Una idea central...
Somos La Iglesia católica
Nuestra familia está compuesta por personas de toda raza. Somos jóvenes y ancianos, ricos y pobres, hombres y mujeres, pecadores y santos.
Nuestra familia ha perseverado a través de los siglos y establecido a lo ancho de todo el mundo.
Con la gracia de Dios hemos fundado hospitales para poder cuidar a los enfermos, hemos abierto orfanatorios para cuidar de los niños, ayudamos a los más pobres y menos favorecidos. Somos la más grande organización caritativa de todo el planeta, llevando consuelo y alivio a los más necesitados.Educamos a más niños que cualquier otra institución escolar o religiosa.
Inventamos el método científico y las leyes de evidencia. Hemos fundado el sistema universitario.
Defendemos la dignidad de la vida humana en todas sus formas mientras promovemos el matrimonio y la familia.
Muchas ciudades llevan el nombre de nuestros venerados santos, que nos han precedido en el camino al cielo.
Guiados por el Espíritu Santo hemos compilado La Biblia. Somos transformados continuamente por Las Sagradas Escrituras y por la sagrada Tradición, que nos han guiado consistentemente por más de dos mil (2’000) años.
Somos… La Iglesia católica.
Contamos con más de un billón (1’000’000’000) de personas en nuestra familia compartiendo los Sacramentos y la plenitud de la fe cristiana. Por siglos hemos rezado por ti y tu familia, por el mundo entero, cada hora, cada día, cada vez que celebramos La Santa Misa.
Jesús de Nazaret ha puesto el fundamento de nuestra fe cuando dijo a Simón-Pedro, el primer Papa: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella» (Mt. XVI, 18).
Durante XX siglos hemos tenido una línea ininterrumpida de Pastores guiando nuestro rebaño, La Iglesia universal, con amor y con verdad, en medio de un mundo confuso y herido. Y en este mundo lleno de caos, problemas y dolor, es consolador saber que hay algo consistente, verdadero y sólido: nuestra fe católica y el amor eterno que Dios tiene y ha tenido por toda la creación.
Si has permanecido alejado de La Iglesia católica, te invitamos a verla de un modo nuevo hoy, visita www.catolicosregresen.org.
Somos una familia unida en Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Somos católicos, bienvenido a Casa...
Nuestra familia ha perseverado a través de los siglos y establecido a lo ancho de todo el mundo.
Con la gracia de Dios hemos fundado hospitales para poder cuidar a los enfermos, hemos abierto orfanatorios para cuidar de los niños, ayudamos a los más pobres y menos favorecidos. Somos la más grande organización caritativa de todo el planeta, llevando consuelo y alivio a los más necesitados.Educamos a más niños que cualquier otra institución escolar o religiosa.
Inventamos el método científico y las leyes de evidencia. Hemos fundado el sistema universitario.
Defendemos la dignidad de la vida humana en todas sus formas mientras promovemos el matrimonio y la familia.
Muchas ciudades llevan el nombre de nuestros venerados santos, que nos han precedido en el camino al cielo.
Guiados por el Espíritu Santo hemos compilado La Biblia. Somos transformados continuamente por Las Sagradas Escrituras y por la sagrada Tradición, que nos han guiado consistentemente por más de dos mil (2’000) años.
Somos… La Iglesia católica.
Contamos con más de un billón (1’000’000’000) de personas en nuestra familia compartiendo los Sacramentos y la plenitud de la fe cristiana. Por siglos hemos rezado por ti y tu familia, por el mundo entero, cada hora, cada día, cada vez que celebramos La Santa Misa.
Jesús de Nazaret ha puesto el fundamento de nuestra fe cuando dijo a Simón-Pedro, el primer Papa: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella» (Mt. XVI, 18).
Durante XX siglos hemos tenido una línea ininterrumpida de Pastores guiando nuestro rebaño, La Iglesia universal, con amor y con verdad, en medio de un mundo confuso y herido. Y en este mundo lleno de caos, problemas y dolor, es consolador saber que hay algo consistente, verdadero y sólido: nuestra fe católica y el amor eterno que Dios tiene y ha tenido por toda la creación.
Si has permanecido alejado de La Iglesia católica, te invitamos a verla de un modo nuevo hoy, visita www.catolicosregresen.org.
Somos una familia unida en Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Somos católicos, bienvenido a Casa...
Contenido del Blog
-
►
2012
(80)
- ► septiembre (7)
-
►
2011
(122)
- ► septiembre (11)
-
►
2010
(143)
- ► septiembre (16)
-
►
2009
(145)
- ► septiembre (12)
-
►
2007
(93)
- ► septiembre (9)
La Iglesia es...
Tomado de http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php
La Iglesia es UNA, no miles.
La Iglesia es SANTA, los pecadores somos sus hijos.
La Iglesia es VISIBLE, no una efímera idea sentimentalista.
La Iglesia es JERÁRQUICA, no anárquica.
La Iglesia es HISTÓRICA, no un invento reciente.
La Iglesia es LITÚRGICA, no un negocio de espectáculos.
La Iglesia es SUCESIVA, no refundada.
La Iglesia es DOGMÁTICA, no relativista.
La Iglesia es DIVERSA, no diferente.
La Iglesia es UNIVERSAL, no solo local.
La Iglesia es MINISTERIAL, no fábrica de milagros.
La Iglesia es CATEQUÉTICA, no ambivalente.
La Iglesia es UNIDAD, no división.
La Iglesia es CRISTOCÉNTRICA, no pastorcéntrica.
La Iglesia es VIVENCIA DE FE, no fideista.
PD: He querido compartir estas líneas que he encontrado en el facebook de un buen amigo converso desde el pentecostalismo a la fe católica, hoy seminarista y Dios mediante futuro sacerdote. Dios le bendiga.
La Iglesia es UNA, no miles.
La Iglesia es SANTA, los pecadores somos sus hijos.
La Iglesia es VISIBLE, no una efímera idea sentimentalista.
La Iglesia es JERÁRQUICA, no anárquica.
La Iglesia es HISTÓRICA, no un invento reciente.
La Iglesia es LITÚRGICA, no un negocio de espectáculos.
La Iglesia es SUCESIVA, no refundada.
La Iglesia es DOGMÁTICA, no relativista.
La Iglesia es DIVERSA, no diferente.
La Iglesia es UNIVERSAL, no solo local.
La Iglesia es MINISTERIAL, no fábrica de milagros.
La Iglesia es CATEQUÉTICA, no ambivalente.
La Iglesia es UNIDAD, no división.
La Iglesia es CRISTOCÉNTRICA, no pastorcéntrica.
La Iglesia es VIVENCIA DE FE, no fideista.
PD: He querido compartir estas líneas que he encontrado en el facebook de un buen amigo converso desde el pentecostalismo a la fe católica, hoy seminarista y Dios mediante futuro sacerdote. Dios le bendiga.
Decir la verdad
Por Juan
Francisco Puello Herrera
Decir la
verdad, tiene un costo. Es la razón por la que muy pocos hacen honor a la
verdad. En la Palabra de Dios encontramos lo siguiente que da razón a lo
afirmado: a Daniel le costó su posición temporalmente; a Elías, sufrimientos y
casi la vida; a Juan el bautista, la cabeza; a Jesús, la vida en la cruz; a los
apóstoles, les costó la libertad y luego la vida. No obstante, para gloria de
Dios, somos bienaventurados, ya que Él habita en nosotros para librarnos de
toda tribulación, y si por decisión propia morimos por la verdad heredaremos la
vida eterna.
El Apocalipsis (21, 8) ayuda a no desviarse de la verdad: “Pero para los cobardes, los renegados, los corrompidos, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras, en una palabra, para todos los falsos, su lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre que es la segunda muerte”. Aunque parezca poco creíble, más de una persona ha preferido perder su empleo o escalar una posición más alta en su trabajo, con tal de mantener su integridad como persona diciendo la verdad.
