El nombre de "Jehová"

Por Oscar Gerometta

Tomado del informe "sobre los Testigos de Jehová"

(http://es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/243/1456/articulo.php?id=15254)

Este es según ellos el nombre que el mismo Dios les ha encomendado dar a conocer a los tiempos modernos.

Pero, ¿de dónde sale el término "Jehová"?

La lengua hebrea, es originalmente una lengua consonántica, es decir, que el significado de las palabras surgía a partir de las combinaciones de las consonantes. En correspondencia con esto, en su desarrollo escrito el hebreo es originariamente un lenguaje de consonante, es decir, se escribían solamente las consonantes, y la pronunciación de las palabras se transmitía por tradición. De este modo encontramos que en hebreo el Nombre de Dios se escribía: "YHWH" (lo que se ha denominado "tetragrama sagrado").

En la tradición judía más primitiva, llevando al extremo el precepto de no usar en vano el Nombre de Dios, cuando leían el texto bíblico evitaban pronunciarlo, y lo reemplazaban por el vocablo "Señor", que en hebreo se dice "Aedonai".

Cuando en el desarrollo del hebreo se comenzaron a escribir las vocales (que se representaban como puntos por debajo de las consonantes), y como un modo de evitar pronunciar el Nombre de Dios, cuando en los textos bíblicos aparecía el tetragrama, se le colocaban las vocales de Aedonai para que el lector recordara evitar pronunciar el Nombre sagrado.

Estos detalles del idioma hebreo, eran desconocidos en el Renacimiento cuando comenzaron a traducirse los textos sagrados a las distintas lenguas, por lo que los traductores de los siglos XV en adelante se encontraban con lo que parecía la palabra hebrea "Yaehowah", que tradujeron por "Jehová". Así aparece en muchas traducciones que optaron por utilizar el Nombre de Dios, en lugar de conservar el tradicional "Señor", hasta principios de este siglo.

Recién durante el siglo XX, con el desarrollo de la moderna lingüística y el estudio de las lenguas bíblicas, se pudo saber que la verdadera vocalización del tetragrama era "Yahvéh", como de hecho aparece hoy en la mayoría de las traducciones que utilizan el Nombre de Dios.

Cuando los Testigos de Jehová comenzaron su predicación, a fines del siglo pasado, ciertamente el vocablo "Jehová" aparecía en las traducciones al inglés de uso más frecuente. Y cuando el Juez Rutherford, "revela" que el nombre de los miembros de la Sociedad ha de ser "Testigos de Jehová", todavía no sabía que estaba proponiendo como revelado por Dios un error filológico. Pero hoy este ha podido ser claramente dilucidado.

Lo más llamativo, es que los testigos de Jehová hoy se confiesan conocedores del error filológico implícito detrás del vocablo, pero dedican largos y eruditos párrafos en los que mezclan la erudición con la polémica y el fundamentalismo para justificar su persistencia en el uso del mismo (Al respecto se puede revisar: Rutherford, Sea Dios Veraz, c. II; ¿Quién es Jehová? p. 20; La Verdad que lleva a Vida Eterna, c. 3; ¿Quién es Dios?, p. 17; Razonamiento a partir de las Escrituras art. Jehová, p.198; folleto El Nombre Divino que dura para siempre, New York, 1984; toda bibliografía propia de la Sociedad).

En este punto hay una pregunta que nunca encuentra respuesta. Si se admite que el término "Jehová" ha surgido como consecuencia de la ignorancia y el error de los primitivos traductores, ¿cómo podemos pretender que la Voluntad de Dios sea que se dé a conocer este nombre?, Y lo que es peor… que quien no acepte este nombre (este error podríamos decir) se condene.