06 de Enero #2012
Solemnidad de la Epifanía
Sra.
xxxx xxxx
Vía correo electrónico
Ciudad,
Ref.: "Las palabras del Cardenal hacen flaco servicio al matrimonio"
Distinguida Sra. xxxx, muy buenas noches.
“No se puede confundir la libertad de expresión con una falsaria expresión de la libertad; no se puede caer en una errada libertad de pensamiento donde el pensamiento piensa mal la libertad, la prostituye, la vacía de sentido y la desliga de la verdad que es su base.”
Luego de saludarle cordialmente, procedo a dar respuesta a su último correo y así concluir este conversatorio que hemos mantenido sobre un tema que siempre será de mi interés, la salvaguarda de nuestro Cardenal, Pastor y Obispo.
He revisado de nuevo los escritos aparecidos en los medios que usted ha utilizado como sustento para su artículo, y discernido muy bien su contenido en base a nuestro conocimiento, experiencia, el auxilio de algunos hermanos en la fe y la ayuda de Dios.
En estos se citan textualmente las siguientes palabras del Cardenal López Rodríguez:
Periódico Hoy, 01 de Enero -
"... Hemos tenido sobre todo en el campo de la mujer hechos inconcebibles, yo no acabo de entender cómo es posible que haya tantos crímenes, sobre todo pasionales, porque no se pueden definir de otra forma y, sobre todo, que cuando un hombre y una mujer no pueden convivir juntos, pues que se separen..."
En ningún momento habla nuestro Cardenal sobre el matrimonio, como tampoco de un Sacramento, que es su preocupación. Ni siquiera hace referencia al matrimonio civil.
Diario Libre, 02 de Enero -
"Cuando un hombre y una mujer no pueden estar juntos, por alguna razón u otra, lo mejor es que se separen, ya que de esta manera se evita la ocurrencia de una tragedia..."
La expresión "un hombre y una mujer" y "estar juntos" no pueden interpretarse como matrimonio, pues cuando se analiza en su contexto en ningún lugar se habla de ello. Si no existe la condición de Sacramento, y la relación va acabar en una tragedia, al final será mucho mejor si estas dos personas, que apenas se han juntado, se separen.
El periodista indica “que el Cardenal ha exhortado a las parejas a que, cuando ya no se quieran, se separen y así evitar desgracias muy lamentables”.
“Las palabras del Cardenal hacen flaco servicio al matrimonio”, no. Lo que hace verdaderamente un flaco servicio a La Iglesia y al Sacramento del Matrimonio es la falta de cuidado al hablar de tal forma de una persona como nuestro Cardenal que merece todo nuestro respeto. Debe pensarse muy bien antes de "sacudir la almohada llena de plumas", ya que después será imposible recogerlas todas.
Listin Diario, 02 de Enero -
"... pero cuando un hombre y una mujer no pueden convivir, que se separen, que dejen eso..."
La intención, en todo momento, no ha sido hablar de “divorcio” sino más bien de separación, de dos personas que viven o no bajo el mismo techo, nunca bajo el Sacramento de matrimonio, que es su preocupación.
En esencia, los diarios utilizados para este análisis apenas han citado textualmente unas pocas palabras pronunciadas por nuestro Cardenal, y de ninguna de estas hemos podido deducir ninguna de las teorías que se han querido enarbolar. Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice que han dicho de la máxima autoridad de La Iglesia católica en nuestra nación.
Insisto, y perdone usted si le ofendo de alguna forma, que no es ni ha sido mi intención, pero simplemente argumento con ideas y conceptos muy bien fundamentados el hecho de que usted se ha equivocado en sus planteamientos sobre el Pastor de nuestra Iglesia. Lo mismo que sus amigos que han comentado sus ideas favorablemente de forma muy complaciente.
La ventaja de poner nuestros pensamientos por escrito es precisamente esa, poder volver atrás y revisar cada línea y entre líneas los mensajes. En ningún momento he emitido yo ningún juicio desconsiderado o irrespetuoso sobre usted. Humildemente lo digo.
El hecho de que usted acepte comentarios en su blog, y que decidiese publicar el mió, es de su estricta responsabilidad. Si usted lo aceptó, creo que es porque le pareció bien desde el principio.
“El Diablo quiere acabar con La Iglesia, la única que se le opone, y para lograrlo hacen falta obreros para trabajar esa otra “mies” de la cual yo no quiero formar parte.”
Es por todos conocido la conjura que mantienen muchos medios comunicación y sus funcionarios contra La Iglesia católica, y por acción u omisión la bombardean en cuanto pueden. No sancionan a los periodistas esperando siempre que metan la pata. Es del todo normal sacar las cosas de contexto para tergiversarlas. Tengo toda la razón cuando afirmo que el Demonio se vale incluso de gente buena para cometer sus fechorías, para obrar mal.
Soy yo el que no desea formar parte de la “mies” del Diablo, que en modo alguno lo he referido a su persona, y por favor entiéndalo de una vez por todas.
El hecho de que el imperio de la muerte y el misterio de la iniquidad pretendan dar al traste con La Iglesia y todo lo que Ella representa es una realidad incontrovertible. A eso me he referido, únicamente.
Cualquier duda que pueda tener sobre su afecto y consideración hacia nuestro Cardenal la ha sembrado usted misma al escribir de tal forma sobre el, todo basado en las opiniones de unos cuantos “chupatintas” asalariados que, por lo general, están tan ocupados en producir “headlines” que olvidan escuchar atentamente a la persona que provee la información.
Jesús trabajo muy arduamente durante tres años en compañía de sus doce amigos. A la hora de la verdad, uno lo traiciono, otro lo negó, nueve salieron huyendo y apenas el mas jovencito de todos se quedo con el a los pies de La Cruz. Yo me parezco a aquel que lo traicionó, ¿a cual se parece usted?
Para concluir le anexo esta carta que escribí en el 2009, denunciando un ataque frontal a la persona de nuestro Obispo y Pastor, Su Eminencia Reverendísima Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, para que no le queden dudas de nuestro ministerio, muy difícil y delicado por cierto. Como usted bien dijo en el primero de sus correos, en este pais se me conoce, saben de que vivo, saben donde estoy.
http://mrsavinon.blogspot.com/2009/09/con-su-perdon-cardenal.html
Para mi esto no es novedad, es algo que habrá de producirse frecuentemente en el futuro. Para ello estamos preparados.
Uno de los fracasos fundamentales en el protestantismo consiste precisamente en el irrespeto y la desobediencia por parte de sus fieles; es por tal razón que se encuentran divididos en mas de treinta mil organizaciones distintas, cada cual haciendo lo que quiere, lo que entienden correcto a su mejor parecer.
A imagen de Cristo, nosotros los católicos actuamos de forma distinta, astutos como la serpiente, mansos como una paloma.
Feliz Navidad y un prospero año nuevo para todos en casa, son mis sinceros deseos. Que Dios continúe bendiciendo abundantemente los ministerios en que trabaja, y que podamos orientar adecuadamente a más y más jóvenes en su formación para establecer y desarrollar matrimonios y familias verdaderamente cristianas.
Sin otro particular por el momento, aprovecho para suscribirme a sus órdenes siempre.
Atentamente,
Mario R. Saviñón