Se han dado casos de profesionales en su área, que al elegir la verdad frente al engaño, han perdido un cliente que le representaba unos buenos ingresos. Pero el buen Dios no olvida a los que le han honrado y bendecido, estos tendrán su recompensa y les suministrará lo que necesitan. Todos aquellos que han recibido la Verdad que es Jesús, encontrarán sosiego en su vida.
Pero los que han mentido disfrazando la verdad con calumnias, desvirtuando los hechos y manipulando situaciones, estos sólo encontrarán incertidumbre. Seríamos mejores personas, si tan solo entendiéramos, que “la prenda más digna de un hombre de bien es la verdad dicha franca y sinceramente”.
La Iglesia Católica
Por Salvador Pascual Fiallo Prota
¿Antihistórica, anticientífica, inquisidora, atrasada, medieval, oscurantista, arcaica, grosera, intolerante? Este conglomerado de afirmaciones, vertidas en algunos de los medios de comunicación, deseando convertirse en una masa aberrante, como una certificación que se asegure como verdad, tenemos que salirle de frente diciendo:
Primero: Esto no es nuevo, son afirmaciones de sectores, los cuales acuden de manera recurrente a tratar de acorralar e invalidar el accionar de la Iglesia y con la pretensión de colocarse, así, en la vanguardia de los procesos históricos.
Segundo: Estamos conscientes que cada día más seremos sujetos de ataques concéntricos sobretodo aquellos que ellos llaman: “La pretensión de la Iglesia de imponer valores absolutos de fe”.
Tercero: Estamos conscientes que aunque de una u otra manera la confrontación surge a partir de la posición de la Iglesia Católica en torno al rechazo a la campaña de Profamilia (un eufemismo), sobre una llamada “Educación Sexual”, todos nosotros sabemos que es una partitura más de una sinfónica que tendremos que acostumbrarnos a escuchar, porque obedece a una política de una corriente ideológica de carácter internacional, traducida a lo local.
Cuarto: Nadie ha estado más interesada, preocupada y haya trabajado más por la estabilidad, la integración y la permanencia de la familia, que la Iglesia Católica, pero estamos conscientes que ésta célula vital de la sociedad no está hoy exenta de peligrosos embates desde ciertos ámbitos sociales, culturales, políticos donde se trata de imponer la dictadura del relativismo, de que todo da igual y donde todo da lo mismo.
Quinto: Es necesario que se entienda que la Iglesia es una institución divina y que tiene como tal que conservar el depósito de su doctrina, la que el Señor confió a su Iglesia y que la deberá realizar en todo tiempo y lugar, sintiéndose así en el derecho de hacer visible su misión apostólica y pastoral de guiar a todos los hombres a la verdad.
Sexto: Sería muy necesario y provechoso que todos aquellos sociólogos, psicólogos, sexólogos, tuviesen la buena voluntad de acercarse a las librerías cristianas católicas donde podrán encontrar una cantera inmensa de trabajos que representan una de las aportaciones más significativas a lo que pudiera ser un proyecto de educación a la antropología cristiana, particularmente a la sexualidad en sus diversas etapas del noviazgo, matrimonio y familia .
Se trata por tanto para todos ellos de una gran oportunidad para encontrar el norte de un proyecto nuevo, para una juventud de vida nueva, lograda de gracia en gracia.
Séptimo: Es necesario que se sepa que nuestra Iglesia ha trabajado durante años de manera directa en instituciones y movimientos que conforman su cuerpo de pastoral para la familia, tales como: Movimiento Familiar Cristiano, Encuentro Matrimonial, Dinámica de Parejas, Encuentro Católico para Novios, Matrimonio Feliz. Todas de una trayectoria digna de alabanza
Octavo: Es necesario, también, decirles a todos estos profesionales vanguardistas: No somos eunucos, no somos estoicos, reconocemos el valor del deseo, del cuerpo y de la carne, debidamente canalizado, porque ahí está el arte maravilloso de Dios capaz de plasmar en el barro húmedo (Génesis 2, 7) el dinamismo tal, de la fuerza majestuosa del sexo.
Noveno: Es necesario que entendamos que somos de la firme convicción de que la tolerancia (ya que nos tildan de intolerantes) se basa en el respeto al hombre, a la persona.
Sólo si la tolerancia se fundamenta en una profunda convicción, es estable, por lo demás, una cosa son los juicios y otra, las decisiones de la conciencia. La conciencia es la convicción de que ciertas cosas son buenas y justas. Si hay confrontación entre dos conciencias y dicen cosas diferentes, debemos tolerarnos mutuamente, pero no es posible que las dos sean correctas.
El muy sabio magisterio de la Iglesia no puede desprenderse de su convicción de que al hombre y el sentido común hay que defenderlo siempre.
No todo puede reducirse a la conciencia personal de unos cuantos exponentes individuales. No es apropiado para la importancia práctica del problema de hoy. El sexo, la vida, la muerte, cuestiones éticas, entre otras, tienden a dejarse del lado de la libertad de conciencia y hemos pasado a un relativismo radical muy peligroso.
Décimo: Quien le escribe, es ciudadano profundamente dominicano, que le duele su país, con 41 años de casado, con cuatro hijos y cinco nietos y que se siente cada vez más comprometido, defectivamente, con la decisión de enfrentar cuestiones fundamentales que antes no habían sido sometidas a nuestra elección personal, social y política.
Pertenezco junto con mi esposa, desde hace más de 18 años, a la Pastoral Familiar de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la Zona Colonial, cosa que nos ha permitido conocer muy a fondo las necesidades, inquietudes y aspiraciones de los jóvenes de hoy.
¿Antihistórica, anticientífica, inquisidora, atrasada, medieval, oscurantista, arcaica, grosera, intolerante? Este conglomerado de afirmaciones, vertidas en algunos de los medios de comunicación, deseando convertirse en una masa aberrante, como una certificación que se asegure como verdad, tenemos que salirle de frente diciendo:
Primero: Esto no es nuevo, son afirmaciones de sectores, los cuales acuden de manera recurrente a tratar de acorralar e invalidar el accionar de la Iglesia y con la pretensión de colocarse, así, en la vanguardia de los procesos históricos.
Segundo: Estamos conscientes que cada día más seremos sujetos de ataques concéntricos sobretodo aquellos que ellos llaman: “La pretensión de la Iglesia de imponer valores absolutos de fe”.
Tercero: Estamos conscientes que aunque de una u otra manera la confrontación surge a partir de la posición de la Iglesia Católica en torno al rechazo a la campaña de Profamilia (un eufemismo), sobre una llamada “Educación Sexual”, todos nosotros sabemos que es una partitura más de una sinfónica que tendremos que acostumbrarnos a escuchar, porque obedece a una política de una corriente ideológica de carácter internacional, traducida a lo local.
Cuarto: Nadie ha estado más interesada, preocupada y haya trabajado más por la estabilidad, la integración y la permanencia de la familia, que la Iglesia Católica, pero estamos conscientes que ésta célula vital de la sociedad no está hoy exenta de peligrosos embates desde ciertos ámbitos sociales, culturales, políticos donde se trata de imponer la dictadura del relativismo, de que todo da igual y donde todo da lo mismo.
Quinto: Es necesario que se entienda que la Iglesia es una institución divina y que tiene como tal que conservar el depósito de su doctrina, la que el Señor confió a su Iglesia y que la deberá realizar en todo tiempo y lugar, sintiéndose así en el derecho de hacer visible su misión apostólica y pastoral de guiar a todos los hombres a la verdad.
Sexto: Sería muy necesario y provechoso que todos aquellos sociólogos, psicólogos, sexólogos, tuviesen la buena voluntad de acercarse a las librerías cristianas católicas donde podrán encontrar una cantera inmensa de trabajos que representan una de las aportaciones más significativas a lo que pudiera ser un proyecto de educación a la antropología cristiana, particularmente a la sexualidad en sus diversas etapas del noviazgo, matrimonio y familia .
