05 de Agosto #2003
Muy distinguidos amigos todos de la prensa:
En vista de la complejidad del tema y la forma en que se nos está presentando la ‘cuestión’, respecto a nuestra “religiosidad popular” y el cristianismo que hemos heredado de nuestros padres, anexo a la presente me permito remitirles el trabajo (muy incompleto todavía) que ha preparado la Iglesia católica con relación a lo que se conoce hoy por el nombre de la “Nueva Era”.
Observar organizaciones transnacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo, la UNESCO, y una cantidad de fundaciones “filantrópicas” de diversos países “amigos”, involucrados en la financiación y promoción de tradiciones ‘paganas’ ocultistas y rituales ‘animistas’ de ‘santería’, sencillamente hablando, es una muestra de que esto nos lo quieren meter por ojo, boca y nariz, gústenos o no, cáusenos una indigesta o no. Poco importa.
La obra maestra de todo cuanto he venido advirtiendo, desde hace ya un tiempo con estricto seguimiento, culmina en la presentación “artística” en la ceremonia inaugural de los XIV Juegos Panamericanos, el pasado viernes en la noche.
Nosotros podremos ser negros, mulatos, jabaos, blancos y rubios, y tener todos un poco de ‘negro’ detrás de la oreja, pero de ahí a decir que eso es lo que mejor nos representa ante el mundo, creo que se han equivocado. Nuestras raíces africanas ya las hemos superado hace mucho tiempo, de generación en generación, aunque continuemos siendo de tal o cual color, y tengamos tal o cual costumbre. Muestra evidente de ello es el desprecio con que tratamos a nuestros hermanos los haitianos, que nada tienen de diferente de nuestros “supuestos” ancestros africanos, para no decir el desafecto que muchas veces nos mostramos nosotros mismos por el color de nuestra piel o el tipo de pelo.
Me pregunto yo ahora, en voz alta:
¿Qué diferencia existe entre un ritual de santería dominicano, como el que vimos realizarse en el Estadio Olímpico, y un ritual de ‘Vudú’ haitiano, realizado al cruzar la frontera de Mal Paso, Jimaní?
Esto es algo muy serio que todos tenemos que plantearnos prontamente, a nivel público y privado, ya que resulta obvio que hay sectores muy interesados, a nivel gubernamental y privado, en continuar promoviendo el “ocultismo” (Satanismo) como algo normal y corriente entre los dominicanos, sea por televisión, por radio o por los medios de comunicación escritos de que disponen.
Con gracias anticipadas por las atenciones que pudieran dispensar a la presente. Que Dios Todopoderoso los bendiga a todos.
Atentamente,
Mario R. Saviñón
mrsavinon@yahoo.com