Por Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio
En la vida pública dominicana, cuando los políticos, cuando los hombres públicos hacen muchas promesas pueden caer en la mentira, por eso, para no caer en ser mentirosod a través de las promesas, todos los que tienen responsabilidades nacionales deben hacer planes concretos y específicos, porque el que mucho promete terminará siendo mentiroso.
Pero el que dice: no puedo hacer esto, pero puedo hacer estos planes, será siempre verdadero. El hombre mentiroso hace muchas promesas, y el que promete mucho terminará siendo un mentiroso, aunque no lo quiera.