Se trata por tanto para todos ellos de una gran oportunidad para encontrar el norte de un proyecto nuevo, para una juventud de vida nueva, lograda de gracia en gracia.
Séptimo: Es necesario que se sepa que nuestra Iglesia ha trabajado durante años de manera directa en instituciones y movimientos que conforman su cuerpo de pastoral para la familia, tales como: Movimiento Familiar Cristiano, Encuentro Matrimonial, Dinámica de Parejas, Encuentro Católico para Novios, Matrimonio Feliz. Todas de una trayectoria digna de alabanza
Octavo: Es necesario, también, decirles a todos estos profesionales vanguardistas: No somos eunucos, no somos estoicos, reconocemos el valor del deseo, del cuerpo y de la carne, debidamente canalizado, porque ahí está el arte maravilloso de Dios capaz de plasmar en el barro húmedo (Génesis 2, 7) el dinamismo tal, de la fuerza majestuosa del sexo.
Noveno: Es necesario que entendamos que somos de la firme convicción de que la tolerancia (ya que nos tildan de intolerantes) se basa en el respeto al hombre, a la persona.
Sólo si la tolerancia se fundamenta en una profunda convicción, es estable, por lo demás, una cosa son los juicios y otra, las decisiones de la conciencia. La conciencia es la convicción de que ciertas cosas son buenas y justas. Si hay confrontación entre dos conciencias y dicen cosas diferentes, debemos tolerarnos mutuamente, pero no es posible que las dos sean correctas.
El muy sabio magisterio de la Iglesia no puede desprenderse de su convicción de que al hombre y el sentido común hay que defenderlo siempre.
No todo puede reducirse a la conciencia personal de unos cuantos exponentes individuales. No es apropiado para la importancia práctica del problema de hoy. El sexo, la vida, la muerte, cuestiones éticas, entre otras, tienden a dejarse del lado de la libertad de conciencia y hemos pasado a un relativismo radical muy peligroso.
Décimo: Quien le escribe, es ciudadano profundamente dominicano, que le duele su país, con 41 años de casado, con cuatro hijos y cinco nietos y que se siente cada vez más comprometido, defectivamente, con la decisión de enfrentar cuestiones fundamentales que antes no habían sido sometidas a nuestra elección personal, social y política.
Pertenezco junto con mi esposa, desde hace más de 18 años, a la Pastoral Familiar de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la Zona Colonial, cosa que nos ha permitido conocer muy a fondo las necesidades, inquietudes y aspiraciones de los jóvenes de hoy.
A propósito de una protesta
Por + Nicolás de Jesús CARDENAL López Rodríguez
Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo
Primado de América
Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo
Primado de América
A PROPÓSITO DE UNA PROTESTA POR LA ANULACIÓN DEL CONCORDATO Y LA RENUNCIA DEL
CARDENAL
El miércoles 5 de junio de 2013, a las 4 p.m., un grupo de personas, convocadas por dominicanosLaicos.com invitan a católicos y no católicos a una protesta “por la anulación del Concordato y la renuncia del Cardenal”.
1.- En cuanto al Concordato conviene informar a los convocantes que la Santa Sede nunca ha tomado la iniciativa de suscribir esos acuerdos sino que los mismos son propuestos por los Estados con quienes se firman, después que se discuten los puntos convenidos.
De hecho esos acuerdos adquieren diversos nombres, el menos usado hoy día es el de Concordato, pero la Santa Sede ha suscrito tratados conocidos como Acuerdos, Convenciones y Protocolos.
Los últimos que fueron firmados, a partir del año 2000, han sido con las Repúblicas de Letonia, Lituania y Eslovaquia (las tres de la antigua Órbita Soviética) y la Organización de la Unidad Africana.
Conviene decirles a los convocantes a la protesta que han incurrido en un inexplicable error al afirmar que “el Concordato es el acuerdo, aún vigente, firmado entre Trujillo y la Iglesia dominicana”. El Concordato lo suscribió Trujillo con la Santa Sede no con la Iglesia dominicana.
Aprovecho para informarles, además, que la Santa Sede tiene relaciones diplomáticas con 180 naciones de los cinco continentes y con Organizaciones diversas como la Organización para la Liberación de Palestina, la Liga de los Estados Árabes, la Organización Internacional para las Migraciones, la Organización de las Naciones Unidas, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Por otra parte, han errado los convocantes en dirigirse a la Nunciatura Apostólica para su protesta y si lo que pretenden es que el Concordato sea denunciado, deben dirigirse al Señor Presidente de la República por los canales adecuados o también a la Cancillería para que canalice sus pretensiones si las consideran oportunas.
2.- En cuanto al segundo motivo de la protesta de marras me resulta extraño que pidan la renuncia del Cardenal, porque en octubre del año 2011, al cumplir mis 75 años de edad, entregué al Papa Benedicto XVI mi renuncia como Arzobispo de Santo Domingo, acogiéndome a lo que dispone el artículo 1º del canon 401 del Código de Derecho Canónico.
La decisión del Papa en aquel momento fue que siguiese al frente de la Arquidiócesis por algunos años más y en eso estoy.
Pero veo que mi permanencia en el cargo les resulta incómoda a estos apreciados laicos.
Finalmente quiero referirme a un juicio de valor que emiten en su convocatoria: “Si eres católico, únete a la protesta: Este cardenal y el Concordato le han hecho mucho daño a la Iglesia y a la democracia dominicana”.
Por lo que a mí se refiere, no me corresponde hacer mi propia apología, esa se la dejo al Señor, el único que sabe lo que hay en el corazón de cada persona, el que a todos nos va a juzgar.
Dios es el que sabe lo que cada uno piensa, hace y la intención con que lo hace. Por eso me siento sereno y tranquilo. Durante 52 años he ejercido mi sacerdocio en tres Diócesis: La Vega por 17 años, en San Francisco de Macorís por tres años y medio como primer Obispo de esa querida Iglesia diocesana y finalmente en Santo Domingo donde llevo treinta y un años y medio tratando de servir a cuantos han necesitado de mi ministerio.
Así que, repito, los juicios humanos no me preocupan. Conviene recordar las palabras de Jesús: “Si a mí me han perseguido también a ustedes los perseguirán”.
Los que optamos por este camino sabemos que está lleno de escollos, intolerancias e incomprensiones, pero nos consuela saber que ese fue el que Jesús escogió. Él es el modelo.
Por último, quiero dejar un testimonio público de perdón a quienes se consideran mis enemigos y estén seguros que oro diariamente por todos ellos y los bendigo.
A pesar de otros juicios, el Señor sabe que siempre he actuado con rectitud de intención y amo entrañablemente al pueblo dominicano al que me he entregado desde el día en que fui ordenado sacerdote a los 24 años de edad.
A todos los bendigo de corazón,
El miércoles 5 de junio de 2013, a las 4 p.m., un grupo de personas, convocadas por dominicanosLaicos.com invitan a católicos y no católicos a una protesta “por la anulación del Concordato y la renuncia del Cardenal”.
1.- En cuanto al Concordato conviene informar a los convocantes que la Santa Sede nunca ha tomado la iniciativa de suscribir esos acuerdos sino que los mismos son propuestos por los Estados con quienes se firman, después que se discuten los puntos convenidos.
De hecho esos acuerdos adquieren diversos nombres, el menos usado hoy día es el de Concordato, pero la Santa Sede ha suscrito tratados conocidos como Acuerdos, Convenciones y Protocolos.
Los últimos que fueron firmados, a partir del año 2000, han sido con las Repúblicas de Letonia, Lituania y Eslovaquia (las tres de la antigua Órbita Soviética) y la Organización de la Unidad Africana.
Conviene decirles a los convocantes a la protesta que han incurrido en un inexplicable error al afirmar que “el Concordato es el acuerdo, aún vigente, firmado entre Trujillo y la Iglesia dominicana”. El Concordato lo suscribió Trujillo con la Santa Sede no con la Iglesia dominicana.
