Sobre la Farsa del Cambio Climático

QUÉ DICEN LOS EXPERTOS

Por Luis Fernández Cuervo (luchofcuervo@gmail.com)

La tesis central de la teoría del calentamiento global es que las emisiones de dióxido de carbono atrapan, directa e indirectamente, una cierta cantidad de calor en la atmósfera de la Tierra impidiendo que escape al espacio. Las mediciones hechas en el mundo real, sin embargo, muestran algo muy distinto a lo que se creyó y a lo que la ONU insiste en que creamos.

Informes de la Nasa (28-julio-2011) además de descubrir que se está atrapando mucho menos calor que lo predicho por los modelos climáticos alarmistas, los datos del satélite de la NASA muestran que la atmósfera comienza a emitir calor hacia el espacio exterior antes de lo que los modelos de la naciones Unidas habían pronosticado.

Estos datos del nuevo satélite Terra de NASA son consistentes con la información de largo plazo de NOAA y NASA que muestran que la humedad atmosférica y los cirrus no están aumentando en la manera predicha por los alarmistas. La información del satélite Terra también apoya a los datos recogidos por el satélite ERBS de NASA y muestran que mucha más radiación de onda larga (o sea calor) escapó al espacio entre 1985 y 1999 de lo que los modelos alarmistas –modelos de laboratorio por computación-predecían.

Por otra parte cada vez más expertos del clima se van convenciendo de que el agente principal que influye sobre el clima es el Sol.

Así lo atestiguan, entre otros, Fernando Noël: el clima y la temperatura de la Tierra dependen de la actividad solar, y sobre ello no puede haber discusión alguna; Horst-Joachim Lüdecke, con sus estudios publicados en el último número de la revista Energy & Enviroment, (Octubre 17, 2011) expone que el aumento en la actividad solar fue la verdadera razón para que el tiempo se volviese más cálido desde 1950 a 2000. Desde 2000 no hubo ningún calentamiento. ¡Es el Sol, no el Hombre!; Eigil Friis-Christensen: Lo que más influye en el cambio de temperatura media de la Tierra es la actividad solar, la actividad de las manchas solares, el magnetismo solar, que además también regula la formación de nubes.

Por otra parte, en el mundo de los científicos, algo aislado de la actividad de los Medios, se va viendo, cada vez más claro, que esto del cambio climático hace tiempo que dejó de ser un problema científico, para pasar a ser una campaña mundial con otros fines. Ya se vio con la alteración de datos, maniobras turbias y conclusiones torpes, del IPCC, el CRU y los grupos de trabajo de la Universidad East Anglia.

Richard S, Linzen, profesor de meteorología en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), dijo sobre esas maquinaciones: ¿Qué tiene que ver todo esto con la catástrofe climática? La respuesta nos lleva a un escándalo que es, en mi opinión, considerablemente mayor que lo implicado en los e-mails de la Unidad de Investigación del clima (CRU), aunque no tan grave como la destrucción de la información que se hizo. Concretamente:la sugerencia de que la misma existencia del calentamiento o del efecto invernadero era equivalente a catástrofe. Esto es el más grosero de los fraudes. Es ese fraude el que le confiere tanta importancia a las maquinaciones en los e-mails diseñados para alterar las temperaturas algunas pocas décimas de grado.

Freeman Dyson, definió su postura con dos frases lapidarias: «Todo el alboroto sobre el calentamiento global es terriblemente exagerado»; «El calentamiento global es el primer artículo de fe de una religión secular mundial»;

Julien Eilperin y David A. Fahrenthold en The Washington Post (15-2-10): “Existe la impresión de que algo está podrido en el IPCC”

Jeffrey Kargel, también se queja porque «es realmente doloroso comprobar lo que ha sucedido».

Y sin embargo la ONU sigue diciendo que menos gente es menos CO2 exhalado y por tanto mejora el clima. ¿Y usted que dice?