados «chinos».
La droga cuanto más se consume, con más imperiosidad se necesita. El vendedor ofrece, al adolescente incauto, que le “llevará al paraíso”, pero se calla que el precio que pagará es la propia autodestrucción, el deterioro físico y psíquico. Transformará el paraíso de unos instantes en un prolongado e insoportable infierno.
El combate contra el comercio y el derroche de narcóticos, la voluntad de parar esta nociva amenaza para la sociedad, que suscita el asesinato, el terror y favorece la devastación de muchos mortales, reclama un pacto político, colaboración internacional y la ayuda de todos.
“He visto a los más grandes espíritus de mi generación arrastrarse de madrugada por las calles de los negros, en busca de la droga urgente, imperiosa”, afirmó, el poeta estadounidense, Allen Ginsberg.