Aprovecho para informarles, además, que la Santa Sede tiene relaciones diplomáticas con 180 naciones de los cinco continentes y con Organizaciones diversas como la Organización para la Liberación de Palestina, la Liga de los Estados Árabes, la Organización Internacional para las Migraciones, la Organización de las Naciones Unidas, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Por otra parte, han errado los convocantes en dirigirse a la Nunciatura Apostólica para su protesta y si lo que pretenden es que el Concordato sea denunciado, deben dirigirse al Señor Presidente de la República por los canales adecuados o también a la Cancillería para que canalice sus pretensiones si las consideran oportunas.
2.- En cuanto al segundo motivo de la protesta de marras me resulta extraño que pidan la renuncia del Cardenal, porque en octubre del año 2011, al cumplir mis 75 años de edad, entregué al Papa Benedicto XVI mi renuncia como Arzobispo de Santo Domingo, acogiéndome a lo que dispone el artículo 1º del canon 401 del Código de Derecho Canónico.
La decisión del Papa en aquel momento fue que siguiese al frente de la Arquidiócesis por algunos años más y en eso estoy.
Pero veo que mi permanencia en el cargo les resulta incómoda a estos apreciados laicos.
Finalmente quiero referirme a un juicio de valor que emiten en su convocatoria: “Si eres católico, únete a la protesta: Este cardenal y el Concordato le han hecho mucho daño a la Iglesia y a la democracia dominicana”.
Por lo que a mí se refiere, no me corresponde hacer mi propia apología, esa se la dejo al Señor, el único que sabe lo que hay en el corazón de cada persona, el que a todos nos va a juzgar.
Dios es el que sabe lo que cada uno piensa, hace y la intención con que lo hace. Por eso me siento sereno y tranquilo. Durante 52 años he ejercido mi sacerdocio en tres Diócesis: La Vega por 17 años, en San Francisco de Macorís por tres años y medio como primer Obispo de esa querida Iglesia diocesana y finalmente en Santo Domingo donde llevo treinta y un años y medio tratando de servir a cuantos han necesitado de mi ministerio.
Así que, repito, los juicios humanos no me preocupan. Conviene recordar las palabras de Jesús: “Si a mí me han perseguido también a ustedes los perseguirán”.
Los que optamos por este camino sabemos que está lleno de escollos, intolerancias e incomprensiones, pero nos consuela saber que ese fue el que Jesús escogió. Él es el modelo.
Por último, quiero dejar un testimonio público de perdón a quienes se consideran mis enemigos y estén seguros que oro diariamente por todos ellos y los bendigo.
A pesar de otros juicios, el Señor sabe que siempre he actuado con rectitud de intención y amo entrañablemente al pueblo dominicano al que me he entregado desde el día en que fui ordenado sacerdote a los 24 años de edad.
A todos los bendigo de corazón,
Cristo hoy
Por Ricky Noboa
La presencia de Cristo hoy es latente. Sólo tenemos que remontarnos a los
hechos que, en sus 33 años de existencia terrenal, le fueron de sacrificio para
enseñarnos las acciones cristianas, pero al mismo tiempo, a identificar las
miserias humanas expresadas en sentimientos poseídos de maldad. Indudablemente
que hoy día nuestro mejor instrumento para vivir con calidad humana es Su
palabra, con la cual mitigó el dolor, alimentando de esperanza a los hombres
tras la búsqueda de la vida eterna en el espíritu; pero al mismo tiempo, también
combatió a los farsantes representados en la tierra por las hordas del mal.
Luchar por una mejor sociedad en valores es parte de nuestra responsabilidad cristiana, y para ello no podemos ser indiferentes e indolentes a los corruptores presos de sus resentimientos, heredados de esos malos espíritus que solo ven posible que mediante la avaricia, tras recursos materiales mal habidos, pueden mejorar su nivel en la sociedad. Cristo fue muy claro cuando dijo: “¡Ay de ustedes, fariseos! Que dan el diezmo de la menta y de la ruda, y de toda clase de hortalizas, pero pasan por alto la justicia y el amor a Dios”. Los cristianos de una generación tienden a ser los fariseos de la próxima.
Los fariseos empezaron bien, querían vivir para Dios, pero guardar la ley se transformó en un fin en sí mismos. Se les olvidó que el respeto a la ley era para acercarlos a Dios. Esto nos demuestra lo que pasa cuando el enfoque de la pureza exterior se transforma en una obsesión, bloqueando lo más importante de la vida interior. Por tal motivo, la palabra de Jesús nos anima a detenernos, evaluar lo que estamos haciendo y el porqué de nuestras acciones.
La escritura nos recuerda el no presumir de las apariencias externas, mientras la vida interior se deteriora. Si amamos a Dios, desearemos hacer justicia y ayudar a los demás. No debemos descuidar nuestro espíritu interior, sino nutrirlo para mantenernos espiritualmente vitales. El Padre de la Patria, el bien llamado “Cristo de la Libertad”, una vez exclamó: “Sed justos, lo primero”.
Luchar por una mejor sociedad en valores es parte de nuestra responsabilidad cristiana, y para ello no podemos ser indiferentes e indolentes a los corruptores presos de sus resentimientos, heredados de esos malos espíritus que solo ven posible que mediante la avaricia, tras recursos materiales mal habidos, pueden mejorar su nivel en la sociedad. Cristo fue muy claro cuando dijo: “¡Ay de ustedes, fariseos! Que dan el diezmo de la menta y de la ruda, y de toda clase de hortalizas, pero pasan por alto la justicia y el amor a Dios”. Los cristianos de una generación tienden a ser los fariseos de la próxima.
Los fariseos empezaron bien, querían vivir para Dios, pero guardar la ley se transformó en un fin en sí mismos. Se les olvidó que el respeto a la ley era para acercarlos a Dios. Esto nos demuestra lo que pasa cuando el enfoque de la pureza exterior se transforma en una obsesión, bloqueando lo más importante de la vida interior. Por tal motivo, la palabra de Jesús nos anima a detenernos, evaluar lo que estamos haciendo y el porqué de nuestras acciones.
La escritura nos recuerda el no presumir de las apariencias externas, mientras la vida interior se deteriora. Si amamos a Dios, desearemos hacer justicia y ayudar a los demás. No debemos descuidar nuestro espíritu interior, sino nutrirlo para mantenernos espiritualmente vitales. El Padre de la Patria, el bien llamado “Cristo de la Libertad”, una vez exclamó: “Sed justos, lo primero”.
Ideología de género y sus consecuencias
Por Benigno Blanco
En este comienzo del siglo XXI, nos encontramos, sin darnos cuenta de toda su trascendencia, ante uno de los fenómenos más influyentes en toda nuestra cultura, con clara repercusión negativa en la familia y en toda nuestra sociedad. Me refiero a la ídeología de género.
LAS IDEOLOGÍAS
La humanidad no ha conocido las ideologías hasta final del siglo XIX. A lo largo de toda la historia han existido ideas, planteamientos filosóficos, construcciones intelectuales, pero no ideologías.
Una ideología, como fenómeno moderno, es un sistema omnicomprensivo y cerrado, que da una visión completa del hombre, de la sociedad, de la historia y de todos los sucesos de la vida ordinaria, sobre la base de unos principios muy sencillos. Además, una vez aceptados esos principios, es coherente en sí misma.
Si uno admite los presupuestos de esa ideología, toda su construcción es lógica y coherente. Hay que colocarse fuera para ver sus inconsistencias. Si uno comparte los prejuicios de Hitler sobre la moral, la historia y el papel de los arios y judíos, es coherente matar a millones de judíos, personas inocentes. Si uno comparte la visión de la lucha de clases de Marx, se entienden los 50 millones de muertos del régimen soviético.
CONFRONTACIÓN IDEOLÓGICA
Hoy día, sigue habiendo a escala planetaria una confrontación ideológica tan global y omnipresente, como la que existió entre marxismo y libertad en el siglo XX.
La actual, es la confrontación entre una concepción de la persona y la sociedad inspirados, aunque sea vagamente, en el humanismo occidental por una parte, y la ideología de género, por otra. Se trata de dos sistemas cerrados y omnicomprensivos, alternativos y no comunicables.
Normalmente, no percibimos esta lucha ideológica como tal, porque muchos de los que viven en la tradición de la cultura occidental no son conscientes de ello; y porque por el otro bando, muchos de los defensores de la ideología de género ocultan que sus planteamientos sean ideológicos, y nos los presentan como iniciativas aisladas defensoras de derechos: el derecho de la mujer a abortar, el derecho de los homosexuales a casarse, el derecho de los transexuales a ser felices e inscribirse en el Registro Civil... Nos presentan como cosas aisladas, lo que -de hecho- es la agenda política de una ideología fuertemente estructurada.
MOVIMIENTO FEMINISTA DE LOS “60”
La ideología de género surgió en el seno del movimiento feminista norteamericano a finales de los años 60 del siglo pasado, cuando un grupo de mujeres partidarias empezaron a criticar al feminismo anterior, afirmando que se había equivocado de objetivo, al tener como meta la igualación entre el hombre y la mujer.
Para estas nuevas feministas, que se autodenominaron como de género, el objetivo de la liberación de la mujer no se consigue igualando en derechos a la mujer con el hombre, sino haciendo desaparecer la distinción entre hombre y mujer.
Afirman estas ideólogas que no hay nada natural en la distinción entre hombre y mujer. En su opinión, los roles psicológicos, sociales y sexuales asociados a la condición masculina y femenina son una pura construcción cultural, hecha por el hombre, para "esclavizar" a la mujer como hembra al servicio de la "función reproductiva", en beneficio del varón, a través de esa "institución opresora" que es el matrimonio.
Por tanto, si no hay ninguna distinción que sea natural y no cultural entre hombre y mujer, lo que hay que hacer para liberar a la mujer es erradicar, "deconstruir" -suelen utilizar este término, cogido de la filosofía estructuralista-todas las categorías culturales, religiosas, jurídicas y lingüísticas que durante siglos se han puesto en marcha para reforzar -según esta ideología- la distinción antinatural entre hombre y mujer.
Prefieren el término "género" al de "sexo", porque sexos sólo hay dos. "Género" es un término cogido de la lingüística, y nos lleva al terreno de lo cultural. Para ellas, el "genero" es una construcción personal que cada uno hace libremente; a esa construcción es a lo que llaman "orientación afectivo-sexual".
Para esta ideología, cada uno se construye su orientación afectivo-sexual de forma autónoma, sin ningún condicionamiento natural -dado que no hay nada natural, para ellos, en materia de sexo¬ y por tanto, construya como construya cada uno su identidad, su orientación afectivo-sexual, todo es igualmente valioso: ser heterosexual, transexual, bisexual, homosexual, es fruto de la autonomía personal de cada uno y, por tanto, igual de valioso. No se puede decir que una de estas orientaciones sea mejor que otra.
MATERNIDAD Y MATRIMONIO
¿Qué es, para los ideólogos de la filosofía de género, lo único malo que hay en materia de sexualidad? Aquello, dicen, que fija a la mujer como mujer; es decir, la maternidad, que es lo que hace que la mujer quede consagrada físicamente como mujer, y aquella institución inventada por el varón para esclavizar a la mujer a la maternidad: el matrimonio. Por eso, todos los planteamientos de la ideología de género están imbuidos de verdadera fobia a la maternidad y al matrimonio.
¿Por qué se regula en la nueva ley de identidad de género el derecho de los transexuales a inscribirse en el Registro Civil con el sexo que deseen, al margen de cuál sea su configuración cromosómica y morfológica? Porque la identidad sexual yo la creo a voluntad, no depende de que me opere o no, me corte o me ponga cosas; si yo decido, sea cual sea mi cuerpo, que soy mujer, me inscribo como mujer; y, si yo decido que soy hombre, tengo el derecho a inscribirme como hombre. Es la última idea de la ideología de género: uno elige libremente su sexo, su género y, además, tiene el derecho a que los demás se lo reconozcan así, por la inscripción en el Registro Civil.
Judith Buttler, una de las ideólogas de género que más se lee en la sociedad norteamericana, suele afirmar que la verdadera liberación no está sólo en la construcción autónoma de la propia orientación afectivo-sexual, sino en que los demás te la reconozcan. Yo sólo soy libre cuando decido si soy hombre, mujer, transexual, al margen de mi cuerpo, y, además, para ser libre necesito que los demás me reconozcáis esta elección que he hecho; que seáis obligados a tratarme como yo me veo.
De ahí este intento de acabar con cualquier juicio que distinga moral, jurídica o sociológicamente entre mujeres y hombres; porque hace falta para que la propia liberación se consume, que los demás te tengan que reconocer cómo tú has decidido que eres.
Quizá la definición más precisa que he encontrado, de lo que supone la ideología de género, es una frase que leí en una obra de Ratzinger, cuando todavía era Cardenal: "la ideología de género es la última rebelión de la criatura contra su condición de criatura". Y se explicaba: el hombre moderno, con el ateísmo, ha pretendido negar la existencia de una instancia exterior que le diga algo sobre la verdad de sí mismo, sobre lo que es bueno y lo que es malo para él; el hombre moderno, con el materialismo, ha intentado negar las exigencias para sí mismo y su libertad, derivadas de admitir su condición de ser también espiritual; y ahora, con la ideología de género, el hombre moderno pretende liberarse ya hasta de las exigencias de su propio cuerpo. El hombre moderno, con la ideología de género, es un ser autónomo que se construye así mismo; es pura voluntad que se autocrea, ya es dios para sí mismo.
OMNIPRESENCIA
Pues bien, la ideología de género, en estos momentos, es una ideología omnipresente en todas las agencias de Naciones Unidas, a partir de comienzos de los años 90. Las Agencias de Población de ONU, en concreto, el Fondo para Población, UNICEF, UNESCO, la OMS, han ido cada vez más, en todos sus documentos, elaborando y promulgando para todo el mundo las categorías propias de la ideología de género.
La primera vez que oí hablar de esta ideología, en unos términos que me parecieron tan raros en aquel momento, fue con motivo de la Cumbre de El Cairo, en 1994, sobre Población; y la siguiente, en el año 95, en Pekín, sobre la Mujer, organizadas por Naciones Unidas.
Las conclusiones de ambas cumbres motivaron una reacción a escala planetaria del Papa Juan Pablo II, precisamente para intentar evitar que las declaraciones oficiales de esas Cumbres convirtiesen en doctrina de ONU la filosofía y terminología propias de la ideología de género. Lo consiguió sólo en parte, y desde entonces se ha seguido avanzando imponiendo esos criterios. Es ya una realidad que desde Naciones Unidas la ideología de género ha pasado a la Unión Europea, y de ahí a las legislaciones de los países que la componen, como es el caso del nuestro en estos momentos.
Hoy día, la ideología de género y la lucha contra la vida van absolutamente unidas. Esta ideología es manejada por las agencias de población de Naciones Unidas como un instrumento de control de natalidad. Como dijo una responsable de políticas de población de NNUU: hoy no queremos controlar la población dentro de los roles de género tradicionales, sino cambiar esos roles de género para controlar la población.
AHOGAR EL MAL EN ABUNDANCIA DE BIEN
Sabiendo las consecuencias negativas para la familia y para toda la sociedad que tiene esta ideología, es urgente iniciar una batalla cultural que contrarreste su expansión. En primer lugar, con nuestra palabra, hablando de tantas cosas valiosas que llenan nuestras vidas y nuestros hogares, sin miedo a exhibirlas ante nuestros conciudadanos, en esta época nuestra que no necesita tantos maestros como testigos, gente que enseñe con su vida cómo merece la pena vivir.
Por otra parte, para convencer con argumentos sociales sólidos hay que formarse, leyendo y escuchando a quienes pueden ayudarnos a tener los criterios claros.
Esto es muy importante en temas que tienen una incidencia tan directa en la felicidad personal, como el matrimonio, la familia y los hijos. Si la gente nos ve a nosotros felices, si la gente nos ve exhibir con normalidad nuestra condición de casados, de padres, de hijos; si la gente nos ve enamorados de la vida, si ve que somos capaces de procrear y no temer a la vida, iremos incidiendo en clave positiva en los demás.
Otra forma de influir positivamente es asociarnos. Uno solo, en una sociedad pluralista como la nuestra, puede un poquito; todos juntos podemos hacer más, y muchos juntos y asociados pueden hacer muchísimo más.
Tenemos todos, sin hacer cosas extrañas, un gran poder. Si toda la gente que vive enamorada de las cosas buenas asumiese esta faceta de responsabilidad social, de defender las cosas buenas, creo que, de verdad, tendríamos la capacidad de cambiar el mundo de manera radical.
En este comienzo del siglo XXI, nos encontramos, sin darnos cuenta de toda su trascendencia, ante uno de los fenómenos más influyentes en toda nuestra cultura, con clara repercusión negativa en la familia y en toda nuestra sociedad. Me refiero a la ídeología de género.
LAS IDEOLOGÍAS
La humanidad no ha conocido las ideologías hasta final del siglo XIX. A lo largo de toda la historia han existido ideas, planteamientos filosóficos, construcciones intelectuales, pero no ideologías.
Una ideología, como fenómeno moderno, es un sistema omnicomprensivo y cerrado, que da una visión completa del hombre, de la sociedad, de la historia y de todos los sucesos de la vida ordinaria, sobre la base de unos principios muy sencillos. Además, una vez aceptados esos principios, es coherente en sí misma.
Si uno admite los presupuestos de esa ideología, toda su construcción es lógica y coherente. Hay que colocarse fuera para ver sus inconsistencias. Si uno comparte los prejuicios de Hitler sobre la moral, la historia y el papel de los arios y judíos, es coherente matar a millones de judíos, personas inocentes. Si uno comparte la visión de la lucha de clases de Marx, se entienden los 50 millones de muertos del régimen soviético.
CONFRONTACIÓN IDEOLÓGICA
Hoy día, sigue habiendo a escala planetaria una confrontación ideológica tan global y omnipresente, como la que existió entre marxismo y libertad en el siglo XX.
La actual, es la confrontación entre una concepción de la persona y la sociedad inspirados, aunque sea vagamente, en el humanismo occidental por una parte, y la ideología de género, por otra. Se trata de dos sistemas cerrados y omnicomprensivos, alternativos y no comunicables.
Normalmente, no percibimos esta lucha ideológica como tal, porque muchos de los que viven en la tradición de la cultura occidental no son conscientes de ello; y porque por el otro bando, muchos de los defensores de la ideología de género ocultan que sus planteamientos sean ideológicos, y nos los presentan como iniciativas aisladas defensoras de derechos: el derecho de la mujer a abortar, el derecho de los homosexuales a casarse, el derecho de los transexuales a ser felices e inscribirse en el Registro Civil... Nos presentan como cosas aisladas, lo que -de hecho- es la agenda política de una ideología fuertemente estructurada.
MOVIMIENTO FEMINISTA DE LOS “60”
La ideología de género surgió en el seno del movimiento feminista norteamericano a finales de los años 60 del siglo pasado, cuando un grupo de mujeres partidarias empezaron a criticar al feminismo anterior, afirmando que se había equivocado de objetivo, al tener como meta la igualación entre el hombre y la mujer.
Para estas nuevas feministas, que se autodenominaron como de género, el objetivo de la liberación de la mujer no se consigue igualando en derechos a la mujer con el hombre, sino haciendo desaparecer la distinción entre hombre y mujer.
Afirman estas ideólogas que no hay nada natural en la distinción entre hombre y mujer. En su opinión, los roles psicológicos, sociales y sexuales asociados a la condición masculina y femenina son una pura construcción cultural, hecha por el hombre, para "esclavizar" a la mujer como hembra al servicio de la "función reproductiva", en beneficio del varón, a través de esa "institución opresora" que es el matrimonio.
Por tanto, si no hay ninguna distinción que sea natural y no cultural entre hombre y mujer, lo que hay que hacer para liberar a la mujer es erradicar, "deconstruir" -suelen utilizar este término, cogido de la filosofía estructuralista-todas las categorías culturales, religiosas, jurídicas y lingüísticas que durante siglos se han puesto en marcha para reforzar -según esta ideología- la distinción antinatural entre hombre y mujer.
Prefieren el término "género" al de "sexo", porque sexos sólo hay dos. "Género" es un término cogido de la lingüística, y nos lleva al terreno de lo cultural. Para ellas, el "genero" es una construcción personal que cada uno hace libremente; a esa construcción es a lo que llaman "orientación afectivo-sexual".
Para esta ideología, cada uno se construye su orientación afectivo-sexual de forma autónoma, sin ningún condicionamiento natural -dado que no hay nada natural, para ellos, en materia de sexo¬ y por tanto, construya como construya cada uno su identidad, su orientación afectivo-sexual, todo es igualmente valioso: ser heterosexual, transexual, bisexual, homosexual, es fruto de la autonomía personal de cada uno y, por tanto, igual de valioso. No se puede decir que una de estas orientaciones sea mejor que otra.
MATERNIDAD Y MATRIMONIO
¿Qué es, para los ideólogos de la filosofía de género, lo único malo que hay en materia de sexualidad? Aquello, dicen, que fija a la mujer como mujer; es decir, la maternidad, que es lo que hace que la mujer quede consagrada físicamente como mujer, y aquella institución inventada por el varón para esclavizar a la mujer a la maternidad: el matrimonio. Por eso, todos los planteamientos de la ideología de género están imbuidos de verdadera fobia a la maternidad y al matrimonio.
¿Por qué se regula en la nueva ley de identidad de género el derecho de los transexuales a inscribirse en el Registro Civil con el sexo que deseen, al margen de cuál sea su configuración cromosómica y morfológica? Porque la identidad sexual yo la creo a voluntad, no depende de que me opere o no, me corte o me ponga cosas; si yo decido, sea cual sea mi cuerpo, que soy mujer, me inscribo como mujer; y, si yo decido que soy hombre, tengo el derecho a inscribirme como hombre. Es la última idea de la ideología de género: uno elige libremente su sexo, su género y, además, tiene el derecho a que los demás se lo reconozcan así, por la inscripción en el Registro Civil.
Judith Buttler, una de las ideólogas de género que más se lee en la sociedad norteamericana, suele afirmar que la verdadera liberación no está sólo en la construcción autónoma de la propia orientación afectivo-sexual, sino en que los demás te la reconozcan. Yo sólo soy libre cuando decido si soy hombre, mujer, transexual, al margen de mi cuerpo, y, además, para ser libre necesito que los demás me reconozcáis esta elección que he hecho; que seáis obligados a tratarme como yo me veo.
De ahí este intento de acabar con cualquier juicio que distinga moral, jurídica o sociológicamente entre mujeres y hombres; porque hace falta para que la propia liberación se consume, que los demás te tengan que reconocer cómo tú has decidido que eres.
Quizá la definición más precisa que he encontrado, de lo que supone la ideología de género, es una frase que leí en una obra de Ratzinger, cuando todavía era Cardenal: "la ideología de género es la última rebelión de la criatura contra su condición de criatura". Y se explicaba: el hombre moderno, con el ateísmo, ha pretendido negar la existencia de una instancia exterior que le diga algo sobre la verdad de sí mismo, sobre lo que es bueno y lo que es malo para él; el hombre moderno, con el materialismo, ha intentado negar las exigencias para sí mismo y su libertad, derivadas de admitir su condición de ser también espiritual; y ahora, con la ideología de género, el hombre moderno pretende liberarse ya hasta de las exigencias de su propio cuerpo. El hombre moderno, con la ideología de género, es un ser autónomo que se construye así mismo; es pura voluntad que se autocrea, ya es dios para sí mismo.
OMNIPRESENCIA
Pues bien, la ideología de género, en estos momentos, es una ideología omnipresente en todas las agencias de Naciones Unidas, a partir de comienzos de los años 90. Las Agencias de Población de ONU, en concreto, el Fondo para Población, UNICEF, UNESCO, la OMS, han ido cada vez más, en todos sus documentos, elaborando y promulgando para todo el mundo las categorías propias de la ideología de género.
La primera vez que oí hablar de esta ideología, en unos términos que me parecieron tan raros en aquel momento, fue con motivo de la Cumbre de El Cairo, en 1994, sobre Población; y la siguiente, en el año 95, en Pekín, sobre la Mujer, organizadas por Naciones Unidas.
Las conclusiones de ambas cumbres motivaron una reacción a escala planetaria del Papa Juan Pablo II, precisamente para intentar evitar que las declaraciones oficiales de esas Cumbres convirtiesen en doctrina de ONU la filosofía y terminología propias de la ideología de género. Lo consiguió sólo en parte, y desde entonces se ha seguido avanzando imponiendo esos criterios. Es ya una realidad que desde Naciones Unidas la ideología de género ha pasado a la Unión Europea, y de ahí a las legislaciones de los países que la componen, como es el caso del nuestro en estos momentos.
Hoy día, la ideología de género y la lucha contra la vida van absolutamente unidas. Esta ideología es manejada por las agencias de población de Naciones Unidas como un instrumento de control de natalidad. Como dijo una responsable de políticas de población de NNUU: hoy no queremos controlar la población dentro de los roles de género tradicionales, sino cambiar esos roles de género para controlar la población.
AHOGAR EL MAL EN ABUNDANCIA DE BIEN
Sabiendo las consecuencias negativas para la familia y para toda la sociedad que tiene esta ideología, es urgente iniciar una batalla cultural que contrarreste su expansión. En primer lugar, con nuestra palabra, hablando de tantas cosas valiosas que llenan nuestras vidas y nuestros hogares, sin miedo a exhibirlas ante nuestros conciudadanos, en esta época nuestra que no necesita tantos maestros como testigos, gente que enseñe con su vida cómo merece la pena vivir.
Por otra parte, para convencer con argumentos sociales sólidos hay que formarse, leyendo y escuchando a quienes pueden ayudarnos a tener los criterios claros.
Esto es muy importante en temas que tienen una incidencia tan directa en la felicidad personal, como el matrimonio, la familia y los hijos. Si la gente nos ve a nosotros felices, si la gente nos ve exhibir con normalidad nuestra condición de casados, de padres, de hijos; si la gente nos ve enamorados de la vida, si ve que somos capaces de procrear y no temer a la vida, iremos incidiendo en clave positiva en los demás.
Otra forma de influir positivamente es asociarnos. Uno solo, en una sociedad pluralista como la nuestra, puede un poquito; todos juntos podemos hacer más, y muchos juntos y asociados pueden hacer muchísimo más.
Tenemos todos, sin hacer cosas extrañas, un gran poder. Si toda la gente que vive enamorada de las cosas buenas asumiese esta faceta de responsabilidad social, de defender las cosas buenas, creo que, de verdad, tendríamos la capacidad de cambiar el mundo de manera radical.
Sugestión, superstición y explotación económica
Tomado de http://infocatolica.com/blog/infories.php/1306071026-la-iglesia-universal-del-rein
Un falso teatro
Falsos santos y protagonismo
La palabra “veneno” regodeándose en el discurso del pastor, todo por el módico precio de 50 pesos.
Arcas que llenan arcas
Acusaciones y credibilidad
El monto preciso de la fortuna de Macedo es una incógnita. El Consejo de Actividades Financieras de Sao Paulo la calcula en 2,000 millones de dólares, pero Forbes la estima en 950 millones.
Hablando de poder y penetración, esta iglesia cuenta con un ejército de 9.600 pastores, distribuidos en 4,700 templos instalados a lo largo de 172 países, según los datos de la propia organización, que recoge el diario ecuatoriano El Comercio. En México, esta iglesia ha edificado 300 templos.
La
Iglesia Universal del Reino de Dios: sugestión, superstición y explotación
económica
Con
el título “Pague por (no) sufrir; los mercaderes regresan al templo”,
el diario mexicano El Financiero ha publicado un reportaje en
el que Alfredo Peñuelas Rivas relata lo que sucede dentro de la
Iglesia Universal del Reino de Dios. Lo reproducimos a continuación.
“Son
el último recurso”, dijo
mi amiga Jenny. ¿Cómo?, le pregunté. “Cuando ya no tienes trabajo, ya
rogaste a San Judas, hiciste brujería y nada, ellos son el último recurso”.
Yo seguía sin entender, hasta que Jenny comenzó a ser más explícita y a decirme
que se refería a la llamada Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), mejor
conocida por su lema: “Pare de Sufrir”.
Mi
primer encuentro con esta iglesia fue en su natal Brasil en un viaje que hice
hace algunos años. Su propia historia dice que esta secta surgió el 9 de julio
de 1977, en el barrio de la Abolição, zona norte de Río de Janeiro. Fue
precisamente en esa ciudad donde todo es fiesta, baile, caipirinhas y culto al
cuerpo donde me percaté que el letrero “Igreja Universal do Reino de Deus”,
o las siglas IURD se encontraban por toda la urbe. Pero del 77 a la fecha han
transcurrido 35 años, por lo que actualmente se calcula que en aquella nación
este culto cuenta con más de 10 millones de adeptos.
Un falso teatro
La
entrada del antiguo Teatro Silvia Pinal (Colonia Roma, Ciudad de México), hoy
conocido como Cenáculo de la Fe, y sede principal de esa iglesia en México, se
encuentra llena de letreros que anuncian la calendarización de sus “reuniones”,
como ellos llaman a los servicios religiosos. Los nombres son de lo más
curiosos: “encuentro con Dios”, “nación de vencedores”, “reunión
de los 70”, “limpia espiritual”, “terapia del amor”, “casos
imposibles”. Era martes a las 4 de la tarde, así que me tocaba “martes
de protección divina”.
“¿Qué
le duele?”, pregunta
un hombre con marcado acento brasileño a la entrada. “No me duele nada,
vengo por primera vez para conocer”. “Póngase esto donde le duela y
si no le duele nada colóquelo en su cabeza. Ya va a comenzar la reunión, allá
le dicen qué hacer”, me da el algodoncito empapado en un poco de aceite y
entro. No me acostumbro a ver un teatro acondicionado para algo distinto que no
esté relacionado con el espectáculo y el entretenimiento, donde debiera estar
la dulcería se encuentra una tienda de objetos milagrosos y en las butacas
donde uno solía reír, comer palomitas o irse a relajar veo a gente muy
atormentada, la mayoría de clase media o baja. No somos más de 70 personas
aunque, para ser un martes por la tarde, supongo que es un buen número.
Probablemente era por el “martes de protección divina”, pero el
semblante de las personas que ahí se encuentran no era de lo mejor.
Sobre
donde alguna vez estuviera el escenario está un altar compuesto por un piano,
tres sillas a manera de tronos, un pódium y, lo más impresionante, una
representación del Arca de la Alianza (o cómo se supone que es este objeto) de
tamaño natural, de color dorado y cubierto por un larguísimo tul tornasol que
cuelga desde el techo. En el piso, a manera de pasillo, una manta con el Salmo
91 inscrito a todo largo (“Tú que habitas al amparo del Altísimo y resides a
la sombra del Omnipotente, dile al Señor: Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en ti
yo pongo mi confianza”). Al final de ese pasillo aparece el pastor, quien
será el anfitrión de la reunión. ¡Qué comience la función!
Falsos santos y protagonismo
El
pastor es un hombre que ronda los 30 años y no es difícil imaginarlo haciendo
acrobacias con un balón en la playa de Ipanema y sorprendiendo a las turistas a
cambio de besos, caipirinhas o ambos. El carisma del pastor es evidente, aunado
a su aspecto físico: joven, sonriente, le habla a la gente, la mira a los ojos,
tiene contacto con ellos, les pone la mano en el hombro. “Si me
pregunta no sé que le voy a decir”, pienso, cosa que afortunadamente no
ocurrió. “Por favor, bajen acá y tómense de las manos”.
Comienza
en un perfecto portuñol un discurso con preguntas y respuestas a medio terminar
con la intención de que sea el público quien las complete. “¿Quiénes
son los santos? Los santos no sirven, el Diablo se ríe de los santos. ¿En qué
santos creen?”, la mujer a mi lado murmura tímidamente el nombre de San
Judas Tadeo, “¡No, señora, no! El Diablo se ríe! ¿Quién es el único con
que no se ríe?”. La señora guarda silencio como lo hará por el resto de la
sesión, “con Jesús”, se escucha un tímido coro proveniente de bocas cerradas
que hablan con miedo.
¿Qué
tan necesitado de saciar su hambre de fe debe de estar un creyente mexicano
para permitir que se burlen de los íconos más influyentes del santoral
católico? La Virgen de Guadalupe y San Judas son tratados de deidades menores,
de impostores de los que el Diablo se ríe. “Tómense todos de las manos”,
repite el pastor, “y cierren los ojos”. En ese momento comienza una
sesión de discurso, gritos, invocaciones, llantos, zapatazos en el piso,
reiteraciones de las palabras “demonio”, “persona”, “fuego”, “Satanás” y,
en ocasiones, “Jesucristo”. Diez minutos que son suficientes para
que la gente llore. Algunos comienzan a gritar; otros a decir sus propios
mantras.
“¡Cierre
los ojos, señora!”,
escucho un regaño a la mujer de a mi lado quien, por cierto, trae un hijo
adolescente enfermo o afectado en sus facultades mentales. La señora me aprieta
la mano, y yo no abro los ojos para evitar ser objeto de algún regaño. Una mano
brasileña se posa sobre mi hombro. “Abandona Satanás a este cuerpo”,
o algo que así, dice el pastor en portuñol. “Limpia sus manos, sus
piernas, su corazón, su cabeza”, expresa a la persona de al lado. “Sacudan
sus manos y sus piernas. Saquen a Satanás de su cuerpo”, manifiesta a otras
personas.
Las
palabras “brujería”, “trabajo”, “mal”,
salen de la boca del pastor, una especie de catarsis sigue a la histeria
colectiva. La gente se siente aliviada, las cosas se vuelven amables. Fue ahí
donde comienza la primera “venta”.
Objetos milagrosos
Objetos milagrosos
Una
de las cosas que más se dicen de la IURD es que ofrecen a sus seguidores
múltiples objetos milagrosos con poderes mágicos y curativos; estos objetos no
son gratis. La lista es larga: aceite de olivo bendito del huerto de Getsemaní,
agua bendita traída del río Jordán, partes del manto sagrado traído de
Jerusalén, pañuelos benditos de Tierra Santa, Alianza bendita, Semillas
benditas, Arena de la Playa del Mar de Galilea, y también servicios a distancia
como puede ser también el agua bendecida a través de la radio o la televisión.
Este “martes
de la protección divina” el objeto mágico era un azufre bendito que
venía dentro un sobre. “Yo les voy a dar un veneno”, dice el
pastor, “Pónganlo en los rincones de sus casas”. El hecho parte de
una interpretación de un versículo de la Biblia “Se ocupa su tienda, ya
no suya, se esparce azufre en su morada (Job 18, 15)”, que hace referencia
al “malvado”. “Sí, la luz del malvado ha de apagarse, ya no
brillará su ardiente llama”, reza el mismo versículo. “Coloquen
este azufre bendito en los rincones de sus casas con cuidado de que no se lo
vayan a comer los niños o los perros porque es veneno”.
La palabra “veneno” regodeándose en el discurso del pastor, todo por el módico precio de 50 pesos.
Durante
la ceremonia se hacen varias pausas para ofrecer nuevas cosas como un libro
para acercarse a Dios a través del rezo (también 50 pesos), unas cartulinas con
el Salmo 91 impreso que incluyen un espacio para pegatinas en la parte
posterior (éstas son gratis, pero para que la curación surta efecto hay que
asistir siete veces, las siete marcadas en las pegatinas), aceite consagrado
del espíritu de Cristo (100 pesos), una bendición a los objetos de dinero
(bolsos, carteras, etcétera.) previa ofrenda, lo que en el mundo católico sería
el equivalente a la limosna. Casi al final de la ceremonia caminamos sobre el
pasillo formado por el Salmo 91 para recibir una bendición.
Arcas que llenan arcas
La
ceremonia concluye con una oración para la familia, que es distribuida dentro
de una bolsita de plástico para que no se maltrate el papel porque hay que
regresarla al final de la reunión. “Recuerden que está el que es
constante y el que habita”, dice el pastor en el portuñol que se ha hecho
habitual y que pocos alcanzamos a comprender totalmente. La idea de habitar se
refiere al hecho de asistir y pertenecer a la iglesia, de participar en todos y
cada uno de sus múltiples reuniones con el fin de alcanzar la divinidad y la
iluminación, la solución a los problemas presentes y a los problemas
ultraterrenos. Supongo que, de ser todas las reuniones como la actual, habrá
también una enorme oferta de objetos milagrosos. “El que es constante
es bien recibido pero no puede hacer uso de la casa, el que la habita sí”,
concluye el pastor.
Una
vez hecha la última oración general se les invita a la gente a participar en la
oración del Arca, a que nos subamos al altar y nos pongamos alrededor de la
reproducción dorada del Arca de la Alianza para hacer la oración. Al concluir,
el pastor saca una alcancía que es una reproducción del Arca, “recuerden
que para que funcione tienen que venir durante tres meses seguidos, deben
depositar 300 pesos dentro del Arca, cien pesos por cada mes”.
Acusaciones y credibilidad
A
pesar de sus múltiples seguidores en Brasil y en México, aunque también tienen
adeptos en Argentina, Uruguay y Venezuela, entre otros países, son muchos los
reproches que pesan sobre esta iglesia y sus ministros por la manera en que
obtienen dinero y la velocidad a la que sus ganancias crecen, particularmente
por el enriquecimiento de su fundador, Edir Macedo, quien ha sido
acusado por las autoridades de Brasil de lavado de dinero, evasión de
impuestos, especulación de divisas y hasta de fraude. Incluso ha llegado a
pisar la cárcel por acusaciones como la asociación delictuosa relacionada con
el narcotráfico.
Por
medio de una estructura similar a las de las pirámides de negocio ha acumulado
poder y riqueza, tienen su propio partido político y una gran red de medios de
comunicación que incluye una televisora y varias radiodifusoras. En poco más de
30 años, Edir Macedo convirtió un pequeño local alquilado de un barrio humilde
de Río de Janeiro en la más grande multinacional brasileña. De acuerdo con la
prensa carioca la IURD genera mil millones de ingreso anual libres de
impuestos.
El monto preciso de la fortuna de Macedo es una incógnita. El Consejo de Actividades Financieras de Sao Paulo la calcula en 2,000 millones de dólares, pero Forbes la estima en 950 millones.
Hablando de poder y penetración, esta iglesia cuenta con un ejército de 9.600 pastores, distribuidos en 4,700 templos instalados a lo largo de 172 países, según los datos de la propia organización, que recoge el diario ecuatoriano El Comercio. En México, esta iglesia ha edificado 300 templos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)